" />


Estamos en el Antropoceno

¿Es el fin de los tiempos?

,

En el año 2000 el Nobel de Química Paul Crutzen describió al Antropoceno como una propuesta para designar una nueva era geológica en la cual la humanidad era la protagonista, a raíz de que las actividades humanas han tenido un enorme impacto sobre el sistema terrestre en términos geológicos, biológicos y climáticos. Los científicos proponen, […]

Logo PDF

CITAR DIRECTO https://doi.org/10.52501/cc.195
Citar directo

Interoperabilidad Metadatos Académicos

Dublin Core

Año: 2024
Edición: Primera
Colección: Ciencia e Investigación
ISBN: Comunicación Científica 978-607-9104-46-7
Páginas: 176
Tamaño: 16.5 x 23 cm

IMPACTO DE LA PUBLICACIÓN


Visitantes

783

Descargas

37


DICTAMINACIÓN

Descargas en PDF

Dictamen 1

Dictamen 2




VERIFICACIÓN DE SIMILITUD

Turniting

Verificación


EVIDENCIA DE INDEXACIÓN INTERNACIONAL

En el año 2000 el Nobel de Química Paul Crutzen describió al Antropoceno como una propuesta para designar una nueva era geológica en la cual la humanidad era la protagonista, a raíz de que las actividades humanas han tenido un enorme impacto sobre el sistema terrestre en términos geológicos, biológicos y climáticos. Los científicos proponen, asimismo, marcadores útiles que dan cuenta del inicio del Antropoceno, los cuales incluyen carreteras, microplásticos, mercurio o los radionucleótidos.
En los países industrializados, el transporte representa la segunda fuente de gases de efecto invernadero, después de la generación de electricidad. Una manera de mejorar la eficiencia automotriz es la de modificar la composición de las gasolinas. Al formular combustibles empleando componentes derivados de la biomasa, se obtienen carburantes de bajo contenido de carbono, con lo cual se disminuye la emisión de estos gases al tiempo que se mantiene un óptimo desempeño vehicular.
Usualmente los biocombustibles líquidos se dividen en cuatro generaciones, dependiendo del material que se emplea en la transformación. La primera generación emplea materiales almidonados, tales como el azúcar de caña, que se transforman en alcohol. La segunda emplea biomasa lignocelulósica no comestible que se transforma en moléculas de azúcar y de ahí se derivan los combustibles. La tercera generación encuentra su fuente de producción en la biomasa del mar, la cual requiere menos área y es efectiva para la disminución de gases de efecto invernadero. La cuarta generación la constituyen la ingeniería metabólica y la genética.
Considerando que el futuro es finito, así como las consecuencias de nuestras acciones como humanidad, podemos minimizar nuestros daños colaterales a la biosfera y maximizar las materias primas para la siguiente fase del planeta.

Isaac Schifter

Químico farmacéutico biólogo egresado de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctor por la Universidad Claude Bernard (Francia). Labora en el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) como investigador, obtuvo el Premio Nacional de Química “Andrés Manuel del Río” y es investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII).


ORCID logo


María del Carmen González Macías

Es bióloga por la Universidad Autónoma Metropolitana, maestra en ciencias por la Facultad de Ciencias de la UNAM y doctora en Conservación de Recursos Naturales por el CIBNOR. Desde 1982, ha realizado su actividad profesional en el Instituto Mexicano del Petróleo como jefa de proyecto y líder de especialidad en estudios de contaminación por petróleo en ecosistemas marinos. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.


ORCID logo




Alternative content for the map
Alternative content for the legend
Alternative content for the legend

REDES SOCIALES

VIDEOS

¿Desea publicar?, contacte con nuestros editores aquí.