Introducción

La polinización animal es un servicio ambiental esencial en todos los ecosistemas terrestres naturales y agrícolas, que es realizado por diversos grupos de insectos, como abejas, mariposas, moscas, polillas, avispas, escarabajos, hormigas, y vertebrados como colibríes, murciélagos y algunos reptiles (Mayer et al., 2011; De Miranda, 2017). Las abejas son el grupo más abundante y diverso de polinizadores en el planeta, pues existen más de 20 000 especies (Michener, 2007). El segundo lugar lo ocupan las moscas, aunque no todas las especies son polinizadores eficientes y existen grandes vacíos en el conocimiento de su función en el proceso de polinización (Klein et al., 2007; Michener, 2007; Larson et al., 2001).

Los insectos polinizadores están estrechamente ligados al bienestar humano por medio de sus contribuciones a la producción de alimentos a nivel global, así como a la subsistencia de agricultores y apicultores y al mantenimiento de la biodiversidad de plantas silvestres (Potts et al., 2010, 2016; Hill et al., 2019), facilitando el rendimiento de al menos 87 de los 107 principales cultivos del mundo (Klein et al., 2007).

A nivel mundial, el área agrícola total se ha expandido en cerca de 41% desde 1961 hasta 2016, y el área de cultivos dependientes de polinizadores ha aumentado desproporcionadamente (137%), lo que hace que la agricultura dependa más que nunca de los polinizadores (33% del área agrícola ocupada por cultivos dependientes de polinizadores; Aizen et al., 2019). Sin embargo, esto ha ido acompañado de una tendencia hacia los monocultivos agrícolas en lugar de la diversificación (Aizen et al., 2019), lo que podría conducir aún más a déficits de polinización a través de la pérdida de hábitat para los polinizadores silvestres.

Durante muchos años la abeja melífera occidental, Apis mellifera, ha sido el polinizador controlado más utilizado (McGregor, 1976; Kevan et al., 1990).

Los humanos tienen una larga historia de manejo de abejas para la extracción de miel, y quizá la asociación más antigua sea con A. mellifera. Las abejas manejadas son aquellas que pueden mantenerse en nidos artificiales (Kritsky, 2010). Bajo esta definición, la evidencia más antigua de abejas melíferas manejadas se remonta a 2450 a.C. en Egipto, donde los relieves de piedra muestran a apicultores trabajando con colmenas de abejas melíferas (Crane, 1999). La apicultura se desarrolló de forma independiente en muchas partes del mundo (Kritsky, 2017). En Asia la abeja melífera oriental que anida en cavidades (Apis cerana) parece haber sido manejada por primera vez mucho más tarde, con la primera evidencia de apicultura con A. cerana que data de 158-166 d.C. en China (Kritsky, 2017) y 300 a.C. en Afganistán y Pakistán. En Mesoamérica los mayas desarrollaron una cultura apícola en torno a la abeja sin aguijón Melipona beecheii, cuya primera evidencia data de entre 190 a.C. y 250 d.C. (Chase y Chase, 2005) y el cultivo de Scaptotrigona mexicana ha sido muy importante en la región de la Sierra Norte de Puebla y Veracruz desde hace por lo menos 500 años. Hoy en día se maneja una amplia gama de especies polinizadoras, incluidas las abejas melíferas (Apis spp.), varios abejorros (Bombus spp.), abejas sin aguijón (Meliponini), abejas solitarias de los géneros Megachile y Osmia, moscas azules (Calliphoridae) y moscas de las flores (Syrphidae). Este aumento en la diversidad de polinizadores manejados refleja un cambio en la atención de las abejas melíferas manejadas a especies de polinizadores alternativos, impulsada no solo por investigadores académicos sino también por el interés público y comercial (ipbes, 2016).

Palabras clave: Abejas de México, Polinización por abejas, Apicultura.

Valor económico del servicio de polinización en especies de plantas cultivadas en México y el mundo

El servicio de polinización puede cuantificarse en términos económicos en función del nivel de dependencia de cada cultivo al servicio de polinización provisto por animales. En un estudio clásico sobre el tema, Gallai et al. (2009) usaron un enfoque bioeconómico en donde integraron la proporción de la producción agrícola que depende de polinizadores para los 100 cultivos más importantes que se usan para la alimentación humana, según la fao, y concluyeron que el valor económico total de la polinización a nivel global fue de 153 000 millones de euros, lo cual equivale a 9.5% del valor de la producción agrícola usada para alimentar a los humanos en 2005.

En estudios similares realizados para México, Quesada et al. (2021) formularon un diagnóstico por medio del cálculo del valor económico de los polinizadores para 19 especies de plantas de mayor cultivo, usando la metodología de Quesada et al. (2012), y utilizando la información disponible en la base de datos de consulta del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (siap) y los datos de la producción agrícola del año 2018 (siap, 2018). Sus resultados indican que los polinizadores favorecen una mayor producción de frutos y, por tanto, un mayor ingreso económico. Las especies que generan mayores ingresos económicos a nivel nacional son el aguacate, el pimiento y el jitomate, principalmente porque son cultivos de exportación; por ejemplo, el valor económico del servicio de polinización para el cultivo de aguacate es de 65% del valor neto del cultivo, lo cual sugiere que la pérdida de polinizadores puede afectar gravemente la producción y el ingreso económico de este cultivo y que el declive y la pérdida de polinizadores son amenazas serias para la seguridad y soberanía alimentaria, por lo que es de urgente necesidad hacer labores en pro de la conservación y la diversidad de especies de polinizadores. La producción y los ingresos económicos derivados de especies de plantas nativas, como el cacao y las calabazas, y de especies de plantas introducidas, como café, sandía, zarzamora y mango, que tienen alta dependencia del servicio de polinización, están amenazados en su totalidad por el declive y la desaparición de polinizadores.

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Las abejas como polinizadores

Taxonomía de las abejas

Los antófilos (del griego Anthophila, “que ama las flores”), conocidos comúnmente como abejas, son un clado de insectos himenópteros, sin ubicación en categoría taxonómica, dentro de la superfamilia Apoidea. Se trata de un linaje monofilético con más de 20 000 especies conocidas, agrupadas en siete familias, cinco de las cuales se encuentran presentes en México. Las abejas, al igual que las hormigas, evolucionaron a partir de himenópteros aculeados. Los antepasados de las abejas estaban relacionados con las avispas carnívoras de la familia Crabronidae y eran depredadores de insectos. Es posible que las primeras abejas se hayan alimentado del polen que cubría a algunas de sus presas y que, gradualmente, hayan empezado a alimentar a sus crías con polen en lugar de insectos.

Hay muchas más especies que aún no han sido descritas. Se las encuentra en todos los continentes, excepto en la Antártida. Están en todos los hábitats donde hay plantas con flores (Angiospermas). Están adaptadas para alimentarse de polen y néctar, usando el primero fundamentalmente como alimento para las larvas y el segundo como material energético. La especie más conocida es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces solo llamada “abeja”; esta especie es un insecto social que vive en enjambres formados por tres clases de individuos: reina, obreras y zánganos; sin embargo, la mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir, que no forman colonias. Existe también un número de especies semisociales, con capacidad de formar colonias. Estas colonias no llegan a ser tan grandes ni duraderas como las de la abeja doméstica.

Taxonomía
Reino : Animalia
    Filo : Arthropoda
        Clase : Insecta
            Orden : Hymenoptera
                Suborden : Apocrita
                    Superfamilia : Apoidea
                        sin rango): Anthophila o Apiformes
                            Familias
                                Andrenidae
                                Apidae
                                Colletidae
                                Halictidae
                                Megachilidae
                                Melittidae
                                Stenotritidae

Por lo general se piensa en las abejas como polinizadores, pero en realidad las abejas son insectos omnívoros, que se alimentan sobre todo de polen y néctar, además de consumir los microorganismos asociados con las plantas. El papel de las abejas en la polinización es totalmente incidental. Cuando visitan las flores las abejas solo están tratando de recolectar el máximo posible de polen, néctar y aceites florales. Para las plantas las abejas son, por lo tanto, herramientas muy útiles para dispersar el polen y de esta manera reproducirse.

Uso comercial de abejas como polinizadores

En un estudio reciente Osterman et al. (2021) reconocieron 66 especies de insectos que han sido manejadas en el pasado, lo son en la actualidad o están bajo consideración para manejo, para polinizar cultivos. Dos especies de Apis, nueve taxones de Bombus, ocho especies de abejas solitarias y tres insectos que no son abejas se manejan hoy en día para la polinización de cultivos (figura 2).

Se ha mencionado que muchas otras especies tienen el potencial de ser manejadas, incluidas seis especies de abejorros, 15 especies de abejas sin aguijón, 14 especies abejas solitarias y cuatro especies que no son abejas (fig. 2A). En el pasado se manejaron cinco especies de abejorros, pero ya no se producen comercialmente (fig. 2A). También encontramos que los polinizadores más manejables son nativos de Europa (n = 20), Asia (n = 20), Norteamérica (n = 19) y Sudamérica (n = 19), mientras que para Oceanía, África y América Central solo se registraron nueve especies manejadas por región (fig. 2B).

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Algunos ejemplos de especies de abejas no tradicionales como polinizadores en México

  1. Abejas de la calabaza: Eucera (Peponapis) y Eucera (Xenoglossa)
  2. Abejas cortadoras de hojas y albañiles
  3. Abejas albañiles mexicanas, Osmia azteca Cresson
  4. Pequeñas abejas de los chiles y dónde encontrarlas
  5. Chayotes y abejas nativas, dos amigas poco conocidas
  6. Abejas parásitas: aliadas poco comprendidas