IV. El patrimonio biocultural de los artesanos de carrizo y las estrategias de resiliencia: caso de Santa Cruz Papalutla, Tlacolula, Oaxaca, México

https://doi.org/10.52501/cc.197.04


Juana Yolanda López-Cruz

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Cynthia Cruz-Carrasco

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Victoria Bautista-López


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IV. El patrimonio biocultural de los artesanos de carrizo y las estrategias de resiliencia: caso de Santa Cruz Papalutla, Tlacolula, Oaxaca, México

Juana Yolanda López-Cruz*
Cynthia Cruz-Carrasco**
Victoria Bautista-López***



DOI: https://doi.org/10.52501/cc.197.04





Resumen

Introducción: La resiliencia cultural se puede ver reflejada en la persistencia y la recuperación de rasgos originarios identitarios a pesar de los factores externos. Un ejemplo de esto es la producción artesanal a partir de carrizo, la cual ha sobrevivido y ha permitido a los artesanos enfrentar circunstancias adversas como el hambre, la urbanización, la migración y problemas sanitarios como el covid-19, mediante el arraigo en su entorno medioambiental y cultural. Objetivo: Determinar las estrategias de resiliencia para la conservación del patrimonio biocultural de los productores de artesanía de carrizo en Santa Cruz Papalutla, Tlacolula, Oaxaca, en situaciones de adversidad, como fue el covid-19. Metodología: Este estudio es de naturaleza cualitativa y está respaldado por observación no participante y entrevistas semiestructuradas. La selección de la muestra fue a conveniencia, en combinación con la técnica de “bola de nieve”. La recolección de datos se realizó en marzo de 2023 y consistió en una entrevista semiestructurada que se aplicó a una muestra de 30 personas. Resultados y conclusiones: A pesar de las consecuencias negativas de la pandemia provocada por el covid-19, los artesanos identificaron aspectos positivos como el fortalecimiento del comercio local y la unión de las familias ante la adversidad y concluyeron que es necesario implementar estrategias de reproducción social dirigidas a los jóvenes que permitan valorar los conocimientos tradicionales y se concienticen acerca de la importancia que tiene la conservación de su patrimonio histórico-cultural.


Palabras clave: prácticas ante covid-19, conocimientos tradicionales, resistencia y/o adaptación ante adversidades.



Introducción

El patrimonio biocultural de los pueblos indígenas está relacionado con el vínculo entre las comunidades indígenas y el medio ambiente; asimismo, constituye una herramienta de desarrollo y conservación en la que los conocimientos tradicionales se transmiten a su descendencia y han permitido la preservación de know-how (saberes) locales. A principios de 2020 se declaró una crisis internacional debido a la epidemia del sars-CoV-2 que afectó el entorno laboral y el consumo de personas, familias y empresas a nivel mundial, planteando desafíos para los gobiernos y la sociedad (Muellbauer, 2020). Ante la crisis, los artesanos se vieron obligados a resistir, subsistir y evolucionar en el entorno (Salanova, 2009).

El concepto de resiliencia tiene dos vertientes importantes: en primer lugar, se refiere a “esa virtud de aguantar las desgracias”; en segundo, a “ser capaz de fortalecerse a partir de ellas”. Teniendo dos componentes positivos que interactúan: la resiliencia a la desintegración y la capacidad para reconstruir sobre escenarios o factores hostiles [Suárez, cit. en Duquesnoy, 2014, p. 72].

En el mundo actual, frente al modelo de desarrollo hegemónico, puesto que las formas de apropiación de la sociedad se apoderan de la naturaleza, es importante analizar la resiliencia y la adaptabilidad, frente a diferentes contextos ecológicos, psicológicos y culturales, así como el desempeño de los organismos para superar condiciones adversas, mejorando la capacidad de resistencia y adaptación de la sociedad (Ruiz Barajas, 2018).

En nuestro país, diversas comunidades se encuentran desarrollando resiliencia, definida como “la capacidad de reinventarse y proteger sus conocimientos y saberes tradicionales frente al proyecto hegemónico moderno”. Romero Moragas (2017) destaca la importancia de preservar o resignificar el patrimonio de las comunidades mediante la conservación de semillas originarias, metodologías agrícolas tradicionales, edificaciones biológicas o acciones artesanales que contribuyen no sólo a la protección del patrimonio biocultural sino también a la conservación de sistemas socioecológicos capaces de responder a diversas crisis sin poner en riesgo su integridad y su identidad.

Patrick y Mindahi Bastida (2010), muestran la importancia de tres estrategias para proteger el patrimonio biocultural: el autodiagnóstico, la prevalencia del conocimiento y las formas de transferencia de las prácticas productivas de acuerdo con instituciones locales, y la protección legal de los conocimientos relacionados con plantas y animales. En este estudio se discutirán las estrategias para proteger el patrimonio biocultural, como el autodiagnóstico y la reproducción del conocimiento y las formas de transmisión de las prácticas productivas, según las instituciones de usos y costumbres, en tiempos inciertos como el de la pandemia por covid-19.

Nuestro objetivo fue determinar las estrategias de resiliencia para la conservación del patrimonio biocultural de los productores de artesanía de carrizo de Santa Cruz Papalutla, Tlacolula, Oaxaca, en tiempos de crisis e incertidumbre por la contingencia sanitaria del covid-19.

Se analizó la actividad artesanal del carrizo (yaxtily, en lengua zapoteca), del municipio de Santa Cruz Papalutla, ubicado en los Valles Centrales de Oaxaca, junto a las formas de producción agrícola y la relación hombrenaturaleza, como parte de su identidad étnica (Enríquez et al., 2019).



Metodología

La investigación se realizó en el municipio de Santa Cruz Papalutla, ubicado entre los paralelos 16° 55' y 16° 59' de latitud norte y los meridianos 96° 34' y 96° 37' de longitud oeste, a una altitud de 1 500 y 1 700 m. Ocupa el 0.02% de la superficie del estado, cuenta con tres localidades y una población total de 2 242 personas (inegi, 2020).

La metodología fue de tipo cualitativo, desarrollada en dos etapas. La primera consistió en la revisión documental en las fuentes de las dependencias involucradas en la producción de artesanías, y la segunda, visitas de campo. El método de recolección de información primaria se basó en observación no participante y en la implementación de entrevistas no estructuradas, las cuales se aplicaron a 30 personas con un muestreo probabilístico a conveniencia combinado con la técnica “bola de nieve”.

Las entrevistas semiestructuradas se aplicaron a los artesanos de carrizo con reconocimiento en su actividad principal por transmitir conocimientos tradicionales a las nuevas generaciones (Hernández et al., 2010). La medición de los indicadores incluyó aspectos socioeconómicos, ingresos por la actividad económica, permanencia en la comunidad, conocimientos tradicionales y estrategias de resiliencia ante el covid-19, con el objetivo de realizar un diagnóstico e identificar las formas de difusión de las prácticas productivas conforme a las instituciones de usos y costumbres de la comunidad.



Resultados

Aspectos socioeconómicos

El 100% (30) de los artesanos entrevistados son originarios de Santa Cruz Papalutla, ubicado en el distrito de Tlacolula, Oaxaca, cuya ocupación principal es la agricultura, y actividad complementaria, la elaboración de artesanías de carrizo.

Respecto de su edad, 37% de los artesanos tiene una edad de 51 a 60 años, 50% entre 61 y 70 años y 13% tiene 71 años y más. El 63% son personas adultas mayores, quienes poseen los conocimientos tradicionales, situación que hace que la preservación de la actividad productiva se considere en riesgo.

En relación con el sexo, la muestra se compone de 45% de mujeres y 55% hombres. En cuanto al nivel de escolaridad, 70% sólo cursó la primaria completa y 22% cuenta con estudios truncos, lo que refleja un bajo el nivel de escolaridad de los pobladores de la localidad. Sin embargo, esta situación no ha limitado la reproducción de los conocimientos tradicionales, ya que su trasmisión se realiza de forma oral y mediante la práctica (aprender haciendo) y se comunica de forma intergeneracional (de padres a hijos o de abuelos a nietos) y a través del intercambio de saberes con otros productores cuando acuden a ferias y exposiciones.

En el análisis de la actividad económica se encontró que 100% de los encuestados se dedica a la producción de artesanías de carrizo, elaborando, principalmente, canastas, lámparas, platos, popotes y adornos de mesa. Esta actividad económica les permite realizar otras actividades, dentro de su comunidad, como la agricultura, la elaboración de comida tradicional, música de viento, por mencionar las más importantes, los cuales les permiten generar ingresos adicionales para el sustento familiar.

Ingresos derivados de la actividad económica

El 11% de los encuestados tiene un ingreso menor a $1 000 al mes; 78% un ingreso menor a $5 000 y el restante 11% entre $5 000 y $10 000. El ingreso promedio mensual es menor a $5 000. El 64% señaló que produce sus alimentos en su localidad, lo que le ha permitido amortiguar el gasto del hogar y contribuir a la soberanía alimentaria de la comunidad; el 36% restante no los produce, sino que los adquiere (de éstos, el 27% realiza sus compras en la tienda local y el 9% los adquiere en una tienda o un mercado regional). El 62% produce sus alimentos de forma familiar y el 38% lo hace de forma independiente, es decir, sin apoyo de integrantes de la familia.

Permanencia en la comunidad

El número de integrantes que participan en la producción familiar de artesanías ha disminuido en los últimos años, sobre todo debido a que los integrantes del hogar se dedican a actividades de servicios o trabajan como empleados, obreros o profesionistas, fuera del municipio, principalmente en la ciudad de Oaxaca, en la Ciudad de México o, incluso, en otras ciudades de Estados Unidos, adonde van a buscar para sus familias mejores condiciones de vida.

Conocimientos tradicionales

El 91% de los artesanos señaló que su bienestar depende de los recursos que le otorga la naturaleza. Se observó una relación positiva entre el hombre y la naturaleza, ligada a la relación que plantea Boege (2008) respecto del enfoque biocultural y el desarrollo sustentable de las comunidades indígenas en México. Los artesanos señalaron como beneficios personales tres aspectos principales que obtienen de la preservación de los conocimientos tradicionales en sus actividades socioproductivas:

  1. En las comunidades existen limitadas fuentes de empleo y la producción de artesanías de carrizo les ha permitido tener un ingreso adicional para el gasto del día y para realizar sus fiestas en la comunidad.
  2. La continuidad en la elaboración de artesanías representa una oportunidad para mejorar y conocer otros lugares, con la participación en ferias y exposiciones, a las que acuden para comercializar sus productos.
  3. La preservación de los conocimientos tradicionales en sus actividades socioproductivas les ha permitido generar beneficios a nivel comunitario, entre los cuales destacan los siguientes:
  1. El involucramiento a temprana edad de los jóvenes que les permite la adquisición de conocimientos desde la recolección de materia prima y la elaboración de canastas hasta la diversificación de productos.
  2. La elaboración de artesanías y el cultivo del carrizo fomentan la Guelaguetza1 en los habitantes de la comunidad.
  3. La transmisión del conocimiento propicia la convivencia, lo que permite una mayor cohesión familiar y comunitaria.
  4. La preservación económica, ya que genera trabajo en la comunidad (aunque el precio es bajo), permite cubrir los gastos de educación de los hijos, satisfacer necesidades básicas familiares y contribuir al desarrollo local.

Las estrategias de resiliencia que consideran haber desarrollado los artesanos para la conservación del conocimiento tradicional son las siguientes:

  • La conservación de los recursos naturales para proveer materia prima (carrizo) y asegurar la continuidad de la actividad productiva.
  • La preservación de la cultura de las artesanías, entre los jóvenes, para propiciar el interés en la elaboración de productos tradicionales, y, con procesos de innovación, diversificar sus productos para satisfacer las nuevas necesidades del mercado actual.
  • La enseñanza a los hijos y a los nietos de la lengua materna, los oficios, la cultura y la cocina tradicional, para preservar el patrimonio cultural.
  • La elaboración de las artesanías a nivel familiar, la cual genera la unidad colectiva y familiar, preservando la cultura y la riqueza natural.

Riesgo de pérdida de los conocimientos tradicionales

El 62% de los entrevistados señala que a los jóvenes no les interesa aprender los procesos de elaboración de artesanías y que sólo a 23% le interesa adquirir ese conocimiento. Se observa que existe una pérdida de interés, por los saberes locales, sobre todo en las nuevas generaciones, debido a la transculturización, que es producto de los altos índices de emigración.

Los conocimientos tradicionales con mayor riesgo de pérdida son:

  • El uso y la preservación de plantas silvestres que son utilizadas como materia prima.
  • El proceso de elaboración de artesanías de carrizo, por el escaso interés que muestras las nuevas generaciones hacia esta actividad.
  • Hábitos, usos y costumbres sobre rituales en el ciclo agrícola.

Estrategias de resiliencia ante el covid-19

Ante la crisis por el covid-19, los artesanos respondieron a través de estrategias de resiliencia con el objetivo de hacer frente a las amenazas, prepararse, adaptarse y recuperarse (Sanchís y Poler, 2020). A continuación se describen algunas problemáticas a las que se enfrentaron y las estrategias con las que respondieron a la contingencia:

  1. Problemáticas presentadas ante la contingencia por el covid-19
    1. Disminución del consumo, porque no permitían que la gente se reuniera y permanecieron cerrados los grandes centros comerciales.
    2. Aumento de precios y disminución de ingresos.
    3. Cierre de negocios de forma temporal, debido a las personas infectadas por el covid-19.
    4. Escasez de alimentos, sobre todo maíz y productos básicos.
  2. Estrategias de resiliencia ante el covid-19 2
    1. Algunos productores aumentaron sus ventas, porque los habitantes les compraban directamente en la localidad.
    2. Ventas con entrega a domicilio y promoción vía redes sociales.
    3. Implementación de medidas sanitarias, uso de cubrebocas y desinfección de materiales y herramientas de trabajo.
    4. Recepción de recursos económicos provenientes del gobierno federal, por conducto de los programas sociales, principalmente de la Secretaría de Bienestar, así como de apoyos otorgados por el municipio para la integración de despensas familiares, y de las redes de apoyo de migrantes en Estados Unidos, para cubrir sus necesidades básicas.

Sin embargo, también hubo aspectos positivos derivados de la crisis por el covid-19: las familias se volvieron más unidas debido a la enfermedad, reevaluaron sus hábitos alimenticios y fomentaron la producción de alimentos, con el objetivo de vender sus productos con normalidad después de la pandemia.



Discusión

Existe una relación positiva entre patrimonio biocultural, conocimiento tradicional y resiliencia, que se ve reflejada en la mejora de la economía local, en reproducción de la cultura, así como en el fomento de lazos de cooperación entre los artesanos. La mejora en la economía local permite generar fuentes de empleo y representa una oportunidad para incrementar el ingreso familiar. La reproducción de la cultura permite que permanezca la actividad de elaboración de artesanías de carrizo, así como la existencia suficiente de materia prima para evitar la pérdida del conocimiento tradicional. Y, finalmente, la convivencia familiar y comunitaria permite mayor cohesión social.

En épocas de crisis, los artesanos contaron con diversas estrategias de resiliencia que les permitieron subsistir y fortalecerse, como las ventas en redes sociales, la protección sanitaria, los apoyos de actores clave como gobierno y migrantes, y la construcción de redes locales. La resiliencia hace evidente la importancia de reproducir y adaptar conocimientos y prácticas productivas locales frente a la adversidad, teniendo como base los conocimientos tradicionales, el reconocimiento y la valoración del territorio y el fortalecimiento de las estructuras locales (familia, comunidad, estado).

Sin embargo, la percepción en cuanto a los conocimientos tradicionales es que éstos se están perdiendo, ya que existe poco interés por parte de los jóvenes para continuar reproduciéndolos, a pesar de que representan los saberes de sus ancestros y constituyen una oportunidad para generar ingresos adicionales, manteniendo la unidad familiar y protegiendo la identidad cultural.



Conclusiones

Los conocimientos tradicionales se encuentran asociados al uso de los recursos naturales, porque brindan armonía, seguridad, certeza y confianza, mientras que alejarse de la comunidad transmite incertidumbre.

La transmisión del conocimiento mantiene la convivencia familiar, lo que permite mayor cohesión familiar y comunitaria. La conservación de los conocimientos tradicionales ayuda a la subsistencia económica, ya que genera trabajo en la comunidad y permite cubrir los gastos de educación de los hijos, satisfacer necesidades básicas familiares y contribuir al desarrollo local.

Para la conservación de los conocimientos tradicionales se recomienda:

  • Realizar talleres de capacitación dirigidos a los jóvenes que permitan valorar los conocimientos tradicionales y que visibilicen su cosmovisión.
  • Generar una cultura de preservación de los recursos naturales, con el fin de mantener la existencia de materia prima para la elaboración de artesanías de carrizo y evitar la pérdida del conocimiento tradicional.
  • Fomentar la organización de los artesanos de carrizo para mejorar sus ventas y su difusión.
  • Reconocer la actividad artesanal, no sólo como patrimonio biocultural, sino también como actividad económica generadora de ingresos, para el desarrollo de la familia y de la comunidad.

Agradecimientos

Las autoras agradecen a los entrevistados por las facilidades que nos brindaron y por compartir sus experiencias y su tiempo, y al Instituto Politécnico Nacional, por el financiamiento a este estudio a través del proyecto sip20230178, así como al CONAHCYT por las becas de estancia posdoctoral y de estudios de maestría.



Referencias

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