III. Impactos socioemocionales en docentes, estrategias y retos de enseñanza-aprendizaje durante el confinamiento por COVID-19
Dimensions
III. Impactos socioemocionales en docentes, estrategias y retos de enseñanza-aprendizaje durante el confinamiento por COVID-19*
Resumen
El objetivo de la presente investigación fue identificar las problemáticas, experiencias y situaciones de emergencia en las que se encuentran inmersos los docentes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) de México, a raíz del confinamiento ocasionado por la pandemia de COVID-19, con la finalidad de generar datos e información que revele las condiciones y estrategias pedagógicas que han permitido a los docentes de este subsistema continuar con su labor docente. Se implementó la metodología cualitativa de investigación-acción, al igual que la observación participante y la recolección de información de historias de vida. Se seleccionó una muestra de 388 docentes. Los resultados permitieron identificar las dimensiones físicas, emocionales y cognitivas que se han visto afectadas. Los docentes, por ejemplo, sufren de angustia, miedo, depresión e irritabilidad. Además, subrayaron la necesidad de contar con espacios físicos tranquilos para su bienestar y salud mental, y señalaron a la seguridad laboral como la principal preocupación, es decir, aquello sirve para alcanzar la estabilidad y bienestar económico. La conclusión del estudio muestra que los efectos de la pandemia actual no sólo han sido emocionales y físicos, sino también socioeconómicos.
Palabras clave: aislamiento escolar, COVID-19, impactos socioemocionales, resiliencia docente.
Introducción
La pandemia de COVID-19 ha transformado las distintas dimensiones de la vida humana. Al igual que en otras actividades laborales, la educación y la docencia han sufrido grandes transformaciones. La cuarentena impuesta a nivel global tuvo la finalidad de evitar la propagación del virus zoonótico, es decir, que se transmite entre animales y humanos, conocido como SARS-CoV-2 y que provoca la enfermedad de COVID-19 (Chen, Liu y Guo, 2020). De acuerdo con los propios Chen Liu y Guo (2020), los coronavirus son patógenos que pueden infectar el sistema respiratorio, gastrointestinal, hepático y nervioso central del humano.
En este contexto de crisis mundial, los sistemas económicos, de salud y educativos se vieron y continúan siendo seriamente afectados. Particularmente el sector educativo, considerado como uno de los más importantes para la sociedad, la comunidad académica hizo frente a la emergencia sanitaria a través de plataformas virtuales u otros medios de comunicación, de tal manera que las clases no se interrumpieron, sino que continuaron de manera remota.
Sin embargo, para los profesores no fue una labor sencilla, pues tuvieron que adaptarse rápidamente a una modalidad de enseñanza totalmente distinta a la que venían practicando, al menos la mayoría de ellos, y además tuvieron que lidiar con los estragos de una pandemia global. Estudios como los de Garrick et al. (2014), Jensen et al. (2012) y Skaalvik y Skaalvik (2015) dieron cuenta sobre la existencia de altos índices de insatisfacción, estrés, agotamiento y depresión de docentes activos. De hecho, de acuerdo con Sanz et al. (2002), la docencia es considerada como una profesión que presenta un alto riesgo de angustia psicológica: si se comparan con los de la población en general, registra los niveles más bajos de satisfacción laboral. Mientras que, en un estudio reciente, Alves, Lopes y Precioso (2020) encontraron que la pandemia ha reducido aún más la percepción de bienestar entre los docentes y ha acentuado la incertidumbre sobre su futuro profesional.
Lozano (2020) y Morales (2021) han documentado que el trabajo docente provoca estrés, incertidumbre y miedo, en suma, un impacto psicológico negativo, sobre todo en la población más vulnerable. Asimismo, la unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y el iesalc (Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe) (2020) han confirmado que la pandemia por COVID-19 ha causado fuertes impactos psicológicos en la comunidad educativa: el cierre de los centros educativos, la necesidad del distanciamiento físico, la pérdida de seres queridos, del trabajo y el cambio de los métodos de aprendizaje tradicionales han generado estrés, presión y ansiedad, a docentes, estudiantes y sus familias.
Los impactos provocados por la actual pandemia han afectado significativamente la educación en todos sus procesos, tanto en el ámbito educativo como en el social, y ha ido más allá sólo de educadores y educandos, pues también han golpeado al personal de toda la comunidad educativa (Gervacio y Castillo, 2021). Como se ha documentado, la educación a distancia ha tomado relevancia y se ha convertido en una alternativa para continuar los procesos académicos desde los hogares (Robinet y Pérez, 2020). Los docentes, a raíz de estos cambios, han tenido que reajustar su vida cotidiana para adaptarse a un cambio inesperado que generó efectos en términos de equilibrio socioemocional (Tacca y Tacca, 2019).
El proceso de adaptación de contenidos, uso de las distintas plataformas y la adaptación a las nuevas necesidades educativas emergentes requieren el uso de distintas competencias profesionales, así como de competencias docentes que permitan desarrollar el trabajo académico de manera eficaz. De esta manera, las competencias emocionales han sido fundamentales para el desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para identificar, comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales que padece la sociedad en general y, en particular, el profesorado y sus estudiantes. De acuerdo con Bisquerra y Mateo (2019) y con Pérez y Filella (2019), entre las competencias emocionales están la conciencia emocional, la regulación emocional, la autonomía emocional, la competencia social, así como las competencias para la vida y el bienestar, las cuales son consideradas necesarias e importantes para poder enfrentar el reto que representa la educación en tiempos de pandemia.
La docencia es considerada como una profesión de alto sentido social. Sin embargo, también es una ocupación que presenta, en comparación con la población en general, los niveles más bajos de satisfacción laboral (Sanz et al., 2002). Y el traslado de la educación al plano virtual ha evidenciado todavía más los problemas de salud física y emocional que padece el profesorado. De acuerdo con López y Pérez (2020), la docencia actualmente es una amenaza a la salud y al bienestar de quienes la ejercen. Otros estudios han documentado que, si bien los docentes han estado siempre bajo constante presión, esta se ha acentuado debido a los actuales acontecimientos provocados por la actual pandemia.
Al respecto, el Ministerio de Educación de Perú (1º de abril de 2020) parte del hecho de que el bienestar socioemocional afecta el qué y el cómo se aprende. Por tanto, las crisis ocasionan fuertes respuestas emocionales negativas, tales como miedo, estrés, pánico y ansiedad, por lo que la construcción de habilidades de aprendizaje socioemocional permite abordar situaciones así con respuestas asertivas y con un pensamiento crítico. Aunado a ello, el estrés y el miedo tienen un impacto negativo en la salud y en la capacidad de aprender; sólo cuando el cerebro está socialmente conectado y emocionalmente seguro puede enfocarse en el contenido académico y participar correctamente en el aprendizaje (unesco e iesalc, 2020).
En esa misma línea, Aguaded y Almeida (2016) afirman que la forma en que cada persona responde a las adversidades de la vida y a las experiencias contribuye o afecta el desarrollo personal, por lo cual esta capacidad de resiliencia es una competencia fundamental para todo profesional de la educación. Debido a lo anterior, para promover la salud emocional, se requiere articular de manera consciente las dimensiones de emoción, cognición y comportamiento, lo que teóricamente hará perseverar en el logro de objetivos a pesar de las dificultades y ejercitará la tolerancia a la frustración.
La Secretaría de Educación Pública (sep) (2020) se planteó como objetivo contribuir al fortalecimiento de la resiliencia del sistema educativo, con la finalidad de prevenir y atender situaciones de emergencia mediante asistencia técnica a las autoridades y funcionarios educativos, así como a través del fortalecimiento de las capacidades de los docentes. Esto se hizo a través de la producción y difusión de espacios virtuales especializados y la oferta de una serie de herramientas enfocadas en temas relacionados con el desempeño y el desarrollo de las actividades docentes, así como con el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales.
Gervacio y Castillo (2020) han documentado que el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) del nivel medio superior ha implementado estrategias metodológicas en todos sus planteles para dar seguimiento a la enseñanza y aprendizaje de forma virtual. Este seguimiento ha incluido el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales de docentes de este subsistema en todos los planteles del país, de tal manera que estos cuenten con estrategias sobre el manejo de emociones, estrés y autorregulación en el contexto de la pandemia y el confinamiento. Asimismo, Gervacio y Castillo (2021) afirman que el estrés al que está sometida actualmente la comunidad educativa ha afectado principalmente a los estudiantes y docentes debido a diversos factores relacionados con las clases virtuales, tales como la escasa conectividad, el manejo de las herramientas tecnologías y plataformas virtuales, así como la crítica situación económica, la vulnerabilidad y la desigualdad social que se ha evidenciado por la actual pandemia.
En este marco, el Conalep implementó estrategias a nivel nacional para lograr la estabilidad emocional de los miembros de la comunidad educativa de este subsistema. A través de un programa llamado “Preparándonos para una nueva normalidad”, promovió herramientas y estrategias con las cuales se pretende la estabilidad emocional del docente. Este programa incluye cursos masivos abiertos en línea (mooc, por sus siglas en inglés) como estrategia para el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales del docente, así como el diseño de estrategias para afrontar aspectos socioemocionales ante la pandemia.
El objetivo de la presente investigación fue identificar las dimensiones socioemocionales, problemáticas, experiencias y situaciones de emergencia en las que se encuentran inmersos los docentes del Conalep ante el confinamiento ocasionado por la pandemia de COVID-19, con la finalidad de generar datos e información que revelen las condiciones y estrategias pedagógicas que han permitido a los docentes de este subsistema continuar con su labor docente.
Hipótesis de investigación
La interrupción de las rutinas, la reducción de las interacciones sociales y la privación de los métodos de enseñanza-aprendizaje tradicionales provocados por el confinamiento de la pandemia COVID-19 han dado como resultado una mayor presión, estrés y ansiedad en el profesorado, lo que ha afectado significativamente su estado emocional y su rendimiento laboral.
Metodología
La presente investigación surgió en un marco de incertidumbre ante el inminente regreso a las clases presenciales. Como estrategia para estabilizar las dimensiones socioemocionales, el Conalep implementó mooc para coadyuvar en la estabilidad emocional de los miembros de la comunidad educativa de este subsistema, a través del programa “Preparándonos para una nueva normalidad”.
Para esta investigación, contamos con la participación de 13 356 docentes del sistema Conalep de distintos planteles estatales y regionales de la República Mexicana. De este total de participantes, seguimos a Sierra (2001) y Pértigas y Pita (2002), con el fin de elegir un tamaño de muestra representativa de 388 docentes. Cabe señalar que para llegar a esta cifra se utilizó la siguiente fórmula:
donde:
- = tamaño de la muestra
- N = tamaño de la población
- p = probabilidad de éxito (= 0.5)
- q = probabilidad de fracaso (= 0.5)
- E2 = error seleccionado por el investigador (= 0.05)
- 4 = constante
Esta investigación se articuló a través de un planteamiento metodológico cualitativo basado en la investigación-acción (Rekalde, Vizcarra y Macazaga, 2014). Dentro de esta, el diálogo sobre las “experiencias vivenciales” ha constituido un aspecto clave en la construcción de nuevos conocimientos. Como señala Pérez (2008), uno de los rasgos de esta metodología es la unión de teoría y práctica, lo que abre la puerta a una investigación más abierta, flexible, participativa, asequible a cualquier profesional y, sobre todo, comprometida con la resolución de problemas prácticos (Rekalde, Vizcarra y Macazaga, 2011).
Igualmente, se retomó la técnica de Gervacio y Castillo (2020), quienes utilizaron la claridad y la precisión como unidades de análisis para sistematizar experiencias educativas, lo cual se replicó aquí para sistematizar precisamente las experiencias vivenciales personales de los docentes bajo estudio. Por supuesto, se privilegió el diálogo a través de talleres, foros y chats virtuales tipo mooc, que fueron impartidos por docentes expertas en el tema, quienes estimularon la acción dialógica mediante la técnica expositiva, gracias a lo cual se obtuvo información y datos relevantes sobre los impactos socioemocionales provocados por la pandemia de COVID-19. Estos fueron clasificados en cuatro dimensiones socioemocionales (véase figura 1).
Figura 1. Clasificación de las dimensiones socioemocionales
El análisis de las experiencias narradas y registradas se clasificaron con base en la claridad y precisión. A partir de estas, se hicieron inferencias con la técnica de análisis de contenido y fueron agrupadas en descriptiva, objetiva y sistemática (Fernández, 2002; Hernández y Mendoza, 2018; unesco, 2016). Dentro de este planteamiento, la comunicación y el diálogo constituyeron aspectos clave para la construcción de conocimiento (Freire, 2014; Habermas, 2018). Asimismo, se utilizó el software de apoyo ATLAS.ti v.8 para el análisis cualitativo de contenidos (Varguillas, 2006), tras lo cual se hicieron inferencias válidas y confiables de datos que muestran el contexto que están viviendo los docentes bajo estudio (Hernández, Fernández y Baptista, 2014).
Resultados
Los resultados se presentan en dos bloques. El primero corresponde a la estructura metodológica con la que se impartieron los talleres virtuales denominados mooc, que permitieron la realización de esta investigación. El segundo bloque corresponde a los resultados obtenidos propiamente de los talleres.
De esta manera, se describe a continuación el contexto en el cual se desarrollaron los talleres virtuales vivenciales “Resignificarme en situaciones de emergencia”. Cabe precisar que fueron realizados en el marco de un posible retorno a las clases presenciales y se impartieron por especialistas en logoterapia del Instituto Nacional de Psiquiatría. De esta manera, los docentes contaron con el apoyo de 15 expertas psicólogas y tanatólogas que estuvieron atendiéndolos a través de foros virtuales “Experiencias vivenciales”, donde se canalizaron preguntas, dudas y casos especiales. Al final fueron cinco talleres los que se impartieron, con un total de 20 horas.
El enfoque metodológico y pedagógico que se utilizó para los talleres, así como sus objetivos, se detallan en la tabla 1.
Tabla 1. Taller virtual “Resignificarme en situaciones de emergencia”
Dirigido a docentes del sistema Conalep | |
Enfoque metodológico | La metodología empleada para el desarrollo del mooc estuvo basada en el aprendizaje vivencial, en donde se buscó conducir al participante al autoconocimiento y autorregulación de sus emociones, a través de herramientas y consejos prácticos que le permitieran avanzar y adaptarse a la realidad pese a las circunstancias que se le presentaran. Para la realización de los talleres se contó con la participación de especialistas en los temas, con el fin de promover acciones que llevaran a los participantes a tener resultados de mayor bienestar y satisfacción personal y profesional. Debido a la importancia del tema, se desarrollaron algunos recursos, emocionales y prácticos, para que los participantes contaran con las herramientas necesarias para un regreso seguro. |
Enfoque pedagógico | Autoaprendizaje y aprendizaje social. |
Objetivo | a) Dialogar con los docentes del sistema Conalep y conocer cómo están viviendo la pandemia para tratar de fortalecer su lado humano; b) mejorar sus estados emocionales; c) proporcionarles las herramientas y elementos que les permitan cumplir mejor con su función e integrarlos a sus actividades docentes en mejores condiciones, de tal manera que se genere en el interior de los planteles un ambiente que supere el miedo, el dolor y la incertidumbre en que actualmente se vive. |
Apertura de curso para docentes | Un primer acercamiento y reconocimiento de la plataforma. |
Sesiones en vivo |
A lo largo de estos días se trabajó de la mano de especialistas, quienes identificaron y reconocieron las emociones, así como aquello en lo que necesitan trabajar a través de experiencias vivenciales, a fin de estar preparados para el regreso a las instalaciones de trabajo. Estas experiencias ofrecieron algunos recursos emocionales y prácticos para que el docente regresara a la nueva normalidad, pero con bienestar emocional para una mejor interacción con su comunidad. Además, se revisaron algunos aspectos teóricos como el manejo de sentimientos, la relación entre la satisfacción de las necesidades personales, la resiliencia y el sentido de vida. |
Recursos de apoyo | Los recursos de apoyo permitieron abrir espacios respetuosos para que, en caso de que los docentes lo necesitaran, expresaran sus propias experiencias y los sentimientos derivados de ellas durante este periodo de confinamiento y contingencia sanitaria. |
Duración | Sesiones en vivo. 20 horas totales de los talleres. |
En la tabla 2 se muestra un concentrado de las actividades que se desarrollaron con los docentes bajo estudio en los talleres virtuales. Asimismo, se puede observar cada una de las experiencias. Los principales objetivos fueron los siguientes:
- Analizar el impacto del COVID-19 mediante el relato de una experiencia personal con el fin de promover la corresponsabilidad ante la pandemia.
- Desarrollar la capacidad de empatía, mediante la exposición de una situación adversa, con el fin de reconocer sus sentimientos y facilitar la empatía con otras personas.
- Reflexionar sobre sus sentimientos y pensamientos en este tiempo de confinamiento para relacionarse con el otro.
- Promover la utilización de los recursos resilientes y el descubrimiento y construcción del sentido de la vida para facilitar las experiencias de la nueva realidad.
- Identificar acciones para la promoción de la salud emocional, propia y de los estudiantes, y reconocer los efectos causados por la pandemia.
Tabla 2. Estructura del taller virtual “Resignificarme en situaciones de emergencia”
Dirigido a docentes del Conalep | ||
Experiencia 1 | Vivencia personal durante la contingencia sanitaria y el confinamiento. | |
Objetivo | Analizar el impacto del COVID-19 mediante el relato de una experiencia personal con el fin de promover la corresponsabilidad ante la pandemia. | |
Experiencia 2 | Mis sentimientos, el confinamiento y la contingencia. | |
Objetivo | Desarrollar la capacidad de empatía, mediante la exposición de una situación adversa, con el fin de reconocer mis sentimientos y facilitar la empatía con las otras personas. |
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Experiencia 3 | Relación entre mis necesidades satisfechas y mis sentimientos. | |
Objetivo | Reflexionar sobre nuestros sentimientos y pensamientos en este tiempo de confinamiento para relacionarnos con el otro. |
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Experiencia 4 | Vivir mi nueva realidad: resiliencia y sentido de vida. | |
Objetivo | Promover la utilización de recursos resilientes y el descubrimiento y construcción del sentido de la vida para facilitar las experiencias de nuestra nueva realidad. |
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Experiencia 5 | Estrategias para promover con los estudiantes la salud emocional. | |
Objetivo | Identificar acciones para la promoción de la salud emocional, propia y de los alumnos, y reconocer los efectos causados por la pandemia. |
El análisis que a continuación sigue se presenta por temáticas de cada taller. En primer lugar, están los resultados correspondientes al taller número uno, “Vivencia personal durante la contingencia sanitaria y el confinamiento”, cuyo objetivo fue analizar el impacto del COVID-19 mediante el “relato de una experiencia personal” con el fin de promover la corresponsabilidad ante la pandemia. En este primer taller los temas de discusión, así como las preguntas de reflexión giraron en torno a los sentimientos que han experimentado los docentes por la contingencia y el COVID-19, que actualmente tiene en cuarentena al sistema educativo y a la población en general.
Ha sido de mucho interés conocer cómo este periodo de tiempo ha hecho aflorar distintos sentimientos y emociones, así como las coincidencias entre los diversos componentes de la comunidad educativa. En este taller se consideraron las preguntas de reflexión: ¿qué sentimientos han experimentado al conocer historias de vida sobre el COVID-19?, y ¿tienen alguna relación con tu propia experiencia frente a la pandemia y el confinamiento? ¿Cuál?
A partir de estas preguntas de reflexión, los docentes que participaron tuvieron la oportunidad de expresar y exponer sus propias experiencias. Por ejemplo, pusieron de manifiesto los sentimientos que experimentaron al enterarse del sufrimiento que están sintiendo familiares, amigos, estudiantes y ellos mismos; externaron su preocupación, sus miedos, su enojo y sus sensaciones ante la evidente problemática que se está viviendo a nivel global; manifestaron cómo el COVID-19 ha cambiado drásticamente sus rutinas de vida; expusieron que esta experiencia ha sido traumatizante y sus impactos han sido muy fuertes en todos los aspectos, tanto emocionales como económicos. Sin embargo, comentaron tener fe en que esta tragedia pasará y que les servirá como experiencia para modificar aspectos en su vida personal y profesional. El siguiente fragmento expone las inquietudes y comentarios sobre las preguntas de reflexión:
Este confinamiento nos ha tenido preocupados, angustiados y estresados debido a que desconocemos cómo ayudar a nuestra familia, nuestros amigos, nuestros estudiantes y a nosotros mismos. Hemos perdido familiares, compañeros maestros, vecinos y conocidos. Existe mucho miedo por el posible contagio. Tenemos familiares y conocidos enfermos, lo que nos tiene nerviosos y estresados. Existe incertidumbre por no saber qué pasará mañana.
Tenemos compañeros maestros y familiares de nuestros estudiantes que están en problemas de salud por este virus, las consecuencias y problemas han sido incalculables a nivel personal y económico. Existe alto grado de estrés, no sólo por cuestiones de salud, sino también por el incremento de trabajo en casa, por los diversos cursos que nos están impartiendo para el uso de las plataformas virtuales; hay incertidumbre por conocer las condiciones de un posible regreso a las clases presenciales. Estamos angustiados por el cambio de rutina, tenemos nuevas actividades, hemos modificado horarios de trabajo y de sueño, estamos padeciendo de insomnio, nos sentimos depresivos, enojados, hay muchas cosas que no sé cómo reaccionar […]. Hemos trasladado el salón de clase a casa, hemos experimentado cambios físicos y emocionales en nuestras rutinas, en la convivencia con nuestras familias.
De acuerdo con la figura 2, la preocupación, angustia, miedo, estrés e irritabilidad son las principales percepciones cognitivas y conductuales que han expresado sentir los docentes durante el confinamiento.
Figura 2. Categorización de los sentimientos con la emergencia sanitaria
En el segundo taller, “Mis sentimientos, el confinamiento y la contingencia”, tuvo como objetivo reconocer los sentimientos y desarrollar la capacidad de empatía mediante la exposición de una situación adversa. En este taller, los docentes realizaron actividades lúdicas que les permitieron poner color a sus sentimientos, hablar sobre el sentido de la vida y su trascendencia, así como reflexionar sobre los motivos y estrategias implementadas por ellos para mantenerse “vivos y cuerdos” durante el confinamiento.
A partir de las siguientes preguntas de reflexión se abrió el diálogo: ¿qué emociones te conectan con la emergencia sanitaria?, y ¿qué piensas sobre las medidas de seguridad adoptadas y la despersonalización de los afectos ante el confinamiento?
Los docentes expresaron su sentir, reflexionaron sobre sus vivencias personales, hablaron acerca de sus propias experiencias vividas durante la pandemia y el confinamiento, y confirmaron que existe temor y angustia por el presente y el porvenir de sus familias, así como por ellos mismos. El temor de infectarse por el virus les dio una sensación de estar expuestos a un peligro real, lo que les ha permitido reflexionar sobre su propia existencia. Por ello, mencionaron sentirse angustiados al no estar en contacto directo con sus familiares cercanos, también experimentaron nostalgia por sus propios estudiantes, ya que no les había sido posible tener contacto personal, tal y como lo era antes de la pandemia. Asimismo, manifestaron sentirse depresivos por la falta de convivencia con la familia y los amigos.
Por otro lado, afirmaron que, de alguna manera, tuvieron ciertas afecciones provocadas por el confinamiento, tales como el descuido de su alimentación o dormir mal, lo que les ha provocado insomnio, entre otras. Respecto a las medidas de seguridad impuestas por las autoridades y la despersonalización de los efectos, los docentes aseguraron que existen medidas restrictivas, pero el público en general no las ha acatado como debería de hacerlo, lo que ha provocado un incremento de infectados.
A continuación, se presenta un fragmento de los acontecimientos mencionados por los docentes bajo estudio:
La incertidumbre por no saber qué va a pasar con nuestra familia y con nosotros mismos, con nuestra salud, nos ha permitido hacer una reflexión sobre el proceso de nuestra vida y nuestra existencia; saber que está en riesgo la vida de nuestros familiares y de nosotros mismos nos ha provocado inestabilidad e incertidumbre emocional. Por otro lado, existen necesidades económicas: en caso de enfermedad o contagio, no contamos con recursos económicos para solventar los gastos médicos. Estamos experimentando temor y miedo ante este virus amenazante y desconocido. La irresponsabilidad de algunas personas que no acatan las recomendaciones sanitarias y en consecuencia no rompen la cadena de contagios; la situación de pánico que se vive a nuestro alrededor nos ha traído estrés; el aislamiento de nuestra familia y nuestros padres ha sido frustrante; el agobio de las actividades laborales, y las actividades de casa nos mantiene constantemente estresados. Sin embargo, debemos mantenernos firmes, responsables, congruentes y seguir adelante en espera de mejores tiempos, con la confianza de que saldremos adelante.
En cuanto a la responsabilidad e importancia de la salud emocional, los docentes afirmaron que el amor a la vida, el amor a su familia y la responsabilidad por su trabajo les ha permitido seguir adelante; igualmente, aseguraron que mantenerse estables emocionalmente no ha sido fácil, por lo cual han tenido que recurrir a distintas actividades como el ejercicio físico, la meditación o rezar. Esto les ha permitido mantener una salud emocional relativamente estable. Otros más comentaron que las actividades manuales o cursos sobre diferentes temáticas han sido de gran apoyo a los propios docentes y sus familias. A algunos otros se les ha dificultado mantenerse en equilibrio debido a las diferentes situaciones por las que están pasando, tales como no tener suficiente espacio en casa para sus actividades laborales, espacios para los hijos y la familia.
Las emociones de incertidumbre, depresión, miedo, estrés y angustia son las más sobresalientes, tal como se muestra en la figura 3.
Figura 3. Categorización de la conexión de emociones con la emergencia sanitaria
En el tercer taller, “Relación entre mis necesidades satisfechas y mis sentimientos”, cuyo objetivo fue la reflexión sobre los sentimientos y pensamientos en tiempo de confinamiento y la relación con otros, se plantearon las siguientes preguntas de reflexión: ¿qué necesidades y sentimientos has contenido en este tiempo de confinamiento?, y ¿qué parte de esta experiencia te hace sentir más humano y cercano a las necesidades tuyas y de los otros?
En cuanto a las necesidades, los docentes comentaron que dentro de aquellas emergentes estuvo la de un espacio, tanto físico como espacio personal, un espacio para sí mismos. Ha sido difícil, expresaron, tener un lugar físico en casa para acondicionarlo como estudio u oficina permanente que les permitiera realizar sus actividades laborales de forma cómoda y agradable, tanto para sí mismos como para los hijos o familiares que también realizan sus actividades escolares o laborales en casa debido a la pandemia. Por lo tanto, han tenido que compartir todos los espacios en casa, lo que ha complicado la convivencia y el bienestar físico y emocional de la familia en general. Enfatizaron la importancia de tener un espacio personal para la meditación, la reflexión o el descanso, un espacio para sí mismos o simplemente para relajar la mente. E insistieron también sobre la importancia de contar con tiempo y espacio para sí mismos, ya que esto les permitiría una armonía física y mental, tan necesaria en tiempos complicados y cambiantes. Lamentablemente, algunos docentes dijeron que donde viven ha sido más complicada la convivencia debido a que los espacios son reducidos, pero también aceptaron que se ha fortalecido el amor, la tolerancia y motivación entre la familia para seguir adelante y mantenerse unidos y a salvo.
Otra necesidad que han considerado de vital importancia para su bienestar es la de la seguridad laboral. Los docentes de este subsistema comentaron que en algunos de los planteles en los que laboran se debe renovar su contrato laboral cada semestre; además, se trabaja por horas, lo cual los ha orillado a buscar otra fuente de ingreso, pues el tope de horas sólo son 20 y, en consecuencia, el salario es muy bajo e inferior al de otros subsistemas educativos.
En síntesis, los docentes reconocen la necesidad de espacios físicos tranquilos, algo fundamental para su bienestar y salud mental. También aceptan que la seguridad laboral es la principal necesidad para su tranquilidad y para satisfacer sus necesidades básicas; de tal suerte, contar con un salario decoroso, que apoye ciertamente a la economía familiar, se erige como una necesidad fundamental (véase figura 4). Pero en las condiciones actuales, la situación de inseguridad laboral es otro motivo más de frustración, angustia y enojo.
Figura 4. Categorización de las necesidades y sentimientos con la emergencia sanitaria
Para el cuarto taller, “Vivir mi nueva realidad: resiliencia y sentido de vida”, el objetivo fue promover la utilización de los recursos resilientes, así como el descubrimiento y construcción del sentido de la vida para facilitar las experiencias de nuestra nueva realidad. Para ello se formularon las siguientes preguntas de reflexión: ¿qué habilidades socioemocionales y académicas requiero para vivir en la nueva normalidad?, y ¿con cuál cuento para el regreso seguro?
Las respuestas a estas interrogantes se dividieron en habilidades socioemocionales y académicas. Dentro de las principales habilidades socioemocionales mediante las cuales han logrado seguir adelante se halla la resiliencia, la cual, de acuerdo con lo mencionado por algunos docentes, les ha permitido resistir al dolor por la pérdida de familiares, amigos o vecinos; igualmente, les ha dado fuerza ante el sufrimiento por alguna enfermedad, además de darles la capacidad de adaptarse y hacerle frente a la situación adversa provocada por la actual pandemia de coronavirus. Los docentes coincidieron en que ha sido necesario desarrollar habilidades socioemocionales que les permitan seguir adelante con su vida y su trabajo, al tiempo que superan obstáculos y los resuelven de manera satisfactoria.
Los docentes afirmaron que han desarrollado empatía con sus estudiantes. Incluso la consideran una habilidad social imprescindible para fomentar un clima agradable de relación docente-estudiante. En este contexto, señalaron que la empatía les ha facilitado la comunicación y resolución de conflictos entre grupos y equipos de trabajo.
Por otro lado, dentro de las habilidades docentes, el trabajo colaborativo y en equipo ha sido considerado como una habilidad social fundamental para integrar el proyecto educativo que tienen en común, pues, de acuerdo con el profesorado, son necesarias todas las habilidades personales y profesionales para llevar a buen término todas las actividades educativas, lo que les ha dado fructíferos resultados con los estudiantes.
Otra habilidad que los propios docentes han desarrollado, según sus comentarios, es la iniciativa personal, la cual les ha permitido emprender cosas nuevas que potencializan sus habilidades docentes. En el contexto que actualmente viven, consideraron que sin esta habilidad no podrían haber continuado aprendiendo las nuevas metodologías y estrategias virtuales para innovar en su actividad laboral como docentes. En consecuencia, dijeron que han tenido que tomar la iniciativa para seguir aprendiendo de forma autónoma y para seguir desarrollando las habilidades digitales necesarias en su actual desempeño como docentes.
En la figura 5 se muestra cómo los docentes explicaron que, a partir de la automotivación, han fortalecido su propia resiliencia; también están conscientes de que es necesario seguir construyendo y promoviendo esta cualidad con los estudiantes.
Figura 5. Categorización de habilidades socioemocionales y profesionales
Respecto a las habilidades académicas y educativas, los docentes consideraron las habilidades digitales como indispensables para vivir y trabajar ante la evidente pandemia global, es decir, el conocimiento tecnológico, la creatividad y la capacidad de comunicar de forma correcta el mensaje que se desea que los demás entiendan y atiendan. Ver la nueva realidad con un pensamiento crítico es una habilidad que los docentes consideran importante desarrollar, tanto entre ellos mismos como entre los estudiantes. El profesorado mencionó que es necesario pensar de manera crítica y fomentar esta habilidad en los estudiantes, de tal manera que estos analicen las actuales problemáticas provocadas por la pandemia desde diferentes perspectivas y formulen sus propios criterios para traer nuevas soluciones y un desempeño eficaz en cualquier campo y ámbito de la vida (véase figura 6).
Figura 6. Categorización de habilidades académicas y educativas
Finalmente, en el quinto taller, “Estrategias para promover con los estudiantes la salud emocional”, el objetivo fue identificar acciones para la promoción de la salud emocional, tanto propia como de los alumnos, y reconocer los efectos causados por la pandemia. El taller estuvo estructurado a partir de dos cuestionamientos, el primero de los cuales fue: ¿qué afectaciones habrá y cómo va a impactar esto en el plano de enseñanza?
En el plano social, los docentes bajo estudio afirmaron que la propagación de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 ha traído consigo una crisis económica, desempleo a nivel global y local, una crisis de salud pública sin precedente que ha causado un enorme sufrimiento y pérdida de vidas humanas. En el plano educativo, comentaron que las consecuencias en la educación son dramáticas, el sector educativo se ha visto abrumado y existe una gran presión sobre este sector, por lo que ha afectado negativamente la calidad de la educación.
Por otro lado, se hizo evidente la desigualdad social. Los docentes enfatizaron que se observó una gran desigualdad social debido a que no todos los estudiantes, y los propios profesores contaban con una computadora e internet o banda ancha para continuar su aprendizaje; en consecuencia, los estudiantes con estas dificultades se quedaron sin acceso a las plataformas virtuales. La consecuencia fue que, al cerrar la escuela de manera física, hubo una gran deserción de estudiantes a quienes no les fue posible darles continuidad a sus clases.
Además, los docentes han planteado la urgente necesidad de realizar cambios en sus estrategias pedagógicas. La mayoría coincidió en la urgencia de mejorar las dimensiones cognitivas, sociales, emocionales y conductuales de su aprendizaje, de manera que les permita llegar a los estudiantes con mayor facilidad y que estos, a su vez, aprovechen mejor las clases y los contenidos de las asignaturas correspondientes.
Los docentes han reconocido la necesidad de una reestructuración en los programas de estudio que aborden contenidos y resultados de aprendizaje acorde con las propias experiencias que se han vivido por la pandemia. Los participantes coincidieron sobre la importancia de una nueva pedagogía, una educación integral y transformadora, donde los contenidos abarquen aprendizajes integradores en ambientes y entornos propicios para el aprendizaje.
Coincidieron sobre la importancia de fomentar la conciencia y promover un cambio de conducta ante los sucesos provocados por la pandemia, en específico, respecto a intensificar los cuidados en sus actividades de limpieza y desinfección, así como mejorar las prácticas de gestión de residuos entre la comunidad educativa con la finalidad de disminuir los riesgos de contagio.
Por otro lado, el segundo cuestionamiento de este taller fue: ¿qué acciones serán las prioritarias en mi labor docente en la nueva normalidad a fin de favorecer una práctica profesional sana? El profesorado coincidió en que la reapertura de las escuelas traerá ciertamente beneficios en todos los sentidos, tanto para los estudiantes como para la economía en general, sin embargo, también reconocieron que es fundamental proteger a los docentes y al personal administrativo, así como a los estudiantes que, de igual manera, corren un alto riesgo de contagio debido a su edad o condiciones de salud, lo que los convierte en propensos y vulnerables ante la pandemia.
Los docentes resaltaron la importancia de desarrollar protocolos claros sobre las medidas de seguridad ante un inminente regreso a las aulas. En primer lugar, el distanciamiento físico, por lo cual deben prohibirse actividades que requieran grandes concentraciones, escalonar el inicio y la terminación de la jornada laboral, trasladar las clases a sitios al aire libre e impartir enseñanza por turnos para reducir los tamaños de los grupos de estudiantes.
El profesorado bajo estudio coincidió sobre la importancia de contar con procedimientos eficaces en las instalaciones de la escuela y una constante comunicación con las autoridades sanitarias para el monitoreo y control de la salud de estudiantes y del personal, la actualización o creación de planes de emergencia para dar seguimiento a los casos vulnerables o infectados, así como los protocolos recomendados por la Secretaría de Salud en cuanto a tomar la temperatura, someter a pruebas a los docentes antes de reabrir las instalaciones escolares para la nueva normalidad, entrenar al personal de limpieza en prácticas de desinfección y dotarlos de equipo de protección personal en la medida de lo posible.
De esta manera, los docentes confirmaron sus temores ante un posible regreso a las aulas presenciales. Argumentaron que en los planteles que laboran no existen las condiciones sanitarias, tecnológicas y técnicas para un regreso seguro de la comunidad educativa. Además, no cuentan con los recursos tecnológicos para migrar a clases híbridas, tal como lo está proponiendo la Secretaría de Educación Pública. De acuerdo con el análisis de los resultados, se acepta la hipótesis de investigación planteada en un inicio: los aspectos de presión, estrés y ansiedad detectados en el profesorado afectaron significativamente su estado emocional y, en consecuencia, su rendimiento laboral. Asimismo, se identificaron fortalezas que les permitieron ser resilientes para continuar con su práctica docente.
Discusión
Dentro de un contexto complejo y desafiante en el que se encuentra la humanidad a nivel global, los docentes han sido actores fundamentales en la respuesta a la pandemia de COVID-19: han respondido a una serie de demandas emergentes durante la crisis sociosanitaria, lo que ha traído un desequilibrio en todos los ámbitos del docente e impactos socioemocionales importantes, tal como se muestra en los resultados de la presente investigación. En el estudio de Tacca y Tacca (2019), al igual que aquí, se detectó que los principales síntomas de estrés han sido el cansancio, falta de sueño, dolor de cabeza, falta de concentración, desequilibrio en los hábitos alimenticios, entre otros; todos ellos hablan de los impactos socioemocionales que representa el ser docente. Aunado a lo anterior, y con base en los resultados de esta investigación, se puede afirmar que los grados de estrés van en aumento. Sin duda los efectos de la pandemia han profundizado aún más los impactos socioemocionales.
Organismos internacionales como la unesco (2020) han hecho hincapié en los efectos provocados por la actual pandemia de coronavirus, tales como el cierre de los centros educativos, la necesidad del distanciamiento físico, la pérdida de seres queridos, del trabajo y el cambio de los métodos de aprendizaje tradicionales, lo que ha generado estrés, presión y ansiedad a docentes, estudiantes y sus familias, y ha resultado agotador y desgastante. La salud física y emocional de los docentes, sin duda, se ha visto afectada y en algunos casos seriamente comprometida.
Garrick et al. (2014), Jensen et al. (2012) y Skaalvik y Skaalvik (2015) dieron cuenta de la existencia de altos índices de insatisfacción, estrés, agotamiento y depresión presentados por docentes en función. Asimismo, Alves, Lopes y Precioso (2020) encontraron que la pandemia ha reducido la percepción de bienestar entre este gremio y ha puesto en duda su futuro profesional. Estos hallazgos coinciden con los resultados del presente estudio, ya que los profesores bajo análisis manifestaron baja satisfacción en cuanto al reconocimiento económico y profesional de su labor. Por otro lado, Lozano (2020) afirma que el trabajo docente genera estrés, incertidumbre y miedo, es decir, un impacto psicológico negativo, sobre todo en la población más vulnerable. A su vez, Morales (2021) determinó en estudiantes universitarios una relación entre el miedo, el estrés, la resistencia, la autoestima y las estrategias de afrontamiento ante la pandemia de COVID-19, tal como se ha registrado en este estudio, donde los educadores manifestaron tener un alto grado de estrés producto del proceso que están viviendo debido a la pandemia.
Aun cuando el trabajo docente se considera una profesión de alto impacto social, los docentes también la conciben como una profesión agotadora, desgastante y mal remunerada. Al respecto, Sanz et al. (2002) documentaron, además, angustia psicológica con bajos niveles de satisfacción laboral, en comparación con la población en general; asimismo, los resultados de este estudio coinciden con los de López y Pérez (2020), quienes aseveran que la docencia es una de las profesiones que ponen en peligro la salud y bienestar de quienes la ejercen.
En el contexto provocado por la pandemia, los profesores también afirmaron que han potenciado su creatividad en el diseño de clases virtuales. Para ello, contar con las competencias digitales necesarias, tener pericia en el manejo de plataformas y herramientas virtuales ha sido invaluable. Eso sí, el tiempo que utilizan para la planeación y elaboración de su trabajo conlleva un sinnúmero de actividades que pueden ser extremadamente estresantes y muchas veces poco valoradas. Al respecto, Aguaded y Almeida (2016) han documentado que la forma en que cada persona responde a las adversidades de la vida y a las experiencias influye en el desarrollo personal, lo cual es considerado como una competencia fundamental de todo profesional de la educación.
Martínez-Izaguirre, Yániz Álvarez de Eulate, y Villardón-Gallego (2017) afirman que los docentes se encuentran sometidos a una serie de desafíos sociales que les exigen más preparación profesional y adaptación, por lo que es necesario contar con un amplio elenco de competencias profesionales para afrontar adecuadamente los retos que les exige el desempeño de su tarea, competencias que, sin duda, los docentes bajo estudio han afirmado que son necesarias para afrontar los desafíos de su trabajo ante la nueva virtualidad.
La unesco (2020) ha reconocido que, durante la pandemia, el profesorado y el personal educativo ha enfrentado las demandas de apoyo socioemocional y de salud mental tanto de los estudiantes como de sus familias, de tal manera que la angustia y ansiedad que mencionan tener los profesores bajo estudio puede estar provocada tanto por los riesgos de salud conexos como por el aumento de la carga de trabajo que supone enseñar a través de métodos nuevos y complejos, sin haber recibido una capacitación adecuada.
Finalmente, es necesario poner énfasis en las problemáticas que actualmente padece el profesorado tanto de manera personal como de manera profesional. Si bien es cierto lo que afirma el Ministerio de Educación de Perú (2020) respecto a que el bienestar socioemocional afecta el qué y el cómo se aprende, no ha sido fácil para los docentes desarrollar actividades académicas con un formato virtual, ajustar nuevas metodologías, así como reorganizar el currículum, el diseño de materiales y la diversificación de los medios, formatos y plataformas de trabajo. Tal y como afirman López y Pérez (2020), la educación requiere de una gran cantidad de habilidades técnicas, tecnológicas, académicas y, sobre todo, de una gran implicación emocional con el alumnado, sus familias y con los compañeros de trabajo.
El profesorado bajo estudio ha señalado la importancia que tiene la tolerancia y la flexibilidad, la apertura y el trabajo colaborativo. En esa línea, Richardson y Mishra (2018) afirman que estas condiciones facilitan el desarrollo de la enseñanza creativa, mientras que Díaz (2020) señala que en el contexto de la pandemia se han generado estrategias de enseñanza mediadas por tecnologías de manera improvisada, pero resiliente.
Con base en los resultados obtenidos, se encontró que el profesorado registró un mayor impacto psicológico, ya que, además de factores como el estrés, la ansiedad y la depresión, aunados a las actividades extracurriculares como los diversos cursos promovidos por la propia institución y la sep, hay que sumar las agobiantes labores de casa, producto de los estereotipos de género. De acuerdo con Lozano (2020) y Gervacio y Castillo (2020, 2021), bajo este escenario, y de no contar con una intervención inmediata y pertinente, los niveles de estrés, temor, confusión, ira, frustración, preocupación, aburrimiento, soledad, estigma, ansiedad, desesperanza, culpa y depresión se dispararían todavía más, incluso en algunos casos se estaría hablando de suicidio.
Conclusiones
El trabajo docente en tiempos de pandemia ha sido fundamental para el desarrollo y continuidad académicas, así como para dar atención a distancia y de manera virtual a los grupos de estudiantes que han quedado sin la posibilidad de asistir a clases presenciales. Los docentes, al igual que sus propios estudiantes, han buscado los medios más adecuados para mantenerse en contacto, para mantener una comunicación constante y dar continuidad a las clases a través de diferentes medios de comunicación. Este reto no ha sido fácil, debido a las múltiples complicaciones técnicas, tecnológicas y de comunicación que se presentaron en su momento.
La transformación forzada a partir del traslado a las aulas virtuales ha generado nuevos espacios educativos y ha potenciado la creatividad; igualmente ha desarrollado fortalezas resilientes y demostrado una gran capacidad de trabajo y de adaptación para potenciar la enseñanza y los aprendizajes en el profesorado. Las experiencias de los docentes dan cuenta de procesos creativos, la búsqueda de alternativas, el diseño de nuevas estrategias pedagógicas, donde el principal interés son las necesidades e intereses de los estudiantes y las condiciones de sus familias.
En este sentido, los docentes no sólo están construyendo aprendizajes, sino que también han creado vínculos afectivos, socioemociones y empatía con los estudiantes y sus familias, han aprendido sobre la importancia que tiene la tolerancia y la flexibilidad, la apertura y el trabajo colaborativo. Ahora parece ser que el siguiente paso será adaptarse a modelos pedagógicos mixtos, blended learning o híbridos, los cuales demandan incorporar formas de enseñanza multimedia basada en las tic, de tal manera que no sólo el profesorado deberá continuar capacitándose para hacer frente a este nuevo reto educativo, sino que las instituciones deberán equiparse con lo necesario para llevar a cabo esta nueva modalidad de enseñanza y aprendizaje.
Por otro lado, los docentes, como profesionales de la educación, han permanecido expuestos a los impactos provocados por la actual pandemia de coronavirus (COVID-19) y han estado en constante riesgo de contagio, por lo que su salud física y emocional se ha visto afectada y han tenido que lidiar con las emociones que les ha provocado el estrés. En efecto, como se documentó en los resultados, se ha afectado su tranquilidad, paz, calma y sentido del humor, lo que ha traído consecuencias en su contexto inmediato y sus relaciones intrafamiliares, su entorno, su economía y su rendimiento laboral. En este sentido, será fundamental el apoyo y seguimiento psicológico con el objetivo de cuidar la salud emocional, así como para proteger a los docentes del estrés crónico y de la ansiedad, para que puedan continuar con sus actividades educativas.
La salud física también fue un tema fundamental que retomaron los docentes. Si bien es cierto que el bienestar emocional es importante, también enfatizaron sobre la importancia de mantenerse sanos físicamente. Muchos de los profesores insistieron en que su salud física se ha visto afectada, lo que ha desencadenado una serie de padecimientos a partir de la pandemia. Consecuentemente, es necesario que se considere el estado físico y emocional de los docentes ante el inminente regreso a las aulas de manera presencial. Por estas razones, se deberá atender en igual medida tanto la salud física como la emocional, a través de un planteamiento serio y profesional en cada uno de los planteles del sistema Conalep, con la finalidad de atender y ayudarlos en tiempo y forma, debido a que de esto dependerá su bienestar físico y emocional, así como su desempeño, rendimiento y capacidad de adaptación a la “nueva normalidad”.
Futuras líneas de investigación
La presente investigación proporciona suficientes datos para generar nuevas líneas de investigación que permitan dar continuidad a la temática tratada en este estudio. Los impactos económicos y la salud física del profesorado bajo estudio en tiempos de pandemia es una de ellas. En definitiva, no es un tema agotado, sino todo lo contrario. Se considera conveniente dar continuidad a la presente investigación con la finalidad de generar nueva información sobre la problemática que actualmente están viviendo los docentes en el país y a nivel global, a causa del COVID-19. Lo anterior permitirá tener información valiosa para la implementación de mejores estrategias que contribuyan a afrontar esta y futuras pandemias o emergencias.
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