5. Consideraciones finales
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5. Consideraciones finales
A seis meses de los impactos que provocó el huracán Otis en el puerto de Acapulco, los trabajos de rehabilitación se realizan en todos los ámbitos: calles, parques, escuelas y playas, y la población en general continúa implementando acciones para tratar de reinstalar sus casas y sus negocios.
En cuanto a la arborización en la zona urbana, se puede observar un avance en la zona de la Costera Miguel Alemán donde se han sembrado árboles en los camellones, principalmente palmeras y flores de ornato. Se han realizado algunas iniciativas para reforestar o arborizar Acapulco por parte de ambientalistas locales que tienen interés en contribuir a la recuperación de este distintivo turístico.
Hasta el cierre de esta investigación persisten problemáticas a la fecha y seguramente se necesitará mucho más tiempo para que éstas sean solucionadas. Entre las problemáticas existentes más visibles sin duda se encuentra la de los residuos sólidos urbanos, que aún sigue sin resolverse del todo, lo que definitivamente es un tema que seguirá dando de qué hablar, debido a que, a raíz de este problema no resuelto, se suscitaron otros problemas como los incendios forestales que han dañado no sólo el ecosistema sino a la población en general.
Así que el aspecto ambiental sigue en la mesa del debate. Organismos gubernamentales, asociaciones de ambientalistas, organizaciones no gubernamentales, instituciones educativas y la propia sociedad civil se han pronunciado ante el desastre socioambiental que, a seis meses de lo ocurrido, sigue preocupando a todos. En este sentido, uno de los temas ambientales más preocupantes han sido los incendios; la falta de lluvia y el arbolado muerto y seco que no ha sido retirado y que se ha convertido en un material combustible inflamable que permite que los incendios que afectan a la ciudad se extiendan sin control.
Como ya se ha dicho, por la ubicación geográfica de la ciudad, el riesgo es inminente, y en consecuencia, las desigualdades socioeconómicas exacerban la vulnerabilidad debido a que mucha gente carece de los recursos necesarios para prepararse y recuperase más rápidamente y de forma adecuada de un fenómeno de la magnitud del huracán Otis.
También se debe considerar la responsabilidad de las autoridades correspondientes. El gobierno, como tomador de decisiones, debe tener protocolos para actuar y hacer frente a fenómenos hidrometeorológicos como el huracán. La falta de protocolos de evacuación eficientes aumenta la vulnerabilidad de la población. Al contrario, la alerta temprana, la preparación y la pronta respuesta, son elementos esenciales en la gestión de los riesgos ante los fenómenos hidrometeorológicos.
Finalmente, es importante que la ciudadanía, la universidad y las asociaciones civiles, en general, y las autoridades, en particular, continúen coordinadas y colaborativas. Esto permitirá conocer sus necesidades, la dimensión de la destrucción, saber qué están haciendo o qué falta por hacer, hasta dónde han avanzado sus iniciativas, cómo han evolucionado y avanzado los trabajos y cómo han mejorado los espacios naturales. Además, es importante contar con insumos para una política pública que coadyuve a la recuperación de Acapulco.