Prólogo

En la última década, tanto en Europa como en Norteamérica se está produciendo una tendencia progresiva hacia la financiación de la investigación impulsada por los problemas en lugar de la investigación impulsada por la curiosidad y la indagación disciplinar. La investigación impulsada por los problemas requiere aportes de varias disciplinas tradicionales. Un ejemplo es la investigación en salud y energía, que exige apertura a otras disciplinas y capacidad de trabajo entre especialistas. Otros ejemplos se producen en la investigación de problemas educativos, sociales y culturales, los cuales requieren la comprensión multidimensional desde varias perspectivas disciplinares. Un análisis somero permite constatar que una de las novedades recurrentes que en los últimos años ha planteado la Unión Europea en el espacio de educación y ciencia es el pertinaz interés por la integración sistemática y estratégica de las ciencias sociales y las humanidades en cada una de las prioridades del Horizonte de Educación 2020-2030 (European Commission, 2020; Marmier et al., 2022).

En este sentido, las conclusiones de los últimos informes son claras y rotundas: para lograr una explicación más comprensiva y holística de los problemas complejos de la vida real, así como para dominar un desafío técnico, o para resolver investigaciones difíciles de múltiples niveles y dimensiones de complejidad, es necesario reunir diferentes enfoques científicos y disciplinares, competencias, métodos y habilidades. El amparo de una amplia gama de iniciativas y lugares organizativos para fomentar la interdisciplinariedad colaborativa en el campo de la investigación y la innovación educativa hoy es una prioridad clave para la política de investigación de la Unión Europea (European Commission, 2020; Marmier et al.,2022).

Por su parte, en Norteamérica, desde el establecimiento de la Asociación de Colegios y Universidades de Estados Unidos de América (aac&u, por sus siglas en inglés), los problemas complejos y multidimensionales pasan a ser definidos como “problemas” de interdisciplinariedad. La aac&u es la agrupación líder que goza de mayor tradición, calidad, vitalidad y prestigio público en el ámbito de la educación superior. En el ámbito de la investigación, la Asociación de Estudios Interdisciplinarios (ais, por sus siglas en inglés) es la organización profesional interdisciplinaria más respetada y prolífica en la promoción del intercambio de ideas interdisciplinares desde su fundación, en 1979. Ambas asociaciones reconocen que, si bien la especialización disciplinaria es apropiada, los problemas complejos requieren múltiples áreas de conocimiento y múltiples modos de investigación con un enfoque interdisciplinario para el aprendizaje y la investigación (León-Duarte, 2022).

Por esta razón, la interdisciplina es considerada la esencia intelectual del campo de estudios interdisciplinares en Estados Unidos de América (EUA). De acuerdo con León-Duarte (2022), es la National Academy of Sciences, National Academy of Engineering, and Institute of Medicine la institución que mejor ha logrado definir la perspectiva interdisciplinar en EUA: la perspectiva académica que integra información, datos, técnicas, herramientas, enfoques y teorías de dos o más disciplinas o cuerpos de conocimiento especializado para potencializar la comprensión fundamental o la solución de problemas, partiendo de la base de que sus soluciones están más allá del alcance de una sola disciplina o área de investigación. El propósito de la perspectiva interdisciplinar es desarrollar la integración de conocimientos disciplinares para determinar tanto la validez teórica como las prácticas normativas para ejecutarlas en la resolución de problemas complejos que escapan a la solución monodisciplinar. (León-Duarte, 2022, p. 5).

En el caso del campo de estudios sobre educación e innovación pedagógica y tecnológica, en los últimos años se han consolidado algunos fenómenos emergentes y complejos como resultado de la dinámica interna de la ciencia, la investigación y las comunidades epistémicas, además de la creciente preocupación pública convergente por la innovación y el papel de la investigación transversal asociada con el desarrollo económico, social y cultural.

Este libro que hoy tiene en sus manos el lector es un buen ejemplo para descubrir sinergias inesperadas en el campo educativo, con nuevos temas y contextos de investigación para examinar qué funciona y qué no funciona en el ámbito de la docencia y la investigación académica. Tal y como se observa en varias de sus contribuciones y de sus capítulos, los esfuerzos por lograr la interdisciplinariedad comienzan también con exponer los hallazgos a las y a los estudiantes de licenciatura y de posgrado de diferentes disciplinas, familiarizándolos con la toma de perspectivas teóricas metodológicas y con las lecturas de diferentes visiones científicas.

Por esto mismo festejamos con esperanza y alegría el esfuerzo editorial titulado Docencia e investigación educativa con enfoque interdisciplinario, coordinado por Claudia Selene Tapia Ruelas, Reyna Isabel Pizá Gutiérrez, Armando Lozano Rodríguez, Martín Alonso Mercado Varela e Isolina González Castro. Hay que reconocer que en todas las secciones y apartados del presente libro existen estudios académicos y de investigación importantes que tienen lugar en el límite de las disciplinas académicas actuales, e incluso van más allá de éstas, lo que resulta en formas nuevas para usar, generar y difundir la ciencia y el conocimiento. En este libro no sólo hay muchas teorías, modelos, métodos, datos, ideas y lecciones en los proyectos de investigación dirigidos desde varias unidades de investigación y universidades, sino que, además, existe suficiente evidencia empírica sobre el cómo diseñar y organizar mejor la perspectiva de investigación interdisciplinaria, y sobre valor agregado que puede producir esta perspectiva.

El libro está organizado en dos partes. La primera, de cinco contribuciones, está dedicada a experiencias interdisciplinares desde la docencia. Se inicia con el capítulo modalidad ensayo titulado “Usos de tecnologías digitales en educación superior: propuesta de un análisis interdisciplinar”, de Edgar Oswaldo González Bello. La contribución reclama, en un contexto de cambios e innovaciones derivados de los avances tecnológicos, posibles explicaciones acerca del porqué y el cómo las instituciones de educación superior se han adaptado a un contexto social caracterizado por las tecnologías digitales. De forma competente y pormenorizada, el autor sostiene que, entre otras consecuencias sustanciales, lo anterior ha propiciado un incremento en el uso de plataformas digitales, internet y otros recursos interactivos con el propósito de promover formas alternativas de enseñanza que impulsen el desarrollo de nuevas habilidades y aprendizajes. Utilizando una perspectiva integradora desde varios campos de conocimiento, el estudio destaca los cambios producidos por las innovaciones tecnológicas y su adaptación a procesos de enseñanza aprendizaje. De ahí que el autor defina nuevas formas en las prácticas educativas que exigen al docente bajo estudio un manejo más comprometido y vigoroso de destrezas y habilidades para impulsar un desempeño dominante en escenarios digitales.

En el capítulo de investigación sistemática titulado “Profesores universitarios en Latinoamérica y estrategias didácticas virtuales e interdisciplinarias que emplean para desarrollar la autorregulación del aprendizaje”, de Claudia Selene Tapia Ruelas, se deja ver la constante y sistemática preocupación teórica por conocer y caracterizar las estrategias didácticas interdisciplinarias que emplean los profesores del nivel educativo superior en países latinoamericanos. Específicamente para desarrollar la autorregulación del aprendizaje en ambientes virtuales. En este estudio se rescata, mediante un análisis estimulante y minucioso, un conjunto de bases de datos internacionales estandarizadas. Al establecer criterios de inclusión y exclusión, Tapia Ruelas seleccionó publicaciones tanto empíricas como teóricas sobre la autorregulación del aprendizaje en la virtualidad universitaria, con un enfoque interdisciplinar, en el periodo de 2016 a 2022. Entre los principales hallazgos que destaca la autora destacan las estrategias docentes más referidas en los estudios que promueven la autorregulación: el uso de aplicaciones digitales como el WhatsApp y Google Calendar, el empleo de videos con preguntas reflexivas, foros virtuales reflexivos, la autoevaluación y la retroalimentación del docente. Al interpretar los hallazgos desde otras disciplinas, la autora describió que, al comparar las estrategias docentes, éstas se asociaron con procesos cerebrales de activar los sentidos, reflexionar, recodificar, practicar y repasar.

En la contribución de investigación sistemática titulada “Competencia de autorregulación en estudiantes de ambientes virtuales: un análisis interdisciplinar psicopedagógico”, de Reyna Isabel Pizá Gutiérrez y María Lorena Ballesteros Ibarra, se destacan los hallazgos en torno de la competencia de autorregulación en estudiantes de ambientes virtuales. Se trata de una investigación escrupulosa que explora una primera versión de hallazgos en cuatro direcciones: 1) se destacan notas para aclarar el concepto de competencia de autorregulación; 2) se enlistan las características de un alumno autorregulado; 3) se resaltan algunos factores psicológicos asociados, y 4) se definen los factores pedagógicos asociados a esta competencia. En esta contribución, la autora establece los descubrimientos desde nuevas perspectivas que dan luz sobre cómo potenciar la autorregulación en los estudiantes, en tanto es una habilidad clave para transitar satisfactoriamente del aprendizaje virtual al aprendizaje presencial.

En el capítulo titulado “La analítica del aprendizaje en el estudio interdisciplinario de la autorregulación”, de Martín Alonso Mercado-Varela y Nancy Janett García Vázquez, la autorregulación es entendida como un proceso educativo fundamental para la enseñanza y el aprendizaje. En esta investigación se realizó una revisión sistemática para identificar los estudios con mayor impacto en el análisis de la autorregulación desde la analítica del aprendizaje, obteniendo una visión de conjunto e interdisciplinaria de la producción científica. Dentro de los hallazgos de esta revisión se resaltan los elementos del contexto educativo y de la aproximación metodológica para el estudio de la autorregulación, información que los practicantes de la analítica del aprendizaje y de la comunidad educativa encontrarán de mucho valor. Los autores recomiendan continuar el estudio de la autorregulación desde la analítica del aprendizaje por las ventajas que esta perspectiva brinda en la comprensión y el desarrollo del proceso autorregulatorio de los aprendices.

Para cerrar la primera parte del libro se presenta la contribución titulada “Proyectos integradores como estrategia pedagógica interdisciplinar para educadores en formación”, de la autoría de Martha Alejandrina Zavala Guirado, Laura Violeta Cota Valenzuela e Isolina González Castro. Se trata de una contribución decisiva para sedimentar el conocimiento y el éxito de un proyecto integrador, independientemente de qué estudiantes y educadores estén involucrados, o de qué diferentes estructuras organizacionales existen para promover y emprender investigación interdisciplinaria. Por esta razón, en este estudio existe la necesidad de abordar y examinar la realidad educativa por procesos, contextos, sujetos, contenidos, intencionalidad y ámbitos multidimensionales, por lo que restringirla a una visión teórica disciplinar sería imposible.

La segunda parte del libro está compuesta por tres contribuciones y está dedicada a experiencias interdisciplinares desde la investigación. El arranque de la sección lo representa el capítulo titulado “Competencia investigativa en la universidad: hacia una mirada interdisciplinar”, de Armando Lozano Rodríguez y Martha Olivia Ramírez Armenta. Se trata de una propuesta teórica que representa un excelente y atinado contrapunto a los textos sobre competencia investigativa que circulan en la región latinoamericana principalmente. La metodología empleada incluye una revisión sistemática de literatura que intenta contestar algunas preguntas derivadas del análisis de los textos de la última década, en lo que respecta al abordaje de la competencia investigativa en el nivel universitario. El estudio interdisciplinar concluye que la competencia investigativa es imprescindible en la inclusión de oportunidades de aprendizaje, pues permite su desarrollo a través del mismo currículum y utilizando la innovación y la tecnología educativa.

En “Dinámicas de difusión científica de académicos que participan en el Sistema Nacional de Investigadores: Una perspectiva interdisciplinar”, Emilia Castillo Ochoa y Carlos Alberto Barreras Beltrán analizan de forma competente y escrupulosa los cambios en las dinámicas de producción científica de académicos en el área de ciencias sociales de la Universidad de Sonora (unison) que participan en el Sistema Nacional de Investigadores (sni). Este estudio expone espléndidamente las singularidades de las variables bajo estudio, las cuales están directamente relacionadas con dinámicas de difusión, formación, redes de colaboración y trayectoria académica. Sus principales hallazgos nos muestran pistas para futuras generaciones de investigadores de la región y el país que participan o pudieran participar en el sni. Por ejemplo, en este importante estudio se afirma que los académicos investigadores jóvenes muestran un cambio en las dinámicas de difusión científica y académica, hallazgo que puede ser explicado a partir de distintos factores como la formación del profesorado, el ciclo de vida y la trayectoria académica que permiten la adopción de prácticas, normas y valores orientados a las nuevas tendencias de investigación y a las prácticas docentes en el contexto internacional.

La sección de investigación, y el libro en su conjunto, se cierra con la contribución titulada “Formación profesional en comunicación: rutas hacia la producción de conocimiento científico interdisciplinar”, de Lisset Aracely Oliveros Rodríguez y Mariel Michessedett Montes Castillo. Se trata de una investigación analítica potente y profunda sobre la formación de estudiantes universitarios a partir del desarrollo de competencias para la comunicación científica y las ciencias de la comunicación. Existe, a lo largo y ancho del texto, la permanente conciencia ontológica de que la ciencia, al haber adquirido un papel fundamental en el desarrollo de la sociedad actual, está propiciando una nueva visión que se basa en valorar la necesidad de asumir un nuevo compromiso social y una mayor responsabilidad por parte de las comunidades científicas para coadyuvar en la solución de problemáticas emergentes. Particularmente, en esta contribución de clausura se distinguen dos aspectos centrales. Por un lado, la importancia de la formación teórica, metodológica y práctica del profesional de la información y la comunicación mediante un enfoque hacia la comunicación de la ciencia y las competencias profesionales relacionadas con la generación de conocimiento científico. Por otro, se destacan los requerimientos actuales y prospectivos del comunicador social sobre una base de participación a través de la implementación de estrategias comunicativas que trasciendan las fronteras disciplinares, involucrándose en distintas áreas de conocimiento que permitan lograr un trabajo interdisciplinario sistemático basado en propuestas de intervención eficaces y en la búsqueda permanente del interés por el conocimiento científico de la sociedad.

Una primera conclusión del libro parece desde ya un tanto irónica y evidente: necesitamos más interdisciplinariedad y más experiencias organizativas y editoriales de este tipo para avanzar y aprender más sobre la perspectiva de investigación interdisciplinar; sobre cómo funciona y qué funciona exitosamente en la interdisciplinariedad. En este libro, cada contribución puede considerarse útil para resolver o afrontar el problema o la cuestión teórica y práctica incorporada. También, por el impacto del aprendizaje generado en todas y cada una de las investigaciones presentes en este libro, las cuales nos muestran determinadas facetas de las transformaciones educativas y el desarrollo de habilidades para aplicar enfoques y perspectivas interdisciplinares con capacidad de integrar mejores soluciones en la resolución de problemas educativos.

Gustavo Adolfo León Duarte

Universidad de Sonora (México)

Referencias

European Commission (2020). Integration of Social Sciences and Humanities in Horizon 2020: Participants, Budgets and Disciplines, Publications Office. Luxemburgo: Publications Office of the European Commission.

Marmier, A., Munoz Pineiro, A., y Boelman, E. (2022). Interlinkages for a Megatrend on Accelerating Technological Change and Hyperconnectivity: A Text Mining Approach, Luxemburgo: Publications Office of the European Commission.

León-Duarte, G. (2022). La crítica esencialista en los estudios interdisciplinares en EUA. Sobre el proceso de integración de un terreno común en la investigación interdisciplinar. Norteamérica, Revista Académica del cisan-unam, 17(1). https://doi.org/10.22201/cisan.24487228e.2022.1.509.