8. Formación profesional en comunicación: rutas hacia la producción de conocimiento científico interdisciplinar
Dimensions
8. Formación profesional en comunicación: rutas hacia la producción de conocimiento científico interdisciplinar
Lisset Aracely Oliveros Rodríguez1
Mariel Michessedett Montes Castillo2
Resumen
En este capítulo se describe la importancia de la formación teórica, metodológica y práctica del comunicólogo, con un enfoque en la comunicación de la ciencia en el contexto de la Universidad de Sonora, México. Se consideran las competencias profesionales relacionadas con la generación de conocimiento científico, analizando el papel que ha adquirido la producción, la difusión y el acceso universal al conocimiento científico en el contexto actual, así como la necesidad de profesionalización del comunicólogo en el área de la comunicación científica, tomando como punto de referencia la naturaleza interdisciplinar del campo de la comunicación y su trascendencia en los subcampos científico, educativo y profesional. De igual forma, se describen experiencias educativas basadas en procesos de investigación, cuya delimitación de objetos de estudio, diseño de proyectos de investigación y generación de conocimiento se centra en la línea de comunicación de la ciencia. Para ello, se consideran la integración de marcos teórico-metodológicos, la realización de diagnósticos y propuestas de intervención comunicativa, con participación de alumnos en procesos de investigación, en conjunto con el profesorado, como una opción de aprendizaje para la generación de conocimiento, difusión y divulgación del conocimiento científico.
Palabras claves: interdisciplina, formación profesional, comunicación, conocimiento científico.
Introducción
La ciencia cumple un papel fundamental en el desarrollo de las sociedades actuales, pues genera una nueva perspectiva respecto a la necesidad de asumir un nuevo compromiso social y una mayor responsabilidad por parte de las comunidades científicas para coadyuvar en la solución de problemáticas emergentes.
Este escenario plantea diferentes aristas que vinculan la investigación científica con la difusión y la divulgación del conocimiento generado. Entre las diferentes rutas para la producción de conocimiento científico interdisciplinar destaca la formación de estudiantes universitarios a partir del desarrollo de competencias para la comunicación científica, sean éstos de áreas de conocimiento de las ciencias exactas y naturales. Así como aquellos de las ciencias sociales, entre las cuales se ubican a las ciencias de la comunicación.
Son los profesionales de este campo los que requieren de una participación activa a través de la implementación de estrategias comunicativas que trasciendan las fronteras disciplinares, involucrándose en distintas áreas de conocimiento que les permitan lograr un trabajo interdisciplinario sistemático basado en propuestas de difusión eficaces para el logro de objetivos y metas que garanticen la modificación o el cambio en determinados grupos sociales, buscando incrementar el interés por el conocimiento científico de la sociedad.
En este capítulo se describe la importancia de la formación teórica, metodológica y práctica del comunicólogo, con un enfoque en la comunicación de la ciencia en el contexto de la Universidad de Sonora, México, considerando las competencias profesionales relacionadas con la generación de conocimiento científico.
Se analiza el papel que ha adquirido la producción, difusión y acceso universal al conocimiento científico en el contexto actual, destacando la necesidad de profesionalización del comunicólogo en el área de la comunicación científica, y tomando como punto de referencia, la naturaleza interdisciplinar del campo de la comunicación y su trascendencia en los subcampos científico, educativo y profesional.
De igual forma, se describen experiencias educativas basadas en procesos de investigación, cuya delimitación de objetos de estudio, diseño de proyectos de investigación y generación de conocimiento se centra en la línea de comunicación de la ciencia. Para ello se consideran la integración de marcos teórico-metodológicos, la realización de diagnósticos y propuestas de intervención comunicativa, con la participación de alumnos en procesos de investigación en conjunto con el profesorado, como una opción de aprendizaje para la generación de conocimiento, difusión y divulgación del conocimiento científico.
Se aborda también la orientación y la tutoría dirigidas a estudiantes adscritos al eje especializante de comunicación educativa de la licenciatura en ciencias de la comunicación de la Universidad de Sonora, Unidad Regional Centro, que consideran dicho ámbito como expectativa de práctica profesional y laboral.
Desarrollo
Para el desarrollo temático propuesto se inicia con la descripción contextual del proceso de globalización mundial en el que se encuentra inmersa la sociedad en la actualidad, aunado al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (tic), que cumplen con un papel fundamental en la conformación de sociedades basadas en el conocimiento, caracterizadas también por la complejidad de las problemáticas sociales. Considerando las características actuales que se enmarcan en este contexto, se hace necesaria la reflexión en torno del papel de la ciencia en el siglo xxi, misma que debe partir de la revisión de los marcos de referencia que se plantean a nivel mundial por los organismos internacionales.
Para el logro de una mejor forma de producción, difusión, acceso y control del conocimiento científico, uno de los elementos que más llaman la atención es el gran reto respecto del nuevo compromiso mundial con la ciencia y la meta de lograr que la educación adquiera un alto nivel de calidad, centrándose en la renovación de la enseñanza a través de las vías formales.
A partir de lo anterior, se otorga una mayor importancia a los planteamientos de Fung, (2017) respecto a las innovaciones en la educación superior y la vinculación del currículum formal con diferentes dimensiones académicas en el contexto de la educación superior, que trascienden, con base en el modelo de Brew (2006), a la enseñanza basada sólo en transmisión de conocimientos, careciendo de una interacción entre las comunidades de investigadores y los estudiantes. De esta forma, deben establecerse nuevas rutas orientadas al logro de una mayor conexión entre la enseñanza y la investigación, favoreciendo al trabajo interdisciplinar.
Estas nuevas conformaciones conducen a la innovación y a la transformación de las ciencias sociales y de la educación como disciplinas que permitan la comprensión y la explicación de los problemas de la sociedad actual, de acuerdo con los intereses de la comunidad científica.
En el presente siglo, las problemáticas sociales demandan un determinado perfil del científico social, entendiéndolo como un actor de cambio social que conoce y vive de manera comprometida las problemáticas sociales emergentes en una escala no sólo local sino global. Dicho perfil no se delimita concretamente al abordaje científico de la realidad social desde diferentes perspectivas profesionales; también incluye de una manera importante y la difusión y divulgación del conocimiento científico producido en todas las áreas del saber.
Se considera que el logro de los objetivos planteados en las estrategias de comunicación empleadas para ese fin, requiere cada vez más la participación de profesionales especializados en la identificación, diagnóstico, planeación, diseño, intervención y evaluación de estrategias comunicativas que sean el puente unificador entre el conocimiento científico y su apropiación por parte de los públicos meta o poblaciones objetivo.
Comunicación e interdisciplinariedad
Al hacer un primer acercamiento a la conceptualización de la comunicación en su dimensión disciplinar, coincidimos con la idea de Rizo (2012) quien señala que la comunicación “no se ha configurado como ciencia ni como disciplina. Pero no hay duda que la institucionalización y la cultura académica que existe sobre el fenómeno comunicativo, que se observa en la trayectoria de los estudios sobre comunicación, permiten hablar de un campo académico”.
Respecto del papel de las teorías de la comunicación en la construcción del campo académico de la comunicación, Rizo (2014) plantea el cuestionamiento sobre la naturaleza de la comunicación como ciencia, campo, disciplina, interdisciplina o transdisciplina, y señala que “la pregunta por la cientificidad de la comunicación no es nueva y ha dado lugar a múltiples posicionamientos, reflexiones y propuestas”.
En relación con la naturaleza interdisciplinar de la comunicación afirma:
Es un campo multidisciplinario y, a lo sumo, interdisciplinario. Al menos en estos momentos. El debate, a veces, roza la paradoja, toda vez que, por un lado, toda actividad humana tiene que ver con la comunicación, y por lo tanto, este fenómeno no puede adscribirse a una única perspectiva teórica ni metodológica. Y, por el otro, el estudio de la comunicación se apoya de otros campos de conocimiento como la lingüística, la semiótica, la sociología, aunque no se trate de un agregado de discursos teóricos que la conviertan automáticamente en un dominio de estudios interdisciplinar [Rizo, 2014, p. 248].
Partiendo de la reflexión anterior, se considera que para la comprensión del trabajo interdisciplinar por los profesionales de la comunicación se requiere que desde la formación universitaria se adquiera un conocimiento teórico-metodológico que permita sentar las bases para su aplicación y su intervención con profesionales de diferentes áreas de conocimiento. Lo anterior permitirá que la comunicación vaya más allá de su aplicación como proceso comunicativo que permite la interlocución y la interacción con el interior de las disciplinas y que trascienda de una comunicación intradisciplinar; a una comunicación interdisciplinar, de esta forma, la comunicación se lleva a cabo entre comunicólogos y otros profesionales de áreas de conocimiento como la química, la física, la medicina, la historia, entre otras.
Desde la perspectiva de la investigación interdisciplinaria en el campo de estudio de la comunicación en Latinoamérica, León (2015) realiza una aproximación al estado de la discusión, destacando los aspectos básicos de consenso en este punto de reflexión. En su planteamiento, subraya la necesidad de fortalecer el conocimiento que se produce en este campo desde una perspectiva teórica-epistemológica, conduciéndose más allá de una visión centrada en la naturaleza interdisciplinaria del fenómeno comunicativo.
León indica:
El concepto de interdisciplina en el campo de la comunicación ha sido frecuentemente utilizado no sólo por los agentes representativos del capital científico dominante sino por la mayoría de sus académicos e investigadores, señalando a la vez la ausencia de un consenso en su enfoque, tratamiento e implementación y su significado; por ello la necesidad de reactivar el diálogo en torno a esta línea considerando principalmente el gran impacto que esto produce en la formación de profesionales de la comunicación [León, 2015, p. 5].
Considerando que son varios los aspectos que podrían plantearse al momento de estudiar una problemática de investigación desde una perspectiva interdisciplinar en el campo de la comunicación, se toma como punto de partida el principio de interdisciplinariedad metodológica.
Este tipo de interdisciplinariedad se presenta cuando el punto de partida o convergencia entre varias disciplinas es el método de trabajo, el cual facilita la interpretación de la realidad. La investigación interdisciplinaria a partir del método unifica criterios y reúne lo que en las disciplinas aparece disperso (Tamayo y Tamayo, 2004, p. 81).
Sotolongo y Delgado (2006) definen la interdisciplinariedad como “el esfuerzo indagatorio y convergente entre varias disciplinas pero que persigue el objetivo de obtener cuotas de saber acerca de un objeto de estudio nuevo, diferente a los que pudieran estar previamente delimitados disciplinaria o multidisciplinariamente”.
En lo que respecta a la investigación aplicada, se fundamenta desde la investigación científica y su aplicación en el campo de la comunicación. A la investigación aplicada “se le denomina también activa o dinámica, y se encuentra íntimamente ligada a la investigación fundamental, ya que depende de sus descubrimientos y aportes teóricos, buscando confrontar la teoría con la realidad” (Tamayo y Tamayo, 2003, p. 42).
Por otra parte, desde el análisis de la comunicación aplicada, Rebeil et al. (2012) describen la diferenciación entre investigación básica e investigación aplicada:
La investigación básica es la que se somete a planteamientos teóricos y metodológicos rigurosos con el fin de buscar la verdad. La investigación aplicada es aquella que igualmente se rige por las fundamentaciones conceptuales sólidas en búsqueda de la verdad con el fin último de lograr su aplicabilidad. De tal forma que lo básico frente a lo aplicado no se distingue por los procedimientos de investigación en sí, sino por la intencionalidad práctica de proponer transformaciones que mejoren situaciones que enfrentan los grupos, las organizaciones, las comunidades y la sociedad en general. Lo aplicado, por lo tanto, debe ser igualmente riguroso —desde el punto de vista teórico y metodológicamente científico— que cualquier otro enfoque de la investigación de la comunicación.
En el mismo sentido, subrayan que este tipo de investigación exige la misma rigurosidad en la generación de conocimientos que la requerida por investigaciones destinadas al desarrollo de la disciplina y el conocimiento teórico de la comunicación. En otras palabras, la distinción entre la comunicación como campo de una disciplina y la comunicación aplicada no se debe entender por la presencia o la ausencia de fundamento científico, sino por la intencionalidad en el uso de ese conocimiento. En un caso se trata del desarrollo de un campo de conocimiento sobre la realidad social, y en el otro, de contribuir con fundamentos al cambio de esa realidad (Rebeil et al. 2012).
En el ámbito de la comunicación de la ciencia la investigación aplicada aporta elementos suficientes para el cambio de la realidad social, ampliando los marcos de referencia y acortando las distancias entre las comunidades científicas y su producción con los diferentes grupos sociales.
Para Aguirre et al. (2013), lo atrayente en una investigación aplicada en el terreno de la ciencia de la comunicación es
que se puede analizar un mismo objeto de estudio desde diferentes disciplinas y sobre un mismo sujeto. En este sentido la indagación resulta ser un proceso continuo de encuentros metodológicos, de interacciones entre diferentes profesionales y saberes disciplinarios cuyo objetivo principal es capitalizar conocimiento científico y sus diversas aplicaciones prácticas. La interdisciplinariedad en la investigación aplicada es una manera de acceder al análisis teórico-metodológico de fenómenos comunicativos, que conlleva en primer lugar al diseño metodológico, al trabajo de campo, a la recolección de datos y hallazgos y, por último, a la triangulación entre métodos y técnicas, entre posturas teóricas, puntos de concordancia y, por qué no, de discordancia entre los diversos investigadores.
Con base en lo anterior, se afirma que en el campo de la comunicación es posible ubicar la producción de conocimiento científico desde dos perspectivas; ya sea desde la visión del yo interdisciplinario y su aproximación al trabajo científico desde una perspectiva integrada por múltiples disciplinas que enriquecen la comprensión de un determinado objeto de estudio, o bien desde la conformación de equipos integrados por diferentes profesionales con el fin de analizar un mismo objeto de estudio y aportar soluciones en los diferentes ámbitos de la comunicación.
Ambas formas de producción de conocimiento científico interdisciplinar en el ámbito de la comunicación son pertinentes y aportan elementos teórico-metodológicos que es posible ubicar en el campo científico aunque también tienen permeabilidad al campo académico. Sobre esta base, León (2011), en su análisis del campo científico de la comunicación y su interpretación sustentada en Bordieu (2000), señala que las prácticas científicas nunca aparecen como desinteresadas más que por referencia a intereses diferentes, producidos y exigidos por otros participantes; en este caso, por investigadores e instituciones que son, a su vez, las fuentes del campo. De igual forma, subrayan que la estructura del campo científico es, por tanto, equivalente del académico, al ubicarse aquí las condiciones de su producción y su reproducción, tanto al nivel del investigador como de la institución.
Rebeil et al. (2012) sostienen:
El impulso a la investigación, a partir de demostrar cómo sus resultados son aplicables a la solución de problemas de la sociedad y de las organizaciones y los grupos, significa un paso ineludible que pueden y deben dar más investigadores de la comunicación. Las aportaciones no solamente están en la ampliación de la comprensión de los fenómenos y en la producción de datos, estadísticas o explicación de los fenómenos, sino en proveer soluciones a la medida. Así es como la comunicación aplicada revela información sustantiva y significativa acerca del problema social que está analizando.
En este punto de análisis es necesario retomar el complejo planteamiento en torno de la diversidad de perfiles profesionales que existen y han existido en el campo de la comunicación, a través de las diferentes propuestas curriculares en los cientos de programas educativos que se ofrecen en el contexto nacional y cuyo común denominador es la comunicación.
Ubicando a la comunicación como un campo académico integrado por los subcampos científico, educativo y profesional, en el campo educativo subyace la pertinencia de contenido educativo nutrido de un enfoque en torno de la comunicación de la ciencia y su apropiación a través de la enseñanza y el aprendizaje, así como su aplicación en el subcampo profesional, en donde cada vez es más latente la necesidad de disponer de desempeños profesionales apego a este ámbito de la comunicación.
Desde el subcampo científico de la comunicación, el ámbito de la comunicación de la ciencia en el contexto mexicano se ha organizado con base en el grupo de trabajo propuesto por la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación, donde se ha generado conocimiento por académicos que integran experiencias educativas y proyectos realizados en distintas universidades del país y el extranjero.
Abordando el papel de la investigación en la formación de estudiantes de comunicación, hace casi tres décadas, Fuentes (1991) apunta que “dentro del contexto de planificación curricular que guía las prácticas educativas a través de las cuales se forman los comunicadores sociales en América Latina, a la investigación se le ha asignado desde hace mucho tiempo un papel muy relevante”.
Considerando la importancia de la investigación como parte del perfil profesional del comunicólogo y con una visión que no se reduce a la formación meramente técnica de los estudiantes, se distinguían desde entonces tres principales áreas de relación entre la investigación y la enseñanza de la comunicación: 1) el aprendizaje de la metodología de la investigación científica de la comunicación como especialidad en sí; 2) el aprendizaje de la epistemología, la teoría y la metodología científicas de la comunicación, como cuerpo de conocimientos fundamentales para la práctica de la comunicación en cualquiera de los ámbitos profesionales, y 3) el desarrollo de la capacidad crítica y de las habilidades intelectuales de los estudiantes de comunicación (Fuentes, 1991).
Hoy más que nunca la formación en investigación científica es una de las competencias profesionales que debe formar parte del perfil del licenciado en ciencias de la comunicación, en las diferentes propuestas curriculares a nivel nacional y, de manera particular en el plan de estudios de la Universidad de Sonora. En ese sentido, aborda la importancia del aprendizaje y la adquisición de competencias en torno de la investigación científica, aspecto que ha prevalecido en diferentes diseños curriculares para la formación universitaria de comunicólogos, como en el caso ellos de la Universidad de Sonora.
Este panorama permite valorar y redimensionar el planteamiento de que
en el nivel de licenciatura, sin embargo, la introducción a la práctica de la investigación reviste una gran importancia como factor de promoción de recursos humanos que paulatinamente sean capaces de aportar elementos para la articulación de teorías y prácticas que respondan a las realidades y necesidades sociales [Fuentes, 1991, p. 68].
El estudiante debe habituarse a manejar el conocimiento existente sobre los diversos aspectos de la comunicación y de la sociedad en la que vive; las condiciones de producción, difusión, aceptación y aplicación de ese conocimiento, y la relación que guarda el desarrollo de las teorías con la realidad social, dinámica y compleja, que pretende explicar. En este sentido, se puede señalar que la sociedad en la que vive el actual estudiante y profesional de la comunicación, así como la realidad que enfrenta, no son nada sencillas y su complejidad se robustece cada día a partir del desarrollo científico-tecnológico. Es aquí donde su espectro de aplicación de conocimiento se amplía y diversifica y adquiere un papel protagónico en la reducción de las brechas de conocimiento a partir de la aplicación de la comunicación pública de la ciencia, a través de la implementación de estrategias y medios de comunicación pertinentes.
Desarrollo de la investigación científica, articulación con la docencia y formación profesional del comunicólogo
En el contexto de la Universidad de Sonora, son varias las experiencias que demuestran los esfuerzos de la comunidad académica por acercar a profesionales de diferentes áreas de conocimiento a la adquisición de competencias comunicativas que contribuyan a la implementación de estrategias de comunicación científica eficaces.
Las escuelas de comunicación tienen el gran reto de superarse y consolidarse buscando la calidad y la excelencia, el trabajo colaborativo interdisciplinar y la especialización. Fuentes afirma:
Se requiere rigor científico y mejor formación, generar conocimiento pertinente y vinculable apropiado para el contexto global complejo donde se busca un pensamiento único y que constantemente se encuentra en crisis. Se busca que el comunicólogo sea crítico y que cuestione lo establecido. La disyuntiva para la investigación de la comunicación en México es clara: o bien se refuerza sustantivamente la capacidad, sobre todo, pero no únicamente, metodológica, de generar conocimiento consistente y pertinente, y por lo tanto vinculable, sobre la comunicación, o bien el campo académico se acabará de disolver en una identidad científica y profesional menos específica y menos estratégica [Fuentes, 2018, p. 15].
Lo anterior permite describir la experiencia de producción de conocimiento en el ámbito de la comunicación en la licenciatura en ciencias de la comunicación en Universidad de Sonora y, de manera particular, con objetos de estudio sobre la línea de comunicación de la ciencia.
El proceso de formación de estudiantes en el ámbito de la comunicación de la ciencia en el programa educativo de ciencias de la comunicación se ha abordado desde diferentes aristas; sus inicios se remontan a la participación de estudiantes en proyectos de servicio social en áreas de las ciencias exactas y naturales, como Rocateca, proyecto de divulgación científica que busca dar a conocer la riqueza geológica del estado de Sonora entre la población y promover el interés por el estudio de la geología, así como también promover actividades desarrolladas por la Dirección de Difusión y Vinculación Universitaria.
Los proyectos de servicio social y práctica profesional universitarios relacionados con la producción, la difusión y la divulgación de la ciencia se han vinculado con actividades de investigación, lo cual ha permitido el diseño y el desarrollo de proyectos de investigación con un enfoque hacia la comunicación científica; de esta manera; se ha logrado concluir procesos de investigación de carácter exploratorio y descriptivo a partir de la aplicación de los enfoques metodológicos cuantitativo, cualitativo y mixto.
Las investigaciones se han realizado con base en la especialidad de la comunicación educativa, a través de la cual se ha incursionado en la línea de comunicación de la ciencia, con proyectos de práctica profesional de comunicación y su articulación con procesos de investigación. En esos procesos el alumno genera una idea de investigación y, a partir del diseño, desarrollo y aplicación de instrumentos de investigación para el trabajo empírico, realiza diagnósticos que permiten identificar problemáticas en las estrategias de comunicación empleadas que se transforman en el principal insumo para la generación de propuestas de intervención desde la dimensión comunicativa.
Conclusiones
Una vez que se realiza esta aproximación a la interdisciplinariedad en el campo de la comunicación, se coincide con la importancia de que sea desde el propio campo educativo, en las escuelas de comunicación, donde se realice el análisis, el diseño, el desarrollo, la implementación y la evaluación de programas de intervención educativa cuyo enfoque sea la formación-profesionalización de perfiles orientados a la óptima aplicación de estrategias comunicativas en la difusión y la divulgación científica en distintas áreas de conocimiento.
Destaca también la necesidad de continuar en la ruta de articular docencia-investigación, en congruencia con los objetivos prioritarios establecidos en el Plan de Desarrollo Institucional 2021-2025. Al respecto, en el rubro de gestión de la formación estudiantil, se establecen diferentes líneas de acción, entre las cuales destaca “promover la investigación, el trabajo de campo y las acciones de vinculación con los sectores social, público y productivo mediante la asistencia de estudiantes a congresos, realización de prácticas escolares, trabajos de campo y viajes de estudio, entre otros” (pdi, 2021-2025, p. 125).
Otro aspecto de importancia mayor, también establecido en el pdi 2021-2025, es el “fortalecimiento de la colaboración interdisciplinaria entre unidades académicas y administrativas para el desarrollo e implementación de iniciativas y acciones que contribuyan al logro escolar” (pdi, 2021-2025 p. 125.). Esta línea de acción favorece en todo momento la interacción comunicativa que trasciende los espacios áulicos, sean virtuales o presenciales, y establece nuevas vías para la conformación de redes académicas que permitan fortalecer las actividades de integración y colaboración desde una perspectiva interdisciplinar, con un enfoque curricular.
En el caso de la licenciatura en ciencias de la comunicación, el perfil de formación contempla la generación de conocimiento a través de proyectos de investigación que los estudiantes desarrollen en asignaturas teórico-metodológicas del plan de estudios vigente. La finalidad de esos proyectos es la formación de competencias en investigación que les permiten abordar diversos objetos de estudio e implementar proyectos de investigación para el desarrollo de tesis y la obtención de titulación mediante esa modalidad. De igual forma, se identifican perfiles para la continuación de estudios de posgrado en innovación educativa y ciencias sociales con enfoque interdisciplinar, programas académicos de la División de Ciencias Sociales de la Universidad de Sonora, adscritos al Sistema Nacional de Posgrados del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Referencias
Aguirre, P.; Anaya, M., Laurencio, R., y Casco López, J. (2013). Investigación aplicada e interdisciplinariedad en las ciencias de la comunicación. Prisma Social, 294-320.
Fuentes, R. (1991). Diseño curricular para las escuelas de comunicación. México: Trillas/Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social.
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Fung, D. (2017). A Connected Curriculum for Higher Education. Londres: ucl Press.
León, G. (2015). Transformaciones en el campo de estudios de la comunicación en América Latina. Perspectivas epistemológicas y éticas en torno a la generación, la apropiación y la divulgación del conocimiento. Conferencia magistral. Medellín: Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social.
——— (2011). Estudios de la comunicación. Estrategias metodológicas y competencias profesionales en comunicación. México: Pearson.
Rebeil, M. (2012). Comunicación aplicada: ciencia y aplicación al servicio de la sociedad. Diálogos de la Comunicación. Revista Académica de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social.
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Sotolongo, C., y Delgado, D. (2006) La complejidad y el nuevo ideal de racionalidad. En: La revolución contemporánea del saber y la complejidad social. Hacia unas ciencias sociales de nuevo tipo. Buenos Aires, Argentina: Colección Campus Virtual de clacso.
Tamayo y Tamayo M. (2003). El proceso de la investigación científica (4ª ed.), México: Limusa.
Universidad de Sonora (2021). Plan de Desarrollo Institucional 2021-2025. www.unison.mx/institucional/pdi2021-2025.pdf.