X. Resiliencia en Áreas Naturales Protegidas:
Caso de estudio: Parque Estatal “Isidro Fabela”

https://doi.org/10.52501/cc.120.10


Angélica Reyes Olivares


Verónica Miranda Rosales


Dimensions


X. Resiliencia en Áreas Naturales Protegidas:
Caso de estudio: Parque Estatal “Isidro Fabela”

Angélica Reyes Olivares*
Verónica Miranda Rosales**

DOI: https://doi.org/10.52501/cc.120.10

Resumen

Las Áreas Naturales Protegidas (anp) son un instrumento de política ambiental que resguardan los sitios de conservación para la biodiversidad; sin embargo, existen factores que amenazan su resiliencia. Dichos factores pueden ser cambios en el uso de suelo, aprovechamiento de recursos maderables y no maderables, cambio climático, tiraderos clandestinos, contaminación de cuerpos de agua, introducción de especies exóticas, bancos de material, carreteras y asentamientos humanos que ponen en riesgo su resiliencia aumentando su vulnerabilidad y afectando los servicios ecosistémicos que proveen. Bajo este contexto se realizó un análisis de caso del anp denominado Parque Estatal “Isidro Fabela”, ubicado en los municipios de Atlacomulco, Jocotitlán y San Bartolo Morelos, México. El presente capítulo tuvo como objetivo analizar la resiliencia del anp, los factores que principalmente la afectan, haciendo hincapié en la deforestación. La metodología se desarrolló con base en información cartográfica y documental, se caracterizó el anp, se empleó trabajo de campo y se abordaron los conceptos de resiliencia y vulnerabilidad, se realizó la discusión de los hallazgos, para finalmente emitir las conclusiones, en las que se determinó que existe una disminución de resiliencia y aumento en la vulnerabilidad del anp debido principalmente a la deforestación por cambio de uso de suelo y a los asentamientos humanos.

Palabras clave: anp, resiliencia, vulnerabilidad.

El concepto de resiliencia se ha usado y adoptado durante los últimos años en diferentes disciplinas. No obstante, su uso inicial proviene de la física de materiales, por esta razón, en su origen la palabra resiliencia físicamente representa la posibilidad de un material maleable de absorber un impacto para acumular energía de tensión sin romperse y luego restituir la estructura y forma original del material (Méndez, 2012). Al respecto, la definición de resiliencia se ha adecuado en diferentes disciplinas, como se observa en la tabla X.1.

Tabla X.1. Definición de resiliencia

Año Autor Disciplina Definición
1996 López Física Es la facultad de un objeto para recuperar su forma después de haber sufrido una modificación
1973 Holling Ecología Establece la facultad de los ecosistemas e individuos para ser menos vulnerables o fuertes para manifestarse a escenarios adversos
2000 Adger La capacidad de las sociedades para resistir los choques externos a su integración social
2004 2006 Grotberg, 2006; Cyrulnik et al., 2004 Psicología Un patrón de comportamiento y actividad que muestra un ajuste positivo frente a un riesgo o adversidad significativa que se presente en el sujeto
2010 Forés y Grané Es la facultad de un conjunto o individuo para enfrentar, superar y hacer frente a la adversidad que lo fortalece o transforma
2017 ONU Urbanismo Es la facultad de los núcleos poblacionales para resistir y adaptarse a cualquier amenaza lo más pronto posible

Fuente: Elaboración propia con base en Méndez (2012).

En cuanto a las diferentes aplicaciones del concepto de resiliencia en diferentes campos, en ecología se define como un estado, una capacidad en los ecosistemas que mide su estabilidad. Precisamente porque la resiliencia determina la resistencia y persistencia (Holling, 1973). La vegetación tiene características y mecanismos de resiliencia para hacer frente a eventos adversos, al respecto Guerra, García y Martínez (2020) mencionan que la resiliencia ecológica se basa en analizar los atributos de la vegetación que se recuperan después de un disturbio. Dicha resiliencia puede valorarse durante un periodo determinado, es el cociente entre las medidas posteriores a la perturbación y anteriores a la perturbación de cualquier descriptor de ecosistema (Tilman y Downing, 1994). Aunque la capacidad de germinar y volver a crecer de la mayoría de las especies de plantas puede predecir la capacidad de la vegetación para regenerarse después de un evento adverso como la deforestación, la sequía, el cambio de uso de la tierra o los incendios forestales, todos los factores que facilitan la regeneración quedan por demostrar.

Figura X.1. Componentes de la resiliencia ecológica

Fuente: Elaboración propia con base en Lloret, Keeling y Sala (2011).

Una estrategia para analizar la resiliencia en las anp es observar o detectar los cambios y entender la continuidad de las especies en la zona, ya que se puede interpretar como la resiliencia ecológica de especies dominantes.

Las anp alojan biodiversidad y suministran servicios ecosistémicos que en la actualidad son frágiles a varios factores externos, principalmente el cambio de uso de suelo con fines agrícolas y urbanos. La presión que se ejerce sobre las áreas protegidas lleva al deterioro de los ecosistemas y la disminución de flora y fauna, en consecuencia, la capacidad de resiliencia se ve dañada y se refleja en la reducción de los servicios ecosistémicos.

Figura X.2. Factores que amenazan la resiliencia de las anp

Fuente: Elaboración propia.

Los servicios ecosistémicos sirven en gran medida para la disminución y adaptación al cambio climático. Al respecto, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods) se establece específicamente en el objetivo 11 que se debe alcanzar que las urbes y los establecimientos humanos sean integradores, seguros, resistentes y sostenibles, asimismo, el objetivo 15 establece que los bosques deben gestionarse de manera sostenible, combatir la aridez, contener y restituir la pérdida de la tierra e interrumpir la disminución de biodiversidad.

En México la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (conanp) implementó en el 2019 un proyecto denominado Resiliencia, con soporte del Programa de las Naciones Unidas (pnuma), cuyo objetivo es aminorar los efectos naturales e indirectos del cambio climático sobre la diversidad de las anp y la sociedad. Los resultados de dicho proyecto arrojaron datos importantes que deben ser considerados para realizar acciones a corto plazo a favor de la conservación de las anp, se reconoce que 67% de los bosques mexicanos están fragmentados, por lo que los instrumentos de planeación tienen un rol muy importante en la conservación de la naturaleza, asimismo, la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y en la mediación de acciones desde lo local son básicos para aumentar la resiliencia en las anp.

Los ecosistemas son sensibles a las actividades antropogénicas, puesto que afectan su funcionamiento y estructura, los organismos se vuelven más vulnerables a los cambios en condiciones desfavorables y sobre todo a la variabilidad climática que repercute en las condiciones de precipitación y temperaturas extremas, estos eventos se vuelven más frecuentes y se presentan con mayor intensidad.

El concepto de vulnerabilidad surgió a fines de la década de 1960, fruto de la importancia del entendimiento del concepto de riesgo en el contexto social. Al respecto, Rebotier (2013) destaca que es valioso optimizar las capacidades de adaptación y resiliencia en el ciclo de la gestión de riesgos, además es significativo reconocer circunstancias vulnerables en riesgo. Cabe señalar que la vulnerabilidad se orienta en dos vertientes, una es el aumento de amenazas y riesgos que perturba a la humanidad y la otra es la vulnerabilidad enfrentada (Alguacil y Camacho, 2014).

Por otra parte, Cardoso (2019) sostiene que los conceptos de vulnerabilidad y resiliencia se establecen socialmente y señala que coexiste una gradual necesidad de conocer las vulnerabilidades, las cuales deben ser analizadas en relación con los riesgos y amenazas, decretando que la resiliencia funciona como un mecanismo de réplica predictiva a los eventos de riesgo. Entonces, la debilidad debe investigarse profundamente. Del mismo modo, Constantino y Dávila (2011) mencionan que en el descubrimiento de la vulnerabilidad no sólo actúan las características de resistencia, sino también la recuperación de particularidades que salvaguardan la resistencia del sistema. Asimismo, es fundamental investigar la causa, la intensidad y el momento en que ocurren los eventos adversos que perturban la permanencia de las facultades del sistema.

En el caso específico de la relación de la sociedad con la naturaleza es esencial analizar dos elementos que pudieran estar ocasionando vulnerabilidad: el primero es que la tensión del sistema natural puede ser producida por las actividades sociales.

Y el segundo, que el espacio del medio ambiente y la sociedad es diferente, debido a la manera lenta en la que se almacena y ocurre el cambio, considerando los límites de la resistencia de la estática que todavía existe. Es importante señalar que los cambios inesperados o transiciones al entorno vinculado al bienestar social, ya sea por la discontinuidad, transformación o alteración de las características de la naturaleza utilizando la productividad, o cuando se expresa un cambio natural como un evento catastrófico, afectan al estado de equilibrio social y crean pérdidas que reducen el nivel de protección social.

La vulnerabilidad ecológica es el nivel de resistencia del entorno natural y los seres sensibles para crear un cierto ecosistema antes de la presencia de eventos preocupantes.

FiguraX.3. Componentes de la vulnerabilidad ecológica

Fuente: Elaboración propia.

Es muy importante distinguir entre el concepto de resiliencia y el de vulnerabilidad porque a menudo se confunden con muchos aspectos diferentes. El concepto de resiliencia se fundamenta en la capacidad de enfrentar, soportar y adaptarse a los eventos de riesgo y las vulnerabilidades como sistema para reponerse a una crisis (cenapred, 2015). México es un país muy vulnerable, y los problemas relacionados con el cambio climático como aumento de las temperaturas y cambios en la precipitación tienen un impacto significativo en el territorio nacional y en las anp.

Metodología

Para analizar la resiliencia del anp Parque Estatal “Isidro Fabela” se realizó una investigación descriptiva y explicativa, asimismo, se planteó una revisión documental de los principales factores que afectan el anp. El diseño de investigación del ejercicio de análisis ha utilizado la revisión documental como fuentes de datos. Los datos primarios han sido recopilados a través de dos herramientas de análisis: visitas de campo y reunión con las personas que habitan en el área circundante al anp.

Fase I. Caracterización de la zona de estudio. Se consultó el Programa de Ordenamiento Territorial de Jocotitlán 2015; Plan de Desarrollo Urbano de Atlacomulco 2011, Plan de Desarrollo Urbano de Morelos 2005; Atlas de Riesgos del Estado de México versión digital 2019; Atlas Nacional de Riesgos 2021; mapa de Indicadores Municipales de Peligro, Exposición y Vulnerabilidad —de donde se obtuvo el grado de resiliencia municipal de la zona de estudio—; Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático 2019; Cartas topográficas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi): E14A17, 1:50 000 y E14A27, 1:50 000; Cartas de uso de suelo y vegetación serie V. E14A17 y E14A27, 1:50 000, y Atlas Municipal de Riesgos de Jocotitlán y Atlacomulco. Todo esto permitió identificar los factores que amenazan la resiliencia en la zona de estudio.

Fase 2. Identificación de los principales factores que afectan la resiliencia del Parque Estatal “Isidro Fabela”. Con relación a la diversa aplicación de la resiliencia, una de las principales dificultades es encontrar una práctica definida para medir la resiliencia en algún lugar, sobre todo porque no se puede observar directamente.

Para la presente investigación se utilizó el mapa de Indicadores Municipales de Peligro, Exposición y Vulnerabilidad del Atlas Nacional de Riesgo donde se determina el grado de resiliencia por municipio y el análisis de percepción remota. Los factores principales que amenazan la resiliencia en la zona de estudio fueron identificados directamente en el Atlas de Riesgos del municipio de Jocotitlán y Atlacomulco, y con base en recorridos de campo en el Parque Estatal.

Fase 3. Resultados y Conclusiones. Se realizó el análisis para posteriormente emitir los resultados.

Resultados

Caracterización del caso de estudio Parque Estatal “Isidro Fabela”

Las reservas ecológicas estatales son áreas de gran valor para la preservación de la flora y de la fauna local. En la entidad mexiquense se cuenta con un gran número de anp, aproximadamente 987 488.44 ha que reflejan 43.91% del territorio estatal. Actualmente cuenta con 43 programas de manejo divulgados (cepanaf, 2020). En el estado existe pérdida de zonas boscosas inducida por cambios de uso de suelo con fines agrícolas, ganaderos, habitacional e industriales, por lo anterior, los bosques se fragmentan provocando la disminución o desaparición de especies silvestres.

El anp denominada parque estatal “Isidro Fabela” se localiza al noroeste del Estado de México y su extensión comprende tres municipios (Jocotitlán, Atlacomulco y San Bartolo Morelos). Sus principales características se describen en la tabla X.2.

Tabla X.2. Características del Parque Estatal “Isidro Fabela”

Nombre Superficie y tipo de terreno Altitud (msnm) Ubicación Fecha de decreto Vegetación Tenencia de la Tierra Administración
Parque Estatal “Isidro Fabela” 3 701 ha
Montañoso
De 2 800 a 3 846 msnm Atlacomulco, Jocotitlán y San Bartolo Morelos 8 de febrero de 1975 Bosque de pino, encino y pastizal natural Ejidal, comunal y particular Municipal

Fuente: Elaboración propia con base en sdum (2005) y gem (1975).

El clima característico de la zona es templado, apto para el bosque de coníferas. Por lo que en el anp Isidro Fabela, se pueden observar pinos y encinos principalmente. Sin embargo, también crecen cedros y aile. Por su ubicación geográfica proporciona servicios ambientales directamente a los poblados cercanos, como la cabecera municipal de Jocotitlán, San Antonio Enchisi, Santiago Acutzilapa, Providencia y Santiago Yeche (véase el mapa X.1).

Mapa X.1. Ubicación del Parque Estatal “Isidro Fabela”

Fuente: Elaboración propia con base en shp de inegi (2020) y conanp (2022).

En el Parque Estatal “Isidro Fabela” se encuentra prohibida la explotación forestal, tal como señala el Plan de Ordenamiento Territorial de Jocotitlán 2015, sin embargo, el Plan de Desarrollo Urbano del municipio de Atlacomulco 2008 reconoce que existen acciones que afectan la preservación de los recursos naturales, tales como la tala clandestina, el aumento de actividades agrícolas, los incendios forestales provocados por la población aledaña y la erosión por la pérdida de vegetación. Por lo anterior, a continuación se describen los principales factores que convergen en la resiliencia del anp.

Principales factores que amenazan la resiliencia del anp Parque Estatal “Isidro Fabela”

El anp Parque Estatal “Isidro Fabela” es un sistema expuesto a diversas amenazas que aumentan su vulnerabilidad y disminuyen su capacidad de resiliencia, entre los principales factores se encuentran, los cambios de uso de suelo, cambio climático, incendios, deforestación y asentamientos humanos.

Cambio de uso de suelo

El cambio de uso de suelo es aquella transformación que se da de una cubierta vegetal para destinarla a otros usos (Semarnat, 2012), para el caso del anp “Isidro Fabela”, el cambio que se ha dado en la cubierta vegetal se ha acentuado en el Bosque de Coníferas, Bosque de Latifoliadas y el Bosque Mixto, principalmente para ocuparlo en la actividad agrícola y habitacional.

En la tabla X.3 se muestran las pérdidas y ganancias de las coberturas de suelo del municipio de Jocotitlán.

Tabla X.3. Pérdidas y ganancias de las coberturas de suelo, Jocotitlán 2015

Cobertura de Suelo Extensión en ha 2005 Extensión en ha 2013 Cambio 2005-2013 ha Cambio en porcentaje Tasa anual de cambio ha
Bosque de coníferas templado o subpolar 954.66 637.76 −316.90 −33.19% −0.39
Bosque de latifoliadas caducifolio tropical o subtropical 185.26 15.5 ha −169.76 −91.63% 0.53
Bosque mixto 1 936.42 1951.79 15.36 0.79% −0.0905
Cuerpo de agua 144.89 210.34 65.46 45.18% 4.2603
Matorral templado o subpolar 2 611.99 n. d. 2 611.99 −100% −39.9031
Pastizal 182.15 983.99 801.85 440.22% −0.3070
Suelo agrícola 21 608.21 23 603.44 1 995.22 9.23% 2.4883
Suelo de asentamientos n. d. 220.75 220.75 100% 0.1106
Total 27 623.57 27 623.57

Fuente: H. Ayuntamiento de Jocotitlán (2015).

En el territorio circundante a la zona de estudio predomina el suelo agrícola pecuario forestal, tanto para el municipio de Atlacomulco, Jocotitlán y Morelos. Asimismo, en los alrededores del anp se puede observar pastizal promovido, que como su nombre lo indica, resulta de las actividades humanas al desarrollarse en zonas agrícolas y pecuarias, eliminando la cobertura natural original.

El pastizal se desarrolla en su mayor parte en la zona baja de la montaña del anp en contraparte de la zona alta que está cubierta con distintas densidades de comunidades vegetales: bosque de encino, este tipo de vegetación es el estrato más significativo, ya que sus características son las siguientes: cuenta con alturas variantes entre los 15 y 25 m, las especies que prevalecen corresponden a Quercus rugosa, Quercus laeta y Quercus mexicana, y en los alrededores también pueden presentarse los géneros de Arbutus, Buddleia, Alnus y Cupressus.

La aparición o desaparición de una masa arbustiva claramente definida está vinculada con la administración que se le dé a los sitios de conservación en cada aspecto; un ejemplo puede ser que en zonas donde se extrae madera o en sitios perturbados el estrato arbóreo se encuentra poco reflejado o es nula su presencia.

Mapa X.2. Uso de suelo y vegetación

Fuente: Elaboración propia con base en cartas topográficas e14a17 y e14a27 (inegi, 2021) y capa vectorial uso de suelo y vegetación serie V (conabio, 2021).

Incendios forestales

Después de un incendio el ecosistema forestal tiene una cierta capacidad de “autoregularse” para su recuperación. Esta resiliencia ecológica varía dependiendo del contexto biogeográfico e histórico.

Con base en el Atlas de Riesgos de Jocotitlán 2019, de los 80 incendios forestales que se han presentado en la zona, 21 incendios han sido en el anp Parque Estatal “Isidro Fabela”, afectando aproximadamente 40 ha de bosque de pino-encino.

Imagen X.1. Incendio forestal, Parque Estatal “Isidro Fabela”

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Fuente: Elaboración propia.

La mayoría de los incendios que se presentan en la zona son provocados por la población que incendia pastizales que se salen de control, alcanzando el área forestal. El último incendio que se registró en el anp Parque Estatal “Isidro Fabela”, ocurrió el 8 de febrero de 2021 arrasando con más de media hectárea de bosque de pino-encino en la parte alta de la montaña. Por lo anterior, es importante mencionar que un bosque tarda más de una década en recuperarse de un incendio y que el efecto directo de la desaparición de árboles provoca que los niveles de captación y filtración de agua reduzcan, además de provocar la pérdida de fauna silvestre que habita en la zona.

Los incendios en terrenos forestales provocan cambios determinados sobre la función del ecosistema, y la flora y la fauna se ven afectados directamente, asimismo, existe pérdida de biomasa y, por consecuencia, desequilibran el balance hídrico.

Figura X.4. Función del anp frente al cambio climático

Fuente: Elaboración propia.

Cambio climático

El cambio climático es un fenómeno que sin duda ha propiciado cambios en la naturaleza, la variabilidad climática está relacionada en gran medida con los factores que amenazan la resiliencia de las anp, actualmente se han presentado con mayor intensidad fenómenos relacionados con el clima (sequías prolongadas, temperaturas extremas y precipitaciones). Bajo el contexto anterior, las anp son consideradas un instrumento importante como medida de mitigación al cambio climático, ya que sirven como sumideros de carbono. Por lo que es de vital importancia su conservación.

Una de las manifestaciones del cambio climático sobre las anp es la pérdida de biodiversidad, no necesariamente es un factor directo, pero sí es un factor que puede ocasionar la desaparición de especies; el aumento de temperatura, la erosión y la sequía son otros de los fenómenos en que se puede manifestar el cambio climático sobre los polígonos de conservación.

Asentamientos humanos1

La ocupación en anp por asentamientos humanos se da por diferentes factores, uno de ellos y con más representatividad es la falta de vigilancia continua en los espacios de conservación. En ocasiones las zonas urbanas rebasan los límites establecidos y ejercen presión sobre áreas naturales. Las autoridades encargadas de la vigilancia en anp se encuentran limitados en recursos humanos y financieros para poder llevar a cabo una inspección continua. Asimismo, la mayoría de la población que se establece o se asienta en sitios de conservación crea asentamientos denominados irregulares, los cuales están fuera de lo establecido en la normatividad.

Los asentamientos irregulares carecen de un ordenamiento territorial y esto se refleja en la forma de suministrar los servicios públicos (agua, luz, drenaje y recolección de basura), usualmente los servicios con los que cuentan son deficientes, el drenaje es vertido en lugares que pueden estar afectando y contaminando el entorno. Por otra parte, la recolección de basura se vuelve difícil, ya que los sitios donde hay asentamientos pueden ubicarse en lugares accidentados, no necesariamente es una condición, pero por lo general dentro de estos asentamientos no se cuenta con una recolección de residuos. Esto da origen a tiraderos clandestinos, ya sea en barrancas, arroyos o en otros sitios y representan un riesgo potencial para el suelo y el recurso hídrico de la zona donde estén establecidos.

De igual manera, otra forma de eliminar los residuos es quemándolos a cielo abierto, propiciando el riesgo de un incendio forestal.

Por otro lado, la población del municipio de Jocotitlán ejerce mayor presión sobre el anp (sdum, 2005). En la parte sureste se evidencia la invasión del anp y asentamientos humanos que pueden generar condiciones de precariedad (véase el mapa X.3).

Mapa X.3. Asentamientos humanos dentro del anp

Fuente: Elaboración propia con base en cartas topográficas e14a17 y e14a27 (inegi, 2020).

Ante la alteración de la normatividad de ubicarse en suelo no apto para vivienda se pueden presentar riesgos. En el caso del parque Isidro Fabela, como ya se mencionó, la zona de estudio es un terreno montañoso con pendientes pronunciadas en las que en época de lluvias se generan algunos deslizamientos de laderas y erosión que vuelve vulnerable el suelo y, en consecuencia, los sitios donde existen asentamientos irregulares se encuentran amenazados.

Un elemento ambiental que también es afectado por los asentamientos irregulares es la fauna silvestre, se pueden adaptar o bien se desplazan a sitios más alejados. En casos más extremos son cazados y eliminados. Lo mismo sucede con la vegetación de la zona, que es extraída o eliminada y en consecuencia se propicia el aceleramiento de su desaparición, perdiendo resiliencia y capacidad de adaptación.

El crecimiento de la población en las últimas décadas ciertamente ha revelado un desequilibrio ecológico, por lo que es imperativo combatir sus efectos y limitar la degradación ambiental. Sin embargo, no se trata sólo del crecimiento de la población, también se trata de respetar la normatividad y los programas de manejo establecidos para conservar la biodiversidad.

Para el caso de los municipios de Atlacomulco, Jocotitlán y San Bartolo Morelos la población crecerá de forma ascendente (véase la gráfica X.1).

Gráfica X.1. Población de los municipios de Atlacomulco, Jocotitlán y San Bartolo Morelos

Fuente: inegi (2020; 2021) y coespo (2019).

El uso de suelo agrícola y pastizal ha aumentado en superficie en los municipios de Atlacomulco, Jocotitlán y Morelos en contraste con la reducción de Bosque de Coníferas, representado principalmente por el polígono del anp Parque Estatal “Isidro Fabela”, la cobertura de suelo de cuerpos de agua también se ha reducido. La disminución de vegetación influye en la captación de agua, debido a que los bosques son los principales reguladores del ciclo del agua, además de la regulación de temperatura, por lo tanto, los servicios ambientales que provee el anp se ven afectados de manera directa disminuyendo la capacidad de resiliencia.

Mapa X.4. Grado de resiliencia de la zona de estudio

C:\Users\EDOMEX\Downloads\mapa de resiliencia.jpg

Fuente: Elaboración propia con base en cartas topográficas e14a17 y e14a27 (inegi, 2021) y mapa de indicadores municipales de peligro, exposición y vulnerabilidad (cenapred, 2021).

Tabla X.4. Capacidad de resiliencia del ANP Parque Estatal “Isidro Fabela”

Propiedad Valor del ANP PEIF
Capacidad de amortiguar el cambio Medio
Grado en que el sistema es capaz de autoorganizarse Medio
Capacidad del sistema para adaptarse Medio

Fuente: Elaboración propia con base en cenapred (2021).

Los incendios forestales que se han presentado históricamente en el parque también han afectado, provocando dispersión y desaparición de la flora y la fauna. Por otro lado, el cambio climático a nivel global ha influido en la escasez de vegetación. Asimismo, los asentamientos humanos dentro del parque van deteriorando la vegetación aledaña provocando de manera irregular la conversión de uso de suelo. Por lo anterior, la capacidad de resiliencia del anp aún se encuentra en transición de alta a media, tal como se observa en el mapa X.4. Existen tres propiedades de la resiliencia ecológica (véase la tabla X.4).

Conclusiones

Los parques en la entidad mexiquense se encuentran impactados de forma directa por las actividades humanas; dicho impacto se observa principalmente en la pérdida de la superficie vegetal y, en consecuencia, hay desplazamiento o desaparicion de la fauna silvestre, erosión, infertilidad en el suelo, temperaturas extremas y disminuye la capacidad de proveer servicios ambientales. Por ejemplo, las anp que resguardan bosques mantienen la humedad y regulan la temperatura del sitio, si se impacta el bosque se está perturbando el microclima del lugar.

El crecimiento de las áreas urbanas y el uso agrícola son de las principales actividades que ejercen presión sobre las anp. Las consecuencias de los impactos negativos a las anp es que la resiliencia del lugar se ve afectada, por lo que a menor resiliencia mayor vulnerabilidad.

Asimismo, la capacidad adaptativa de las anp se basa en la propia restauración de su riqueza natural, si ésta es capaz de adaptarse se volverá más resiliente. Y si no logra adaptarse se enfrenta a amenazas que provocan su transformación.

Es necesario armonizar la conservación de las anp con las actividades que se realizan en el entorno. La acciones que se diseñen y que se ejecuten para proteger los sitios de conservación depende en gran medida de quien las ejecute. La población se debe involucrar en las estrategias y medidas.

Se debe mejorar el medio de anp con el fin de optimizar su posibilidad para crear resiliencia a fenómenos que amenazan su capacidad de sobreponerse. Los factores que amenazan la resiliencia del Parque Estatal “Isidro Fabela” son principalmente el cambio de uso de suelo, lo que provoca deforestación, incendios forestales, cambio climático y asentamientos humanos.

Una estrategia que beneficia a las anp es reducir los efectos lineales o no lineales del cambio climático sobre la biodiversidad de importancia mundial y los conjuntos humanos. El cambio climático agravará los problemas de las anp, sin embargo, el cambio en los ecosistemas y la pérdida de especies es inevitable, pero se pueden disminuirr los efectos a través de un buen manejo de los sistemas naturales.

Las anp contribuyen a proveer servicios ecosistémicos para el bienestar humano. Pero si su resiliencia se ve afectada, su entorno también. Por otra parte, la consideración de las anp en el ordenamiento, en las políticas y estrategias de desarrollo (local y nacional) debe ser prioridad. Cuantificar la capacidad de resiliencia de un anp ante una perturbación podría abrir importantes caminos para la comprensión de los ciclos adaptativos de los ecosistemas.


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