VII. Minera Media Luna de Torex Gold

https://doi.org/10.52501/cc.068.07


Tomás Bustamante Álvarez


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VII. Minera Media Luna de Torex Gold

La Minera Media Luna, S. A. de C. V. (mml) es la empresa a través de la cual opera en México la Torex Gold Resources Inc. (Torex), de capital canadiense. Es una empresa con una explotación minera legal que ha cubierto, según sus informes, las condiciones y posee los permisos que las leyes y normas de México exigen para este tipo de actividades.

La Torex tiene el dominio y control de la denominada Propiedad Morelos, donde está explotando los recursos mineros. La Propiedad Morelos es una superficie integrada por siete concesiones mineras que abarcan aproximadamente 29 000 ha en los municipios de Cocula y Eduardo Neri, en la región centro-norte de Guerrero. Esas concesiones son la Reducción Morelos Norte con 26 000 ha, Media Luna Oeste, Todos Santos, Naranjo, La Fe, El Cristo y El Olvido, en total suman 29 028 ha. Ahí la mml ha desarrollado un complejo minero también denominado Complejo Minero Morelos, integrado por las explotaciones: El Limón-Guajes (elg), que es de tajo y subterránea, y Media Luna (ml), que es extracción subterránea.20 La mayoría de los terrenos de la concesión Reducción Morelos son propiedad de los ejidos Nuevo Balsas, Real del Limón, Balsas Sur y diversas pequeñas propiedades.

Para el desarrollo de la infraestructura del Complejo Minero elg, la mml requirió de 1955 ha, las cuales posee en ocupación temporal, mediante contratos de arrendamiento a largo plazo con los ejidos Nuevo Balsas, Real del Limón, Puente Sur Balsas y pequeños propietarios. También tiene los derechos de superficie de 2647 ha para trabajar en la exploración, desarrollo y construcción del proyecto Media Luna, bajo acuerdos de ocupación temporal con el Ejido Puente Sur Balsas y una parcela individual (Proyecto Media Luna Gold, 2013). Además, MML tiene contratos de arrendamiento a largo plazo para el acceso a campamentos y pozos de agua con el ejido y propietarios de Atzcala. No existen, según la información oficial, factores o riesgos legales que afecten el acceso en la Propiedad Morelos. Existen los permisos legales y sociales respectivos para trabajar (Estado de Guerrero, 2022).

Se dice que la Torex Gold no es de las mineras que integran el directorio de las grandes trasnacionales canadienses (como, por ejemplo, la Goldcorp), sino que es una empresa modesta, además de ser la más joven en Guerrero y la que mayor inversión está realizando en la región: $848 millones de dólares, lo que significa una de las mayores inversiones mineras a nivel nacional (Pérez Moreno, 2017). Pero esto no sale de la nada, tiene su historia y sus cualidades empresariales que veremos más adelante.

Figura 7. Vista de las operaciones de la mml, río Balsas y presa El Caracol

Imagen

Fuente: Google Earth (2022).

Torex Gold, igual que las otras mineras presentes, ha llegado a México y Guerrero para aprovechar las ventajas comparativas de tipo jurídico, laboral y fiscal que ofrece a la industria. El lugar es una región —como se ha explicado—, comunicada e integrada a las redes de comunicación y a los mercados nacionales e internacionales mediante carreteras eficientes: 190 km al norte está la Ciudad de México y el aeropuerto internacional; 175 km al sur está el puerto de Acapulco en el océano Pacifico; a 75 km están las ciudades de Chilpancingo, al sur, e Iguala, al norte, centros importantes de abasto de materias primas, insumos, servicios y fuerza de trabajo; la región está conectada a la red nacional de energía eléctrica y con suficiente sol todo el año para generar energía limpia; tiene acceso y abasto local de agua suficiente; asimismo, leyes y gobiernos con políticas neoliberales hacen posible y garantizan el negocio minero. Todo lo anterior le da a Torex las condiciones para hacer del consorcio de la MML un trampolín de capitalización para relanzar desde aquí su ofensiva empresarial de neo-extra-acumulación en la era de los capitales mundiales.

En general, se han logrado las viejas exigencias que había reclamado el capital y sus exponentes, para invertir y explotar los recursos naturales de Guerrero. Se dijo que la integración y comunicación regional a la economía nacional e internacional traería el desarrollo económico y el bienestar social para su población. Pero fue una mentira y se sigue mintiendo: las leyes y políticas de gobierno que regulan la economía minera en México no tienen la perspectiva de desarrollo económico y social, siguen siendo garantía de la vieja extracumulación y capitalización de los recursos minerales fuera de México; es lo que hacen estas trasnacionales mineras, con excepción de Peñoles —que es nacional—, pues la mayor parte de riquezas que se extraen en forma de metales preciosos fluyen a los países matrices donde se capitalizan para sus economías.

No obstante, los inversionistas se siguen quejando de inconvenientes que les dificultan y obstruyen el negocio. El carácter comunal de las tierras es uno de ellos, aunque no es un obstáculo insalvable. Negociar con colectivos poseedores de la tierra es un hito dicen, la firma de acuerdos y permisos con las comunidades para el uso de las tierras es un proceso difícil y riesgoso. Otro inconveniente más, con el que tienen que seguir lidiando los inversionistas, como antaño, es la inseguridad, la presencia de grupos criminales en las regiones mineras y la corrupción de políticos; problemas que siguen muy activos y presentes en México. Sin embargo, tampoco son problemas insalvables, también son negociables, son formas disfrazadas de socialización de la riqueza que se extrae.

Antecedentes históricos

Los orígenes de desarrollo del Complejo Minero La Media Luna en Guerrero, datan de 1983 cuando el gobierno creó, a través del área de Estudios Geológicos Mexicanos de la Secretaría de Economía, la Reserva Minera Morelos, un área mineralizada entre los estados de Morelos y Guerrero. En 1995 dicha reserva se dividió en dos partes para ser concesionada: una denominada Reducción Morelos Sur y la otra Reducción Morelos Norte. La primera, ubicada al sur del río Balsas y la segunda al norte del río Balsas su mayor parte, con una pequeña extensión en la parte sur del Balsas, que comprende precisamente el cerro la Media Luna, cuyo nombre toma la empresa. En 1998, mediante un proceso de licitación se otorgaron en concesión la Reducción Morelos Sur a lo que ahora es el Complejo Minero Los Filos y la Reducción Morelos Norte a una empresa conjunta entre Miranda Mining Development, Co. y Teck Resources, Co., ahora denominada Minera Media Luna, S. A. de C. V. (mml). Por estas licitaciones las empresas mineras (mml y Los Filos) quedaron sujetas a otorgar el 2.5% de utilidades de los minerales extraídos por derechos a México, a través del área de Estudios Geológicos Mexicanos.

En 1999 la mml adquirió mediante transferencia de derechos de la empresa Babeque, S. A., las concesiones de El Anono, El Cristo, San Francisco y El Palmar. En el 2003 la mml adquirió la concesión denominada Apaxtla 2, mediante acuerdo de transferencia con la Minera Nukay, S. A. En el 2004 la mml adquirió el 60% de la concesión La Fe de la Minera Miranda y Teck. En el 2005 la Goldcorp adquirió el 40% de la Minera Miranda, uniéndose a Teck. En 2009 Gleichen, nombre anterior de Torex, adquirió las acciones de Teck en la mml, formando la subsidiaria tgxm propiedad total de Torex. En el 2010, Torex, a través de la tgxm, adquirió todas las acciones de la mml de Desarrollos Mineros San Luis, S.A., filial de Goldcorp. De esa manera Torex se hizo propietaria del 100% de las acciones de la Minera Media Luna, título también con el que la empresa está registrada y opera en México y en Guerrero. Torex Gold Resurces posee entonces el total de la propiedad Morelos, con una superficie de 29 000 ha, donde se encuentran los tres depósitos principales en explotación: El Limón, Guajes y Media Luna (unam, 2017). Como se puede ver, existen antecedentes de relación entre Goldcorp, ahora Leagold de Los Filos, con Torex, la cual se pondrá a prueba en un futuro próximo, pues son colindantes de las áreas concesionadas y en esos puntos de colindancia es donde existentes importantes intrusiones mineralizadas con oro, plata y cobre, tal como lo muestra el cercano cerro Media Luna.

Características geológicas y geográficas

El área geográfica, asiento de las operaciones de la mml, ha sido denominada por los estudios geológicos de la Plataforma Morelos como una estructura de rocas ricas en carbonatos mesozoicos. La plataforma está subdividida en la Formación Morelos, la Formación Cuautla y la Formación Mezcala. La Formación Morelos es de rocas sedimentarias que incluye calizas cristalinas basales y dolomitas; la Formación Cuautla integra calizas limosas y areniscas; y la Formación Mezcala integra areniscas intercaladas, limolitas y lutitas. Estos elementos y conceptos propios de las ciencias de la tierra, son evidencias que indican la presencia de metales preciosos; hipótesis que fue confirmada con estudios de perforación que muestran la existencia de rocas o intrusión de rocas mineralizadas con oro, plata y cobre bajo el cerro de la Media Luna, con dimensiones aproximadas de 1.4 km por 1.2 km que van desde 4 m a más de 70 m de espesor (Proyecto Media Luna, 2022).

El Complejo Minero Media Luna está dividido en dos partes: un área ubicada al norte del río Balsas, que es donde se está desarrollando el proyecto El Limón/Guajes (elg); y la otra área ubicada al sur del río Balsas, donde se desarrolla el proyecto Media Luna (ml) o sea bajo el cerro del mismo nombre. El proyecto elg es de extracción a cielo abierto, mediante el tajo de cerros, con prolongación subterránea. A un costado, en la parte baja y al noroeste de esos cerros en demolición, está la infraestructura de operación productiva de la planta que entró en operación en 2016. El proyecto ml es subterráneo y el mineral que de ahí se extraiga viajará por una banda por abajo del Balsas, a través de un túnel de 6.5 km, para llegar a la planta de procesamiento de elg; este proyecto está programado entrar en operación en este año 2022 (Proyecto Media Luna, 2022).

Exploración y perforaciones

La minera Torex, a través de la mml, heredó en 2010 los estudios y trabajos en proceso que habían venido desarrollando las empresas anteriores. En perforaciones del periodo 2000-2009 se habían realizado 619 pozos con 98 774 m. La Torex dio continuidad e intensificó los estudios de exploración y perforación con el fin de respaldar e incrementar las reservas existentes, ya que estas tendrían relación con las características de la planta de procesamiento en proyección. En esa perspectiva, entre 2009 y 2021, la Torex realizó 3426 pozos con 719 609 m de perforación más, lo que significó un análisis minucioso principalmente en el área de la Media Luna (Minera Media Luna, 2013). De esa manera se estructuró el Complejo Minero Morelos con la integración del Complejo Minero El Limón-Guajes y el Proyecto Media Luna. Con el mineral que se extrae de esas explotaciones y el que se extraiga de Media Luna se alimenta a la planta de proceso con lixiviación de cianuro/carbono y relaves. La planta tiene una capacidad de procesamiento de 14 000 t/d y se estima que las reservas de explotación de ELG se agoten en el 2024 y las de ml en el 2033.

A finales de 2021, el Complejo Minero elg produjo y vendió más de 2.2 millones de onzas de oro (Moz), con la respectiva regalía del 2.5% al gobierno mexicano sobre los minerales producidos y vendidos de la concesión Reducción Morelos Norte. Al mismo tiempo, Torex intensificó los trabajos de exploración en el área de ml, donde realizó aproximadamente 160 km de perforación, que dieron como resultado la existencia de 4.4 millones de onzas de oro probadas y una reserva probable de 3.4 millones de onzas, lo que dio certeza para el desarrollo e inversión en el Proyecto ml y la construcción de túneles bajo el Balsas.

En total los recursos minerales medidos en la Propiedad Morelos, se estiman en 46.7 millones de toneladas de mineral, con leyes promedio de oro de 3.41 g/t, plata 19.6 g/t y con el 0.66% de cobre. Lo que suman un contenido total de 5.1 millones de onzas de oro, 29.3 millones de onzas de plata y 677 millones de libras de cobre (Minera Media Luna, 2022).

La mina Media Luna será una explotación subterránea. El mineral será transportado al sitio de la planta de proceso elg, a través de una banda transportadora subterránea suspendida de la parte trasera del túnel, que va por debajo del río Balsas y será el acceso principal que conecte el complejo minero elg con la mina ml. Con el mineral de ml se producirá cobre, oro y plata, será una mina polimetálica.

Los trabajos geológicos de exploración en la Propiedad Morelos de Torex continúan, mediante levantamientos magnéticos que han mostrado ser efectivos para identificar objetivos con minerales para ahí perforar. Según esos estudios es probable que los depósitos conocidos se amplíen a lo largo y en profundidad, siguiendo los contactos de las intrusiones con las formaciones Mezcala/Cuautla y Morelos (Minera Media Luna, 2022). Todo indica que la mml tiende a expandirse, a incrementar sus reservas, pues sus límites no están definidos ni agotados

Como parte de la estrategia actual, Torex sigue financiando proyectos multimillonarios de perforación y exploración en la Propiedad Morelos. Los objetivos de exploración en esta se han dividido en dos tipos, las exploraciones cercanas a la mina y en las áreas adyacentes. La perforación y exploración cerca de la mina en elg se concentra en las áreas adyacentes a la infraestructura existente en el Complejo Minero elg. Esto incluye la identificación de nuevos recursos debajo de los pozos y la extensión de los depósitos subterráneos.

En su ofensiva técnico científica minera, la Torex para realizar los diversos estudios y exploración, ha contratado los servicios de 15 consultorías internacionales especializadas, además de su propio equipo de investigación. Con esa capacidad y apoyo profesional, actualizó los objetivos de los estudios realizados de toda la propiedad en 2013, utilizando mapeo geológico detallado y muestreo de fragmentos de roca, geofísica de suelos basada en cuadrículas y modelado geofísico detallado del estudio magnético ztem. Entre 2019 y 2021 se hizo una revisión de la focalización histórica y se definieron nuevos objetivos. En 2021, se realizaron dos nuevos estudios geofísicos en ml, incluido uno magnético con drones para mejorar la resolución de las anomalías magnéticas y un estudio gravimétrico (Minera Media Luna, 2022).

La prospección de los estudios le dan un horizonte de confianza para invertir en la infraestructura necesaria y hacer una explotación moderna, eficiente y con responsabilidad ambiental. Con el apoyo en los diversos estudios científicos y técnicos, le permiten jugar y apostar a la capitalización de los buenos rendimientos de oro y plata obtenidos, con la construcción de eficiente infraestructura, para tener como perspectivas los menores impactos ambientales y hacer más redituables los procesos de producción minera.

El proceso metalúrgico

La mml en sus extensos estudios técnicos poco habla o describe el proceso metalúrgico, seguramente ahí hay innovaciones técnicas que son secreto industrial. Lo que se entiende es que utiliza el método químico de cianuración en la separación de metales, pero a diferencia de la minera Los Filos que lo hace mediante los patios o montones de roca de lixiviación, regados con agua cianurizada durante meses, la mml lo hace mediante un circuito de tanques de lixiviación donde depositan el mineral molido y lo lixivian en agua con cianuro, activado con la inyección de oxígeno líquido para acelerar el proceso de separación de oro, plata, cobre y fierro, lo cual se lleva a cabo en 24 horas. En el circuito de tanques con agua y cianuro, los metales se van separando y lo que va quedando son los relaves o lodos con los materiales de desecho.

Se informa que el agua que usa en ese proceso es poca, porque sigue un circuito de reciclamiento, junto con el cianuro que contiene. El material precipitado, separado y decantado es limpiado de cianuro y de agua; mientras que los metales objetivo del proceso (oro y plata) siguen el proceso de separación y refinación. A su vez, los materiales de desecho son utilizados (los lodos) para rellenar excavaciones y otros (los polvos) para rellenar y aplanar áreas de servicios y caminos. Estos polvos son innocuos, inofensivos para el ambiente, se aseguran que su contenido de cianuro no sea mayor de 2 g de partículas por tonelada de material de residuo (Minera Media Luna, 2017).

La mml, para transportar el material de roca que se extrae de los tajos, construyó una larga banda de más de 500 metros, sobre la que rueda cuesta abajo el material rocoso que los pesados transportes depositan en la parte alta al inicio de la banda. El material viaja en la banda hasta el gran domo, donde están los molinos que trituran ese material hasta convertirlo en partículas pequeñas que siguen el proceso de lixiviación. Ese gran domo, además de albergar parte de la planta del proceso de trituración y transformación del material mineral, atrapa el polvo que ahí los molinos de piedra generan. El material, que rueda sobre la banda, con su peso en movimiento genera una fuerza que es utilizada para generar energía, la cual alimenta a la propia banda y a molinos de trituración. La fuerza que alimenta a esa planta generadora de energía es el material de roca, por lo que este no debe cesar su suministro, de lo contrario no hay energía que dé movimiento a esa maquinaria.

La lixiviación con cianuro para la separación de los metales oro y plata, seguida con la absorción con el carbón, sigue siendo el método efectivo y es el que se aplica en la planta elg. Sin embargo, los niveles elevados de hierro en la alimentación, se identificaron como la fuente del aumento del consumo de cianuro. Ante ese problema, se implementaron medidas para bajar ese consumo de cianuro mediante la oxidación previa con la inyección de oxígeno líquido. Y el impacto del cobre soluble a que daba lugar el consumo de cianuro se ha mitigado, en una medida razonable, con la puesta en operación de la planta de proceso sart.

La planta sart es un proceso químico de sulfuración, acidificación, reciclaje y espesamiento, que permite la extracción y recuperación selectiva de cobre de las soluciones de lixiviación con cianuro; también permite la conversión de cobre por precipitación en sulfuro de cobre, mientras que el cianuro se regenera y se devuelve al circuito de lixiviación principal. Un beneficio adicional del proceso sart es que la plata se precipita junto con el cobre. El oro no se precipita con el cobre y la plata, sigue la ruta normal del proceso de separación. sart permite que el cianuro se recicle en el circuito de lixiviación a través de la conversión de cianuro en ácido unido al cobre. Asimismo, sart es capaz de eliminar entre el 90 y 95% del cobre de la alimentación y produce un precipitado de cobre vendible de alto grado (40 a 50% de Cu). La plata también se precipita junto con el cobre y se genera un precipitado con alto grado de plata (Minera Media Luna, 2022).

La puesta en práctica de la planta sart en 2018 dio como resultado la recuperación de 89.1 toneladas mensuales de cobre. El valor del cobre en la alimentación de la planta metalúrgica representa aproximadamente el 30% del valor económico de los minerales mineralizados del yacimiento Media Luna (Minera Media Luna, 2022). Con esta tecnología, Torex hizo más redituable y eficiente el proceso metalúrgico de elg, pues además de reducir el uso de cianuro, da comienzo a una producción polimetálica que se incrementará con la puesta en operación en 2024 el proyecto ml y producirá concentrados de cobre, oro, plata doré y un precipitado de sulfuro de cobre Minera Media Luna, 2022). Lo que se observa es la ciencia y tecnología puestas al mejoramiento y eficiencia productiva, tomando en cuenta el cuidado del medio ambiente con la reducción del uso del cianuro en su proceso metalúrgico.

Se observan convencidas tomas de decisiones en la construcción de infraestructura donde no se regatean los recursos financieros, porque saben que son inversiones recuperables que se hallan respaldadas por los estudios exploratorios realizados de las reservas medidas, cuantificadas y valoradas. Esta estrategia de trabajo favorece al medio ambiente porque no ahorra inversiones en infraestructura a costa de la contaminación y del mayor impacto ambiental.

La política ambiental de la MML

Torex tiene una política de protección ambiental y un sistema de gestión ambiental y social, con el compromiso de cumplir y superar los requisitos reglamentarios ambientales vigentes en todas las actividades de exploración, desarrollo, minería y cierre, sin dañar el medio ambiente natural más allá de los límites operativos. El sistema incluye programas de gestión de agua, residuos y biodiversidad, así como programas de monitoreo ambiental, programas de energía y emisiones de gases de efecto invernadero e inventarios de emisiones; de igual forma, se incluyen las variables del cambio climático y se toman en cuenta en su programación y trabajo. En esa perspectiva, la MML ha contraído diversos compromisos a favor de implementar acciones sostenibles y de cuidado ambiental.

  • Asumió la responsabilidad de Industria Limpia, el cual es un programa nacional de auditoría ambiental establecido en 1992 por Profepa. Industria Limpia consta de dos componentes, a saber, una auditoría de cumplimiento ambiental y una revisión de buenas prácticas ambientales. El programa es voluntario y los certificados son otorgados por Profepa por un periodo de dos años. mml solicitó la certificación en abril del 2021.
  • Normas externas de desempeño, divulgación e informes. Torex se ha comprometido a mejorar continuamente en términos de divulgación e informes de cuestiones ambientales, sociales y de gobierno, para cubrir así las necesidades de información de los inversores y otros proveedores de capital. Estos esfuerzos, en los últimos dos años, se han reflejado en mejoras recientes en la puntuación de las principales agencias calificadoras.
  • La compañía también se ha comprometido a adoptar estándares internacionales adicionales para fortalecer los sistemas existentes y promover la mejora continua en el desempeño ambiental y social. Dichos estándares son: los principios de minería de oro responsable del Consejo Mundial del Oro, el Código Internacional de Manejo del Cianuro y el Estándar de la Industria Global de Manejo de Relaves.
  • Ha venido actualizando su Manifiesto de Impacto Ambiental (mia) cada año y está en proceso el mia integral ante Semarnat (Minera Media Luna, 2022).
  • mml estableció una estrecha relación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (inah), en 2011, para salvaguardar, estudiar y rescatar sitios paleontológicos, arqueológicos e históricos en el área del proyecto. En el 2013 se realizaron levamientos en las áreas de Puente Sur Balsas y El Potrerillo a fin de establecer estrategias de conservación de sitios arqueológicos (Minera Media Luna, 2022).

En sus estudios se observa la perspectiva ambiental. Científicos y técnicos no ocultan o ignoran los problemas ambientales a que da lugar la minería, con la contaminación de suelos, de aguas, de aire y la huella que deja en el calentamiento atmosférico. Sus estrategias de trabajo tienen de fondo ese reto: dañar lo menos posible al medio ambiente natural, incorporando como objetivos avanzar en la generación de energía solar, la limpia y reciclado completo del agua usada, innovar métodos metalúrgicos que reduzcan y sustituyan el uso del cianuro, generar inercias de acción con gobiernos, crear instituciones de investigación, así como organizaciones empresariales y sociales.

En la filosofía de trabajo de mml se observan variables ambientales, con el apego a las leyes y normas ambientales. Se reconoce que es inevitable tener impactos ambientales negativos en el entorno natural, el problema es que no debe dominar la irracionalidad ambiental, sino que se deben asumir responsabilidades y buscar opciones para evitar, reducir y mitigar esos impactos. Confían que cuando existen estudios exploratorios bien fundamentados, no hay porque temer hacer inversiones en infraestructura y a favor del medio ambiente, ya que son parte de la capitalización de los recursos a explotar. Por lo general, los daños ambientales están asociados al ahorro de inversiones. Así se explica la ofensiva de exploración con estudios intensivos de los recursos mineros regionales, con fines de incrementar las reservas actuales y prolongar los proyectos de explotación más allá de 2033, que es la meta actual. La infraestructura productiva instalada y la que está en proceso indican que Torex estará por largo tiempo en Guerrero.

Torex ha asumido compromisos para reducir su huella de carbono. En consecuencia, tiene en proceso la construcción de una planta solar para el suministro de energía alternativa. En el mismo sentido avanza en la conversión de la flota de equipos móviles a una flota híbrida, una combinación de vehículos diésel y eléctricos de batería con el fin de disminuir las emisiones de carbono y gases. Ha implementado también un sistema de comunicación inalámbrica bajo tierra en el Complejo Minero elg y hará lo mismo en el Proyecto ml, para habilitar sistemas de ventilación y reducir el consumo de energía. Se informa que trabaja con estudios para localizar las oportunidades de reducción de carbono e identificar los ahorros de energía y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (gei) en la mina. Al respecto, el uso de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, actualmente se componen de un 70% de electricidad de la red, un 25% de diésel y un 4% de energía solar. La gasolina y el propano representarán menos del 1% del consumo (Minera Media Luna, 2022).

Torex se comprometió con los Acuerdos de París,21 que tienen como objetivo limitar el calentamiento mundial. En consecuencia, sus proyectos y metas de trabajo están alineadas con las recomendaciones que emite el grupo de trabajo surgido de esos acuerdos. Asumir esa responsabilidad voluntariamente, contraer compromisos y hacerlos explícitos internacionalmente son dignos de reconocimiento para Torex Gold en su compromiso con el medio ambiente, más cuando para producciones como la minería es un verdadero reto. Pero sí se puede.

En consecuencia y en la misma perspectiva de compromisos con el cuidado ambiental regional, Torex informa que lleva a cabo programas anuales de reforestación, en los que utiliza plántulas cultivadas en un vivero, con una capacidad de producción de 120 mil plantas por temporada de reforestación. Desde 2015 hasta finales de 2020, la mml ha reforestado 560 ha de terreno que incluyen áreas fuera del Complejo Morelos, con un total de 350 mil árboles (Minera Media Luna, 2022).

El uso de agua de la MML

El suministro de agua para el Complejo Minero Media Luna proviene de tres pozos ubicados en tierras del pueblo de Atzcala, aproximadamente a 11 km al este del sitio de la mina. El agua se bombea a la planta de proceso elg, a través de una tubería de 10-12 pulgadas de diámetro y 14.5 km de longitud.

El agua de los pozos de Atzcala se utiliza para el campamento, para los procesos de operación de la mina en la planta, para el control de polvo en los caminos y el uso doméstico al interior de la mina. Toda el agua utilizada es tratada, y la que es necesaria se potabiliza.

Para el desarrollo de la mina Media Luna, en la parte sur del Balsas, actualmente se están utilizando cinco pozos para abastecer la perforación de exploración, la construcción de obras y los campamentos. Para reducir el uso de pozos se usa un sistema de reciclaje de agua que permite la reutilización del agua de la mina y también para aprovechar el agua de escorrentía natural recolectada en los estanques durante la temporada de lluvias. Una vez que la mina ml esté conectada al Complejo Minero elg a través del túnel de Guajes, la principal fuente de suministro de agua para el desarrollo subterráneo será de las fuentes de agua de elg, lo que permitirá reducir el consumo de los pozos de ml (Minera Media Luna, 2022).

En el uso de agua se observa responsabilidad por parte de quienes dirigen la operación de la mml. Se ha construido una amplia infraestructura tecnológica para aprovechar adecuadamente el recurso, con sistemas de tratamiento y reciclado; no se observa desperdicio de agua, ni se arrojan aguas usadas al embalse de la presa El Caracol, al río Balsas o a sus arroyos.

La mina tiene un sistema de nueve represas en su entorno que captan las aguas, tanto las que descargan los servicios de la mina, como las de precipitación que entran en contacto con el material removido. Con esas represas se precipitan los sólidos, se limpian las aguas y son bombeadas para su uso.

Según su informe técnico, Torex tiene un plan operativo de gestión del agua que proporciona información detallada sobre los sistemas actuales de control y gestión del agua en el Complejo Minero elg y en Media Luna; así como información sobre los sistemas de gestión del agua para el Proyecto ML cuando esta mina subterránea entre en funcionamiento. Las herramientas de gestión incluyen un tablero Web-GIS para la información de datos, el uso y colaboración de equipo informativo y un modelo de recuento de agua en todo el sitio para evaluar el movimiento y estimar el almacenamiento de agua y las tasas de flujo en las principales instalaciones mineras.

El sistema de gestión del agua incluye cuatro estanques de sedimentos que reciben las aguas de lluvia que entran en contacto con el material removido de los tajos mediante explosivos, los cuales se sedimentan y limpian para su uso. El agua de contacto de las instalaciones se recolecta en tres estanques que bombean al estanque de agua central para ser tratada y usada nuevamente en la planta. El agua de contacto incluye la escorrentía de la superficie, el flujo subterráneo y la filtración que se recolecta debajo de las presas de los estanques. La mina recicla gran parte del agua que usa; aun así, la demanda de agua excede la cantidad de agua que se recolecta y recicla, en ese caso se complementa con agua dulce extraída de los pozos de Atzcala. El balance de agua en general de todo el sitio demuestra que hay suficiente agua disponible, pero depende del uso que se le dé, así como del almacenamiento y tratamiento, pero para eso se requiere la infraestructura (Minera Media Luna, 2022).

La planta de proceso elg tiene un circuito cerrado de agua, incluyendo la de lluvia. Al ser un sistema cerrado no hay liberación de agua usada en la planta, sino que funciona para recolectar, reutilizar y monitorear la calidad del agua. El enfoque del sistema es maximizar el reciclaje y minimizar el impacto potencial en el medio ambiente de la escorrentía de los eventos de lluvia. Otro objetivo de ese sistema es desviar la escorrentía de aguas pluviales alrededor de la planta y las áreas de influencia de la planta, para así minimizar la cantidad de agua que entra en contacto con los desechos de la mina o las áreas perturbadas. Esta agua sin contacto con los procesos mineros se recolecta en canales de desviación y se dirige a estanques de sedimentos para eliminar los sólidos antes de liberarla al medio ambiente a través de los cauces naturales (Minera Media Luna, 2022).

México tiene leyes y reglamentos ambientales que se aplican al desarrollo, construcción, operación y cierre de proyectos mineros. La mml, según sus informes, cumple con la normatividad e informa sistemáticamente a la autoridad ambiental mexicana respecto al monitoreo de la calidad del aire y de las aguas superficiales; en el caso de las aguas de la presa y de las aguas subterráneas lo hace en coordinación con la UAGro. Se observa que el equipo de estudios va más allá de lo que indican las normas, con visiones preventivas se buscan alternativas de solución a problemas específicos, evitando en lo posible los impactos ambientales negativos en el proceso de trabajo, y no con acciones remediativas al final del cierre de operaciones.

El uso de energía de la MML

La energía que usa la mml es suministrada por la cfe. La minera está ubicada por donde pasan las líneas de alta tensión eléctrica que se genera a unos pocos kilómetros al poniente en la hidroeléctrica El Caracol y que está conectada a la red nacional de electricidad. Existe una dependencia casi total de la red eléctrica nacional, con excepción de una pequeña cantidad de autoproducción y consumo de energía que genera con su banda transportadora de roca. En sus planes tiende a generar energías limpias para su consumo, por lo cual ha puesto en marcha el proyecto de construcción de una planta solar.

En consecuencia, con sus compromisos ambientales para reducir su huella de carbono, en abril de 2021, Torex firmó un contrato de arrendamiento comercial con un productor global de energía renovable para construir una planta solar de 8.5 MWh que suministrará energía al Complejo Minero elg. La planta solar se conectará a la subestación existente de la cfe. Se ha avanzado con las gestiones de mia integral y permisos ante Semarnat y la Comisión Reguladora de Energía. Su construcción comenzará una vez teniendo los permisos; los primeros nueve meses serán para la construcción y puesta en marcha. La vida útil de la planta solar será de 25 años. Los ahorros esperados en costos de energía son de un millón de dólares por año, aproximadamente, durante un período de arrendamiento de 20 años. La recuperación total de la inversión se dará en alrededor de siete años. Al inicio abastecerá el 4.5% de la energía que requiere el Complejo elg, con perspectivas a incrementar su potencial. Después del cierre de la mina, la planta quedará bajo la administración y el uso de las comunidades (Minera Media Luna, 2022).

Las relaciones de la mml con las comunidades

En las relaciones entre la minera y las comunidades han influido las condiciones sociales en que viven esos pueblos, caracterizados por la marginación social, la pobreza económica, los bajos niveles de educación, su relación e influencia con el crimen organizado y las políticas de clientelismo político con los gobiernos. Son pueblos campesinos con fuerte influencia de vida bucólica, a los cuales llegaron a trastocar las mineras, con los cambios de opciones de trabajo y formas de vivir. El autoempleo en la agricultura de básicos y de subsistencia se verán desplazados por el trabajo asalariado, lo que eran campos para el pastoreo de pequeñas unidades de ganado vacuno se verán invadidos de maquinaria que surca, hace tajos y barrena sus tierras; ha terminado la vida apacible y campirana, y ha comenzado la vida moderna, industrial y de progreso.

Esos cambios son asociados por los pobladores con dinero que llega a su pueblo debido a las mineras que buscan de recursos para explotar. La compra-venta de tierras minera-comunidades será el medio que cambiará sus vidas. En esos casos la tierra se convierte en la mercancía de negociación. Para la empresa es cuestión estratégica; su éxito de trabajo depende de buenos tratos con la comunidad y para la comunidad, una vez decidida la venta o renta de tierras, un buen trato será un buen precio por sus tierras y prestaciones sociales.

Lo que se observa en las comunidades es que los pobladores al vender o rentar sus tierras a las mineras no tienen conciencia de los cambios que van a sufrir esos espacios, los cuales van a ser transformados y destruidos. No piensan en el futuro de su territorio y tampoco en los cambios ambientales, domina la idea del beneficio económico inmediato que van a tener. Es hasta que empiezan a ver los impactos que el trabajo minero tiene en sus tierras, en el paisaje, en el aire, en el agua, con el ruido, etc., cuando comienzan a tomar conciencia y valorar que los recursos naturales no sólo son dinero. Ahí empiezan sus inquietudes y protestas para defender los recursos ambientales. Esas protestas, por lo general, no son para evitar los trabajos de las mineras, sino para renegociar los precios e indemnizaciones por esos recursos que están destruyendo y que consideran que no entraron en las negociaciones de costos de la tierra. Los árboles, por ejemplo, se valoran como portador de madera, no como parte de un sistema ecológico que tiene que ver con el clima, con la protección del suelo, receptor y sembrador de agua. Es decir, no es la protección ambiental lo que importa, esa variable es secundaria, sino que el valor económico se revela como la prioridad, por lo que una vez establecido el precio por árbol pueden seguir derribándolos: “mientras haya una recompensa, no hay problema ambiental” (exlíder comunero, comunicación personal, 20 de febrero del 2021).

Ahora bien, en las comunidades más pobladas, como son Mezcala y Nuevo Balsas, no todos los pobladores son parte del núcleo agrario, el cual está integrado por un padrón de los que tienen parcelas de tierra, quienes por lo general pertenecen a la población adulta mayor, en muchos casos mujeres, o bien, son los descendientes beneficiados, quienes han cubierto los requisitos y han sido aceptados por la asamblea de comuneros y dados de alta en el padrón de la comunidad. Por lo tanto, será esa población, vinculada jurídicamente a la tierra, la que tendrá derecho a los beneficios que traiga el usufructo de los recursos explotables. Así, en el pago por tierras y otras indemnizaciones por afectación de recursos, los beneficiados serán los legalmente reconocidos por el núcleo agrario, los pobladores que no entran en esa figura quedan fuera, lo que generalmente se transforma en un factor de disidencia comunitaria.

En caso de las relaciones de la Minera Media Luna con las comunidades, los conflictos no fueron por las tierras, ni con los núcleos agrarios, fueron con los pobladores de las comunidades que están fuera de los núcleos agrarios, es decir, de los pobladores sin tierra. Por lo que, al no poder enarbolar banderas relacionadas con la tierra, enarbolaron banderas ambientales, relacionadas con la presa El Caracol, con la pesca y su trabajo. Estas demandas tuvieron eco en la empresa, la cual, a pesar de no tener a estas dentro de sus responsabilidades directas de atención, se sentaron a dialogar y establecieron compromisos con el desarrollo de proyectos para atender problemas regionales y de las comunidades, lo que neutralizó las movilizaciones. De esta manera se estableció un ambiente de respeto y diálogo que le dio mejores condiciones de trabajo a la mml.

En las relaciones de la Minera Media Luna con las comunidades se pueden distinguir dos momentos diferentes. El primero, que comprende los ocho o nueve años iniciales de trabajo de la empresa, que fueron de organización, estudios de exploración y construcción de la infraestructura. En esa etapa las relaciones fueron tensas, de presiones violentas de grupos de pobladores movidos por intereses personales e intervenidos por el crimen organizado; con acciones de bloqueo a los trabajos, amenazas, secuestros y asaltos. Fue, en suma, un periodo de inseguridad para el trabajo de la mina y para la vida regional en general. Un segundo momento, que comprende los últimos cuatro o cinco años, donde las relaciones han sido de diálogo y desarrollo de programas sociales que han favorecido un ambiente de respeto y trabajo. Tiempos que estuvieron determinados por contextos diferentes. El primero era de fuertes y violentas confrontaciones entre los cárteles del crimen y de guerra contra el narco por el gobierno del presidente Felipe Calderón, cuando se disputaban el control de rutas de trasiego y plazas de distribución de la droga.22 Las zonas de influencia minera eran atractivos imanes por el dinero que ahí comenzó a circular, de forma que el crimen organizado comenzó a hacer lo que sabe hacer: la extorsión de otros negocios. En 2011, poco después de comenzar las obras, la mina cerró por dos meses debido a las amenazas de extorsiones millonarias que el crimen organizado exigía al directivo de mml, Alfred Stanfort. Este optó por detener los trabajos, porque si caes, “una vez que pagas, estás atrapado” (Pérez, 2017).

Después, en marzo de 2016, antes de ser inaugurada y de que comenzaran los trabajos de producción, la mina fue paralizada con bloqueos por grupos de pescadores de Nuevo Balsas y pobladores de Atzcala. Movilización que tuvo difusión porque incorporaba un problema muy grave como es la contaminación del Balsas, de lo que se acusaba a la minera, y donde los pescadores y pobladores locales eran las víctimas. Esas acusaciones y demandas a la mina no estuvieron fundamentadas y apegadas a la realidad, pero abrieron a la opinión pública y en diversas instancias de gobierno una información relevante, la contaminación del Balsas y en particular la presa El Caracol, sustento económico de más de mil familias que viven de la pesca. Ese tipo de noticias son muy atractivas para los sistemas mediáticos de información, los hacen temas atractivos de nota roja y de primera plana de medios locales, por lo que tienen importante impacto político y social. Los protagonistas de los bloqueos, por lo general, son pequeños grupos de pobladores que se colocan en los accesos a la mina, cuidando que no quiten los obstáculos en las carreteras. Los informadores busca-nota o las informaciones de prensa presentan a estos como los defensores de los recursos naturales y ambientales, con lo cual les dan connotaciones ideológicas de lucha y de defensa de los recursos naturales, del medio ambiente y contra el saqueo de las riquezas nacionales.

El impacto noticioso de ese movimiento “ambientalista” de 2016 tuvo efectos y fue aprovechado también por políticos en precampaña electoral, fue el caso del senador por Guerrero, Armando Ríos Peter, quien con escasa y parcial información llevó el caso al Senado de la República, haciendo eco de las peticiones de los pescadores. La demanda del otorgamiento de una indemnización a los habitantes para resarcir los daños provocados por la empresa minera al medio ambiente ha afectado sobre todo a los aproximadamente 300 pescadores de Nuevo Balsas, debido a que ha disminuido considerablemente la pesca por el impacto de los trabajos en el río Balsas. La indemnización es de $500 mil pesos por año para cada persona mayor de edad que hay en Nuevo Balsas. Si se estima una población de poco más de 700 personas, la contaminación del aire y del agua por residuos tóxicos, las constantes explosiones, el polvo y los escombro que se arrojan al cauce del río equivaldrían a unos $350 millones de pesos. Se trata de un gravísimo impacto sobre los ecosistemas, ya que implica la destrucción de cientos y a veces miles de hectáreas (Ríos Piter, 2016). El documento incluía otras demandas más de tipo educativo, de salud, de comunicación y hasta de licencias comerciales que corresponden a diversas instancias federales, estatales o municipales dar atención, no a la minera.

La mml estaba en la etapa de preparación y estudios cuando se dieron esas movilizaciones de exigencias y denuncias. Inició sus operaciones de producción de oro y plata en abril de 2016, pero ya en las vísperas del trabajo intensivo se le estaban endosando diversos problemas de contaminación de aguas, de arrojo de desechos y escombros al Balsas, así como de afectación a la producción pesquera, entre otros más. Se presionaba de diversas formas con el fin de sacar dinero —extorsionar— a la minera, mediante pagos e indemnizaciones diversas, hasta por la contaminación ambiental.23 Es la lógica del falso y tradicional ambientalismo, de ver los problemas de la naturaleza con la lupa del dinero: se le pone precio monetario a la naturaleza y con ello acaban, contaminan, destruyen y transforman los recursos de las comunidades campesinas. Si pagas, se acabó el problema de contaminación de aguas, de suelos, deforestación, destrucción, etc. Es la lógica antropocéntrica, importo yo, humano, no la naturaleza.

En ese ambiente de tensas relaciones, los representantes de la minera se sentaron a dialogar con los inconformes, manifestaron disposición a colaborar con la solución de problemas regionales, aunque estos no fueran resultado de sus actividades, como es el caso de la contaminación del Balsas y de la actividad pesquera. Se convocó e incorporó al diálogo a instituciones de investigación y educación superior, como fue el caso de la UAGro, el sector empresarial, organizaciones sociales y gobiernos para buscar sinergias de trabajo y colaboración. Con la UAGro se firmó un convenio para monitorear la producción pesquera, con muestreos sistemáticos de peces en seis puntos estratégicos del embalse para ver los niveles de contaminantes en los pescados y sus riesgos para la salud, con la finalidad de tomar las medidas sanitarias adecuadas basados en ese conocimiento. Dicho programa es financiado por la mml y lleva tres años de realización. Los resultados de análisis de laboratorios acreditados dan certeza a los pescadores de que su producto es apto para ser consumido a pesar de los contaminantes que contiene (Cervantes, Santes y Bustos, 2021). Con empresarios regionales se organizó un clúster minero de servicios y abasto de insumos para la industria minera regional que dio prioridad a la mano de obra regional y estatal; con el gobierno se acordó mantener el fondo minero de apoyo a los pueblos vinculados con la actividad minera; con los pescadores se acordó formar cooperativas y, a través de ellas, se apoyará con lanchas de motor y créditos, la siembra de alevines (cría de peces) y el apoyo para limpiar la presa de las toneladas de basura que ahí se acumulan sistemáticamente, todo lo anterior a petición expresa de las organizaciones de pescadores. Asimismo, instalará seis comedores gratuitos en Nuevo Balsas, donde la condición para hacer uso de ellos es que los usuarios tengan una relación mínima con la empresa y el trámite de un carnet; apoyarán el desarrollo de obras y servicios urbanos de salud, educación y esparcimiento (arreglos de calles, parque, iglesias y jardines); y, finalmente, apoyarán organizaciones sociales de emprendedores (un grupo de confección de uniformes para los trabajadores de la mina) y darán becas de estudio a los hijos de los trabajadores y pobladores de Nuevo Balsas.

De ese proceso de luchas y negociaciones se formó un Comité de Desarrollo Comunitario, con las nueve comunidades que tienen relación con el Complejo Minero elg y ml, y con ello se neutralizaron intereses personales o de grupos que ahí se movían. Ese comité se convirtió en el interlocutor entre minera y localidades; ahí se abordan los problemas y se toman acuerdos de desarrollo económico local, se lanzan las propuestas de inversión comunitaria directa adicional, se discute sobre el empleo local y las iniciativas de adquisiciones locales. Cabe mencionar que se han establecido comités para cada comunidad con la inclusión de representatividad femenina. Las prioridades de financiamiento son definidas por los representantes del comité de desarrollo en consulta con las autoridades comunitarias y los miembros de la comunidad. Los proyectos típicos incluyen desarrollo y mejoras de infraestructura, iniciativas de salud, proyectos de agua y saneamiento, iniciativas educativas e iniciativas culturales. Las inversiones en infraestructura local representan un beneficio clave del proyecto. A la fecha, la compañía ha realizado una variedad de inversiones en sistemas locales de abastecimiento y tratamiento de agua, centros de salud, escuelas, iglesias y proyectos de mejoramiento de carreteras. La compañía invirtió $900 mil pesos en los comités de desarrollo en 2020. Los proyectos a menudo se implementan como parte de acuerdos de desarrollo comunitario (Minera Media Luna, 2022). La iniciativa emblemática de esos programas son los apoyos otorgados al gremio de los pescadores. Se trató de un buen ejercicio de relaciones democráticas, de interlocución y diálogo entre comunidades y empresa minera, donde está prácticamente ausente el gobierno. Esas nuevas relaciones fueron resultado de las presiones de demanda de indemnización y servicios urbanos por parte de los pescadores y los pobladores de Nuevo Balsas. Pero no resultó lo que ellos querían, es decir, dinero fácil, principalmente los líderes de los pescadores y el crimen organizado.

En ese diálogo se debe reconocer la disposición y flexibilidad negociadora de la empresa, la cual se abrió a discutir demandas que estaban fuera del contrato de trabajo firmado según la ley. Estas presiones y chantajes son también formas de extorsión social —dice A. Stanfort, principal responsable del negocio—. Pero a diferencia de las amenazas del crimen, ahora “aceptó sentarse a negociar proyectos de salud, entretenimiento y becas” (Pérez, 2017), porque pudo haber dejado que esas manifestaciones se desactivaran por cansancio o inacción como lo han hecho los de la minera Los Filos, o por la presión social de la gente de los pueblos afectados, como fue el bloqueo realizado en el 2017 por un representante del sindicato liderado a nivel nacional por Napoleón Gómez Urrutia. En su intención por disputar la titularidad del contrato sindical de la MML a la ctm, este se hizo presente con un grupo de mineros en huelga de Taxco, quienes llevaron unos campesinos de la región y bloquearon la mina de manera indefinida. Era un problema externo, no era un problema con la mina o de la mina, por lo que la población de Nuevo Balsas rompió ese bloqueo que había paralizado la economía y estaba afectando la vida de la población (Miranda y Arrieta, 2022). En otros casos ha sido el crimen el que ha obligado a suspender bloqueos y trabajar, porque sin trabajo no hay pago y sin circulación de dinero no hay extorsión.

Después de diversos ensayos de presión e intenciones por obtener dinero de la mina, sin trabajar y sin arriesgar nada, se fue abriendo paso el diálogo y se avanzó a otras formas de relación más racionales y convivenciales de trabajo. La minera contrajo nuevos compromisos de apoyos con programas pesqueros, desarrollo urbano y de apoyo social a las comunidades con las que tiene relación de trabajo el Complejo Minero Morelos.

Otra enseñanza de ese proceso de relaciones sociales mina-comunidades es que no basta apegarse a lo que dice la ley en relación con el uso de la tierra. Hoy en las comunidades rurales son más los pobladores que no tienen tierra frente a los que la tienen, pero que son parte de esos territorios y tienen derechos sobre él. Los problemas a que se enfrentó la minera es que negoció con los ejidatarios como lo indica la ley y dejó fuera de la negociación a la mayoría de la población, lo que dividió al pueblo de Nuevo Balsas entre ejidatarios y no ejidatarios.

En este caso, al ser una población con tendencias sociales más mestizas, más individuales, los ejidatarios no vieron a la comunidad, sino que se quedaban con todo lo que el acceso a la tierra les daba, a diferencia de los de Mezcala —de población mestiza pero con fuerte influencia indígena—, quienes han negociado como comunidad: su tierra es comunal, los beneficios han sido para el pueblo y sólo una parte va a los poseedores de la tierra (la otra parte se la roban los líderes).

Inversiones como la de la minería mueve, altera y pone a prueba las relaciones que viven las sociedades rurales en relación con la tenencia de la tierra, salen a la luz las diferencias entre los campesinos que la trabajan y los pobladores que comparten territorios. En el caso de Nuevo Balsas, los ejidatarios mejor acomodados son los que poseen las mejores tierras de cultivo, para la ganadería y con acceso al agua: ahí tienen huertas de mango y ranchos ganaderos. Mientras los ejidatarios más marginados y envejecidos son los que poseen las tierras cerriles y baldías que nadie quiere: fueron esas tierras las que la minera llegó a rentar. Esos espacios accidentados con peñascos y barrancos son los que la minera ha rentado y transformado con la apertura de accesos carreteros, construcción de rellenos, de superficies planas y toda la infraestructura de servicios y producción, hasta convertirlos de espacios indeseables a ciudades mineras industriales.

La minera, al definir los espacios de interés y trabajo, buscó el trato con el núcleo agrario en general y con los parceleros en particular, ya fueran ejidatarios o pequeños propietarios, para negociar las condiciones de renta de las tierras. Ahí surgió un problema entre la minera y los habitantes de Nuevo Balsas, quienes exigían que la minera negociara las condiciones de trabajo con todo el pueblo (poseedores y no poseedores de tierras). Los ejidatarios se negaron a ello, pedía que se negociara con el núcleo agrario de ejidatarios y con los particulares propietarios, así como lo marca la ley respectiva. La minera lo hizo de esa manera en que se cumplía la formalidad, no obstante que en la práctica se dividía a la población. Por tal motivo la población no agraria emprendió sus propias acciones de lucha para tener acceso a los beneficios que traería la extracción de la riqueza del subsuelo.

Las presiones a la minera

Con acciones antimineras, acusaciones fuera de contexto, peticiones de dinero, bloqueo a los trabajos mineros, los pobladores de Nuevo Balsas se movilizaron y lograron sentar a los directivos de la mina; estos comprendieron la razón que existía en esos movimientos, dialogaron y acordaron acciones que mejoraron las relaciones de trabajo entre la minera y las comunidades. Un diálogo, por una parte, con los representantes del pueblo Nuevo Balsas y por otro con los ejidatarios. “Los no ejidatarios no tenemos que ver con la mina. Con el uso de tierras, la mina se arregla con el ejido y los 90 ejidatarios y propietarios con quienes tiene contratos de arrendamiento de tierras” (Miranda y Arrieta, 2022). Nuevo Balsas es un pueblo dividido formalmente en ejidatarios y no ejidatarios. Estos últimos critican a los ejidatarios, que no ven los problemas del pueblo, sólo sus intereses.

La renta de parcelas se hizo con cada uno de los ejidatarios y propietarios. Las superficies rentadas fueron muy variables: desde unas pocas hectáreas hasta quienes rentaron más de 30 ha (uno o dos). El monto por la renta a pagar fue acordado en lo equivalente al valor de 2.5 oz de oro/año/ha. Hubo ejidatarios que recibieron más de $2 millones de pesos por la renta de sus tierras (hijo de ejidatario, comunicación personal, 30 de marzo del 2017).

Esa desigualdad de beneficios es lo que dio lugar a envidias, celos y ambiciones entre los pobladores de Nuevo Balsas, porque la mayoría son hijos de ejidatarios y avecindados sin tierra que no reciben nada de la minera. Además de la renta de las tierras, el ejido recibe de la minera un bono de fondo común, que es repartido entre los ejidatarios: sólo en 2017 les tocó entre $15 y $20 mil pesos a cada uno. En el caso de Mezcala, ese fondo común lo distribuyen entre los pobladores con raíces en la comunidad, en Nuevo Balsas no.

A mi padre, que es ejidatario, le dieron $600 mil pesos por la renta de su tierra, más $20 mil de fondo común del ejido. Esa diferenciación de beneficios con la presencia de la minera da lugar a que los pobladores que no son beneficiados realicen acciones para sacar dinero a la minera (hijo de ejidatario, comunicación personal, 30 de marzo del 2017).

De ese proceso de negociaciones de 2016 se acordaron apoyos al pueblo de Nuevo Balsas, con la entrega de $2.5 millones de pesos por año para obras de la comunidad, más $35 mil pesos mensuales de apoyo para gastos de servicios urbanos. Los más y mejor beneficiados fueron los pescadores. Un gremio de 460 integrantes, aproximadamente: alrededor de 300 están organizados en seis cooperativas y el resto son pescadores independientes. Este sector social no tiene relación jurídica con la minera, más que estar en el área de influencia de la mina y de extraer un producto que será básico para la alimentación de la población ocupada en la minería. Es de reconocer los apoyos que la mml otorga a los pescadores, con lanchas de motor, con créditos, con la formación de granjas para mejorar la producción pesquera, con la siembra de alevines, con la limpia de la basura de la presa que es el mayor problema y con el programa de monitoreo de la pesca, en coordinación con la UAGro, que da certeza sanitaria al pescado para el consumo humano. La pesca es la actividad en la que se ocupa la mayor cantidad de pobladores de las localidades de la periferia de la presa. Después de la mina es la que más fuentes de ocupación genera en la región y a esa población extraminera van los apoyos que está dando la mml.

Los pescadores son parte de la población rural que combinan esa actividad de extracción primaria con las actividades agropecuarias. Acostumbrados a tomar lo que la naturaleza les da y no tener responsabilidad alguna con su reproducción y conservación, se la pasan lamentando que la tendencia que viven con la pesca es su reducción, la merma de peces y en consecuencia la reducción de sus ingresos. Pero no hacen nada para mitigar esa tendencia de agotamiento pesquero: no le dan tiempo a la producción piscícola; al contrario, quieren extraer cada vez más pesca. No hay una veda pesquera que permita dar respiro a la reproducción y mejorar la producción, no hay un ordenamiento de los espacios acuícolas que hicieran posible mejorar la producción y reproducción piscícola. Todo el espacio del embalse está repartido y fraccionado entre comunidades y entre pescadores. La pesca es intensa y permanente, las 300 lanchas andan surcando constantemente las aguas de la presa: cada uno de los 460 pescadores tienen en promedio 15 trasmallos (o redes), colocadas permanentemente en un espacio promedio de una hectárea, donde capturan y sacan el pescado por las mañanas.

A la intensiva extracción pesquera se ha agregado otro problema que contribuye a su disminución, que es la reproducción de un pez carroñero, conocido como pez sapo traído con los alevines de la región del Golfo de México. Este pez, en su labor de limpia de la carroña del fondo de la presa, se come los huevecillos de la tilapia y el bagre, base de la pesca comercial, y da lugar en consecuencia a que merme la reproducción de esas especies. Los pescadores lamentan que lo más atrapado en sus redes sea el pez sapo, producto que tienen que retirar de sus trasmallos por las mañanas y tirar a los zopilotes, lo cual se puede corroborar al ver los montones de pescado negro fuera del agua. El pez sapo es muy huesudo, tiene muy poca carne, no tiene mercado comestible; además de depredador, tiene la capacidad de reproducirse cinco veces más rápido que las especies comerciales. Es un problema del cual, hasta ahora, los pescadores sólo se lamentan.

No obstante, hay quienes ven oportunidades de aprovechamiento del pez sapo. Hubo un inversionista que intentó aprovechar ese producto y generar un insumo de materia prima para la elaboración de alimentos balanceados, pero no tuvo mercado o no supo manejar el negocio y cerró. Otros no pescadores opinan que más que ver al pez sapo como un problema, se debe ver como una solución a la contaminación de la presa. Además, por Tierra Caliente, lo pescan y sacan de su lomo un excelente filete que preparan y consumen (Miranda y Arrieta, 2022). Para los pescadores, a pesar de ser el pez sapo un problema que los afecta directamente, sólo le invierten trabajo en su separación de los trasmallos y extracción, pero igual que las burocracias de gobierno, tampoco hacen algo más. Lo más probable es que los pescadores, a través de sus organizaciones (cooperativas), gestionen a la minera los apoyos para resolver ese problema.

Los pescadores en su gran mayoría tienen lanchas con motor, pero hay quienes no tienen. En esos casos las cooperativas les prestan o rentan lanchas y se cobran al recibir el pescado que sacan; en promedio les cobran tres pesos por cada kilogramo que extraen. El precio de compra de pescado de las cooperativas, a finales del 2021, fue de $35 pesos/kg, lo recibían a $32 pesos descontando el cobro a quienes les rentan lanchas. En promedio los pescadores sacan entre 10 y 12 kg de pescado de tilapia y bagre. El bagre tiene más valor, pero es más escasa su extracción. El ingreso promedio que tiene un pescador es de $350 pesos diarios, lo cual es poco, puesto que se trata de un ingreso por el trabajo de familias.

Siendo la pesca una actividad extractiva, donde no se le invierte más que el trabajo, hay un sector que se beneficia con el poco valor que se le agrega en el proceso de comercialización, que son las organizaciones de cooperativas. Estas compran el producto que el pescador extrae, pues son las que tienen las congeladoras y los medios de transporte a los mercados. En ese proceso es donde el pescado adquiere su mayor valor y eso va a la capitalización de la cooperativa, por lo que estas deberían tener mayor capacidad para invertir y resolver problemas que afectan directamente a la pesca, mejorar las condiciones de trabajo de los pescadores, solucionar el problema con el pez sapo, socializar más las utilidades y no convertirse en los tradicionales acaparadores y revendedores de pescado para beneficio personal o de grupos.

La contaminación de la presa, la pesca y la minera

El embalse del Balsas a través de la presa El Caracol es la recepción y el depósito natural de todos los contaminantes sólidos y líquidos que recoge de su gran cuenca, la cual comprende parte del estado de Puebla, todo Morelos, la región de la Montaña y la región Norte de Guerrero, con los diversos ríos que recogen las aguas usadas de diversas ciudades. Cada lluvia y crecida de los ríos suministran miles de toneladas de basura a la presa, ahí se forma una capa de basura que cubre varios kilómetros cuadrados de superficie, entre los que destacan sólidos como plásticos, muebles, colchones, ropa, calzados, aparatos diversos, animales muertos, arboles, maderas, etc. También están los líquidos que no se ven, pero abundan, a saber, todos aquellos usados en la limpieza y en el hogar. De todos estos contaminantes no se puede culpar a las mineras, aunque no se esté de acuerdo con su presencia.

Figura 8. Contaminación de la presa El Caracol

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Fuente: Fotografía propia (10/ene/2022).

El problema de contaminación del Balsas es histórico y estructural, consecuencia de las políticas de desarrollo y desatención del cuidado ambiental de los gobiernos de México. Por ejemplo, no se cumple la obligatoriedad de ley de limpiar las aguas usadas antes de descargarlas a los cauces naturales; por otro lado, ahí donde se intenta hacer, el servicio es deficiente, obsoleto y desatendido por los gobiernos responsables (municipios, organismos estatales y Conagua). Muestra de ello es el estado de Morelos, que descarga sus aguas residuales al Balsas: en 2019 tenía 107 plantas de tratamiento en diferentes ciudades, de esas sólo 29 operaban (El Sol de Cuernavaca, 2019). Ciudades grandes como Iguala, Taxco y Huitzuco en Guerrero, que descargan sus aguas usadas en afluentes del Balsas, no tienen ningún sistema de limpia. De esto tampoco se puede culpar a las mineras, las cuales, en sus estudios de impacto ambiental, han hecho explícitos la contaminación del Balsas.

Los resultados del muestreo de estudios indicaron que el río Balsas tiene niveles naturales de componentes que exceden los estándares mexicanos de calidad para agua potable, incluidos aluminio, amoniaco, antimonio, arsénico, coliformes fecales, hierro, manganeso, bacterias coliformes totales, sólidos disueltos totales y turbidez. Las concentraciones totales de metales disueltos son muy bajas (Minera Media Luna, 2013). A esto hay que agregar que las aguas del Balsas no son aptas para el riego agrícola directo, por la cantidad de sales que contiene, lo que haría estériles rápidamente las tierras.

Nuestro Balsas es un río más de México enfermo de contaminación, al mismo tiempo, su volumen de agua tiene una tendencia a la disminución por la extracción que se hace de ella para otros usos, como es la minería y el abasto urbano. La reducción de afluentes, la deforestación y la erosión son factores que están provocando la lenta muerte del Balsas.

Las movilizaciones sociales de 2016 acusaron a la mml del problema de contaminación del Balsas. Fue injusto e ignorante culpar al otro de lo que yo hago. Se entiende enarbolar ese tipo de juicios como consigna política y para arengar a grupos de inconformes, pero eso no significa que tengan razón y digan la verdad. Por eso, la consigna de acusar a la minera de ser la responsable de la contaminación del Balsas fue ocultar lo que los pobladores hacen con la presa: descargar sus aguas negras, arrojar todo tipo de basura y escombros, transitarla cotidianamente con cientos de lanchas de motor que inyecta CO2, etc. En suma, fue culpar al otro de lo que el gremio de pescadores hace. Además, la minera aún no comenzaba a trabajar en la producción de metales, estaba en la etapa de preparación y estudios. La estrategia de fondo de esas acciones contra la mina no fue la preocupación ambiental, la estrategia era sacarle dinero mediante una indemnización de pago equivalente a los ingresos que obtienen por un año de pesca y con eso se ignorarían los problemas de contaminación. Para bien de los propios pescadores, del pueblo de Nuevo Balsas y el medio ambiente, la salida que dio la empresa a ese conflicto fue diferente.

La basura es un problema para los pescadores, quienes batallan por realizar su labor cuando la presa El Caracol está copada de basura. No se puede navegar, los motores de las lanchas, se obstruyen y averían; sus trasmallos se enredan en los desechos y no los pueden sacar para retirar el pescado atrapado, por lo que tienen que cortar y deshacer sus redes. Se puede ver a los pescadores esquivando los obstáculos, forzando los motores, incrementando el consumo de gasolina e inyectando más gases de carbono al agua, para poder recoger los pescados de las redes. Con esto también se muestra su incapacidad ante el enorme problema, ya que no pueden hacer algo para evitarlo, lo cual afecta su trabajo, su ingreso diario y su forma de vida, porque incrementa sus horarios y los limita en sus ingresos diarios. En segundo lugar, esa contaminación afecta a la población en general, consumidora de los productos pesqueros que de ahí se extraen: no son de calidad y están contaminados, aunque en cantidades no dañinas para la salud.

El problema de retención de basura e incremento de contaminación del Balsas en esa área se hizo presente desde que empezó a funcionar la presa, a mediados de la década de los ochenta del siglo pasado. Fue un problema no atendido desde el inicio y cuando se ha hecho, ha sido muy mal. Es una problemática provocada por la obra que construyó la cfe, de manera que esa institución del Gobierno Federal fue la que debió dar una solución estructural al fenómeno de retención y acumulación de basura, que por lógica elemental se entiende que afecta el funcionamiento de la maquinaria generadora de electricidad. Comenzó, primero, siendo la cfe la que sacaba la basura; después, a partir de los primeros años de este siglo, con los cambios de administración, la cfe dejó de realizar ese trabajo y se delegó a los pobres ayuntamientos de la cuenca realizar la labor de limpia. Estos se apoyaban con los pescadores y poblaciones para medio limpiar de basura la presa, sin medios suficientes y sin recursos técnicos adecuados. Las labores requieren el uso de tecnología adecuada: grúas con plataformas, trascabos y transporte para sacar esos miles de toneladas de desechos para colocarlos en espacios adecuados. Con la llegada de la mml y el comienzo de su operación, le pasaron la pelota de la basura y la hicieron culpable de esa contaminación: práctica común es culpar a las mineras de todos los males sociales y ambientales, donde hay algo de verdad, pero no siempre y de manera general. Después, con las movilizaciones sociales de 2016, obtuvieron de la mml el compromiso de apoyar la extracción de la basura, siempre y cuando los pescadores se lo soliciten a través del comité de desarrollo comunitario. De esa manera, la responsabilidad de limpiar la presa es de los pobladores, mientras la minera los apoya, pero no es responsabilidad de esta.

Otro problema a que da lugar la condición natural de retención de sólidos de la cuenca es que la presa está elevando rápidamente sus niveles de azolve, lo que agrava el incremento de extracción de agua, la retención y desviación de las fuentes que tributan al Balsas, así como la extracción intensiva de agua por las mineras. De esto ya hay problemas de tránsito por los bajos niveles de líquido, incluso hay rutas y temporadas donde las lanchas no tienen el fondo necesario para transitar. Lo que aumentan son los bancos de arena y grava, otro buen negocio de los poseedores de la tierra. El puente sobre el Balsas de la carretera Iguala-Chilpancingo tuvo que ser demolido ante la disminución del espacio de aforo y los riesgos que ello implicaba en casos de lluvia y crecidas extraordinarias, para solucionarlo se construyó otro puente, unos seis metros más alto.

La hidroeléctrica también se ve afectada con los problemas de basura, azolve y disminución de la capacidad de agua. La generación de energía tiende a disminuir y sus turbinas trabajan alternadamente, ya no al mismo tiempo las tres como lo hacía en el siglo pasado. O bien, tienen que cerrar compuertas para aumentar el volumen de agua y darle más presión por tiempos limitados.

En suma, la contaminación y la basura en el Balsas, en el embalse de la presa El Caracol, tiene fuertes impactos económicos, sociales y ambientales que continúan ahí. No hay acciones a través de programas de gobierno o de las poblaciones que tiendan a corregir y evitar las causas de la contaminación. Las acciones que se realizan para mitigarlos son paliativas para sobrellevar y sobrevivir, pero de ninguna manera representan soluciones que atiendan las causas y erradiquen el problema. Por ejemplo, el programa de monitoreo de pescados es para ver que el producto no sea un peligro sanitario de consumo, pero no es de saneamiento de las aguas.

Para limpiar las aguas de la presa, deberían limpiarse las aguas que la abastecen, tratarse las aguas urbanas usadas, reforestar la cuenca y microcuencas para abastecer los mantos freáticos, además de retener y reciclar el plástico y los desechos sólidos. Estas acciones deben ser prácticas estructurales de las políticas municipales y del estado de Guerrero y formar parte de la vida cotidiana y cultura de la población regional. Se deben tratar y limpiar todas las aguas que llegan a la presa, comenzando con las del poblado de Nuevo Balsas, principal depositario de sus drenajes en las aguas de la presa que tiene a sus pies. Los pescadores, con sus 300 lanchas de motor, nada cuidadas, son el otro factor de contaminación, pues surcan constantemente y suministran sus gases y grasas al agua. Debe haber normas de impacto ambiental de esa actividad para cuidar su fuente de vida y no dejar que el Balsas muera. Esos pueblos y gobiernos deben hacer algo más allá de estar pidiendo y esperando apoyos de la minera, con el fin de hacer del Balsas una fuente limpia y segura de vida.

Existe la idea en la población regional que la minera tiene la obligación de resolver los problemas, aún aquellos de los que no son responsables, como son los de la pobreza social y el medio ambiente. No es así, pueden y deben contribuir, pero no es su responsabilidad: esta cae principalmente en los gobiernos y en las poblaciones. Las inversiones mineras vienen a explotar un recurso del subsuelo, que sin inversión y trabajo no es recurso, sino parte de la geografía natural como hasta ahora. Llegan cubriendo los permisos legales, corriendo altos riesgos financieros, de inversión y costos, también tienen que realizar inversiones para la que no está asegurada su recuperación, con los estudios de exploración e infraestructura de acceso. Se arriesgan, mientras que de los pobladores y poseedores superficiales de la tierra su mérito es estar ahí, ocupando esas tierras y aprovechando los beneficios superficiales. Pero con la explotación mineral del subsuelo, ellos no corren ningún riesgo, no invierten y sólo piden y exigen la mayor tajada posible de ese posible pastel minero enterrado, cuando podrían entrar en relaciones diferentes de participación, corresponsabilidad y riesgos, con la asociación de sus recursos naturales y los capitales de inversión mineros: tener una participación más activa y arriesgada, dejar de ser entes pasivos y anhelando solamente obtener más dinero fácil de las empresas.

Se debe escalar a otro nivel de trato, de relaciones y responsabilidades comunidades y empresas; superar las visiones simplistas de pueblo bueno y mineras malas, de pobladores víctimas y mineros victimarios, de comunidades explotadas e inversiones explotadores. Se pueden hacer mejor las cosas conjuntamente, puesto que se trata de eso, la conjugación de factores productivos: recursos naturales y recursos técnico-financieros; los primeros son de las comunidades y los segundos de los inversionistas. Falta conjuntar voluntades, visiones de trabajo con sentido social y desarrollo económico intrarregional; menos saqueo de la riqueza que ha dejado y sigue dejando sólo más pobreza y mayor deterioro ambiental. ¿Quién debe impulsar proyectos de desarrollo en esa perspectiva? Es la población, a través de sus organizaciones, los gobiernos, apoyados en las leyes que deben tener esa perspectiva de defensa de los recursos y de beneficio para los mexicanos. Es lo que no hacen las políticas neoliberales de los gobiernos en turno; por eso, sí es necesaria una reforma a las leyes mineras. Pero tampoco existe la fuerza social para impulsar ese tipo de reformas jurídicas, pues, luego, el mayor problema sería su aplicación.

Es verdad que se trata de empresas trasnacionales capitalizadas, multimillonarias, poder que han adquirido cubriendo una demanda lícita de lucro social de la humanidad con el consumo de oro y plata. Para extraer ese oro y plata de la tierra, mueven, trituran y separan cientos, miles y millones de toneladas de roca por cada kilogramo de metal que obtienen, por lo cual tienen que realizar grandes inversiones de dinero, recurrir a la ciencia y tecnología más avanzada, y ser competitivos en los mercados mundiales de los metales. Pero no basta eso, es decir, ser una empresa poderosa para ser competitiva en el negocio de la minería. Hoy tienen otras exigencias, como ser social y ambientalmente responsables. Las buenas relaciones con las comunidades y los mejores y menores impactos al medio ambiente forman parte de las competencias que deben ser incorporadas a su filosofía y práctica empresarial de trabajo. Estas son condiciones y exigencias recientes, contextualizadas por los problemas ambientales que vivimos. La industria minera va adoptando paradigmas ambientalistas y más responsables socialmente con el trabajo, aunque no de igual forma ni de manera unánime. Sin embargo, ya hay estos avances y se deben reconocer, como es el caso de las mineras la ml y Peñoles, que están asumiendo compromisos y responsabilidades con el cuidado ambiental, así lo testifican sus fundamentos teóricos y prácticos de trabajo.

El balance reciente que hace el Complejo Minero Media Luna del estatus que guardan sus relaciones con las comunidades es optimista. Las relaciones con las comunidades locales son positivas, la compañía tiene acuerdos de desarrollo comunitario participativo (Codecop) con las nueve comunidades cercanas al Complejo Minero elg y las comunidades cercanas al Proyecto ml (Atzcala, Atlixtac, Alcalmantila, La Fundición, Nuevo Balsas, Real del Limón, San Nicolás, Tlanipatlán, Valerio Trujano, Puente Sur Balsas y San Miguel). La compañía continúa enfocándose en el desarrollo económico local a través de estos acuerdos, inversión comunitaria directa adicional, así como iniciativas de contratación y empleo local. Las comunidades locales participan en el proceso de toma de decisiones para la contratación local a través de un comité laboral establecido. En 2020, aproximadamente el 45% de los empleados procedían de comunidades locales y el 60% procedían de Guerrero. Más del 99% de los empleados de mml son ciudadanos mexicanos (Minera Media Luna, 2022).

Se argumenta que mediante la política de armonía social y de respeto, la compañía contrajo nuevos compromisos para establecer relaciones positivas y estables con las comunidades, lo que condujo al restablecimiento de las operaciones en enero de 2018, con el acceso total restaurado en abril de ese mismo año. La compañía mantiene un fuerte compromiso por tener relaciones productivas y mutuamente beneficiosas con las comunidades locales, dar prioridad al diálogo y evitar riesgos de posibles inconformidades y bloqueos. Hay trabajo para unas relaciones sociales entre comunidades y empresa más sustentables.

Ese sentir de estar haciendo lo correcto en su relación con las comunidades, la empresa lo sustenta con las encuestas de percepción realizadas en las comunidades en 2014 y 2021. Ambas encuestas indicaron que la compañía cuenta con un amplio apoyo de las comunidades para las actividades de minería y exploración, y una mayoría significativa de los encuestados prevé mejoras socioeconómicas en los próximos cinco años, lo que atribuyeron a la presencia de la minería (Minera Media Luna, 2022). Esto confirma la hipótesis que tiene relación con la historia de origen de esas comunidades: son asentamientos que tienen relación con antecedentes mineros, no son antagónicas de principio a la extracción minera. Son población mestiza blanca, que llegaron con la extracción de metales desde tiempos de la Colonia, gambusinos de oro y plata del siglo xix y pequeños extractores artesanales a partir del siglo xx. Esa identidad con la minería en pueblos como Real del Limón y La Fundición, ubicados en las faldas de los cerros del mismo nombre, no tuvieron inconveniente en ser reubicados a otro lugar más distante del lugar donde se trabajaría con el tajo El Limón-Guajes. Así, a partir de 2015, 160 familias viven en un área donde disponen de todos los servicios: agua, drenaje, áreas infantiles, templos y accesos adecuados; lo único que no pudieron trasladar de lugar fue el cementerio. Pero los pobladores de La Fundación y Real de Limón manifiestan estar satisfechos con ese cambio de lugar y con la minera donde trabajan.

En su diagnóstico social, la mml es cauta al referirse a las actividades delictivas en la región, donde es una preocupación en el sur de México, incluido Guerrero. Reconoce que en la región se presenta producción y transporte de drogas ilegales, lo que ha derivado en violencia entre organizaciones criminales. Esta violencia no ha estado dirigida a la compañía y no ha afectado la capacidad de esta para participar en actividades de exploración y minería. Efectivamente el crimen ha dejado trabajar a las mineras. En lugar de la extorsión directa que intentó hacer a las empresas en la primera década del siglo en curso y que no le dio resultado, cambió de estrategia y decidió extorsionar a la sociedad desde abajo, a través de las organizaciones y el consumo (organizaciones de transporte, de pescadores, de comerciantes, sindicatos, ejidatarios, prestadores de servicio, etc.), todos pagan o colaboran de diversas formas con el crimen. Toda la estructura social de la mina está infiltrada y controlada de fuera por el crimen. Los puestos de control y vigilancia de las policías comunitarias son las torres de control de los feudos territoriales controlados por los grupos criminales.

En relación con la seguridad, la compañía tiene su propio sistema de control y seguridad. Emplea contratistas de seguridad privada, también contrata al Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública del Estado de Guerrero, o sea, el servicio auxiliar de seguridad operado por el estado para brindar seguridad en sus operaciones. De hecho, en torno a la mina se pueden observar dos anillos de seguridad independientes: uno es el de control interno y de acceso, es el de la minera; el otro es el externo, el de los comunitarios del grupo criminal dominante, con sus retenes carreteros, quienes controlan y tienen vigilados los accesos de ingreso a ese territorio o plaza minera.

La región minera está bajo la influencia de grupos delincuenciales diferentes: por la parte sur del Balsas, el grupo de los Tlacos tiene el control, que es donde opera la minera Los Filos; por la parte norte del Balsas, donde opera la mml y Capela, parece ser que son los gu o grupos bajo esa influencia los que tienen el control.24 En esa división de espacios y acciones entre los grupos criminales es donde radica la tranquilidad social regional. Pero si no se respeta esa división territorial y se dividen los grupos, cada fracción o líder quiere tener y expandir su poder y ahí se manifiesta la violencia de diferentes maneras. En ocasiones esa violencia es entre los grupos, pero hay ocasiones en que trasciende a la sociedad. La tranquilidad social que se puede respirar en ciertos momentos es coyuntural, porque las causas de la violencia siguen; además, la tranquilidad no es la vocación social del crimen, sino resultado de ciertas negociaciones a las que llegan los líderes o capos, obligados por ese doble rol que juegan muchos de ellos como funcionarios o representantes sociales.

Las “fuerzas del orden” como son el Ejército Federal, la Guardia Nacional y los policías del estado ahí están también, pero como los floreros del presidente López Obrador: no combaten al crimen, lo toleran y comparten espacios, su función puede ser definida como de disuasión del crimen organizado.

Plan de cierre de la mml

El plan de cierre incluye el desmantelamiento, la demolición, la rehabilitación y el seguimiento posterior al cierre de la infraestructura de la empresa minera. Las instalaciones que permanecerán después del cierre serán los tajos abiertos, los depósitos de relaves filtrados y los almacenamientos de roca estéril. A este material se le da seguimiento, así como a las filtraciones de lluvia, hasta que las descargas cumplan con las normas reglamentarias ambientales. El estudio de geoquímica y las predicciones del modelo de transporte de contaminantes indicaron que no será necesaria la gestión de filtraciones a largo plazo. Después del periodo de monitoreo posterior al cierre, las tierras recuperadas y las instalaciones restantes se entregarán a los propietarios y miembros de las tierras ejidales.

El plan de cierre se actualiza regularmente en función de los cambios operativos y de las actividades de recuperación en curso. La actualización más reciente se completó en 2022, la cual se centró en el desarrollo de un plan de cierre conceptual para todo el Complejo Morelos.

Objetivos de la estrategia de cierre:

  • Proteger la salud, la seguridad y el bienestar del público y de los empleados.
  • Proteger el medio ambiente, incluida la calidad del agua de los ríos Balsas y Cocula.
  • Cumplir o superar los requisitos reglamentarios actuales.
  • Identificar riesgos y oportunidades asociados con los métodos de cierre conceptual.
  • Garantizar que las necesidades y preocupaciones de las partes interesadas se tengan en cuenta al planificar el cierre.
  • Integrar la planificación y las actividades de cierre en la planificación y el diseño del proyecto.
  • Elaborar estrategias y planificar la rehabilitación concurrente durante las operaciones.
  • Proporcionar una evaluación preliminar de las opciones de uso de la tierra posteriores al cierre.
  • Estabilizar los componentes geotécnicos y geoquímicos de las instalaciones restantes.
  • Dejar un entorno autosuficiente.
  • Incorporar las mejores prácticas internacionales y cumplir con el Código Internacional de Manejo del Cianuro (Minera Media Luna, 2022).

La estrategia de cierre implica devolver el sitio de la mina y las áreas afectadas a ecosistemas viables con la finalidad de que, siempre que sea factible, sean autosuficientes y compatibles con un medio ambiente saludable. Las actividades clave del cierre serán el desmantelamiento de equipos y la gestión de residuos; demolición de estructuras físicas y gestión de infraestructura; caracterización y mitigación de suelos contaminados; renivelación y contorneado para permitir el drenaje de aguas pluviales; colocación de cubiertas de cierre sobre desechos mineros para reducir la infiltración y evitar la lixiviación de metales y aguas ácidas; y la revegetación de terrenos alterados. Los métodos de cierre a nivel conceptual se han desarrollado con base en el diseño de las instalaciones actuales y las instalaciones propuestas.

Con el plan de cierre hay una corresponsabilidad de todos los actores que participaron con su anuencia para realizar la explotación minera: inversionista, gobierno y comunidades. En consecuencia, tienen la obligación por ley de tomar medidas de mitigación para proteger los recursos naturales y restaurar el balance ecológico. Con el plan de cierre no se trata de recuperar lo irrecuperable del espacio minero trasformado, sino de darle las mejores condiciones posibles de equilibrio ecológico, mediante la mitigación y eliminación de los elementos contaminantes que afecten al medio ambiente.

Se trata de ayudar a darle las condiciones de fertilidad a los espacios trasformados con el regreso de la tierra retirada previamente a los inicios de los trabajos. Ahí se resiembra y reforesta la vegetación y se deja que la naturaleza haga su trabajo de recuperación lo mejor posible. En este caso, la empresa en su trabajo de limpia entre 2020 y 2021 retiró y acopió alrededor de 31 000 m3 de tierra vegetal. Hay trabajos permanentes de recuperación forestal, con el vivero de plantas ubicado en elg, ahí se producen de 105 a 120 mil plántulas de árboles al año. Se construye otro vivero de plantas capaz de producir alrededor de 40 mil plantas anualmente en el Proyecto ml (Minera Media Luna, 2022).

En el tajo abierto Guajes se ha formado un lago. La calidad del agua actualmente cumple con los estándares de calidad del agua superficial y no se prevé un manejo posterior al cierre. Se pronostica que también se formará un lago en el tajo abierto de El Limón después del cierre, y se supone que la calidad del agua cumplirá con los estándares de calidad del agua superficial. La calidad del agua y la elevación de cada lago del tajo se monitorearán durante el período necesario posterior al cierre para confirmar los niveles máximos pronosticados (Minera Media Luna, 2022).

Se proyecta que el uso de suelo posterior al cierre será hábitat natural de flora y fauna silvestre, y para pastoreo de ganado. Las tierras recuperadas y las instalaciones restantes, por su parte, serán entregadas a los propietarios y a miembros de las tierras ejidales. Habrá áreas de acceso restringido como son los tajos abiertos, las áreas subterráneas y los depósitos de relaves filtrados y de roca estéril. El costo de cierre estimado actual para el Complejo Morelos es de 92.6 millones (Minera Media Luna, 2022).

Según el cronograma de producción del Proyecto ml, la etapa final del Complejo Morelos de producción minera, en caso de que no se encuentre mineralización adicional, comenzará en 2034, que es el año en que está programado que cese la extracción de mineral y su procesamiento. Se prevé un período de seis años de actividades de cierre y un periodo de seguimiento posterior al cierre de 20 años (es decir, el último año será 2054).

En la etapa de cierre también hay compromisos internacionales que cumplir. En mayo de 2021, Torex se convirtió en signatario del Código Internacional de Gestión del Cianuro (icmc). El icmc es un programa industrial voluntario, enfocado en el manejo seguro y ambientalmente responsable del cianuro por parte de empresas productoras de oro y plata, así como por empresas productoras y transportadoras de cianuro. Al convertirse en signatario, Torex Gold se comprometió a seguir los Principios de icmc e implementar sus estándares de práctica, lo que significa tener auditorías de verificación de sus operaciones realizadas por auditores externos calificados e independientes dentro de los tres años de su aplicación inicial y cada tres años a partir de entonces.

El Principio 5 del icmc se relaciona con el cierre de minas y establece que la empresa signataria debe proteger a las comunidades y al medio ambiente del cianuro mediante el desarrollo y la implementación de planes de desmantelamiento de las instalaciones de este. El cumplimiento de tales principios también es un requisito clave de los Principios de Minería de Oro Responsable del Consejo Mundial del Oro, con los que Torex planea lograr el pleno cumplimiento para finales del 2023.

La mml es de extracción mineral combinada, de tajo a cielo abierto y subterráneo. En el primer tipo de extracción, ya se dijo, se han hecho socavones donde se han formado lagos artificiales que ahora monitorean para que no excedan los niveles de elementos nocivos para el medio ambiente; en otros casos, con el plan de cierre, se van a rellenar pozos y socavones con relaves filtrados que salen de los procesos metalúrgicos. La extracción subterránea que es el Proyecto Media Luna y que entraría en operación en el año 2022, según previsiones, es con base en túneles que se conectan al túnel principal de 6 km, por donde se transportará el material de la ml al Complejo Minero Limón Guajes.

El plan de cierre no es claro con el final que tendrá el túnel principal. Se dice que el destino de otros túneles de extracción es que serán rellenados, para lo cual se construirá una planta de relleno de pasta ubicada fuera del portal sur de la ml. La planta se abastecerá con relaves de lodos de la planta de procesamiento de elg, que se bombearán desde el Complejo Minero de elg a través del túnel de Guajes hasta la planta de pasta. El compuesto se suministrará a la planta de pasta a través de transporte terrestre y su relleno será bombeado a la mina a través de un pozo perforado direccionalmente que cruza con el túnel del Portal Sur. La tubería se enruta a través de los trabajos subterráneos y se bifurca hacia los rebajes en los yacimientos de Media Luna Superior y Media Luna Inferior. Es complicado imaginar y entender este proceso en teoría, pero ahí están las acciones a realizar con algunos túneles en el plan de cierre. Lo que se hace con esta tecnología es dejar sellados los túneles de extracción para evitar movimientos de suelos y confinar el material residuo de relaves que salen de los procesos de lixiviación de los metales. Cosas diferentes hacen los de Peñoles y Los Filos con sus residuos lixiviados.

Para el Proyecto Media Luna, el Tajo Guajes Oeste se convertirá en la instalación de almacenamiento de relaves del Tajo Guajes. El Tajo Guajes Oeste será minado en 2023 y el almacenamiento de relaves del Tajo Guajes será puesto en servicio en 2024, cuando entran en servicio las instalaciones del proceso ml.

El Tajo Guajes tiene una capacidad de almacenamiento de aproximadamente 17.3 millones de toneladas (Mt) de relaves, de los cuales, el plan de mina actual muestra que aproximadamente 15 Mt de relaves se almacenarán ahí en el Tajo Guajes y el resto de los relaves se usará como relleno de pasta para la mina ml. Los relaves que salgan de la planta estarán en forma de lodo y se bombearán a la planta de pasta, para utilizarlos en el relleno de pasta de cemento, o irán a dar al depósito de relaves. Inicialmente, la tubería de relaves seguirá el camino de acarreo existente hacia el pozo. El primer punto de depósito se ubicará a una altura de 600 metros. La tubería se apuntará hacia el borde de la rampa del tajo para permitir que los relaves llenen el fondo del tajo (Minera Media Luna, 2022). Rehúso, confinamiento y sellado de áreas inestables parecen ser la estrategia de Torex, darles a los residuos de riesgo, como son los relaves de lixiviados, los cuales, como se dijo, tienen niveles de contenido de cianuro bajo debido a los procesos de recuperación y rehúso que se practican en el proceso metalúrgico.

Una propuesta para el plan de cierre

Que no sea cierre de la mina, sino, más bien, de transformación. Que no se confine al panteón de minas cerradas, que se reactiven otras opciones de servicios que la mantengan viva social y culturalmente, como sería con los servicios de educación, recreación y asueto. Hacer de las instalaciones de la mina un lugar turístico, con visitas guiadas por los túneles bajo el Balsas, explicando la geología, la ingeniería y tecnología con que fue construida. Que los niños, jóvenes y adultos de los diversos niveles de educación, conozcan in situ las entrañas de nuestro planeta y lo que le hacemos para saciar nuestras ambiciones de consumo de metales preciosos. Esto, además de dar conocimientos científicos y técnicos sobre geología, daría lugar a la generación de sentimientos ambientales, con los cuales se valoraría mejor la naturaleza de los metales, con cuya extracción estamos pulverizando al planeta.

Convertir la mina cerrada en atractivo turístico, con visitas guiadas donde se explique la historia de la mml, su producción, su tecnología, su organización, sus problemas, su relación con las comunidades y su filosofía ambiental. En suma, propongo una organización de museos, eventos culturales, tours, gastronomía, etc. Existen experiencias positivas que alientan este tipo de proyectos, como es el caso de la mina El Edén, Zacatecas, de la minera Fresnillo, Peñoles. Torex tiene todo para hacer esa conversión de la mml en un centro de visitas de estudio y entretenimiento. No esperaría que un proyecto así fuera desarrollado por gobierno alguno, pues quedaría en discursos demagogos. Tampoco esperaría que fuera un proyecto avalado y desarrollado por las comunidades, dado que no tienen la organización necesaria, mantienen intereses muy diversos y avaros, además de que su vinculación y penetración por el crimen organizado no los hace confiables. Tendría que ser la empresa minera, en coordinación con organizaciones culturales y académicas como el inah, la UAGro, el Conaculta, quienes integrarían sectores sanos de las comunidades y harían escuela en la administración de la empresa sociocultural de la región minera. La idea de que sería la minera la indicada para hacer este tipo de convocatoria es porque la infraestructura ahí existente y que se va a transformar es de la empresa, por lo que el proyecto de conversión de la mina debe ser una acción de su programa de cierre. La empresa minera decidiría en qué momento delega esa infraestructura y en qué condiciones a las comunidades para que estas se hagan cargo de su gestión y administración.

El conocimiento que he construido de la mml se fundamenta en sus estudios técnicos y documentos de difusión; fundamentos que he tratado de verificar en la práctica, pero que por diversas razones involuntarias no cubren satisfactoriamente el propósito. No obstante, sostengo la hipótesis de que la mml manifiesta tener un perfil de empresa con responsabilidad social y ambiental. Cerrar con un proyecto que convertirá lo que fue la mina en un centro de estudio, recreación y asueto es perfectamente posible y viable. Eso confirmaría mi hipótesis de trabajo.

En suma. Que el plan de cierre sea de cerrar lo que se deba cerrar; pero abrir y transformar lo que pueda seguir teniendo vida, aquello que pueda seguir hablando y enseñando a las nuevas generaciones lo que significa para el planeta la extracción de sus elementos mineros, en este caso, el oro y la plata. La Minera Media Luna de Torex Gold, de origen canadiense, puede ser la Borda que siga dando vida y trabajo a la población del Medio Balsas del estado de Guerrero y pasar a la historia de la reivindicación minera, símil a la catedral de santa Prisca de Taxco, Guerrero.