6. Oportunidades de negocios con el uso sostenible del agua en zonas rurales
https://doi.org/10.52501/cc.204.06
Lizzette Velasco Aulcy
Verónica De La O Burrola
Román III Lizárraga Benítez
Sheila Delhumeau Rivera
Dimensions
6. Oportunidades de negocios con el uso sostenible del agua en zonas rurales
Lizzette Velasco Aulcy*
Verónica De La O Burrola**
Román III Lizárraga Benítez***
Sheila Delhumeau Rivera****
DOI: https://doi.org/10.52501/cc.204.06
Resumen
El problema del agua es reconocido a nivel mundial; las naciones deben enfrentarlo y buscar alternativas que contribuyan en un mayor aprovechamiento de los escasos recursos. El capítulo presenta propuestas de diversas alternativas de negocios que involucran el uso sostenible del agua en zonas rurales, como oportunidades que propicien el desarrollo regional y nacional del país. Cabe destacar que dentro de las diversas opciones presentadas, las de almacenamiento y desalación de agua han sido ampliamente desarrolladas en zonas rurales en Baja California, incluyendo innovaciones tecnológicas que incrementan la productividad de las cadenas productivas.
Abstract
The water problem is recognized worldwide, nations must face it and look for alternatives that contribute to greater use of scarce resources. The chapter presents proposals for various business alternatives that involve the sustainable use of water in rural areas, as opportunities that promote the regional and national development of the country. It should be noted that among the various options presented, water storage and desalination options have been widely developed in rural areas in Baja California, including technological innovations that increase the productivity of production chains.
Palabras clave: Negocio, uso eficiente agua, zona rural, tecnología.
Keywords: Fisheries, Aquaculture, Aquabusiness.
Introducción
El reconocimiento del derecho al acceso al agua y saneamiento, como derecho humano fundamental, se considera un recurso vital y necesario para el desarrollo sostenible de las comunidades en zonas rurales. Dentro de los objetivos del desarrollo sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (onu), se ha establecido en su objetivo número 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos (onu, 2023).
En un contexto global donde la escasez de agua se ha convertido en una preocupación creciente, se requiere el desarrollo de oportunidades de negocio que consideren posibles soluciones al problema de disponibilidad limitada de recursos hídricos, particularmente an las zonas rurales de mayor vulnerabilidad.
En 2015, la Organización de las Naciones Unidas planteó 17 objetivos de desarrollo sostenible; destaca el referido al cuidado y conservación del agua; es el 6: agua limpia y saneamiento, enfocado a mejorar el acceso a agua apta para el consumo y al saneamiento y la gestión racional de los ecosistemas de agua dulce entre las comunidades locales en varios países en desarrollo del África Subsahariana, Asia Central, Asia Meridional, Asia Oriental y Asia Sudoriental (Sinforoso et al., 2020).
El objetivo 6 contiene metas específicas a cumplir; destacan aspectos significativos sobre el agua; éstas se observan en la tabla 1.
Tabla 1. Metas del objetivo 6. Agua limpia y saneamiento (de aquí a 2030)
Meta | Descripción |
6.1 | Acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos. |
6.2 | Acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad. |
6.3 | Mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos, reduciendo a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar y aumentando considerablemente el reciclado y la reutilización sin riesgos a nivel mundial. |
6.4 | Aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y reducir considerablemente el número de personas que sufren falta de agua. |
6.5 | Implementar la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, incluso mediante la cooperación transfronteriza, según proceda. |
6.6 | Proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos. |
Fuente: Elaboración propia con datos de cepal (2019).
Por su parte, en las comunidades rurales los usuarios le dan mayor prioridad a la cantidad que a la calidad. La existencia de una red de distribución de agua para uso doméstico en el cual estén incluidos todos los integrantes de la comunidad es un elemento fundamental para los usuarios, lo que muestra la importancia de la equidad en estas zonas; esto puede atribuirse al hecho de que en la mayoría de las comunidades existen lazos de parentesco entre los habitantes de la comunidad (Antonio et al., 2014).
En nuestro país y en el mundo de acuerdo con Lopera Correa (2021), existen desigualdades en la disponibilidad de agua, que se relacionan con las condiciones geográficas, topografía y dispersión de numerosas localidades rurales. Estas desigualdades representan un desafío, y a la vez ofrecen oportunidades de negocio con el uso sostenible del agua.
Con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) (2020), se establece que el uso del recurso hídrico se destina a la agricultura en un 68% del volumen total, al uso público-urbano el 15%, y a múltiples usos el 7%. En este sentido, y de acuerdo a los porcentajes mencionados, se puede apreciar una oportunidad para plantear diversas alternativas de negocio, tomando como referencia las necesidades que la escasez de agua presenta.
Con los datos sobre uso de agua, debemos referirlos a la Gestión Integral de los Recursos Hídricos, analizando dos aspectos involucrados son la disponibilidad y uso eficiente de agua. Para gestionar el uso y aprovechamiento del agua es necesario conocer con qué cantidad se cuenta y para qué se utiliza. Al respecto, reportes y documentos oficiales aluden a los conceptos de disponibilidad y uso eficiente del agua; sin embargo, la mayoría de estos documentos se centra en lo que sucede en las zonas urbanas, dejando al margen lo que ocurre en las zonas rurales. La situación que se vive en las localidades rurales en este aspecto es muy diferente a lo que ocurre en las grandes urbes; por ello resulta necesario en primer lugar conceptualizar disponibilidad y uso eficiente de agua en tales zonas (Antonio et al., 2014).
En México, los estados que se enfrentan con la escasez de agua son aquellos donde predomina un clima árido o semiárido. Dos terceras partes del territorio se consideran áridas o semiáridas, con precipitaciones anuales menores a los 500 milímetros, mientras que el sureste es húmedo con precipitaciones promedio que superan los 2 000 milímetros por año (Comisión Nacional del Agua, 2015).
El objetivo del presente capítulo es presentar alternativas de negocio que surgen con el aprovechamiento de las oportunidades detectadas, que brinden posibles soluciones ante la poca disponibilidad de agua en ciertas regiones, a través de propuestas de agronegocios que incluyan el uso sostenible del agua y que se puedan realizar en zonas rurales de nuestro país.
Oportunidades de negocio con el uso sostenible del agua
El emprendimiento es fundamental para el desarrollo de comunidades rurales, en estas áreas, el acceso al agua segura y los servicios relacionados suelen ser limitados, afectando a la salud, la agricultura y el desarrollo económico (Murillo, Alvarado y Benítez, 2022). La oportunidad de negocio en este contexto no sólo aborda necesidades básicas, sino que también impulsa la sostenibilidad y mejora la calidad de la vida de las comunidades rurales.
Los diferentes países de América Latina están enfrentando una escasez de agua, causada principalmente por acciones del ser humano: desperdicio del recurso, contaminación y mala gestión que hace que este recurso no sea sostenible (Alcudia, García y López, 2022). Aproximadamente 37 millones de personas carecen de acceso a agua potable, y casi 110 millones no tienen acceso a saneamiento. Pero este número está creciendo debido a la rápida urbanización, lo que genera una creciente demanda de servicios de agua y saneamiento (Ocadiz, 2022).
De acuerdo con la Conagua (2020), los sectores en situación de pobreza tienen un alto índice de no poder enfrentar problemas de salud e higiene debido a que no tienen agua limpia y segura. Asimismo, la Conagua defiende que, de no tratar el problema del agua potable en zonas rurales, decenas de pequeñas comunidades serían el foco de muchos problemas relacionados con la salud, por lo que, de acuerdo a Moreno et al. (2022). La prevalencia de enfermedades gastrointestinales en las zonas rurales ante la deficiente calidad del agua, supone una clara necesidad de incorporar nuevos componentes de emprendimiento o negocio social.
Con los antecedentes mencionados, se presentan los emprendimientos en zonas que no cuentan con los servicios públicos o que son inadecuados para el abastecimiento de agua y saneamiento, como una oportunidad de crecimiento. De igual forma, el establecer negocios en estas zonas contribuye a disminuir la prevalencia de situaciones en las que las personas no tengan acceso a agua potable, y a evitar el desarrollo de enfermedades gastrointestinales; además, estos emprendimientos también pueden ayudar en el desarrollo de la agricultura.
Colombia es el ejemplo de un país con una gran cantidad de recursos hídricos, pero que no cuenta con estrategias, políticas y programas que garanticen un sistema de agua potable, a pesar haber estado luchando con este problema durante años y buscando las mejores soluciones posibles que se puedan adaptar a sus circunstancias.
La construcción de nuevos modelos y estrategias orientadas a nuevas tecnologías que mejoren la calidad del agua hacen imperante la construcción de nuevos planteamientos y directrices asociadas a esta problemática. En ese contexto, es indispensable diseñar una estrategia asociada a la transferencia de tecnología que permita mejorar la disponibilidad y calidad del agua, más allá del asistencialismo común de intentar otorgar el producto, sin tener en cuenta los distintos componentes importantes, tales como la educación comunitaria, la sostenibilidad del proyecto, y la adopción de la propuesta por parte de los beneficiarios.
Por lo anterior, es importante tener en cuenta que no hay un modelo definitivo que pueda solucionar esta problemática en cada zona, lo cual obliga a buscar la mejor opción que se adapte a la región, considerando que habrá lugares en los cuales se le podría adaptar mejor un sistema de saneamiento de agua que pueda monitorear su calidad, en tanto que habrá otros lugares que por su ubicación, clima, dotación de infraestructura eléctrica, entre otros, necesitará desde la básica instalación de conductos para transporte.
Así, la promoción de los emprendimientos en zonas rurales, no sólo es una necesidad apremiante, sino también una oportunidad crucial para abordar desafíos fundamentales. La escasez de agua y la falta de servicios adecuados afectan directamente la salud, la agricultura y el desarrollo económico de las comunidades, exacerbando la brecha entre el acceso a recursos básicos en áreas urbanas y rurales. La creciente demanda de servicios de agua y saneamiento, junto con la falta de acceso a estos servicios a millones de personas, expone la urgencia de iniciativas emprendedoras. La relación directa entre la falta de agua limpia y segura, y la prevalencia de enfermedades gastrointestinales subraya la importancia de abordar este problema de manera integral.
A pesar de la abundancia de recursos hídricos en algunos países, la falta de estrategias y políticas efectivas plantea desafíos persistentes. La construcción de nuevos modelos y estrategias, centrados en tecnologías que mejoren la calidad del agua, es esencial. Sin embargo, la implementación exitosa no sólo requiere la entrega del producto, sino también una consideración integral que incluya educación comunitaria, sostenibilidad del proyecto y la participación activa de los beneficiarios. En última instancia, no existe un modelo único para abordar la problemática multidimensional del agua en las zonas rurales, por lo cual se necesita una aproximación adaptativa, considerando las particularidades de cada región; desde sistemas de monitoreo de calidad del agua hasta la instalación de infraestructuras específicas según las condiciones locales. El emprendimiento en el sector del agua en zonas rurales no sólo es una respuesta necesaria a desafíos críticos, sino también una vía para construir un futuro más saludable y sostenible para estas comunidades.
Desde la perspectiva de los negocios, parte de los problemas deben verse como oportunidades. En tal sentido, se pueden destacar como causas importantes en el ámbito agropecuario, la escasez de agua, debido entre otras al crecimiento poblacional y su cada vez mayor demanda por actividades de agricultura. Lo anterior, presenta un problema, que tiene la oportunidad de capitalizarse al fomentar la creatividad y la innovación, proponiendo negocios que favorezcan como prioridad el uso eficiente del agua. Así, bajo este obligatorio marco de aprovechamiento sostenible, el presente análisis se circunscribe directamente en el Objetivo número 6 para el logro de un Desarrollo Sostenible (ods), que consiste en garantizar la disponibilidad del agua, su gestión sostenible y saneamiento para todos.
En México, para determinar la disponibilidad de agua se recurre a la NOM-011-cna-2000, que define la disponibilidad de aguas superficiales como: el “valor que resulta de la diferencia entre el volumen medio anual de escurrimiento de una cuenca aguas abajo y el volumen anual actual comprometido aguas abajo”, y la disponibilidad de aguas subterráneas como: el “volumen medio anual de agua subterránea que puede ser extraído de una unidad hidrogeológica para diversos usos, adicional a la extracción ya concesionada y a la descarga natural comprometida, sin poner en peligro el equilibrio de los ecosistemas”. Así definidas, una disponibilidad nula implica que no se pueden concesionar cantidades adicionales de agua (Cortés et al., 2004).
Estos conceptos se refieren a la cantidad de agua que existe en las cuencas a nivel superficial y en los acuíferos a nivel subterráneo; sin embargo, el agua no está disponible completamente, es necesario transportarla, bombearla o canalizar utilizando algún tipo de tecnología para hacerla aprovechable. En la mayoría de las ocasiones el agua es sometida a procesos de potabilización, lo que implica el uso de tecnologías adicionales (Antonio et al., 2014).
La verdadera disponibilidad de agua en México se encuentra muy por debajo de lo señalado por las cifras oficiales. Tal es la gravedad que en regiones como el centro y norte del país se tienen severos problemas de disponibilidad. A pesar de las acciones emprendidas por el Estado para incrementar la infraestructura hidráulica en las zonas rurales, la cobertura de agua potable es menor comparada con las zonas urbanas y la brecha aún es bastante amplia. A esto se suma el hecho de la extracción del agua de zonas rurales para llevarla a las grandes ciudades, generando con ello conflictos y tensiones. Aunque se ha buscado la participación de las comunidades en la construcción, operación y administración de los sistemas de agua potable; muchos de estos procesos de gobernanza para gestión del agua en zonas rurales han fracasado (Antonio et al., 2014).
A continuación se expone una serie de ideas para iniciar negocios, que van desde la extracción, almacenamiento, distribución y uso para riego con sus diversas tecnologías, hasta su transformación para uso doméstico, entre muchas otras. Aprovechar de manera sostenible este recurso en zonas rurales, muchas veces marginadas, puede ayudar no sólo a crear empresas como negocios particulares, sino también a promover una mayor productividad y desarrollo de estas poblaciones.
Extracción
La primera fase en el aprovechamiento del recurso hídrico, es su extracción, la cual implica la perforación de pozos, para lo que se requieren equipos especializados, procesos, sistemas, aparatos, tecnología y servicios, como lo muestra la figura 1.
Durante la última década ha crecido la necesidad de fuentes de información sobre perforación de pozos y como consecuencia han sido publicados materiales que lo intentan satisfacer (Bowman, 1911). Perrone y Jasechko (2019) sostienen que la perforación de pozos muy profundos es sólo una solución provisional, pero no es sostenible para la conservación de aguas subterráneas. Sin embargo, debido al alto incremento en el consumo del agua superficial, existe una creciente necesidad de obtener agua subterránea por medio de pozos. Para facilitar el logro de este objetivo, han sido publicadas algunas técnicas prácticas de aprendizaje automático en operaciones de perforación de pozos (Olukoga y Feng, 2021). Definir los riesgos hídricos comerciales y las oportunidades asociadas con esos riesgos; explorar estos riesgos asociados con la regulación y los incidentes físicos, así como desarrollar un plan claro de negocios para el aprovechamiento del agua, ha sido descrito por Orr y Pegram (2017).
Aprovechar la cada vez más demandante necesidad de abastecimiento de agua subterránea, puede dar lugar a la generación de más y mejores empresas perforadoras de pozos que sean más competitivas en precios y en servicios de óptima calidad; también la venta de sistemas de bombeo, como bombas, tuberías y medidores de flujo hídrico puede, de manera paralela, ser igualmente demandada, y representaría otro tipo de negocio de naturaleza comercial.
Sin embargo, debido a que son requeridos permisos para la perforación de pozos y para la extracción de agua del subsuelo, ya que su aprovechamiento corresponde a la Federación (cna), se hace necesario conocer los aspectos legales que lo condicionan (Sahuquillo, Custodio y Llamas, 2009). Es por ello que prestar el servicio de asesoramiento legal para la realización de este proceso puede representar otra oportunidad de negocio: “servicios de asesoría legal en procesos de extracción de agua subterránea” (Budds, 2012; Smith, Cross, Paden y Laban, 2016).
Figura 1. Pozo de agua para agricultura
Fuente: agua.org.mx
En las zonas rurales los negocios de extracción de agua son una opción rentable, ya que existen comunidades que carecen de acceso confiable a fuentes de agua potable. El suministro de agua potable a estas comunidades puede generar ingresos significativos para aquellos que se dedican a su extracción (Twardzik y Heffner, 2019).
Almacenamiento
Una oportunidad de negocio en zonas rurales con limitaciones en la disponibilidad de agua sería el almacenamiento y distribución de agua para uso doméstico y agrícola (Teressa y Mosisa, 2021). Esto podría involucrar la construcción de tanques de almacenamiento, la instalación de sistemas de captación y filtración de agua de lluvia, y la creación de una red de distribución para abastecer a las comunidades rurales (Wang et al., 2021).
Aunado a la escasa precipitación en una porción considerable del territorio mexicano, se está viviendo una sequía intensa, con consecuencias no sólo para el acceso humano al agua, sino a la producción agropecuaria. En el año 2020 las lluvias no fueron suficientes para llenar las presas, y de las 210 con mayor volumen de almacenado, más de la mitad se encuentra por debajo del 50% de su capacidad y el 30% posee menos del 25% de agua, en particular en el norte y centro del país.
Junto a la sequía, que puede agravarse por los efectos del cambio climático, están los procesos sistemáticos de deforestación para cambio de uso de suelo, transformando bosques en campos o superficies urbanizadas, con consecuencias en la reducción de la capacidad de retención y de la disponibilidad de agua (Varela, Guerrero y De Miguel, 2021).
El acceso a los servicios de agua no necesariamente se explica a partir de su disponibilidad natural, de tal suerte que nos encontramos frente a la paradoja de que, justamente en el sur y sureste, en donde se encuentra el 69% de los recursos hídricos del país, se cuenta con menor disponibilidad a dichos servicios en comparación con el norte, centro y noroeste, que disponen sólo del 31% (Morales, 2021).
Asimismo, esta desigualdad con relación al acceso a los servicios de agua no se observa solamente en términos geográficos (diferenciación entre zonas norte, centro y sur del país), sino territoriales, vinculados con el nivel de urbanización de la región, de tal suerte que se presentan desigualdades entre contextos rurales y urbanos, en donde la población rural se encuentra en situación evidente de desventaja. Al 2015, la cobertura de servicio de agua entubada en la vivienda o predio de zonas rurales era 12.2% inferior con relación a las urbanas (97.2% urbanas y 85.0% rurales) (Semarnat y Conagua, 2018).
Esta situación no es exclusiva de México, ya que tres de cada cuatro personas pobres en los países en desarrollo viven en las zonas rurales. Es evidente, entonces, que vivir en el sur de México y, además, en comunidades rurales, limita la posibilidad de acceder al agua. Entre los argumentos que suelen justificar dicha desigualdad de acceso a los servicios está lo relacionado con la sub-representación de lo rural frente a lo urbano, dado que más del 70% de la población mexicana vive en ciudades con más de 2 500 habitantes, por lo que la inversión pública no privilegia lo rural (Fernández, Fernández y Soloaga, 2019; García y Vázquez, 2017).
Como alternativas de almacenamiento de agua se tienen a los reservorios y represas que pueden ser proyectos que implican menor inversión, lo que facilita su realización.
- Reservorios. Los reservorios de agua podrían generar ingresos a través de la venta de agua a los agricultores locales y a las familias que no cuentan con acceso a una fuente confiable de agua potable. Además, se podrían establecer alianzas con organizaciones o instituciones locales, como escuelas y centros de salud, para brindarles un suministro constante de agua (Bauer, 2020). Como se muestra en la figura 2, las características del reservorio como dimensiones, suelo, cubiertas, determinarán los insumos y requerimientos financieros para su instalación.
- Represas. Las represas también podrían ser utilizadas como sistemas de almacenamiento. Este enfoque permitiría asegurar el suministro de agua en estas zonas y, al mismo tiempo, ofrecería oportunidades económicas a los emprendedores locales (Senbeta y Yang, 2019). Si bien las represas requieren mayor inversión, son un bien duradero que permitiría el almacenamiento de agua necesario para las actividades como la agricultura, así se observa en la figura 3, ganadería y el suministro de comunidades rurales.
Figura 2. Reservorio de agua para riego
Fuente: Fagro (2022).
Figura 3. Represa de agua
Fuente: Basan (2018).
Distribución
El acceso a recursos hídricos potables, limpios y seguros es un requisito fundamental para que las comunidades prosperen. Aunque en los países desarrollados con frecuencia se dan por descontados el acceso al agua y el saneamiento, son muchos los habitantes del planeta que viven cada día privados de ese derecho fundamental (Brooks y Carey, 2022).
En el último siglo, la demanda mundial de agua se ha incrementado, debido a la alta tasa de crecimiento demográfico, el desarrollo económico, las modalidades cambiantes de consumo y la rápida urbanización. Esta demanda se intensifica con el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos que generan, cada vez con mayor frecuencia, sequías e inundaciones (Pacto Mundial-Red Española, 2022).
El negocio de distribución de agua como respuesta a la creciente preocupación por el acceso a agua potable en zonas rurales, ha surgido como una oportunidad de negocio considerando el uso sostenible del agua. Este negocio consiste en la distribución de agua a través de sistemas integrados de los que podemos destacar las siguientes alternativas:
- Bombas y tuberías pueden ser una oportunidad de negocio en la distribución de agua en zonas rurales donde el acceso al agua potable es limitado (Muniyapillai et al., 2022).
- Accesorios para distribución de agua, modelos de distribución (figura 4), como sistemas de filtración y purificación, también pueden representar una oportunidad de negocio en zonas rurales para garantizar el suministro de agua potable de calidad.
- Pipas y camiones de garrafones ayudan a la distribución de agua y son una alternativa de negocio en zonas rurales donde escasea el suministro.
Figura 4. Modelo de distribución de agua
Fuente: IMTA (2015).
Innovación en Riego para agricultura, jardines y abrevaderos en ganadería
En las últimas décadas, algunos estados empezaron a destacar como productores de tomate y hortalizas con tecnología de invernadero y riego presurizado, que son ejemplos de innovación tecnológica en la agricultura. Esta expansión de los agronegocios en la zona árida es parte de una carrera entre empresarios agrícolas en la competencia por el agua en las diversas regiones del país, y aunque la producción de tomate y hortalizas bajo un modelo productivo anclado a la tecnología de alta eficiencia en el uso de agua, lo mismo en la calidad que en el volumen requeridos del recurso, los dos son importantes para sus estándares de rendimiento, pero el uso intensivo en que se traduce y el efecto acumulativo de extracciones de la misma fuente, podrían contrarrestar las ventajas que ofrece la tecnología (Pratt y Ortega, 2019).
No se trata de negar la eficiencia de uso de agua del modelo de agricultura protegida que se ha venido desarrollando en comparación con los de riego tradicional, pues de hecho es un modelo de producción y de negocios de perfil productivista; el problema aparece cuando la extracción de agua subterránea se intensifica por la expansión de la frontera agrícola, lo que conlleva un riesgo potencial para la conservación del balance hidrológico del acuífero a mediano y largo plazo. Todo esto implica un desafío para una gestión responsable y adecuada del agua frente a objetivos de sostenibilidad a mediano y largo plazo, considerando el orden de prioridades en cuanto a la satisfacción de la demanda para el consumo humano vinculada al derecho humano reconocido internacionalmente (Munguía, 2022).
El agua subterránea ha entrado en los objetivos de negocio de los proyectos de agricultura protegida que se ha venido expandiendo en el altiplano central del país, y aunque se trata de una forma eficiente de uso del agua en la actividad productiva primaria, la multiplicación de concesiones ha conducido a la intensificación de las extracciones y la afectación de la disponibilidad de agua en los acuíferos (Munguía, 2022).
En todo esto, la gestión del agua subterránea se organiza y opera en función de los intereses económicos que se materializan en forma de grandes proyectos de agronegocio, donde el paquete tecnológico es la llave que abre la puerta a las nuevas formas de uso del agua para cultivos de exportación, ganando prioridad a partir de la influencia política, lo que se traduce por lo general en un avasallamiento de derechos adquiridos y el olvido o postergación de demandas sociales de agua para necesidades básicas como el uso doméstico, todo según lo definan esos intereses a través de los cuerpos burocráticos especializados. En este caso específico aún hay oportunidad para impulsar una gestión precautoria del agua subterránea y evitar la repetición de los errores que se han cometido en la gestión de otros acuíferos en el país, teniendo en perspectiva otros principios como el de la sustentabilidad, la seguridad hídrica y el derecho humano al agua (Munguía, 2022).
El riego como negocio en actividades de agricultura y ganadería es una oportunidad estratégica para el uso sostenible del agua. Vizcarra (2022), propone un plan de negocios que contribuye brindando un servicio en el sistema de riego sostenible a pequeños y medianos agricultores de cacao que habitan en el sector de Echeandía de la provincia de Bolívar, con el propósito de disminuir el impacto de eventos naturales generados por la escasez de agua.
- Hidroponía, al considerar una oportunidad de negocio que provea lo necesario, desde la infraestructura para su instalación, los sistemas de mejoramiento de calidad de agua, tomando en cuenta el uso sostenible del recurso hídrico, la asesoría técnica y seguimiento para optimización, se pueden aprovechar en zonas rurales vulnerables.
- Riego subterráneo. Los diferentes tipos de riego requieren una visión hacia el uso sostenible del agua, en el caso del riego subterráneo, debe fundamentarse en los requerimientos específicos como recursos financieros necesarios y capacidad de los posibles usuarios, estudios técnicos de los tipos de suelo para su adecuada instalación y durabilidad.
- Riego por aspersión, a riego por goteo; en el desarrollo de las actividades agrícolas se favorece un uso sostenible del agua haciendo un riego por goteo, con las innovaciones tecnológicas disponibles, transitar de riego por aspersión hacia el riego por goteo con cinta y con goteros, mejora el aprovechamiento del recurso hídrico, los negocios dedicados a ofrecer los materiales para la instalación de sistemas de riego, son una oportunidad en zonas con escasez de agua, como se muestra en la figura 5.
- Las diversas alternativas de riego pueden incluir la infraestructura para riego de jardines en hoteles, restaurantes, casas habitación, parques, entre otros.
- Utilizar sistemas de riego de abrevaderos para ganadería puede ser otra alternativa necesaria en zonas rurales con sequía prolongada.
Comercialización de sistemas para la medición y el control de la calidad del agua para su uso en la agricultura y ganadería
Comercializar cualquier insumo tecnológico en actividades agropecuarias representa una gran oportunidad de negocio en zonas rurales. Es por ello que se requiere conocer las características de los equipos y servicios que se van a ofrecer, tales como:
- La venta de equipo para medir salinidad o dureza, como emprendimiento puede ser atractiva en zonas rurales. Dentro de las alternativas de negocios que podemos encontrar se encuentran desde los filtros para mejorar la calidad de agua a pequeña escala, como el proyecto presentado por Ortiz, Zapata y Trujillo (2023), que nos presentan un plan de negocio que tiene como objetivo general evaluar la viabilidad técnica, social y financiera para el desarrollo de una idea de negocio a partir de la producción y comercialización de un filtro lento de arena para la potabilización del agua.
- Los servicios que brindan los laboratorios para la medición de parámetros de la calidad del agua y suelos. Con estudios propuestos por Fragua, F. (2023), la gestión de la capacidad de laboratorios de análisis de agua debe determinarse con el propósito de potenciar su capacidad instalada e incrementar su competitividad, diseñando las estrategias necesarias a partir de la aplicación de la matriz foda; el objetivo incluye la propuesta de un modelo para la gestión de capacidad instalada en la prestación de servicios en un laboratorio de análisis de aguas, que contribuya a la utilización adecuada de los recursos disponibles mediante el uso de técnicas de programación matemática.
Figura 5. Innovaciones en riego
Fuente: Agroalimentando (2023).
Venta, instalación y mantenimiento de tecnologías para el tratamiento de aguas residuales
En nuestro país es necesario impulsar las actividades que incluyan la innovación tecnológica en el tratamiento de aguas residuales, en las que podemos destacar las siguientes:
- Plantas de tratamiento de aguas residuales industriales y domésticas, que permitan la reutilización del recurso hídrico en otras actividades productivas.
- Proveeduría, distribución e instalación de tecnologías, partes y accesorios, que permitan el adecuado funcionamiento de las instalaciones y equipos.
- Venta y reparación de equipos de bombeo de agua, así como el equipo de mantenimiento necesarios.
El desarrollo de propuestas de negocio, como las que se enlistan y la que se presenta por Reigosa et al., (2023) en la propuesta de trabajo que está orientada a la creación de una empresa capaz de capacitar, evaluar y certificar proyectos de abastecimientos de redes de agua antes de su implementación. Durante el desarrollo de la evaluación se generan alternativas que garantizan la disminución de los costos y eficiencia energética. El proceso finaliza con varias alternativas de solución para el abastecimiento de redes de agua que garantizan la implementación de un proyecto totalmente sustentable. La elaboración del plan de negocio para la empresa de Enfoque Sistémico Diseño (ensidi) les permitió el inicio de sus operaciones y contribuyó a mitigar el desabastecimiento de agua potable, en regiones vulnerables que carecían de este recurso hídrico en Ecuador.
Des-saladoras, ablandadoras y purificadoras de agua
La actual escasez de recursos hídricos en las regiones áridas y semiáridas del sureste español ha impulsado la utilización de fuentes no convencionales, como la reutilización de aguas regeneradas y la desalinización de agua marina, especialmente en la agricultura de regadío. Como consecuencia, en esta región se está utilizando para riego agrícola casi el 100% del volumen de agua regenerada (105 hm3/año), así como cerca de 180 hm3/año de Agua Marina Desalinizada (AMD) (Martínez et al., 2019).
La agricultura se enfrenta al reto de abastecer de alimentos a una población en continuo crecimiento. Se espera un crecimiento de la población mundial de más de 2 000 millones de personas para 2050, por lo que se requerirá aumentar la superficie de agricultura de regadío en 32 millones de hectáreas para garantizar un incremento de la producción mundial de alimentos del 70%, ya que el consumo de alimentos per cápita también está aumentando. Se estima que será necesario incrementar el consumo de recursos hídricos para desarrollar la agricultura de regadío en un 11%, también para el año 2050 (fao, 2009). Simultáneamente, los recursos hídricos se están volviendo más escasos debido al desarrollo industrial y el incremento sostenido de la calidad de vida. Además, se espera que este desfavorable escenario se intensifique por el efecto negativo del cambio climático sobre los recursos hídricos en los climas áridos y semiáridos. Como consecuencia, la presión sobre los recursos hídricos es cada vez más intensa, dando lugar a desequilibrios entre los recursos renovables y las demandas totales, lo que pone en peligro el futuro de la agricultura de regadío y su resiliencia al tratarse de un uso no preferencial (Martínez et al., 2019).
La intensificación de la escasez hídrica representa un riesgo para el papel de la agricultura de regadío en la seguridad alimentaria global a medio y largo plazo, asociado a la imposibilidad de satisfacer las demandas de agua para riego mediante la utilización de recursos hídricos convencionales en el futuro. Por lo tanto, son necesarias nuevas soluciones para mantener o mejorar una producción agrícola sostenible, incluyendo nuevas o alternativas de fuentes de agua, estrategias innovadoras para la conservación de los recursos hídricos, o sistemas de riego más eficientes y productivos. En este contexto, un planteamiento tecnológico interesante es incrementar el uso de los recursos hídricos no convencionales para garantizar la seguridad alimentaria y la estabilidad socioeconómica de muchos territorios a largo plazo. Mientras la disponibilidad de agua regenerada o la desalación de aguas salobres están normalmente limitadas por la producción de aguas residuales urbanas y la sobreexplotación de los acuíferos, el Agua Marina Desalinizada (amd) puede ser un recurso abundante y constante capaz de sustentar la producción agrícola y eliminar los riesgos climáticos e hidrológicos asociados al cambio climático. Además, la sustitución de los recursos hídricos sobreexplotados con agua desalinizada también ofrece nuevas oportunidades para abordar problemas ambientales y para desarrollar políticas hídricas más sostenibles (Martínez et al., 2019).
Mientras la producción mundial de amd para uso doméstico ha crecido continuamente durante las últimas décadas, su uso agrario ha sido escasamente considerado. Sin embargo, esta situación está cambiando como resultado de: (1) la creciente presión sobre los recursos hídricos renovables anteriormente mencionada; (2) la ausencia de otras soluciones viables en regiones áridas y semiáridas costeras; y (3) la continua mejora tecnológica y la consecuente disminución del coste de producción, por lo que su aplicación se está extendiendo más allá del uso doméstico (Martínez et al., 2019).
La demanda de energía en los procesos de desalinización por ósmosis inversa es una cuestión clave a la hora de planificar el suministro de amd a la agricultura. La ósmosis inversa es actualmente el proceso de desalinización más eficiente (Burn et al., 2015), pero aun así se caracteriza por sus altos requerimientos de energía, superando notablemente los consumos de energía específicos en comparación con el resto de suministros al regadío (Martínez et al., 2019).
De acuerdo con datos recientes de la International Desalination Association (ida, 2019), existen en el mundo aproximadamente 18 000 desaladoras que producen más de 100 millones de metros cúbicos al día de agua desalada. Aproximadamente un 60% proviene de aguas marinas, es el resto procedente de aguas salobres de distinto origen (ríos, lagos, aguas subterráneas, agua residual, etc. (Martínez, 2020).
El año 2020 ha sido, contrariamente a lo que se podría pensar por la crisis sanitaria y económica, el de mayor contratación de capacidad de desalación a nivel mundial, con 6.4 millones de m3/día, ya en el primer semestre del año, y otros 3.4 millones adicionales contratados hasta octubre de 2020 (ida, 2020).
La tecnología de desalación predominante en la actualidad es la ósmosis inversa (abreviadamente ro, del inglés reverse osmosis), por medio de membranas semipermeables sometidas a presión (Martínez, 2020).
Esta tecnología se basa en aplicar presión (por medio de una bomba) sobre las membranas para producir un agua libre de sales (agua desalada, permeado o producto) y un rechazo (concentrado o salmuera) donde se concentran las sales extraídas del sistema. Las plantas desaladoras cuentan además con sistemas de captación de agua, pretratamientos (físicos y químicos) para proteger a las membranas, así como un postratamiento para adecuar el agua desalada al uso al que vaya destinada (Martínez, 2020).
El consumo de energía es el mayor coste de producción de agua desalada, por lo que su reducción es el factor clave para la reducción del precio del agua desalada. Lamentablemente no es posible producir agua desalada procedente del mar con un consumo inferior a 1 Kw-h/m3 debido a motivos termodinámicos (el trabajo necesario para desalar agua es igual al trabajo necesario para disolver las sales en agua, y este es el valor d1 Kw-h/m3 que es el calculado de forma aproximada para la salinidad del agua de mar (Martínez, 2020).
En los últimos tiempos, se ha investigado en la posibilidad de reducir este consumo mediante la implantación de las llamadas tecnologías emergentes (forward osmosis, pervaporación, destilación de membrana, membranas de grafeno, etc.) pero éstos intentos han fracasado debido a la barrera termodinámica del límite de consumo mínimo, y sí bien estas tecnologías no se han podido implantar a gran escala ni es esperable que puedan sustituir a la ósmosis inversa en un futuro próximo, sí se les ha encontrado aplicaciones interesantes, como es el uso de sistemas híbridos, la producción de energía por la mezcla de corrientes de alta salinidad con aguas dulces o tratamientos para las salmueras (Martínez, 2020).
En el campo de la eficiencia energética y la reducción de la huella de CO2, se están incrementando los esfuerzos en investigación, así como en la implantación de energías renovables, bien para la producción de la energía eléctrica necesaria para la desalación, o bien para intentar acoplarse directamente a sistemas de desalación. En este sentido, la extensión de las energías renovables para desalación se encuentra con algunas dificultades como las elevadas potencias concentradas en algunos puntos (grandes desaladoras), la imposibilidad técnica o económica de almacenar energía (cuando las desaladoras deben producir en continuo para su viabilidad) o el hecho de que la ubicación de la desaladora no tiene por qué coincidir exactamente con el mejor lugar para la producción de la energía renovable (Martínez, 2020)
El uso de agua desalada como complemento a otros recursos convencionales es una garantía de suministro de agua de calidad que no está sujeta a la influencia del clima, cambio climático o las tensiones territoriales o políticas a las que están sujetas los trasvases (Martínez, 2020).
Como contrapartida a estas ventajas, sus detractores indican que el agua producida es cara, que tiene un importante consumo energético e impacto ambiental. Las evidencias técnicas, económicas y científicas desmontan estas teorías evidenciando que la desalación es una alternativa viable y sostenible económica y ambientalmente para multitud de usos del agua, incluyendo el agrícola, donde además su aplicación no cesa de crecer (Martínez, 2020).
- Plantas desaladoras (suavizadoras o ablandadoras) de agua dura. Para producción o comercialización. Plantas de tratamiento de aguas saladas y salobres (sistemas de ósmosis inversa, etc.).
- Servicio de purificación de agua potable (embotellada), venta de purificadores de agua domésticos y venta de accesorios como filtros, tabletas de purificación, etc.
Fabricación y/o venta de sistemas para la captación, recogida y aprovechamiento de las aguas pluviales
La cosecha de agua de lluvia es una técnica relativamente práctica y fácil para obtener agua para el consumo humano o fines productivos. El agua pluvial es la fuente de abastecimiento en muchas partes del mundo con una precipitación alta o media, en donde no se dispone de agua en cantidad y calidad necesaria para consumo humano u otros fines. Para ello, el agua de lluvia es interceptada, captada y almacenada en depósitos para su uso posterior. Para fines domésticos, en la cosecha de agua de lluvia se acostumbra utilizar como área de captación la superficie de los techos (Pedroza et al., 2014).
Una óptima gestión y planificación del agua pluvial puede reducir riesgos, prevenir afectaciones en la salud y también mitigar desastres naturales. Existen situaciones en las cuales la estructura geológica de los suelos presenta sustancias peligrosas como arsénico y otras, que contaminan el recurso hídrico de pozos y aljibes (Acosta et al., 2018).
México no es la excepción en lo que se refiere a la captación de agua de lluvia para la utilización en zonas agrícolas, rurales y urbanas. Ya existen algunos estudios sobre la captación de agua de lluvia para el desierto chihuahuense en donde es una opción viable para atacar el problema de escasez que sufren comunidades rurales, marginadas y otras en las que el acceso al agua sólo puede ser por medio de la lluvia. Estos estudios se han hecho como proyecto específico para una comunidad o analizando el costo-beneficio; hasta ahora la captación de agua de lluvia se perfila como una solución sustentable al uso eficiente del agua, como es el caso de los municipios de Bermejillo y Mapimí, Durango, y el municipio de Mazapil, Zacatecas (Acosta et al., 2018).
Para captar agua de lluvia para uso doméstico, lo más conveniente es implementar un sistema de captación en techos, para lo cual es importante tener en cuenta que el área de la captación del techo es directamente proporcional a la cantidad de agua que se captará, por lo que entre mayor sea la o las superficies de captación, mayor será la cantidad de agua captada, también es importante tener presente que esta superficie destinada a captación debe recibir mantenimiento y limpieza para mejorar la calidad (Acosta et al., 2018).
Consideraciones adicionales en los negocios de uso sostenible de agua
Partiendo de los estudios anteriores que tienen el propósito de contribuir al cuidado y conservación del agua, se han hecho diversas propuestas teóricas desde diferentes disciplinas, una de ellas es la contabilidad ambiental, encargada de la identificación, medición y asignación de costos ambientales para su integración en las decisiones comerciales y la comunicación posterior a las partes relacionadas de una empresa (Mussa, Feku y Mussa, 2018).
Como parte de la contabilidad de gestión ambiental Sinforoso, Ricardez y Álvarez (2018) sostienen la hipótesis de que el costo sostenible es un medio que contribuye a que las empresas cuenten con información para identificar los daños ocasionados al medio ambiente y poder gestionar acciones que contribuyan a la disminución del impacto ambiental.
El costo sostenible representa el valor de las externalidades ambientales negativas ocasionadas al agua. Se incluye en el costo de producción de los bienes o servicios con la finalidad de que las empresas obtengan ingresos para financiar actividades que busquen resarcir el daño ocasionado a los recursos naturales que carecen de un valor económico en el mercado; no obstante es un medio que contribuye a que las empresas cuenten con información para identificar los daños ocasionados al medio ambiente y poder gestionar acciones en beneficio de la naturaleza (Sinforoso et al., 2018).
Para un adecuado manejo de los negocios debe existir una adecuada administración y manejo económico financiero, que genere la información suficiente para una correcta determinación del costo sostenible en el uso del agua permite a las empresas contar con información para la toma de decisiones en beneficio del medio ambiente, desde la sustitución de materias primas hasta un cambio en los procesos productivos, además genera un ingreso adicional para las empresas que debe ser aplicado para el cuidado y conservación del agua o para conservar otros recursos naturales (Sinforoso et al., 2020).
La información que genera la contabilidad ambiental es fundamental para la toma de decisiones empresariales, su aplicación en las empresas a través del costo sostenible contribuye a lograr el reto de la Agenda 2030, relativo al objetivo 6, agua limpia y saneamiento, ya que determinar el costo sostenible implica un ingreso adicional para las empresas, recursos financieros que deben ser ocupados para financiar actividades en beneficio de los recursos naturales, como la limpieza de ríos, arroyos, lagos, pozos, etc., o en su caso gestionar inversiones “verdes”, como la instalación de equipos de purificación de agua, entre otros (Sinforoso et al., 2020).
En el sector empresarial la aplicación del costo sostenible puede desarrollarse en las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores con el índice sustentable; estas organizaciones son las que mayor interés presentan sobre los temas ambientales (Sinforoso et al., 2020).
Determinar el costo sostenible de las organizaciones e incluirlos en su costo de producción para fijar un precio de venta contribuye al cumplimiento de las metas del objetivo 6 de la Agenda 2030, de la siguiente forma:
En relación a la meta 6.1 una organización al determinar el costo sostenible e incluirlo en su precio de venta contará con recursos para financiar el acceso universal del agua para los habitantes de las comunidades cercanas a la empresa; además, podrá financiar los servicios de saneamiento e higiene (meta 6.2). Con base en Sinforoso et al. (2017) el costo sostenible permite a las empresas contar con efectivo para implementar sistemas de purificación de agua que reduzcan la contaminación (meta 6.3) (Sinforoso et al., 2020).
Para las instituciones nacionales e internacionales conocer el costo sostenible de las empresas o de un país permitirá tomar decisiones más certeras para implementar estrategias de gestión ambiental que mejoren la calidad del agua (meta 6.5) reducir la escasez (meta 6.4) y buscar alternativas de cuidado y conservación de los recursos naturales; por ejemplo el costo sostenible obtenido por las empresas puede ser utilizado no sólo para el cuidado del agua, sino también para restablecer otros ecosistemas como los bosques, selvas, montañas, etc. (meta 6.6) (Sinforoso et al., 2020).
Conclusiones
La escasez de agua en zonas rurales, provoca que los problemas por baja disponibilidad ocasionen una serie de complicaciones para los sectores económicos productivos agrícola, ganadero, gastronómico y de servicios, por no contar con la suficiente agua para los procesos productivos completos, elaboración de productos, desarrollo de actividades en la elaboración de alimentos y prestación de servicios, y en las comunidades en general, el no tener acceso al agua como derecho humano para sus actividades cotidianas.
Desde principios de la década de 1980 se emprendieron esfuerzos y orientaciones por parte de los organismos internacionales para cambiar el régimen de la política y gestión del agua en los distintos países, sobre todo en los de menor desarrollo, bajo el supuesto de que la apertura a la participación privada y los mecanismos de mercado solventarían las deficiencias atribuidas a la gestión pública y aportarían la inversión necesaria para ampliar la cobertura de servicios, y mejorar la infraestructura e incrementar la eficiencia operativa, tanto en los usos urbanos como en los agropecuarios (Munguía, 2022).
Se considera importante evidenciar que, en lo que se refiere a la captación de agua de lluvia en zonas áridas y semiáridas, aún queda campo de investigación y experimentación, sobre todo en cuanto a la captación con fines domésticos, como estrategia de uso sustentable en la vivienda de estas zonas que presentan déficit y escasez de agua, ya que en algunos casos ésta puede representar un medio de acceso al vital líquido, como también ser una solución sostenible como una estrategia para el uso eficiente del agua o a problemas de hidroarsenicismo (Acosta et al., 2018).
Dada la situación del cambio climático, los periodos de sequía y lluvias erráticas serán aún más críticos, por lo que es importante tomar en cuenta que implementar la estrategia de la captación de agua de lluvia representa una estrategia de resiliencia no sólo para la agricultura, como ya se hace, sino también para abastecer las necesidades de las viviendas en zonas áridas y semiáridas (Acosta et al., 2018).
Es importante continuar realizando estudios sobre la captación de agua de lluvia y la viabilidad económica, ecológica y social de la misma, así como la difusión de esta información al público en general para incentivar, viabilizar e implementar con éxito la captación de agua de lluvia en zonas áridas y semiáridas y pueda ser considerada como una fuente asequible y segura para suplir las necesidades de este recurso (Acosta et al., 2018).
El propósito de este capítulo fue presentar las alternativas de negocio que pueden contribuir a un uso sostenible del agua en zonas rurales, favoreciendo el emprendimiento y que contribuyan con la disminución de los impactos negativos por la necesidad del acceso universal al agua.
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