Introducción
Dr. Manuel Arturo Coronado García*
Esta obra contempla la divulgación de enfoques y estrategias planteadas en la gestión de agronegocios desde diversas aplicaciones y en distintas localidades de los ámbitos nacional e internacional.
Para este ejercicio analítico es importante, primeramente, abordar la definición de agronegocios desde diversas perspectivas y en un sentido cronológico, contemplando sus principales elementos, pero sobre todo, reflejando su aplicabilidad en el contexto actual. Otro elemento importante que rescatan los autores es la cadena de valor, desde la perspectiva de agronegocios, lo cual revela la amplitud de posibilidades para generar el desarrollo, sobre todo en los sectores sociales donde más se necesita. Esto último es enmarcado desde las perspectivas de lo rural y la nueva ruralidad, cuyos pasajes reflexivos y de acción estratégica son trasladados al concepto del desarrollo rural sostenible. Este espacio de análisis permite apreciar con mayor precisión, la importancia de las iniciativas presentadas para la detonación de agronegocios como un motor de desarrollo en las comunidades.
Como todo diagnóstico, una parte fundamental es apreciar las tendencias que marcan el futuro de los agronegocios, en su funcionamiento e impactos directos e indirectos. Es importante reflexionar sobre los desafíos y oportunidades de los agronegocios en una sociedad dinámica e interconectada entre sí y como protagonista principal en la estructura de mercado. Por ello, la cadena de valor también requiere un repaso a nivel particular, pues sus eslabones se desarrollan en medio de la mirada de los consumidores, quienes cada vez muestran mayor interés en el funcionamiento de las empresas que ofertan los bienes y servicios con los cuales satisfacen sus necesidades. Se resalta además, dentro del nuevo contexto postpandémico de los agronegocios, la constante innovación y gestión tecnológica y de capital humano que debe ser, además de competitivo, emocionalmente inteligente y con la tarea de aprender de manera constante, dentro y fuera de su área de trabajo.
En la búsqueda de lograr un sector agropecuario sustentable y sostenible, debieran marcarse nuevas pautas para que cada sistema de producción pueda cumplir con los diversos objetivos organizacionales sin atentar contra el entorno natural y social, tanto en los subsectores agrícolas y pecuarios. En la parte de la producción pecuaria, es evidente que enfrenta retos importantes ante la necesidad de producir alimentos para corresponder a las necesidades de la sociedad, pero con las presiones que genera el cumplimiento de múltiples normas ambientales y de salud, que representan de igual manera desafíos de la seguridad alimentaria, tanto en México como en otros países. Cada una de las cadenas de productos pecuarios representa retos distintos, no sólo para lograr la rentabilidad del agronegocio, sino además para cumplir cabalmente con los requerimientos del mercado de consumo.
Además de los sectores agrícola y pecuario, el forestal es de vital importancia para la sociedad, sobre todo, como parte esencial del equilibrio ecológico en el medio ambiente natural. En México, el sector forestal recobra importancia debido a la gran diversidad de especies de flora que existen a lo largo del país, lo cual es compartido con otras naciones de América Latina. Estas especies, divididas en maderables y no maderables, aportan un importante valor a la economía, por lo que es necesario cuidar la no sobre explotación de estos recursos, cuidando la tala de árboles excesiva, a causa de nuevos proyectos de infraestructura y a la ampliación de áreas agrícolas, pero sobre todo aquella que se realiza de manera clandestina, pues dificulta el control al no ser registrada y por ende, llevar el seguimiento requerido.
Dentro de la diversidad de los agronegocios, uno de los sectores de mayor crecimiento y desarrollo en los últimos años es el de la acuacultura y sus derivados. Por lo tanto, los también llamados aquanegocios, constituyen una importante diversidad de actividades y proyectos de pesca y acuicultura, tanto en agua dulce como en agua de mar. En este sentido, México tiene en sus litorales una vocación natural para desarrollar este sector, teniendo potencial para producir múltiples especies de vida marina y lacustre con gran valor comercial. Tal ha sido el crecimiento del sector acuícola que en años recientes se han consolidado estrategias en la generación de valor de los productos, incluyendo algunas innovaciones que van más allá del ámbito alimentario, sobre todo en los ramos farmacéuticos y nutraceúticos. Todo ello representa interesantes y potenciales modelos de negocios sustentables relacionados con los aquanegocios.
Retornando al importante tema de los recursos naturales, el agua siempre ha sido de gran importancia, no solo para las actividades económicas sino para la vida misma. Para el caso de los agronegocios, el agua se ha vuelto un factor limitante, no sólo en zonas áridas, sino incluso en otras, en las que en otros tiempos abundaba, hoy día existe el carecimiento del vital líquido, lo cual se convierte en un gran problema, dada la importancia del recurso y de su importancia como elemento principal de la mayoría de los procesos y sectores productivos. Por lo anterior, es menester generar nuevas alternativas que contribuyan a un mejor aprovechamiento de este recurso vital para la humanidad. Para los Agronegocios es imperante establecer y mantener un uso sostenible de los recursos hídricos en el campo, lo cual es base para el desarrollo sustentable.
Las alternativas en el uso del agua deben plantearse desde diversas perspectivas, como son la captación y almacenamiento, desalación, desarrollo de innovaciones tecnológicas para su distribución y uso óptimo. Todas estas acciones pudieran disminuir el desperdicio y acrecentar la disponibilidad del recurso, sobre todo donde más se necesita.
Desde otra posición, el cuidado y valoración de los recursos también puede mejorarse a través de actividades que fomenten el respeto y cuidado del entorno, como las del turismo rural, el cual se ha consolidado en los últimos años como un agronegocio sustentable. Esta importante actividad representa una manera distinta de generar utilidades aprovechando al máximo y de manera responsable los recursos con los que se cuenta, pues son la base principal para su desarrollo. Dentro de estas actividades se destacan el agroturismo, los productos artesanales, gastronómicos, recreativos con la naturaleza y la convivencia étnica y sociocultural. Como sector de agronegocios, el turismo rural presenta algunos desafíos como los requerimientos de infraestructura, vías de acceso adecuadas, servicios públicos básicos, señalética, seguridad e iluminación, entre otros. Parte importante del sector recae en el involucramiento del turista en procesos de producción agrícola y actividades pecuarias, así como en el recorrido de rutas o circuitos para el conocimiento y aprendizaje de patrimonios culturales y ecológicos, teniendo los debidos cuidaos para hacer de esta actividad un negocio sustentable.
En suma, el impacto de la temática abordada en esta obra no sólo promueve el establecimiento de ideas o proyectos que potencialmente puedan detonarse de manera aislada, sino que representan acciones estratégicas de emprendimiento sostenible, que puedan ser apropiadas por las comunidades de interés. Para ello, existen diferentes estrategias empresariales que apoyan a la apertura, permanencia y consolidación de agronegocios. Estas estrategias pueden generar oportunidades de mercado de manera que se facilite el logro de metas y objetivos planteados.
Por su parte, el emprendimiento en el medio rural, debe basarse en enfoques que permitan su subsistencia de manera sostenible, es decir, a largo plazo y con impactos positivos hacia el entorno. El enfoque de los tipos de capital enmarcados en la nueva ruralidad, el capital financiero, el capital físico, el capital humano, el capital social y el capital natural, propician el desarrollo comunitario de manera estratégica, a través de esfuerzos precisos que atiendan las debilidades y deficiencias en las actividades, para convertirlos en fortalezas que, eventualmente consoliden a los agronegocios.
Estos emprendimientos pueden fortalecerse de diversas maneras, con modelos de actividad colaborativa como el turismo rural o agroturismo, que son proyectos diferentes a lo convencional y que promueven una interacción plena con el entorno. Por otra parte, existen modelos que han sido desarrollados en otros contextos como el urbano, y que pueden replicarse de manera exitosa en un ambiente rural. Dentro de estos últimos se aprecian los eventos y festivales alusivos a los principales recursos de las zonas de interés.
Ambos tipos de modelos empresariales pueden ser exitosos, sin embargo es recomendable tener un enfoque sustentable, tratar de guardar un equilibrio entre los capitales partícipes y la coordinación y compromiso de todos los involucrados. No pueden pasar por alto los nuevos escenarios que presenta la nueva era digital, la cual ha cambiado la forma de vivir y de emprender, pues la sociedad también se encuentra inmersa en esa transición hacia los entornos virtuales, por lo que contar con este tipo de tecnologías y sistemas, como la inteligencia artificial, ya no será una ventaja competitiva, sino un verdadero requisito de mercado.
Así pues, esta obra invita a la reflexión y al debate de estos temas tan relevantes en torno al desarrollo de la gestión sistémica de los agronegocios. Es responsabilidad compartida de los autores hacia los lectores, promover la apropiación de estos planteamientos en las comunidades y en la academia. El esfuerzo de quienes colaboran en la gestión y trasmisión del conocimiento surte efecto al concretar libros como este, en donde se percibe la articulación de esfuerzos de académicos e investigadores que buscan contribuir a la formación de capital humano y la atención de temas prioritarios en la agenda productiva y de política pública para la sociedad.