I. Hacia una urbanometría en la investigación del territorio; reflexión y aplicación multidisciplinar en la heterogeneidad y dependencias de la Zona Metropolitana de Xalapa

https://doi.org/10.52501/cc.156.01


Juan Andrés Sánchez García


Ángel Fernando Argüello Ortíz


Darío Fabián Hernández González


Ángel Juan Sánchez García


Erika Viridiana Rios Aburto


Dimensions


I. Hacia una urbanometría en la investigación del territorio; reflexión y aplicación multidisciplinar en la heterogeneidad y dependencias de la Zona Metropolitana de Xalapa Juan Andrés Sánchez

Juan Andrés Sánchez García1

Ángel Fernando Argüello Ortíz2

Darío Fabián Hernández González3

Ángel Juan Sánchez García4

Erika Viridiana Rios Aburto5

DOI: https://doi.org/10.52501/cc.156.01

Resumen

La ciudad y el territorio presentan retos intelectuales bastante amplios y complejos que pertenecen al estudio en la disciplina del urbanismo. No obstante, no se pretende demeritar los trabajos, técnicas y metodologías, sino mostrar que la ayuda de un diálogo disciplinar dota al investigador en urbanismo y al estudiante lo ayuda a visualizar los fenómenos urbanos, desde otra perspectiva, y a mantener un vocabulario distinto que permita validar los estudios en el territorio.

Este trabajo tiene como objetivo reflexionar e inducir al lector a una forma de visualizar al urbanismo, con miras a expresar lo que acontece en el territorio de una forma medible y cuantitativa y que asigne un argumento a la expresión urbana bajo la búsqueda de nuevas herramientas híbridas que ayuden a encaminar procedimientos de estudios ur,banos mediante los principios de la generación de una urbanometría en la investigación.

También se muestra en el artículo una perspectiva en donde los modelos estadísticos y fórmulas matemáticas han ayudado a entender lo que acontece en el territorio a través de diferentes variables y que permite evidenciar una intensión de cuantificar transformaciones urbanas encaminados hacia un diálogo disciplinar.

Palabras clave: Ciudad, Urbanometría, Estadística aplicada, Economía urbana.

Introducción

El urbanismo como disciplina quizás no debiera verse a partir de sus limitantes para analizar el territorio, sino que el diálogo disciplinar permite tener un abanico de posibilidades para analizar, sintetizar y explicar las dinámicas que acontecen en él. Por ello, entablar un bagaje de conceptos, metodologías y vocabulario desencadena nuevas perspectivas y estudiar los fenómenos urbanos con la mirada holística, integral, y multidisciplinar, que sea capaz de interpretar la complejidad de la realidad.

Se parte del concepto de disciplina entendida para este trabajo como una categoría del conocimiento científico o un área especializada en que se basan las ciencias, y que se caracteriza por ser independiente, tener su propio lenguaje, conceptos, técnicas o metodologías que suelen ser muy particulares. Por ende, cada disciplina profesa casos de estudio puntuales según sus intereses, ya que aplica los procedimientos necesarios para darse a entender a su comunidad científica y académica, pero debe criticarse si el conocimiento adquirido es rebasado por las necesidades científicas y epistemológicas o ésta tiene técnicas obsoletas y carentes para analizar y explicar los nuevos retos de su propia disciplina; en otras palabras cuestionar lo que sucede cuando la disciplina ya no puede formular nuevos procedimientos y se vuelven totalmente repetitivos cambiando sólo los casos de estudios para convertirse en el clasicismo de las ciencias. [Sánchez García, 2021, p. 90]

Ante esta perspectiva, es cuestionable también que la enseñanza en la academia y el trasladado a la investigación han mantenido una postura de análisis, donde se ha optado por conservar una estructura analítica y no de síntesis (Maldonado, 2015), donde aun en las disciplinas no voltean a ver las bondades del diálogo disciplinar, por lo que se visualiza un panoramna donde la fragmentación entre disciplinas se hace más evidente. Por tal motivo, se evidencia la necesidad de metodologías y técnicas que abonen a disiciplinas como el urbanismo, para evitar que la ciencia no sea asilada y generar conocimiento nuevo en un vínculo entre disciplinas, formando un conocimiento de síntesis y de integración, como refiere Carlos Maldonado (2015), y donde hoy se pugna por la interdisciplinariedad.

Existen también planteamientos y discusiones que, para efectos actuales, no son necesarios continuar estableciendo, por ejemplo, la arquitectura, como disciplina aislada, debiera estudiarse desde las ciencias del hábitat; la geografía como ciencias de la tierra; psicología como ciencias cognitivas; medicina como ciencias de la salud, entre otras. El urbanismo como disciplina, pareciera ser la única manera de ver la ciudad como objeto de estudio, siendo una visión muy parcial de una realidad tan compleja que amerita dialogar con todas aquellas disciplinas que interpretan el fenómeno urbano y que incluso tiende a referirse a ciencias de la ciudad como este gran abanico que necesita ser explorado para explicar los acontecimientos de esta disciplina. [Sánchez García, 2021, p. 90]

El urbanismo actual ya no estudia a la ciudad como objeto, ya que ni siquiera es posible definir el propio concepto de ciudad. Tema que ha sido discusión desde los griegos y que del que cada disciplina ha conservado su propia visión, como refiere Reynoso (2010, p. 5): “eso no es ni técnicamente posible ni formalmente necesario”. Ahora es necesario dar cabida a problemas y fenómenos dentro de la ciudad que no es posible analizar si no se pide la ayuda de otras disciplinas, de manera que los aportes metodológicos de otras áreas son los que favorecen a este trabajo.

En miras de buscar un punto de vista claro en la investigación en el urbanismo, se presenta una mirada de la urbanometría como una manera de medir las magnitudes de las ciudades, y con el diálogo disciplinar se buscan las distintas maneras que ayudan a sintetizar fenómenos territoriales para evaluar características propias de la ciudad. Con ello no se emite que el urbanismo esté en un estancamiento científico sin propuestas nuevas o contemporáneas, sino que se puede robustecer la manera en que se analizan los fenómenos urbanos a través de la numerología, visualizando que ha llamado la atención un reingreso a la Geografía cuantitativa relacionada con la ciencia de la localización y distribución de fenómenos en la superficie o la ciencia de las relaciones espaciales.

En este análisis se parte de que el territorio muestra diversas estructuras urbanas que presentan diferentes configuraciones espaciales como concentraciones, dispersiones, núcleos, entre otros elementos, y han sido estudiados a través de fenómenos como la gentrificación o la desigualdad espacial en zonas perirubanas, lo que muestra que el estudio espacial ayuda a visualizar el comportamiento estructural de las ciudades desde diversos enfoques. Uno de ellos se visualiza desde la Economía, donde se pueden medir las diferencias económicas en el territorio presentando regiones distintivas, de manera especial, develando algunos fenómenos de organización espacial como dispersiones, concentraciones o estructuras que forman tendencias para evaluar las ciudades, para lo cual se requiere de disciplinas como la estadística que basa sus estudios en cálculos de probabilidades.

La estadística —que dialoga con el urbanismo— es una disciplina que basa su inferencia en datos obtenidos, pero que, al ser referenciados, dan un sentido a los fenómenos territoriales para trabajar con modelos, y con ello aportar a investigaciones interdisciplinares en escenarios basados en la probabilidad, para que con esto se pueda argumentar y sustentar el posicionamiento de la búsqueda de una urbanometría.

Análisis urbanométrico del territorio; Zona Metropolitana de Xalapa

Al aplicar la estadístca en el estudio del territorio, aparece el análisis espacial que está basado en la estadística espacial, que es un enfoque que agrupa técnicas y herramientas que ayudan a comprender las entidades o unidades espaciales cuyas propiedades son topológicas, geométricas o geográficas. Este enfoque incluye métodos aplicados, directamente, en temas que tienen que ver con el concepto de espacio para construir estructuras de diferente complejidad. Este enfoque esta ayudado de información geográfica y que comúnmente se utiliza para referir a la geoestadística.

El área de estudio se ve reflejada en la Zona Metropolitana de Xalapa, definida en año 2004 por la Secretaría de Desarrollo Social (sedesol), el Consejo Nacional de Población (conapo) y por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi). Estas instituciones publicaron el libro Delimitación de las Zonas Metropolitanas de México (conapo, sedesol, inegi, 2012), cuya complejidad radica en la combinación de diferentes municipios, escalas territoriales y sobre todo en la contración de actividades económicas, por lo que el desafío del ámbito metropolitano requiere involucrar a diferentes niveles de gobierno.

La Zona Metropolitana de Xalapa está compuesta por siete municipios: Xalapa, Emiliano Zapata, Coatepec, Banderilla, Rafael Lucio, Tlalnelhuayocan y Jilotepec, los cuales muestran discrepancias en cuanto a concentraciones y tamaño de municipios, lo que vuelve a la zona heterogénea, espacialmente, y digna de analizar, como se muestra en la siguiente figura.

Mapa 1. Población territorial de estudio: Zona Metropolitana de Xalapa dividida en siete municipios

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Fuente: Autores (2022), basado en el marco geoestadístico 2020.

Para explicar la heterogeneidad se muestran los sujetos estadísticos que se miden en este capítulo, y para ello se retoma el concepto de unidad espacial que, para este trabajo, es la unidad de análisis ubicada en el territorio en forma de punto, línea o polígono, por lo que se han clasificado en diferentes estratos para obtener información cuando se comparen entre ellos, de la siguiente manera:

Bajo la figura mostrada anteriormente, a diferentes escalas, se encuentran las actividades económicas que están retomadas del ejercicio taxonómico, basado en la clasificación propuesta por Nelson (1995): A Service Classification of American Cities, para determinar la función económica de una localidad. Para ello se ha ajustado la clasificación de la Población Económicamente Activa (pea), por rama de actividad en los censos económicos a partir de 2009, proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), y utilizando su propia clasificación de actividades económicas, se ha propuesto comparar y apreciar los cambios que el territorio ha experimentado en sus funciones económicas predominantes, o bien visualizar la estabilidad en la misma categoría durante un periodo de tiempo (Aguilar, Gratzbord y Sánchez Crispín, 1996).

Estas unidades económicas se localizan en cada una de las las unidades territorialesl del Área Geoestadística Básica (ageb), que es “la extensión territorial que corresponde a la subdivisión de las áreas Geoestadísticas municipales y constituye la unidad básica del Marco Geoestadístico Nacional” (inegi, 2010). Estas unidades generalmente están divididas en ageb urbanas y rurales, lo cual hace una estratificación particular en las unidades territoriales tipo D.

La división de ageb permite, entonces, estudiar el espacio geográfico de los distintos municipios que pertenecen a la Zona Metropolitana de Xalapa como si fueran los sujetos estadísticos, pero éstos van cambiando basados en los análisis que se generen a lo largo del trabajo. Los sujetos estadísticos son cada uno de los individuos i, que se les miden sus características j divididas en variables económicas, por lo que cada ageb es la observación multivariada i-ésima Xi = (Xi1, Xi2,…, Xip) que corresponde con las mediciones en las p variables X1, X2,…, Xp, para el sujeto i-ésimo. [Sánchez García, 2021, p. 170]

Este estudio refiere en evaluar la heterogeneidad de concentraciones que impactan en desiquilibrio territorial de la Zona Metropolitana de Xalapa, por lo que se pondera la desigualdad del territorio como una asimilación de la desigualdad de concentraciones económicas, basada en la distribución espacial. Despúes de hacer un análisis exploratorio con el objetivo de visualizar el comportamiento descriptivo, en términos de unidades económicas, se pasó a inferir —bajo modelos estadístidos— la diversidad de concentraciones en los diferentes municipios y si existía alguna dependencia entre ellos.

Con el análisis previo se determina que —a excepción de Xalapa como ciudad central— los otros seis municipios de la zmx no tienen gran porcentaje con respecto al territorio municipal, visualizando que la mayoría de los municipios son heterogéneos. Cabe reconocer también que las ageb no son homogéneas en tamaño y tampoco en cantidad por cada localidad perteneciente a la zmx, por lo que se intenta expresar esa dependencia en un modelo que exprese la relación entre unidades económicas y cantidad de territorio que se tiene en el área de estudio. El municipio de Xalapa tiene una mayor concentración de unidades económicas, aunque no es el territorio más amplio; mientras que Emiliano Zapata es el más grande de extensión, pero alberga poca actividad económica. Lo que se puede asumir es que cada municipio tiene mayor cantidad de unidades económicas en función de la cantidad de unidades territoriales,6 por lo que a mayor cantidad de unidades territoriales (ageb) que posee un municipio, se puede considerar que existe mayor número de unidades económicas en el territorio, así que la relación en proporción del total debiera ser similar en comportamiento.

Mapa 2. Áreas geoestadísticas básicas por ámbito urbano-rural

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Fuente: Sánchez García (2022), basado en el marco geoestadístico 2010.

En un análisis exploratorio de esta relación, se muestra en la tabla 3 que Xalapa cuenta con casi el 66% de las partes de la cantidad de ageb de la zmx y casi un 80% de la cantidad de unidades económicas totales, por lo que en una lógica natural se refiere que quien tiene la mayor cantidad de ageb es quien tiene la mayor cantidad de unidades económicas, pero no es el mismo patrón en los otros seis municipios, por ejemplo, Emiliano Zapata no tiene este patrón y dista mucho del comportamiento comparado con Coatepec quien es himogéneo en sus porcentajes.

Tabla 1. Concentración de unidades económicas y cantidad de ageb por municipio y su equivalencia en porcentaje

ue % de eu ageb % deageb
Banderilla 354 2.88 11 3.78
Coatepec 1 622 13.21 35 12.03
EmilianoZapata 488 3.98 47 16.15
Xalapa 9 474 77.18 185 63.57
Jilotepec 167 1.36 4 1.37
Rafael Lucio 84 0.68 3 1.03
Tlalnelhuayocan 86 0.70 6 2.06
Total 12 275 100.00 291 100.00

Fuente: Autores basado en datos del denue.

Ante esta disparidad se busca que los patrones no sean aislados entre municipios sino que sean un patrón territorial, que mida el compartamiento de todos los municipios, basado en estas dos variables para que se explique atendiendo a los diferentes patrones. Para ello, se utiliza el análisis de Regresión Lineal que se corre en el programa Minitab 18 del que se obtiene la siguiente ecuación ajustada de acuerdo al método de mínimos cuadrados que minimiza la suma de los residuos al cuadrado:

El módelo explica la cantidad de % de unidades económicas que deben concentrarse en un municipio de acuerdo al % de ageb. Se concluye que, con un nivel de confianza del 95% (1-α) y un α de .05, la variable independiente de % ageb es estadísticamente significativo para la variable regresora, esto con base en la evidencia del p-value que es de 0.000. Así que, evaluando el modelo completo de esta Regresión Lineal Múltiple, se observan los siguientes resultados:

En la figura anterior se muestra explícitamente que el modelo es significativo, porque Xalapa tiene la mayor concentración de ambas variables, mientras que los comportamientos aislados pertenecen a los otros seis municipios. Por lo tanto el que hace que un modelo represente el comportamiento de concentraciones espaciales es el municpio que muestra mayor cantidad de las mismas, por lo que la correlación del 96% se atribuye a que en una región de zonas metropolitanas siempre se ajustarán a la ciudad central, por lo que se vuele a correr el modelo y se omite la presencia de la ciudad central obteniendo la siguiente información

Ecuación 1. Modelo de Regresión Lineal Simple de % de unidades económicas y % de ageb

%ue = -3.18 + 1.222 %ageb

Fuente: Autores 2021 basado en datos del inegi y denue.

Tabla 2. Análisis de la variable X en el modelo de % ue vs % ageb

Predictor Coef. Coef. de EE T P
Constante -3.18 2.80 -1.13 .309
% ageb 1.222 0.111 11.01 0.000

Fuente: Sánchez García y Ríos Aburto 2021. Elaborado en Minitab 18.

Los resultados explican que la correlación bajó a un 0.648, con un valor ajustado del modelo de 0.27 y un valor P de 0.164, lo que hace no rechazar la Ho y definir que no existe correlación entre la cantidad de ageb con la cantidad de unidades económicas, ambas expresadas en porcentajes. Por lo que, al no sostener el valor atípico el modelo, se concluye que en la zmx la concentración de unidades económicas no depende de la cantidad de ageb que presente un municipio, y se intuye que dentro de las propias unidades espaciales existen microcomportamientos que no hacen a las ageb homogéneas.

Tabla 3. Coeficiente de Correlación de Pearson y Coeficiente de Determinación del Análisis % ue VD. % ageb

S Rxy R2 R2 (ajustado) P-Value
6.1191 0.980 96.04% 95.25% 0.000

Fuente: Autores (2021) elaborado en Minitab 18.

Gráfico 1. Línea ajustada de % ue vs. % ageb

Fuente: Sánchez García y Ríos Aburto (2021). Elaborado en Minitab 18.

La heterogeneidad, entonces, sólo se presenta en las periferias de las zmx, y se distingue que, al no corresponder la proporción entre agb y ue por municipios, se comprueba que el primer modelo se ajusta por el peso que se tiene de forma espacial y de concentración en el territorio, pero que su periferia tiene características económicas diferentes siendo una heterogeneidad prevalente.

Ecuación 2. Modelo de Regresión Lineal Simple de unidades económicas omitiendo al municipio de Xalapa

ue = 0.87 + 0.483 % ageb

Fuente: Autores (2021) basado en datos del inegi y denue.

Tabla 4. Análisis de la variable X en el modelo de % ue vs. % ageb

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Fuente: Autores (2021). Elaborado en Minitab 18.

Conclusión

Lo presentado anteriormente alberga un cuestionamiento de algunas pruebas y ensayos para un solo fenómeno de concentración, lo que permite al investigador postular suposiciones según las magnitudes que otorgan los modelos e ir aseverando cada supuesto con una prueba que ayude a entender la significancia de los resultados en distintas pruebas.

Ecuación 3. Combinación de actividades económicas

En un supuesto caso, la metodología que se presenta para los municipios y las diferentes unidades económicas presentan la apertura a generar submodelos por cada uno de los siete municipios, y visualizar los comportamientos de cada uno. Se puede generar una combinatoria por cada una de las 17 actividades económicas principales que parta el inegi, dando como resultado 119 modelos espaciales sólo en la división principal.

La manera de exponenciar la cantidad de modelos posibles es infinita, tal que el investigador pueda agrupar relaciones que considere prudentes con una misma base de datos basados en la fórmula de combinaciones:

Cada municipio puede mostrar relaciones de 1, 2, 3, … 17 variables conteniendo el siguiente resultado.

Ecuación 4. Combinación de municipios

17 + 136 + 680 + 2,380 + 6,188+ 12,376 + 19,448 + 24,310 + 19,448 + 12,376 + 6188 + 2380 + 680 + 136 + 17 = 106 560 combinaciones o modelos posibles por municipio, y al multiplicarlos por 7 municipios se obtienen 745 920 posibilidades o modelos individuales.

  1. Se pueden mostrar las relaciones regionales entre municipios de 1, 2, 3, …, 7 bajo el siguiente esquema.
    1 + 21+ 35 + 35 + 21 + 7 + 1 = 127 combinaciones o modelos entre regiones.
  2. Al multiplicar los modelos por combinación de actividades y los modelos de combinación de municipios se tienen al menos 94 731, 840 modelos por conformar con esta base de datos.

Esto es sólo un acercamiento a lo que el procedimiento de modelación espacial puede conformar, es decir, distintas formas de representar las variables que el investigador pueda combinar según los intereses particulares, bajo el contexto y condiciones de la realidad y la diversidad de modelos que se obtienen cuando el objetivo lo requiere.

Asimismo, el urbanismo, como una disciplina destinada a la configuración de espacios y regiones de forma habitable, presenta una crisis hasta cierto punto metodológica en una de la directriz de la formación del urbanismo que es la cuantitativa. Las diversas técnicas y metodologías que expresan lo urbano son diversas; las narrativas, los imaginarios, las geometrías, las composiciones, las regeneraciones, las valuaciones, entre otras, parten de perspectivas de entender a la ciudad desde puntos diferentes, pero que han carecido de tocar disciplinas que aportan en demasía a los estudios urbanos en sus técnicas o procedimientos, aunque no por ser innecesarias sino por la falta de manejo de un vocabulario que permita interpretar lo que se está investigando.

Las habilidades que debe poseer el investigador para la manipulación de datos son necesarias, pero no indispensables. Se reconoce que las competencias para el manejo de una base de datos grande ayudan a las investigaciones a generar cuestionamientos, poder argumentar los procesos y elegir la mejor vía dado los tipos de variables y mediciones que se tienen. Las técnicas estadísticas, los procesos estocásticos y los procesos deterministas niegan o afirman las suposiciones o hipótesis del investigador, y es aquí donde se vuelven sólidas y contundentes las aseveraciones.

La información que se requiere, convertida en dato, puede en ocasiones volverse estéril si el objetivo y el fin con que se esté trabajando no está claro. Lo que sí es importante es que la habilidad para extraer información de la propia información es una competencia que debe persistir al que hace estudios urbanos, y que cualquier estadístico o prueba que se realice alcanza su mayor expresión cuando el investigador puede explicar el motivo del resultado, su contexto y una valoración interpretativa del fenómeno estudiado.

Con lo anterior, no se expresa que el dato carezca de valor al no ser interpretado, sino todo lo contrario: el procedimiento estadístico acerca a una aseveración para sustentar los argumentos hipotéticos; resuelve algunos supuestos, y detona otros que ayudan a tomar decisiones con base en los resultados obtenidos.

Por otra parte, el vocabulario estadístico fundamenta un discurso urbano. Quizás, la generalidad del lenguaje de datos en una primera instancia no permite entender el tópico estudiado como una disciplina pura que lee un urbanista, pero el acoplamiento, el diálogo, el cobijo de la estadística hacia lo urbano permite indagar, comprender y transitar por otras vertientes poco estudiadas en la ciudad, es decir, deja de lado la descripción y comienza la inferencia, los nuevos cuestionamientos y la apertura de nuevos caminos.

Usar la numerología y los datos a través de técnicas de modelación estadística permite al urbanista entrar a un punto importante, el poder medir todo lo que configura el territorio. El parámetro de medición acerca al investigador a la comparación, al universo de la comprobación, a postular magnitudes adecuadas y, sobre todo, a dimensionar todo lo que acontece en el territorio. Expresar un fenómeno en la ciudad y en el territorio, en términos de números, representa un lenguaje poco transitado por investigadores urbanistas pero que emplea maneras, formas y técnicas para determinar o evaluar una dimensión de fenómenos urbanos.

Como menciona Maldonado (2015), si todo estuviera con miras hacia poder medir lo que acontece en la realidad, todas las disciplinas estarían dotadas de la capacidad de medir sus fenómenos, por ejemplo, la sociometría, la geometría, la etnometría, la psicometría, entre otras; lo que hace factible entablar el término de urbanometría como la subdisciplina o parte del urbanismo que se encarga de medir y establecer parámetros de dimensiones a lo que se genera en el territorio y la ciudad. Aunque no es un concepto actual que esté plasmado en algún libro, si es plausible sentar la importancia y exponer las ventajas de esta perspectiva que abona a un sinnúmero de investigaciones. El concepto de urbanometría proviene incluso del concepto de cienciometría como la propia medida de la ciencia.

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