5. Educamunicador y EduTuber, el futuro del docente en la apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación

https://doi.org/10.52501/cc.164.05


Alejandra Miranda Rodríguez


Dimensions


5. Educamunicador y EduTuber, el futuro del docente en la apropiación de las tecnologías de la información y la comunicación

Alejandra Miranda Rodríguez*
Nayely Islas Ayala**



DOI: https://doi.org/10.52501/cc.164.05





Resumen

El presente texto es una disertación ensayística sobre cómo las tecnologías de la información y la comunicación (tic) han marcado en los docentes la forma en que se relacionan con sus estudiantes, así como la implementación de sus clases virtuales y presenciales. Es cierto que muchos de ellos ya poseían habilidades tecnológicas que gracias a la contingencia sanitaria por COVID-19 se pudieron potencializar, haciendo uso de manera efectiva de la Educomunicación y volviendo al docente una figura audiovisual, denominada EduTuber, que facilita los conocimientos de manera práctica, creativa, a través del video en plataformas como YouTube. Los docentes iniciaron como usuarios competentes que apenas conocían la gama de herramientas tecnológicas, pero la pandemia agilizó la apropiación de los medios digitales, permitiéndoles hacer sus clases virtuales enriquecedoras para sus estudiantes. Este cambio supone una transición en la práctica docente, pues está ante una valiosa herramienta que debe ser orientada hacia la formación de estudiantes críticos.


Palabras clave: Educomunicación, tic, EduTuber, pensamiento crítico.



Introducción

El presente capítulo es una disertación ensayística que tiene por objetivo valorar el impacto de las tic en la enseñanza y desempeño de los docentes derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior. Las tic han estado presentes en el ámbito educativo al ser la herramienta indispensable que permitió dar continuidad para que las clases pudieran llegar a cada uno de los estudiantes confinados en sus hogares, de ahí la relevancia de este estudio, el cual incide en el impacto de las tic en la educación al éstas contribuir al logro de las competencias como el trabajo colaborativo, la reflexión y la crítica ante distintas fuentes de información, así como desmitificar la informalidad que se percibe al emplear y hacer de este tipo de recursos digitales parte de las estrategias didácticas que buscan mantener un enfoque centrado en el estudiante y promover el aprendizaje significativo.

En esta misma línea la pregunta general que se plantea es ¿cuál es la valoración de los estudiantes respecto a la enseñanza y desempeño de los docentes en el empleo de las tic derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior?

Asimismo, las preguntas específicas son, ¿las tic han contribuido al logro de las competencias de los estudiantes?, ¿se rompe el paradigma sobre la falta de seriedad al emplear contenidos digitales como estrategia didáctica?

En cuanto a la metodología empleada, el enfoque es cualitativo de diseño fenomenológico empírico con método inductivo, esto permitió recuperar la perspectiva de los estudiantes de nivel medio superior que han tenido la experiencia de utilizar recursos digitales durante el confinamiento derivado por la pandemia, así como en su reincorporación a las clases presenciales.

La muestra consistió en 12 estudiantes en edades que oscilan entre los 17 y 19 años que cursaban en ese momento el sexto semestre de nivel medio superior y que tuvieron la experiencia de cursar tanto clases virtuales como presenciales y a quienes se les aplicó una entrevista estructurada y de la cual se pudieron establecer las categorías de habilidades didácticas, recursos digitales, diseño de la práctica docente, resistencia al cambio y edad de los profesores.



Metodología

Los datos utilizados para la realización de este ensayo fueron obtenidos a partir de entrevistas estructuradas realizadas a 12 estudiantes de nivel medio superior en edades que oscilan entre los 17 y 19 años con el objetivo de valorar el impacto de las tic en la enseñanza y desempeño de los docentes derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior desde un enfoque cualitativo fenomenológico, con la finalidad de captar las experiencias de los estudiantes en relación con el impacto que han tenido las tic en el logro de sus competencias y la relevancia de emplear contenidos digitales en sus clases tanto virtuales como presenciales.

Finalmente se incluyen los resultados de las entrevistas aplicadas a los participantes para dar respuesta a la pregunta de investigación de este estudio: ¿cuál es la valoración de los estudiantes respecto a la enseñanza y desempeño de los docentes en el empleo de las tic derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior? Para ello se establecieron cinco categorías a partir de las respuestas de los participantes entre las que se encuentran: habilidades didácticas, recursos digitales, diseño de la práctica docente, resistencia al cambio y edad de los profesores.



Contexto

En palabras de Hernández y Bautista (2017), el surgimiento de estudios en línea y a distancia promovió como una necesidad innovadora adoptar el empleo de las tic generando cambios tanto en la sociedad como en la educación. Ante la emergencia sanitaria derivada por el COVID-19, trasladar las clases al ámbito virtual generó cambios inmediatos y significativos tanto para docentes como para estudiantes, para los primeros ha significado modificar sus paradigmas y buscar alternativas que hicieran más dinámico e interesante el proceso de enseñanza aprendizaje, por ejemplo, la Educomunicación, en esa búsqueda de formar estudiantes críticos y reflexivos que tienen ante sí una infinidad de información producto de las tic; también han surgido nuevas figuras, como el EduTuber, ante la necesidad de una mayor personalización del aprendizaje y de requerir materiales individualizados acordes a las características de su población estudiantil.

Asimismo, para los estudiantes también ha significado un reto al tener que adaptarse a nuevas formas de aprendizaje y trabajo colaborativo digital, así como a la exposición de información de todo tipo y que no siempre es confiable, por lo que requieren poner en práctica sus habilidades blandas, mismas que a su vez les permitirán incorporarse laboralmente a la sociedad globalizada.

Este panorama de grandes cambios sociales y tecnológicos ha traído consigo a la educación mayor accesibilidad al disipar barreras geográficas, permitir la automatización de ciertas tareas, acceso a la información y la apertura a nuevas formas de enseñar acordes a las características de las nuevas generaciones, todos estos han sido cambios que representan de manera significativa a la Educación 4.0, tanto en las aulas virtuales como en las presenciales. Por esta razón, a manera de contexto se describirá a continuación al profesor EduTuber y Educomunicador.



Edutuber y sus características

La humanidad necesitaba apropiarse de los medios de comunicación, y durante la década de 1970 comienza a crecer una necesidad de expresarse en diversas formas y a grandes masas, existían distintas comunidades que buscaban producir y distribuir en diversas modalidades, que podrían ser desde forma escrita, como el fanzine,1 o audiovisual, como el cine amateur, donde la cultura era uno de los temas primordiales para compartir (Moreira et al., 2019).

El inicio de la web 2.0 potencializó estas prácticas, dando apertura a los blogs, fotoblogs, podcast, etc. En estos espacios se habla sobre diversos temas sociales, económicos, tecnológicos, culturales y, por supuesto, educativos (Marín Mejías, 2011). Es en 2002 cuando comienzan los blogs en español, iniciando la creación de la blogósfera en el ciberespacio, donde existe interacción e intercambio de información dependiendo de los intereses de los usuarios (Guascueña, 2008).

Los videos, en sus inicios denominados Homecasting, eran temas prácticos sobre cocina, reparaciones, manualidades o videos graciosos, hasta videoblogs, que serían una reminiscencia de los videos familiares grabados a través de HandyCam a finales de la década de 1980 (Moreno, 2020).

Alvin Toffler menciona en su libro La Tercera Ola tres etapas en la historia de la humanidad: sociedades agrícolas, industriales (modernidad) y posindustriales o posmodernas, ahora denominadas sociedades de la información, en donde predomina la digitalización (Moreira et al., 2019). Es en esta sociedad que el uso de las tic se vuelve indispensable para el intercambio de información, las ventas y compras, las relaciones interpersonales y la educación, aunque esto último puede ser un reto para los participantes, debido a diversos factores, como generacionales o de apropiación (López et al., 2020).

YouTube es un sitio web que se fundó en el 2005, es en esta plataforma donde los usuarios comienzan a realizar videos originales que son distribuidos por la plataforma de videos YouTube, los usuarios dejan de sólo visualizar videos para ser creadores de contenido original, apropiándose del canal de comunicación y difuminando la línea entre el creador y el usuario consumidor, abriendo espacios para comunidades colaborativas. Los jóvenes fueron los primeros en apropiarse del canal de información debido al acercamiento con los temas digitales, la libertad de expresión, la facilidad del manejo de las herramientas, las cuales utilizan de forma natural, sin miedo e interactuando en forma de juego y no de imposición (Moreira et al., 2019).

El YouTuber produce, edita, sube y difunde sus videos en la plataforma de YouTube, teniendo un gran número de visualizaciones y suscriptores en su canal, logrando influenciar a su audiencia y de igual manera obtener una ganancia económica según el impacto que tenga en sus visualizaciones (Berzosa, 2017). Los creadores de contenido son responsables de sus publicaciones, su público meta son los jóvenes, sin embargo, pueden alcanzar diferentes generaciones, todo va a depender de la personalidad del YouTuber y de la empatía con la audiencia (López et al., 2018).

Esta figura es creadora de contenido original y creativo, de dicho concepto se deriva la palabra EduTuber (García Montero et al., 2013). Partiendo de este concepto se relaciona al EduTuber como aquel que realiza videoblogs educativos y de formación académica. Lo hace regularmente en la plataforma de YouTube, además de que pueden alcanzar un gran número de participantes o sólo tener un alcance limitado, es económico para los estudiantes acceder a estos videos educativos, ya que lo hacen desde sus dispositivos electrónicos, sean celulares o laptops (Arnaiz Sánchez y Azorín Abellán, 2012).

En una entrevista realizada por el canal de math2me, se menciona que el término se manejó de manera más comunitaria en el Educon2 en el 2017, aunque es posible que desde el 2012 se halla utilizado el término, EduTuber es una combinación de Educación y YouTuber, según el consenso de los usuarios (Andalón, 2019). Aunque los EduTuber son divulgadores científicos, que contribuyen a la sociedad a través de la información que presentan y que deben siempre estar validadas a través de sus referencias bibliográficas, lo cual es una lucha importante frente a la desinformación existente en la web (Ojeda-Serna y García-Ruiz, 2022).

El docente se enfrenta a la Generación Z, jóvenes nacidos a partir de 1995, llamados nativos digitales, los cuales no sólo necesitan adquirir conocimientos académicos, sino también desarrollar sus habilidades digitales y habilidades sociales; la dificultad es la brecha generacional en la que se encuentra el docente frente al alumno (Prensky, 2001), pues no puede seguir aplicando las mismas metodologías y utilizando los mismos recursos, sino que en un primer momento debe establecer el rapport o el ambiente que permita relacionarse de forma empática con el estudiante, buscando un punto de encuentro y colaboración, apuntando al cambio de docente a docente 4.0, es un proceso natural que se da en este paradigma digital, donde el docente busca aprender y adaptarse.

La pandemia fue un laboratorio emergente para experimentar el comportamiento de los participantes en un aula virtual, sin embargo, durante ese periodo siempre los estudiantes y docentes sentían la necesidad de recurrir a los recursos análogos, como parte de la resistencia al cambio de la educación digital (López et al., 2020). Es indiscutible ver en los primeros videos durante la pandemia que los EduTubers utilizaron desde pizarras blancas hasta diapositivas como herramientas de apoyo didáctico (Pattier, 2021b).

A pesar de la resistencia, los medios digitales que se utilizaron para impartir clases en línea fueron WhatsApp, Facebook y YouTube, este último sigue permaneciendo en la preferencia de la audiencia estudiantil, además de ser un recurso importante para el aprendizaje fuera del aula presencial (Gil-Quintana et al., 2020).

Es claro decir que durante la pandemia el cambio a los espacios digitales fue abrupto, de alguna manera el docente tuvo que poner a prueba de fuego todos los recursos conocidos, fue un reto académico y educativo, se tuvo que hacer revisión y fue ahí donde los videos educativos toman relevancia, asimismo, aunque había tenido un trabajo visual previo en la plataforma de YouTube, es durante la pandemia que la figura del EduTuber logra visibilizarse y viralizarse obteniendo un mayor número de visualizaciones.

El auge de los videos educativos después de pandemia no fue fácil, existieron retos como la obtención de dispositivos digitales para disminuir la brecha digital de los usuarios, por otro lado, el docente tuvo que crear y modificar los recursos y materiales didácticos, lo cual implicó tiempo y trabajo, por lo cual se pudo percibir un desgaste y estrés laboral, y el último reto fue lograr tener dispositivos que soportarán el gran número de datos que se subieron y compartieron en internet en los inicios de la pandemia, así que una de las opciones era utilizar la página web de YouTube para subir sus videos y compartirlos a través de los links (Pattier, 2021b).

Es importante entender que el papel del docente 4.0 se vuelve un paradigma en el ambiente de la enseñanza aprendizaje, generando la figura del EduTuber, éste genera contenido educativo no sólo del área académica, sino de cualquier otro conocimiento que ayude a la solución de un problema, el EduTuber logra transmitir un conocimiento de manera atractiva, de fácil comprensión y de forma rápida (Echenique y Notarfrancesco, 2022, pp. 68-71). Sin embargo, la enseñanza aprendizaje no solamente dependerá del contenido de calidad, sino también de la responsabilidad y de una audiencia adecuada que tenga la apertura al conocimiento (Saurabh y Gautam, 2019).

El EduTuber es la figura del individuo y no del canal creado, este individuo tiene una serie de características que no sólo conllevan al uso de recursos digitales, sino de habilidades blandas que permiten tener un acercamiento a la audiencia educativa. David Calle3 explica el éxito del EduTuber en cuatro conceptos: primero ser claro, exponer sus clases de forma sencilla, práctica y comprensible; como segundo punto el video debe ser conciso, no redundar en el mensaje ni dar una introducción amplia, mientras más corto el mensaje la audiencia llegará al final del video; el tercer punto es la ejemplaridad, el EduTuber debe ser un referente de valores, virtudes y cualidades y, por último, el acceso al conocimiento de forma gratuita que lo denomina cercanía (López et al., 2018).

En este sentido, la figura del EduTuber es importante debido a que impacta en la vida de los individuos que siguen los videos, teniendo una influencia importante en la formación educativa; los audiovisuales siempre han tenido un impacto en la audiencia, pues ejercen un control y condicionan el comportamiento, conductas y pensamientos, como se observa a través de la historia (Moreno, 2020). El EduTuber se convierte entonces en una figura pública que crea contenido y recibe retroalimentación (Pattier, 2021a).

En este nuevo paradigma la forma de educación cambia radicalmente, aquí el aprendizaje del contenido no es importante, sino el aprendizaje significativo, aquí es donde el estudiante puede relacionar un conocimiento nuevo con un saber integrado y para poder aplicarlo en su realidad. El EduTuber tiene que planear su video tomando en cuenta aspectos curriculares-pedagógicos, como el tema, el objetivo y el contenido del video, los cuales deben emplear ejemplos prácticos (López et al., 2020). La realización de este trabajo audiovisual es iniciada desde una inquietud personal, que no depende de la institución educativa a la cual pertenezca el EduTuber (Moreira et al., 2019).

Cuando aparece la imagen de una persona en pantalla existe un mejor acercamiento. Se debe invitar a la continua participación de la audiencia, abriendo debates y buscando la retroalimentación a través de los comentarios y likes, que generan una democratización de contenidos, donde el estudiante es la parte central de la enseñanza aprendizaje para el desarrollo de habilidades, competencias y conocimientos que le permitan la resolución de problemas, el análisis de conceptos, procesos y la adaptación de valores que contribuyan a la formación de un individuo de manera integral (Moreira et al., 2019).

Como se menciona, la retroalimentación se da por medio de los likes o dislikes que implican que al usuario le gustó o no el video, otra forma de feedback es a través de los comentarios, donde se puede observar si al alumno le genera dudas, si el tema es comprensible, si se necesita ampliar sobre el tema, además también se presenta el reconocimiento del usuario a través de agradecimientos, saludos, felicitaciones, etc. El EduTuber siente una retribución en su trabajo al recibir comentarios sobre el impacto positivo que tiene en la audiencia (Moreira et al., 2019).

El resultado de la investigación realizada por Cervantes et al. (2022) muestra que el análisis estadístico encontró que el usuario puede acceder las veces que guste a los videos, de esta forma puede aprender a su ritmo sin la presión de una evaluación tradicional basada en calificaciones; según mencionan los usuarios, a diferencia del aula presencial, tienen mejor atención; la mayoría fueron referenciados al video por un docente o por cuenta propia, y mencionan que entendieron y que aprobaron un examen además de que han puesto en práctica los conocimientos por medio de ejercicios.

Es importante reconocer que los EduTuber logran el aprendizaje colaborativo de fácil acceso, logrando la interdisciplinariedad, donde convergen diversas áreas del conocimiento. Se ha relacionado al EduTuber con la docencia, pero es verdad que no todos son docentes, algunos pueden ser especialistas en diferentes áreas, lo ideal es que rompan con la clase tradicional, logrando un video interactivo, creativo y original (Ojeda-Serna y García-Ruiz, 2022).

A continuación, en la tabla 5.1 se observan elementos que debe contener un video publicado por un EduTuber según lo revisado en la literatura, en la columna de la izquierda se muestran los elementos generales, del lado derecho se amplían las características.

Tabla 5.1. Elementos de un video de educación

Elementos digitales

Me gustas (likes o dislikes)

Suscriptores

Visitas

Comentarios

Elementos de la estructura narrativa

Título

Tema

Presentador

Invitados/Lugar

Elementos visuales

Cortinillas al inicio y al final del video

Recursos gráficos/

Infografías/Realidad aumentada

Cintillas y créditos

Pizarras digitales/Tipografía estética

Elementos de la figura del EduTuber

Energía positiva/no juzga ni confronta

Expresar confianza

Influenciar a la audiencia el deseo de aprender

Presentarse de manera espontánea y personalizada

Elementos de la expresión oral del EduTuber

Lenguaje informal/
coloquial

Ritmo pausado/

modulación y volumen de voz agradable

Uso de metáforas

Recursos materiales

Computadora

Internet

Cámara

Programa de edición

En la tabla 5.1, se presentan diferentes elementos que componen un video digital educativo, en la primera fila se muestran indicadores que permiten conocer el alcance que se tiene en la audiencia de YouTube, que son de gran importancia, para medir el impacto viral del video. En lo que respecta a la segunda fila, los elementos de la estructura narrativa permiten identificar de qué se hablará con el título y el tema, la persona que presentará y finalmente quién lo dice y en dónde lo dice. La tercera fila corresponde a los elementos visuales, estos se editan en programas como FilmoraGo, Shotcut, Adobe Premiere Pro CC, iMovie, entre otros, integrando imágenes o animaciones que permitan ver al video creativo, gracioso y dinámico (López et al., 2018). La cuarta fila describe los elementos que debe cumplir la figura del EduTuber, por ejemplo, energía positiva, confianza y espontaneidad. La penúltima fila permite identificar los elementos de la expresión oral del EduTuber, como el nivel de la lengua y el uso de figuras literarias. Por último, en la fila número seis se mencionan los recursos materiales que se necesitan para la creación y producción de los videos educativos.

La figura del EduTuber tiene características muy generales, pero se debe tener presente que él está en la libertad de ir buscando un estilo que lo caracterice y lo diferencie del resto de los EduTuber, pero no debe dejar de lado la habilidad comunicativa y empática hacia los usuarios.

La docente Laura Sánchez,4 cuenta con un canal de YouTube creado desde el 2013, ella es una EduTuber que cuenta con 31 700 suscriptores y tiene 432 videos, fue galardonada en el 2021 con el premio Microsoft MVP; en una entrevista realizada por la Revista Digital Universitaria menciona que la realización de videos comenzó como parte de su planeación para complementar la clase presencial, sin embargo reconoce que sus primeros tutoriales no eran de calidad, les faltaba producción, pero es hasta el 2020 con la pandemia que comenzó a darse cuenta de las necesidades del área digital y comenzó a publicar tutoriales para dar clases a distancia; considera que el éxito para un EduTuber es disciplina, constancia, perseverancia, dedicación y tolerancia, porque el EduTuber se convierte en una figura pública de la cual los usuarios pueden opinar o juzgar el trabajo presentado.

Es importante seguir actualizando los conocimientos, hacer videos cortos con los que se comparta el conocimiento, pero es un reto ser constante en la publicación de videos cuando se desea que el estos puedan llegar a una audiencia mayor; el realizar videos educativos es una herramienta para el docente que, aunque implica tiempo, puede ser beneficiosa y de gran impacto para los estudiantes (Sánchez Gutiérrez y Del Ángel Martínez, 2021).

Para que los canales de educación crezcan deben visualizarse, compartirse y suscribirse al canal, de esa manera se retribuye el trabajo del EduTuber. Es importante reconocer que los videos educativos van tomando más importancia conforme van impactando más en la audiencia y van sucediendo cambios en la práctica docente (López et al., 2018).

Ahora bien, también es importante la finalidad que tienen estos materiales digitales para desarrollar distintas habilidades en los estudiantes, entre ellas se encuentra el pensamiento crítico, el cual es indispensable en la sociedad del conocimiento en la cual se encuentran inmersos. En el siguiente apartado se abordarán elementos como la Educomunicación como herramienta para desarrollar el aspecto crítico en los jóvenes.



Educomunicar para estudiantes críticos

Durante años se escuchó que los nuevos recursos tecnológicos existían para implementarse en el aula y hacer más dinámico y atractivo el flujo de información, este cambio se vislumbraba paulatino y acompañado de una gran resistencia, pues los docentes manifestaban que no se contaba con la infraestructura y habilidades para aplicarlos en el día a día, por lo que entre sus argumentos externaban la falta de capacitación y el desconocimiento sobre el tema, si bien es cierto, se comenzó a implementar y experimentar con estos recursos en las clases presenciales, pero no era algo obligatorio y cada docente elegía si los empleaba o no. Sin embargo, la crisis sanitaria y social derivada de la pandemia por COVID-19 de manera vertiginosa demandó importantes cambios en al ámbito educativo a nivel global, de un día para otro los docentes tuvieron que trasladar sus aulas presenciales a salas de videoconferencias enfrentándose así a un nuevo reto, pues capacitados o no debían comenzar a trabajar en nuevos ambientes y con herramientas que quizá desconocían hasta ese momento (Sánchez Gutiérrez y Del Ángel Martínez, 2021).

Si bien es cierto que la tecnología ha abierto nuevas oportunidades a los docentes y estudiantes desde siempre, ya que pueden hacer más dinámicas e interactivas las clases, así como motivar el aprendizaje, por ejemplo, con el empleo de la imprenta, el cinematógrafo, las grabaciones de audio hasta los teléfonos inteligentes, las plataformas educativas o el metaverso, por mencionar algunas. Es cierto que no todas se empleaban de manera significativa en la escuela, pero a raíz del confinamiento derivado por la pandemia su uso se potencializó, permitiendo así llevar la escuela a millones de estudiantes confinados en sus hogares durante casi dos años, lo que también conllevó y persiste actualmente son importantes retos que deben ser afrontados al emplear estas herramientas, pues se requiere de un uso eficiente de éstas para realmente construir el conocimiento.

En este sentido el docente debe tener presente siempre que la comunicación que se entabla en el proceso de enseñanza aprendizaje va más allá del simple uso de estos medios, no cuenta su valor por sí solo, sino cómo se emplean para que los estudiantes logren ser reflexivos y críticos, en este sentido, como menciona Freire, “[…] la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo” (2015, p. 89), de esta afirmación se destaca que en la actualidad los jóvenes necesitan adquirir elementos que les permitan comprender distintas problemáticas que los afectana ellos, y a la sociedad en general, para poderse enfrentar con bases sólidas a la gran cantidad de información que la mayoría de las veces los desinforma y desestabiliza, ya que ellos, al hacer un importante uso de las redes sociales participan en discusiones donde se ven expuestos a manipulación y desinformación, por lo que necesitan discernir la información falsa presentada en múltiples formatos, consultar fuentes confiables, válidas desde distintas perspectivas para poder formarse una opinión y así tomar decisiones informadas.

Las herramientas tecnológicas deben emplearse para que a través de la comunicación se alcancen los aprendizajes esperados y así subsanar las secuelas que se manifiestan constantemente a raíz de la crisis social derivada de la pandemia por COVID-19, que afecta a niños y adolescentes que necesitan reforzar su autoconfianza, cuestionarse sobre la veracidad de los mensajes que reciben, robustecer sus aprendizajes, así como consultar desde otros espacios información útil para su consulta, pues son estos estudiantes quienes más adelante contribuirán al capital social.

La utilidad de los avances tecnológicos y lo atractivas que pueden hacer las clases es innegable, pero lo realmente significativo es cómo emplea el docente todas estas herramientas comunicativas para que los jóvenes tengan acceso a información con la que puedan analizar, discutir y cuestionar junto con el acompañamiento del docente, es decir, Educomunicar. Aparici (2010) define la Educomunicación como una práctica de la educación y de la comunicación que se basa en el diálogo y en la participación que no requieren sólo de tecnologías, sino de un cambio de actitudes y de concepciones.

Por su parte, Barbas (2012) menciona que la Educomunicación concibe el aprendizaje como un proceso creativo donde sólo es posible la construcción de conocimientos a través del fomento de la creación y la actividad de los participantes. El conocimiento no es algo dado o transmitido, sino algo creado a través de procesos de intercambio, interacción, diálogo y colaboración. La Educomunicación debe favorecer este tipo de dinámicas de aprendizaje donde la creatividad es, al mismo tiempo, objetivo y método en procesos de análisis y experimentación permanente (p. 166).

Estas definiciones reafirman lo que en líneas anteriores se ha mencionado sobre el cómo se emplea la tecnología dentro del aula, la finalidad que persigue y que se emplee más allá de una mera reproducción o de un valor instrumental implica un diálogo, el acompañamiento y la orientación del docente.

Durante el periodo de pandemia en las aulas virtuales se reprodujo el fenómeno que se mantenía en las clases tradicionales, donde el docente hablaba y exponía durante una hora o dos, o bien, subía materiales recopilados de distintas fuentes para cargarlos en plataformas educativas y el estudiante tuviera así oportunidad de revisar los materiales y contestar una serie de ejercicios, generando en éste una constante incertidumbre, pues no existía el espacio o el canal adecuado para aclarar sus dudas y discutirlas pese a la gran cantidad de recursos comunicativos que tenían tanto docentes como estudiantes a su disposición. Esto es consecuencia tanto de la resistencia como de la falta de habilidades por parte de los docentes frente a la gran cantidad de cambios que debían hacer en su práctica docente en un corto periodo, generando así en los jóvenes poco interés y estrés debido a que el escuchar desde una computadora un mensaje que es únicamente unidireccional, inevitablemente acarrea grandes problemas cuando el objetivo es que los alumnos adquieran determinadas competencias, en este sentido, Kaplún (2010) menciona que a pesar de la tecnología los mensajes son casi siempre expositivos y cerrados sobre sí mismos, sin resquicios para la reflexión crítica ni la participación de un educando, quien únicamente es concebido como un receptor pasivo a pesar de lo atractivos y dinámicos que son los mensajes, si no se emplean adecuadamente por el docente no pasarán de ser únicamente reproductores de información.

A pesar de la resistencia, la situación obligó al profesorado a dar ese salto, unos con mayor dificultad y disposición que otros, pero la transición se hizo, destacándose también las grandes diferencias en cuanto a habilidades tecnológicas y, por supuesto, socioeconómicas. Una vez que el periodo de confinamiento concluyó otro reto importante emerge, pues el regreso a las aulas era inminente y persistía la duda sobre el continuar empleando esas nuevas herramientas tecnológicas en las aulas, pero es inevitable que llegó para quedarse, pues la sociedad global siempre va a estar expuesta a una nueva pandemia que generará la necesidad de llevar nuevamente las clases a los hogares, y ya no hay cabida para la prueba y el error, es algo que debe mejorarse para evitar la problemática gestada a raíz de la pandemia por COVID-19, donde se habla del rezago educativo y las deficiencias de las generaciones que cursaron sus estudios en línea.

Otro factor para destacar es que en la nueva normalidad la tecnología se ve enfrentada con la capacidad real en cuanto a infraestructura con la que cuentan las instituciones educativas públicas del país, por lo que en más de una ocasión los docentes han tenido que desistir de continuar empleándolas a pesar de que recientemente habían comenzado a implementarlas. Actualmente, ante los resultados obtenidos y haciendo un recuento a cuatro años de su abrupta y obligatoria inmersión surgen varias preguntas: ¿qué tan efectivo ha sido el empleo de las tic en el aula?, ¿han contribuido al logro de competencias y a la formación de estudiantes críticos?, ¿los estudiantes relacionan los mensajes que reciben con otros contextos?, ¿ofrecen argumentos fundamentados?

Partiendo de estas interrogantes, las tic por sí solas no funcionan, únicamente son una panacea de la que se tiene un consumo desmedido que mantiene a los estudiantes y a una gran parte de la población como receptores pasivos, lo único que cambia es la rapidez y la nitidez de las imágenes y sonido, pero finalmente están ante una pantalla recibiendo información. La visión tecnocrática en donde se piensa que por hacer uso de todas estas herramientas los estudiantes adquieren las competencias esperadas, haciendo de lado la labor del docente es contraproducente. En este sentido, Correa (2013) afirma que la faceta innovadora de la educación debe estar fundamentada en un compromiso ético personal que posibilite ser profesionales que actúen desde el respaldo de una práctica educativa reflexiva y autocrítica.

Hoy es una realidad que a pesar de la gran cantidad de recursos tecnológicos que los docentes tienen a su disposición, no necesariamente son empleados de manera óptima, no hacen las clases más fluidas ni interesantes ni los estudiantes distinguen información falsa de la real, aunado a que siguen existiendo docentes que no han podido realizar la transición tecnológica, lo que les hace más compleja su labor docente generándoles estrés y disgusto, pues las clases se llenan de contratiempos al momento de querer emplear dichos recursos, perdiendo tiempo y buscando asesoría de los propios estudiantes para tratar de implementarlos, y en ocasiones el empleo de estos recursos más que un acierto se convierte en una barrera al no poder alcanzar el objetivo deseado.



El estudiante crítico

Al emplear herramientas tecnológicas en el aula el objetivo final debe ser la Educomunicación, es decir, la comunicación como herramienta y recurso didáctico que permite el logro de las competencias y en esta vertiente el docente debe convertirse en creador de contenido acorde a las necesidades de su unidad de aprendizaje, su programa de estudios y las competencias que desee lograr en sus estudiantes, debe ser capaz de iniciar foros donde se discutan distintos tópicos para que los estudiantes tengan la posibilidad de escuchar distintas opiniones, informarse del tema a discutir, investigar para poder argumentar y contribuir con información válida que lejos de confundir apoye a quienes apenas se están formando una opinión.

Asimismo, para formar estudiantes críticos a través de la Educomunicación es importante que el docente reduzca su discurso dejando de lado los interminables monólogos de antaño y ahora se concentre en la guía y orientación de los jóvenes. Es necesario que los alumnos tengan la oportunidad de expresarse, por eso el docente debe cimentar las bases de respeto en las opiniones del otro, considerar los distintos puntos de vista, mantener la mente abierta ante comentarios diversos, personalidades y formas de expresión de cada estudiante.

Ahora bien, el docente debe enseñar a investigar al estudiante antes de solicitarle participar en temas en los cuales no posee la información suficiente, así como mostrar las características de la información que puede aportarle datos confiables, por ejemplo, bibliotecas digitales, libros digitales, bases de datos, repositorios, revistas digitales, revisar quiénes son los autores del material que se pretende utilizar y que estos sean profesionales calificados en el tema, o bien, una institución reconocida que avale dicha información. Es importante recalcar que tanto las fuentes digitales como impresas que cumplen con los requisitos de confiabilidad pueden utilizarse.

Una vez obtenida la información, el docente debe enseñar a leerla, a desmenuzar los contenidos y contrastarlos con otros autores y opiniones, incitando a los alumnos a relacionar esos datos con distintos contextos o para solucionar diversas problemáticas dejándolos cometer errores, pero retroalimentando cada parte del proceso.

El docente puede lanzar preguntas detonadoras a través de herramientas educativas como Classroom, Microsoft Teams o Moodle, por mencionar algunas, generando ahí foros, para que los estudiantes a partir de la información analizada puedan comentar de manera informada, apoyándose de las características síncrona y asíncrona de las tic, debido a que esto les permite tomarse el tiempo necesario si consideran que aún no tienen los elementos para argumentar, pueden leer las opiniones de los otros para guiarse y finalmente aportar. Por su parte, el docente también debe trabajar con sus estudiantes las cualidades de la expresión oral y escrita, pues si la discusión se genera en el aula los jóvenes deben poder expresar con claridad sus ideas y opiniones de manera puntual, directa y organizada de manera oral, y si esta discusión es en un foro virtual académico de igual forma deben contar con los elementos que les permitan expresarse de manera escrita empleando adecuadamente el vocabulario propio de la disciplina, signos de puntuación, ortografía y sintaxis.

El emplear foros virtuales permite a los estudiantes que muestran resistencia a participar de manera oral ir adquiriendo confianza al momento de expresar sus opiniones, pues aunado a que no todos cuentan con las habilidades para brindar una opinión inmediata hay quienes necesitan tiempo para reflexionar, organizar y finalmente expresar sus argumentos y esto no quiere decir que no sepan o no puedan hablar de un tema en particular. Con el tiempo este ejercicio puede llevarlos a confrontar su resistencia a participar en las discusiones presenciales.

Las tic pueden ser una valiosa herramienta, lo imprescindible es no considerar que por sí solas funcionan, se requiere de un arduo trabajo por parte del docente que mediante su experiencia y planeación empleará estos recursos en momentos determinados para alcanzar las competencias que requieren sus estudiantes y estos puedan insertarse efectivamente al mercado laboral y contribuir al capital social, siendo ciudadanos críticos que utilizan la tecnología en su beneficio, pero al mismo tiempo que no permitan ser engañados por información sin fundamento que desinforma y desestabiliza.

En este sentido, Mainegra et al. (2022) mencionan que el ciberespacio y su uso responsable es fundamental en el nuevo escenario cultural en el que se está inmerso, ante esto es primordial la adecuada formación Educomunicativa al posibilitar el discernimiento de dónde está lo éticamente correcto. De esta afirmación se puede deducir que las tic requieren usuarios críticos, que posean las habilidades necesarias para descartar lo que no concuerda con sus valores y creencias, siempre teniendo conciencia y responsabilidad de lo que crean y comparten en la virtualidad, así como de la repercusión que esa información tiene en otros y no respaldándose en el anonimato para atacar, difamar y desinformar.

El docente juega un papel muy importante en la Educomunicación al orientar sobre el uso que se hace de las tic, ya que estas pueden ser una valiosa herramienta en el desarrollo del proceso cognitivo de los estudiantes al permitirles a través de estas atender a la gran diversidad de estos que se congregan en las aulas, y lograr así que los jóvenes tengan la oportunidad de acceder a los contenidos.

De este modo, en un mismo espacio el docente tiene la oportunidad de cubrir las necesidades de aprendizaje particulares con mayor eficacia, pero también tiene la posibilidad de convertir esas herramientas en un detonador que invite a indagar, cuestionar y a buscar distintas opiniones, a trabajar colaborativamente en un ambiente de respeto y tolerancia donde la congruencia de valores está presente en la vida cotidiana como en la virtualidad.

Soskil (2019) menciona que los avances que antes eran inconcebibles ahora son una realidad, pero esto trae consigo dilemas éticos, por lo mismo es importante replantear la educación desde una perspectiva evolutiva donde el empleo de la tecnología va más allá de nuevas experiencias de aprendizaje, debe permitir empoderar a las nuevas generaciones al mismo tiempo que aportar soluciones. Partiendo de lo anterior, se puede afirmar que el empoderamiento es la clave, el cual debe darse a partir de encaminar la Educomunicación para lograr en las nuevas generaciones conciencia crítica, donde los estudiantes logren apartar preconcepciones que restrinjan el diálogo y alimenten la polémica desinformada, es decir, crear estudiantes críticos.



Resultados

El objetivo de este ensayo ha sido valorar el impacto de las tic en la enseñanza y el desempeño de los docentes derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior. A continuación, se desglosan los resultados obtenidos para dar respuesta a las preguntas ¿las tic han contribuido al logro de las competencias de los estudiantes?; ¿se rompe el paradigma sobre la falta de seriedad al emplear contenidos digitales como estrategia didáctica?, para finalmente responder a la pregunta general ¿cuál es la valoración de la información y la comunicación en la enseñanza y desempeño de los docentes derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior?

En primer lugar, veamos la respuesta al cuestionamiento ¿las tic han contribuido al logro de las competencias de los estudiantes? Los resultados arrojados mostraron un evidente rezago del empleo y manejo de las tic en la práctica docente, debido a que los docentes se limitan a reproducir contenido elaborado por otros, en todos los casos se buscaron videos y documentos pdf, los cuales fueron bajados de internet para ser utilizados como material didáctico. Aunado a esto, hay docentes que continúan usando de manera tradicional el cañón para presentar diapositivas, perpetuando así el modelo tradicional, donde los estudiantes siguieron pasivos frente a las indicaciones que veían en una pantalla, práctica que se mantuvo durante la pandemia, la diferencia fue que esto era mediante una videoconferencia.

Por otro lado, se presentaron casos donde a los estudiantes se les pedía que buscaran la información sin una guía previa para poder discernir de la información confiable de la que no lo es, por lo que utilizaban cualquier material que encontraban en las primeras opciones del buscador sin querer invertir mayor tiempo en la búsqueda, generando en los estudiantes la sensación de apatía ante la información presentada al forjarse la falsa idea de que todo lo sustraído de internet les puede servir.

Por lo mismo, para que realmente contribuyan las tic a que el estudiante logre sus competencias es necesario que el docente realice una cuidadosa planeación donde identifique los momentos en que las tic pueden contribuir al aprendizaje activo y los estudiantes tengan así la oportunidad de comprometerse con su propio aprendizaje, así como la oportunidad de participar en actividades que los lleven a un pensamiento crítico y a relacionarse con su contexto, es decir, el docente debe Educomunicar. Asimismo, las tic brindan la oportunidad de trabajar colaborativamente y hacer que los estudiantes desarrollen sus habilidades digitales, creativas, comunicativas y de liderazgo.

En segundo lugar, al referirnos a la pregunta ¿se rompe el paradigma sobre la falta de seriedad al emplear contenidos digitales como estrategia didáctica? tenemos que actualmente no se rompe el paradigma, aún se está en la transición debido a múltiples factores como el hecho de que los docentes siguen siendo consumidores de contenido y no creadores de éste, al no contar en su mayoría con las habilidades Educomunicativas y tecnológicas para grabar, editar y generar contenido entretenido, lo que los lleva a buscar materiales didácticos ya elaborados de libre acceso. Por ello, es necesario fomentar entre los grupos colegiados los beneficios y oportunidades que brinda la creación de contenidos digitales y de esta manera dar el paso para convertirse en EduTuber.

Otro factor es la infraestructura insuficiente que lleva a los docentes a recurrir a prácticas tradicionales debido a que en muchas ocasiones el internet es intermitente, lo que impide el uso de las tic en el aula.

Finalmente, veamos la respuesta a la pregunta general ¿cuál es la valoración de los estudiantes respecto a la enseñanza y desempeño de los docentes en el empleo de las tic derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior? Existe una percepción de que los docentes aún se enfrentan a paradigmas sobre el empleo de dispositivos al ser en su mayoría docentes de 50 años o más, por lo que al no crecer a la par de la tecnología consideran que no tienen las habilidades o conocimientos necesarios para el uso, reproducción y creación de la información digital a pesar de las constantes capacitaciones que desde la pandemia por COVID-19 han recibido.

También se suscita que el docente aún no puede relacionar sus contenidos educativos con el aspecto lúdico, al contrario, ven a los dispositivos digitales tales como celulares como focos de distracción que hacen su labor docente aún más compleja. Pero olvidan que estas nuevas generaciones necesitan dinamismo debido a que pierden rápidamente la atención y necesitan información breve y concisa que más tarde puedan volver a consultar.



Oportunidades y desafíos

Las tic son una valiosa herramienta que brinda nuevos escenarios y alternativas a los docentes al permitir mayor dinamismo, inmediatez y creatividad, así como espacios para interactuar y reflexionar. Es en esta sintonía que la figura del EduTuber y el Educomunicador emergen con mayor relevancia. Entre las oportunidades que estas ofrecen a la educación se pueden mencionar:

  • El Educomunicador se apoya de los contenidos que el EduTuber genera para contribuir a la generación de estudiantes críticos y reflexivos.
  • Desarrollar habilidades comunicativas tanto orales como escritas brinda la oportunidad de explorar y perfeccionar a aquellos que por timidez e inseguridad no se dan la oportunidad de expresar sus opiniones cara a cara con otras personas, de esta manera, poco a poco pueden ir participando en los foros y tomando confianza, a la vez que tienen la oportunidad de informarse antes de participar si desconocen el tema.
  • Permite la innovación educativa al crear contenidos acordes a las características de la población estudiantil de cada docente, a partir de su diagnóstico de grupo el Educomunicador puede conocer sobre sus intereses e inquietudes y en función de ello crear alternativas que permitan el logro de las competencias recurriendo a herramientas adaptadas, mejoradas y novedosas.
  • Los contenidos no se focalizan en un solo grupo, estos se pueden divulgar en diversas comunidades estudiantiles, permitiendo la retroalimentación desde diferentes contextos y áreas del conocimiento.
  • Se disipan las brechas generacionales entre el educador y el estudiante.
  • Permite implementar en el aula la educación 4.0, donde el educador produce contenidos acordes, de calidad y con objetivos específicos para la generación de estudiantes que son parte de la sociedad del conocimiento desde una perspectiva crítica y reflexiva.

Por otra parte, en cuanto a los desafíos que se enfrentan, se pueden mencionar los siguientes:

  • Existen importantes brechas que se deben subsanar, sigue existiendo aún la resistencia de los docentes de continuar implementando las tic por la dificultad que les representa su manejo, por lo que en muchos casos se regresó a las herramientas empleadas antes de la pandemia (educación tradicional).
  • La capacitación docente debe ser estructurada y dirigida por creadores de contenido educativo que entiendan las necesidades de otros docentes para coadyuvar a desarrollar las habilidades blandas y de comunicación.
  • El cambio de paradigmas educativos tradicionales ha limitado la conciencia crítica y la resolución de problemas, y a la vez evita que el estudiante construya su propio conocimiento.
  • La resistencia a implementar los nuevos modelos digitales permea en todas las generaciones de docentes nacidos y educados en la época analógica, generándoles estrés e incomodidad en su labor diaria.
  • La atención a la falta de presupuesto para cubrir los requerimientos tecnológicos haciendo referencia a la insuficiencia de equipo como su mantenimiento y actualización dentro de las instalaciones educativas.


Conclusiones

La crisis sanitaria derivada por el COVID-19 ha sido un importante parteaguas en los cambios que se han gestado en los últimos años respecto a la práctica docente, si bien es cierto se esperaba esta transición, pero de manera paulatina y vislumbrando la necesidad de capacitación de los docentes, así como el dotar a los planteles educativos de la infraestructura necesaria para lograr dicho cometido, era un cambio que se percibía gradual, a futuro, pues se pensaba que faltaba mucho camino por recorrer al considerar que no se contaba con los elementos humanos y materiales suficientes.

Pero el escenario mundial cambió, y se requirió que la población mundial estuviera confinada, por lo que millones de estudiantes ahora requerían clases virtuales, haciendo que docentes en todo el mundo recurrieran a las tic de un día para otro, si bien es cierto que ya se ocupaban las plataformas educativas, servicios de videoconferencias, videos, podcast, YouTube y muchos otros, no se tenían tan presentes en el día a día de profesores y estudiantes, pues muchas escuelas y alumnos aún no tenían acceso o conocimientos sobre su empleo, lo que llevó a muchos de ellos a aprender sobre la marcha e ir perfeccionando el empleo y manejo de las herramientas tecnológicas.

El camino no ha sido fácil, pues se han tenido que romper muchos paradigmas y luchar con la resistencia al cambio de profesores acostumbrados a formas de trabajo tradicionales de las cuales emergieron y que por décadas habían reproducido. Fue entonces que de un día para otro sucede la pandemia y sus aulas se trasladaron al ámbito virtual, donde se les presentaron nuevos retos, por ejemplo, considerar que perdían el acompañamiento y contacto cara a cara con el estudiante, que es un elemento importante en la educación tradicional, pero en la Educación 4.0 no representa un parámetro de aprendizaje, sin embargo, un factor determinante es el trabajo colaborativo en los ambientes digitales, estos cambios representan, modificar su paradigma educativo y emplear recursos que antes eran muy complejos de trasladar al salón de clases.

En suma, las plataformas educativas brindaron la oportunidad de abrir espacios de discusión, subir materiales que con el pasar de los meses los docentes pudieron ir perfeccionando, pero, sobre todo, aplicar la Educomunicación para lograr en los estudiantes una actitud crítica, reflexiva, informada que se refleje en una necesidad de informarse, así como participar en la solución de los problemas sociales, dando pie a nuevas figuras como el EduTuber, que diseña, crea, produce y difunde contenido pedagógicamente acorde a las necesidades de un grupo de estudiantes o retomando el verdadero sentido de Educomunicar para lograr aprendizajes significativos y espacios de reflexión, al partir del fundamento de que los medios de comunicación pueden emplearse para que los jóvenes logren ser más críticos ante los mensajes a los que constantemente se exponen en una sociedad digitalizada, pero a su vez reflexivos e interesados por las problemáticas que aquejan su entorno. Es aquí donde el Educomunicador recurre a diversas herramientas digitales que persiguen un objetivo bien definido en el proceso de enseñanza aprendizaje y no como elemento netamente de entretenimiento, sin contexto ni análisis, donde todos los participantes logran apropiarse del medio para crear sus propios contenidos, dejando de lado la pasividad intelectual y contribuyendo a la sociedad del conocimiento.

Finalmente, se puede determinar que la valoración de los estudiantes respecto a la enseñanza y desempeño de los docentes en el empleo de las tic derivado de la pandemia por COVID-19 en un plantel de nivel medio superior no ha sido del todo positiva, existen áreas de oportunidad que se espera poco a poco se vayan subsanando, aún se está en medio de una revolución digital y los procesos de cambio son difíciles y paulatinos, falta un largo camino para que sea habitual la creación de material y la figura del EduTuber no sea algo ajeno al resto de los docentes.



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