CAPÍTULO XI

La sostenibilidad como eje de la competitividad empresarial en mipymes

Diana del Consuelo Caldera González*

María Guadalupe Arredondo Hidalgo**

Miguel Agustín Ortega Carrillo***

DOI: https://doi.org/10.52501/cc.064.11

Resumen

El objetivo principal de este trabajo es identificar los principales indicadores de competitividad empresarial para las mipymes en México y qué papel juega la sostenibilidad en dichos indicadores, toda vez que estos constructos resultan esenciales para el desarrollo de los sistemas sociales, económicos y financieros. Esta investigación es de tipo documental con alcance exploratorio y un diseño no experimental. Para el análisis de la información se recurrió a distintas bases de datos nacionales e internacionales que manejan rankings de competitividad. Las conclusiones apuntan a la importancia creciente que adquiere el indicador de sostenibilidad para la medición de la competitividad, y cómo para las mipymes esto resulta un área de oportunidad para sobreponerse a la crisis ocasionada por la pandemia de lamCOVID-19.

Introducción

La competitividad empresarial está ligada a estándares internacionales que deben alinearse con las características que presentan las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Entre estos estándares internacionales, primordialmente identificamos el que nos ofrece el foro económico mundial, denominado Índice de Competitividad Global (ICG) (WEF, 2019), el cual presenta distintos indicadores que sirven como referencia para medir y asignar posiciones en el ranking de competitividad en el mundo, para después realizar una comparativa con las economías que se encuentran afiliadas a dicho índice.

Ahora bien, en los últimos años, paralelo a la observación de la competitividad empresarial, se ha puesto énfasis en las prácticas de desarrollo sostenible, a fin de generar impactos positivos en la sociedad, brindando a su vez ventajas a las empresas para mantenerse en el mercado y enfrentar así las diferentes crisis que puedan encontrar en el macroentorno.

El objetivo principal de este trabajo es identificar los principales indicadores de competitividad empresarial para las mipymes en México y qué papel juega la sostenibilidad en dichos indicadores, toda vez que estos constructos (competitividad y sostenibilidad) resultan esenciales para el desarrollo de los sistemas sociales, económicos y financieros. El supuesto de investigación es que existe una relación directa entre la competitividad y la sostenibilidad en las mipymes mexicanas; y que al alinear estos ejes, estas unidades económicas trascenderán en sus actividades comerciales.

El Centro de Comercio Internacional (International Trade Centre, 2020), de la UNCTAD¹ indica que para el momento que enfrentamos por la pandemia de la COVID-19, las afectaciones no han sido iguales para todas las empresas, dado que para las mipymes ha sido aún mayor este impacto, por lo que las considera especialmente vulnerables al enfrentar esta crisis.

Así también, el World Economic Forum (WEF, 2020) afirma que los gobiernos que tenían inversiones previas en salud, infraestructura digital, redes de seguridad y políticas activas del mercado laboral, han manejado con mayor eficiencia la gestión para enfrentar la pandemia. A esto hay que agregar que, independientemente del papel que ha tomado el gobierno, las mipymes se ven obligadas a ser más competitivas para hacer frente a la lista de amenazas presentes. Como actores que participan en un mercado, las empresas deben de efectuar acciones para adaptarse a la situación, puesto que dejar que las cosas simplemente sucedan puede llevarlas a su desaparición. En este trabajo se esbozan prácticas recomendables para que esas mipymes lleven un proceso consciente de un cambio planeado bien estructurado, consideren estrategias de competitividad empresarial, y se ofrece una exposición de aquellas que son adecuadas al giro que corresponda a cada una de ellas.

Esta investigación documental inicia con algunas generalidades acerca de las mipymes; posteriormente se aborda el tema de la competitividad y algunos índices internacionales y nacionales que la miden; enseguida se define el desarrollo sostenible y se muestra la relación entre competitividad y desarrollo sostenible, y finalmente se muestran los resultados y las conclusiones.

Contexto de las mipymes

Las mipymes han sido una parte fundamental en la economía de México, a este tipo de empresas se le atribuye que exista en gran medida crecimiento y desarrollo en el país.

En los últimos años, las naciones se encuentran en momentos muy difíciles que no son exclusivos únicamente del sector empresarial, es de esperarse que nuestros rendimientos en materia de competitividad para este año se vean afectados. Incluso es posible que se vean repercusiones persistentes en años próximos. No obstante, a pesar de la crisis por la COVID-19, México ya venía perdiendo posiciones en el ranking internacional de competitividad, la realidad es que ni el país, ni todas las empresas estaban preparadas para acontecimientos como el que ha representado la COVID-19, por lo que se desea que exista una agresiva reacción por parte de la comunidad empresarial, los gobiernos y la población para que en conjunto se pueda reactivar la economía.

Hoy más que nunca, existe la oportunidad para acelerar una transformación hacia modelos operativos más sostenibles y digitales, mientras se mejora la productividad (WEF, 2020).

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a partir de los resultados oportunos de los censos económicos 2019, las mipymes representan el 99.8 % del total de empresas a nivel nacional, siendo una de las fuentes de empleo más importantes en el país, y generando aproximadamente un 52.2 % de los ingresos nacionales (INEGI, 2020).

Las pequeñas empresas están en un proceso de reapertura en un mundo que ha sido remodelado por la pandemia, la resiliencia de este ecosistema determinará en gran medida el futuro y el papel que desempeñan en el comercio internacional (ITC, 2020).

La gráfica 2 muestra el total de ingresos que generan las empresas y los establecimientos en el país, mismos que se distribuyen de la siguiente forma: 14.2 % fueron producidos por los micronegocios, 16.1 % por los pequeños, 22 % los negocios medianos y 48 % por los grandes (INEGI, 2020).

La gráfica 3 muestra el porcentaje de empleos generados para cada tipo de empresa.

El mayor porcentaje corresponde a las micro empresas con casi 58 % de participación nacional, el porcentaje que le sigue es el de las pequeñas que tienen el 23 %, siguiendo las medianas con el 10 %; lo cual significa que en su conjunto representan casi el 90 % nacional en la generación de empleos.

Es pertinente, por tanto, proponer desde la reflexión teórica, medidas que hagan sostenible a estas empresas tanto en lo específico como en lo que representan como un conglomerado de organizaciones vitales para la economía nacional.

Competitividad

Cuando hablamos de competitividad, nos referimos principalmente a la manera en que las empresas aprovechan sus fortalezas en el mercado donde participan. El Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (Imco) define la competitividad como la capacidad que tienen las entidades para generar, atraer y retener talento e inversión (Imco, 2020). La competitividad es para el International Institute for Management Development (IMD, 2020) un concepto integral y holístico, que evalúa la medida en que un país fomenta un entorno donde las empresas pueden lograr un crecimiento sostenible, generar empleos y, en última instancia, aumentar el bienestar de sus ciudadanos (Cabolis, 2019). Con respecto a una empresa la competitividad depende de la productividad, la rentabilidad, la posición competitiva, la participación en el mercado interno y externo, las relaciones interempresariales, el sector y la infraestructura regional (Saavedra y Tapia, 2012).

Para las empresas, la competitividad representa ventajas y factores de diferenciación frente a las demás entidades económicas del mercado donde participan; a partir de ésta, se añade valor a las actividades que se realizan dentro de la estructura interna y externa de las organizaciones, enfocándose en los procesos que llevan a cabo para que los productos y servicios que se ofrezcan sean de la mejor calidad posible.

Ser competitivo generalmente significa una relación eficiente de productividad en los parámetros e indicadores que se presentan en el sistema empresarial, por lo que los resultados positivos llegan con mayor facilidad.

Se debe entender que existen diversos indicadores para referirse a la competitividad, los cuales dependen en gran medida de las actividades que realicen las empresas con respecto a su giro y los procesos que se lleven a cabo, es por ello que, a través de la presente investigación, nos concentraremos en aquellos que sean más generales y esenciales para las mipymes en México.

Podríamos afirmar que los principales temas de estudio sobre los indicadores de la competitividad empresarial van ligados principalmente a la innovación y el desarrollo tecnológico, estos son temas que las empresas día con día abordan para lograr ventajas competitivas en sus procesos, tanto internos como externos.

Desde comienzos del siglo XXI, la competitividad y la innovación están siendo fuertemente vinculadas. Los países altamente competitivos son aquellos con inversiones elevadas en las siguientes áreas: investigación y desarrollo, ciencias básicas y aplicadas, inversión en equipos y formación de recursos humanos (Arredondo et al. 2016, p. 301)

En general, las empresas buscan a través de la innovación, crear o mejorar la estructura dentro de sus funciones, para así lograr mantenerse altamente competitivos en cualquier ámbito, todo esto con el apoyo de la investigación para poder tomar decisiones bien fundamentadas y les lleve a realizar esa mejora significativa, mediante un cambio planeado.

La historia nos deja grandes enseñanzas de empresas que han fracasado debido a que no innovaron y se quedaron con modelos de negocios obsoletos, por lo que muchas de ellas desaparecieron. Por otro lado, también hay casos de éxito de empresas que han logrado sobrevivir un largo periodo de tiempo, todo gracias a que fueron capaces de adaptarse a los cambios globales en el mundo y mantener buenas prácticas de competitividad empresarial.

El concepto de competitividad puede abarcar distintos significados, por lo que a través de la Tabla 1, se explican diferentes aproximaciones de este concepto. De forma adicional, se describe la forma en que han sido conceptualizados la innovación y el desarrollo sostenible. Proponemos que estos tres conceptos, si bien no son sinónimos y por ello en sí mismos cada uno debe ser fomentado, sí evidencia vínculos que los hacen complementarios. Es decir, hay una sinergia inherente en su mejora cuando son considerados como parte de la dinámica organizacional.

Tabla 1. Definiciones de competitividad, innovación y desarrollo sostenible

Concepto	Autor	Definición
Competitividad	Instituto Mexicano Para la Competitividad A.C. (2020)	Define la competitividad como la capacidad que tienen las entidades para generar, atraer y retener talento e inversión.
	Cabolis (2019)	Concepto integral y holístico, que evalúa la medida en que un país fomenta un entorno donde las empresas pueden lograr un crecimiento sostenible, generar empleos y, en última instancia, aumentar el bienestar de sus ciudadanos.
	Saavedra y Tapia (2012)	Con respecto a una empresa depende de la productividad, la rentabilidad, la posición competitiva, la participación en el mercado interno y externo, las relaciones interempresariales, el sector y la infraestructura regional.
Innovación	Varadarajan y Jayachann (2018)	Es el proceso de creación de valor mediante el uso de conocimientos, capacidades y recursos relevantes para la conversión de ideas en nuevos productos, procesos y prácticas, y mejoras en productos, procesos y prácticas existentes.
	Molina y Conca (2000)	La innovación engloba varias tareas como la calidad de los productos, la novedad de los mismos, la tecnología de los procesos utilizados, la organización de la producción, los plazos de entrega, o la calidad y eficacia del servicio post-venta.
Desarrollo sostenible	Organización de las Naciones Unidas (2022)	El desarrollo sostenible se ha definido como el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
	Reyes (2015)	La idea central del desarrollo sostenible se enfoca en basar las políticas ambientales y de desarrollo en una comparación de costos y beneficios y en un análisis económico cuidadoso que fortalezca la protección ambiental y conduzca a niveles de bienestar crecientes y sostenibles.

Fuente: elaboración propia con base en los autores citados en la tabla.

De acuerdo con la tabla anterior, es posible apreciar que la competitividad va muy ligada al talento y la inversión, además que, en algunas de sus definiciones, se involucra de forma explícita el aspecto de sostenibilidad, la innovación y el desarrollo de la infraestructura de la región en donde se desarrollan las actividades empresariales.

México es de los países con mayor desigualdad en el mundo en temas de competitividad empresarial; una región puede variar considerablemente con respecto de otras, es por ello que trataremos principalmente a la competitividad como un factor regional; se asume que los datos estadísticos de una región pueden ser abordados como parte de un sistema competitivo, donde intervienen distintos elementos estructurales que favorecen la forma en que empresas específicas funcionan, lo que da por resultado un panorama que en el que se detectan patrones para comprender lo que sucede en forma integral.

Entonces, algunos indicadores que se asocian con competitividad son los siguientes:

• La inversión, que se refiere a poner a disposición recursos con un objetivo en mente. En el caso de las empresas, estos recursos pueden ser tiempo y dinero que serán empleados para resolver problemáticas identificadas y mejorar así los pilares de la competitividad de las mismas. Para esto, es necesario crear los programas y las condiciones adecuadas para mantener a las mipymes con diversas fuentes disponibles de inversión directa.
• La región, es el lugar geográfico donde se encuentran ubicadas las empresas y el porcentaje de territorio que abarcan para desempeñar sus servicios, sea a nivel municipio, estado o país. De acuerdo a la región, variarán los parámetros e indicadores de competitividad debido a que existen condiciones administrativas, legales, sociales, políticas, culturales, económicas y de trabajo distintas.
• La tecnología, que es aquello que reduce el esfuerzo humano y ayuda a optimizar los procesos productivos y servicios de las empresas, generando mayor calidad, productividad y mejor relación costo-beneficio en sus actividades. En la tercera década del actual siglo XXI, estamos experimentando una era tecnológica disruptiva, que ofrece ventajas competitivas importantes para navegar en las tendencias que impone la corriente de la globalización. Asimismo, es clave considerar el factor talento humano como fundamental para aplicar las habilidades humanas en el mejor aprovechamiento de esas tecnologías que las organizaciones requieren para adaptarse a los cambios actuales.
• El desarrollo sostenible se involucrará como una variable de competitividad en esta investigación, demostrando la relación que guarda el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible con la competitividad;
• La innovación, que es la variable que involucra la aplicación de las mejoras en los distintos aspectos de las empresas, tanto en sus procesos productivos, de mercadotecnia o de desarrollo organizacional, para alcanzar los distintos niveles de competitividad.

Desarrollo sostenible

La Agenda 2030 propuesta por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece 17 objetivos para el desarrollo sostenible (ODS), los cuales se centran en generar medidas, para satisfacer las necesidades actuales, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones.

Existieron décadas de enfoque exclusivo en el crecimiento económico, ahora se busca que el crecimiento sea inclusivo y ambientalmente sostenible, debido a las consecuencias negativas para el planeta y la humanidad que ha tenido el enfoque económico del desarrollo (WEF, 2019). Inclusive se afirma que es probable que la sostenibilidad sea más importante en la economía global después de la pandemia por la COVID-19 (ITC, 2020).

Desde una perspectiva más integral, se ha comprendido que en realidad el avance económico no genera progreso sino se alinea con el cuidado de los recursos que lo hagan posible y continuo a través del tiempo. De la misma manera, los ODS son un recordatorio de la dimensión humana que se enriquece cuando las ventajas económicas, no se despersonalizan, sino por el contrario, se valora su significado como detonadoras de mejoras concretas de la calidad de vida de toda persona que confirma la sociedad.

La observación y aplicación de los ODS, permite ser responsables con los procedimientos que realizan las organizaciones, ayudando a impactar positivamente en los diferentes sectores de la sociedad, así como protegiendo los recursos de la región y el medioambiente, de manera que todos se vean beneficiados a través de la adopción de estos objetivos.

Metodología

La metodología que se utilizó para este trabajo, se basa en el análisis documental a partir de fuentes primarias y secundarias de información. Se tuvo un alcance exploratorio y un diseño no experimental.

Para el análisis de la información se recurrió a distintas bases de datos nacionales e internacionales que manejan rankings de competitividad.

Tabla 2. Índices utilizados en la metodología.

Nombre	Indicadores analizados
	Edición 2016	Edición 2020
Índice de facilidad para hacer negocios (Ease of Doing Business) (WEF, 2016, 2020a, 2020b)	Apertura del negocio. Manejo de permisos de construcción. Registro de la propiedades. Cumplimiento de contratos.	Apertura del negocio. Manejo de permisos de construcción. Gestión de la electricidad. Registro de la propiedad Obtención del crédito. Protegiendo a los inversionistas minoritarios. Pagando impuestos. Comercio transfronterizo. Cumplimiento de contratos. Resolviendo insolvencias.
Índice Global de Competitividad (ICG) (WEF, 2019)	Datos de 2019 (12 pilares considerados)
	1. Instituciones. 2. Infraestructura. 3. Adopción de las TIC. 4. Estabilidad macroeconómica. 5. Salud. 6. Habilidades. 7. Mercado de productos. 8. Mercado laboral. 9. Sistema financiero. 10. Tamaño del mercado. 11. Dinamismo en negocios. 12. Capacidad de innovación.
Índice de Competitividad Mundial (IMD, 2021)	Edición 2020 (limitado a información en la página web)
	Rendimiento económico. Eficiencia del gobierno. Eficiencia de negocios. Infraestructura.
Índice de Competitividad Estatal (IMCO, 2021)	Edición 2021
	Sistema de derecho confiable y objetivo. Manejo sustentable del medioambiente. Sociedad incluyente, preparada y sana. Sistema político estable y funcional. Gobiernos eficientes y eficaces. Mercado de factores eficientes. Economía estable. Sectores precursores de clase mundial. Aprovechamiento de las relaciones internacionales. Innovación y sofisticación en los sectores económicos.
Indicadores de Objetivos del Desarrollo Sostenible (ONU, 2022)	Objetivos de la Agenda 2030
	Fin de la pobreza. Hambre cero. Salud y bienestar. Educación y calidad. Igualdad de género. Agua limpia y saneamiento. Energía asequible y no contaminante. Trabajo decente y crecimiento económico. Industria, innovación e infraestructura. Reducción de las desigualdades. Ciudades y comunidades sostenibles. Producción y consumo responsables. Acción por el clima. Vida submarina. Vida de ecosistemas terrestres. Paz, justicia e instituciones sólidas. Alianzas para lograr los objetivos.

Fuente: elaboración propia con base en los autores mencionados (2022).

A partir de lo anterior, se observa que cada índice involucra aspectos muy relacionados entre sí. Podemos afirmar que en general se considera la sostenibilidad como pilar para el desarrollo y por ende para la competitividad. Ahora bien, una vez identificados los indicadores de los distintos índices, se procedió a verificar qué sucedía con México y con las mipymes, cuestión que se describe en el siguiente apartado.

Análisis y resultados

En la actualidad, distintas regiones se están concentrando en implementar acciones para avanzar en el cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030, lo cual se asocia a la competitividad.

Cubriendo 141 economías, el Índice de Competitividad Global (ICG) mide la competitividad nacional, la cual es definida como el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad (WEF, 2019).

Dentro de las 50 economías más competitivivas que participan en el ICG 2019 del Foro Económico Mundial, y a su vez participan con indicadores de desarrollo sostenible del 2019, existe una tendencia hacia el cumplimiento de los ODS, mostrando que normalmente los países que tienen mejor nivel de cumplimiento de los ODS son más competititivos con respecto a los demás paises que cuentan con un menor nivel de desempeño.

El análisis de las gráficas se enfoca en 135 de las economías del indice ICG, debido a que es la cantidad de economías que coincide con tener un puntaje para los indicadores ODS y con la información del 2019.

Los países que se encuentran más ubicados hacia la parte superior derecha de la gráfica, tienen un mayor cumplimiento de los ODS, lo cual coincide con que tienen un buen índice de competitividad mundial.

Los diez países con mejor puntaje en el cumplimiento de los ODS para el año 2019 están presentes en las economías más competititivas del mundo del ICG, coincidiendo todos en la región del contienente europeo.

Tabla 3. Top 10 países con mayor cumplimiento de los ODS

País	ODS Ranking	Puntaje ODS	WEF Ranking	Puntaje WEF
Dinamarca	1	85.2	10	81.2
Suecia	2	85.0	8	81.2
Finlandia	3	82.8	11	80.2
Francia	4	81.5	15	78.8
Austria	5	81.1	21	76.6
Alemania	6	81.1	7	81.8
República Checa	7	80.7	32	70.9
Noruega	8	80.7	17	78.1
Holanda	9	80.4	4	82.4
Estonia	10	80.2	31	70.9

Fuente: Adaptado de García y Granda, 2020.

En los informes de 2019, México se encontraba en la posición 78 en el índice de cumplimiento de los ODS de un listado de 162 economías y dentro del IGC tenía la posición 48 de 141 economías. Esto resulta revelador, ya que no se asocia el cumplimiento de los ODS con la posición competitiva de nuestro país.

Con los resultados de México en los índices ODS y el ICG se deja evidenciada una enorme oportunidad para el país y las mipymes, ya que el adoptar prácticas de desarrollo sostenible, va a permitir que las entidades crezcan y aumenten su competitividad, lo que acelerará el desarrollo del país.

Según un estudio publicado por el MIT, abordar los asuntos vinculados a la sostenibilidad permite a las empresas mejorar su imagen de marca y obtener ventajas reputacionales, así como reforzar la confianza por parte de la sociedad, ahorrar costes, aumentar la satisfacción de los empleados y mejorar la atracción de talento, impulsar la innovación de sus productos y servicios, acceder a nuevos recursos de financiación y mejorar las relaciones con los grupos de interés (García y Granda, 2020, p. 79)

La cuestión es ver en México qué estímulos desde las políticas públicas tienen las empresas en general y las mipymes en particular, para implementar acciones que impacten en el logro de los ODS, cuestión que resulta poco alentadora.

Para la región de América Latina y el Caribe, se ha empezado a dar importancia al cumplimiento de los ODS como un indicador de competitividad.

La región de Asia del Este y el Pacífico se muestra también con la tendencia al cumplimiento de los ODS, sin embargo, los países de Europa y Norteamérica superan a la región en este ámbito.

Otra región como la de Eurasia ha resultado con tendencia negativa en el cumplimiento de estos objetivos, siendo la única región dentro del informe que presenta este tipo de comportamiento y en donde existe un retroceso en la práctica de la sustentabilidad por parte de los países que la conforman.

Cabe destacar que a pesar de la gran desigualdad que existe en la región africana, donde se encuentran algunos de los países con menor grado de competitividad, existe una tendencia positiva para el cumplimiento de los ODS.

De los factores más importantes que tenemos en México y que están relacionados con la competitividad de las regiones y el desarrollo sostenible, están los indicadores del Índice de Competitividad Estatal (ICE), los cuales son presentados por el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (Imco).

De los 97 indicadores analizados en el ICE 2020, el 27 % (26) tiene una relación directa con alguno de los 125 indicadores globales y nacionales asociados a los ODS que se analizan actualmente en México. El 79 % de los indicadores del ICE atiende temas relacionados con el cumplimiento de la mayoría de las metas de los ODS (se cubren metas de 12 de los 17 objetivos). Esto significa que, en la medida en la que los gobiernos estatales contribuyan en el ámbito de sus atribuciones al cumplimiento de los ODS, la competitividad de estos aumentará, y viceversa (Imco,2020, p.19)

Los indicadores del ICE son un punto de referencia nacional para mejorar la capacidad de competitivididad de las regiones del pais, son una base firme de buenas prácticas de trabajo para lograr la competitividad, tanto en el país como en las mipymes.

Los indicadores para el ICE son: a) sistema de derecho confiable y objetivo, b) manejo sustentable del medioambiente, c) sociedad incluyente preparada y sana, d) sistema político estable y funcional, e) gobiernos eficientes y eficaces, f) mercado eficiente de factores, g) economía estable, h)sectores precursores de clase mundial, i) aprovechamiento de las relaciones internacionales e j) innovación y sofisticación en los sectores económicos.

Entonces, los indicadores como talento y tecnología van de la mano por la preocupación del medioambiente y de la comunidad, son esenciales para el fortalecimiento de las mipymes.

Continuando con el desarrollo de los ODS, tenemos a la región de Asia del Este y el Pacífico, que muestra también una tendencia al cumplimiento de los ODS, sin embargo, los países de Europa y Norteamérica superan a la región en este sentido.

Un caso complejo es el de Estados Unidos, ya que se encuentra como el segundo país más competitivo, no obstante que en 2019 calificó en la posición 35 del ranking del cumplimiento de los ODS.

Estados Unidos obtuvo puntajes relativamente bajos en algunas categorías, con el aumento de los aranceles comerciales, la disminución de la esperanza de vida y las bajas habilidades digitales. Por otro lado, Singapur, nombrada la economía más competitiva del mundo, obtuvo un alto puntaje por su sector público, fuerza laboral, diversidad e infraestructura. En cuanto a la esperanza de vida, Singapur ocupa el puesto número uno, y se espera que los recién nacidos vivan hasta los 74 años (Taylor, 2019)

Haciendo referencia a los ODS, en 2019 México, Estados Unidos y Singapur calificaron en la posición 75, 35 y 66 respectivamente, siendo los últimos dos los que ocupan las primeras posiciones en el índice de competitividad global. Singapur, se encuentra muy cerca de México en el ranking de los ODS con una diferencia de nueve posiciones; además es primer lugar en la clasificación de competitividad global, entonces las preguntas obligadas son: ¿por qué? y ¿qué hace falta para que México sea tan competitivo como estos dos países?

Para contestar las preguntas es conveniente analizar el perfil de México para saber cómo va la competitividad en el país.

Es una realidad que durante los últimos años la competitividad en México ha sufrido varias caídas, haciendo más difícil hacer negocios en el país, es por ello que necesitamos hacer un análisis de los factores en los que nos encontramos más débiles.

Con la información que presenta el foro económico mundial en 2019, se puede visualizar que los puntajes más bajos son: capacidad de innovación, instituciones, y la adopción de las TIC; sin embargo, las tres posiciones más bajas del país con respecto a los demás competidores son: mercado laboral, habilidades e instituciones.

Según el ICG, el pilar de las instituciones es la posición más baja que tiene el país. Este indicador es de enorme relevancia hoy en día, ya que éste determina las condiciones por las cuales la sociedad se va a regir en gran parte de sus actividades y tiene un impacto muy importante en la productividad del país. Podríamos decir que es el pilar que garantiza el estado de derecho, la transparencia y la certidumbre para realizar negocios en México.

Generalmente, la misma burocracia no deja fluir los procesos rápidamente y nos deja estancados en algunas de las operaciones que realizamos, además de que ciertamente una de las problemáticas que más se ha señalado en México en años recientes es la corrupción. Lo ideal sería la creación de instituciones competitivas y transparentes.

México está en los últimos lugares en este ámbito y necesitamos mejorar los subpilares para esta dimensión: seguridad, capital social, cheques y saldos, rendimiento del sector público, transparencia, derechos de propiedad, gobernanza corporativa y la orientación hacia el futuro del gobierno. Esto a fin de tener mayor confianza a nivel social y económico, para que las instituciones de alguna forma puedan ayudar a las mipymes en adquirir los apoyos que necesitan, brindarle asesorías y tener mayor acceso a la información para continuar con el crecimiento económico.

Los valores en color naranja de la gráfica anterior, se refieren a la infraestructura, según el informe del Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD), que se basa en el índice de competitividad mundial para México en 2020, es de los últimos puestos del ámbito ocupando el puesto 53 de tan solo 63 economías, lo que resalta más es que ocupamos el penúltimo lugar en el tema de educación.

El talento es uno de los factores más relevantes para el desarrollo de la competitividad en las mipymes, por lo que las políticas educativas tienen un papel preponderante en este sentido.

Según datos del ICG ocupamos la posición 89 de 141 en el pilar de habilidades, que trata de las fuerzas de trabajo actuales y futuras, por lo que falta mucho por trabajar para tener una mejor posición. Por ejemplo, la adquisición de habilidades tecnológicas, la transformación digital o las nuevas técnicas de aprendizaje tendrán que adaptarse para que se forme el talento en las mipymes.

México ocupa el lugar número 96 de 141 en el pilar del mercado laboral, en donde se diseñan las políticas de contratación y reclutamiento del personal, así como las estrategias para incentivarlo, los costos e impuestos que hay que pagar, entre otros temas que pueden ser revisados en las leyes laborales del país.

El indicador de innovación es el más débil. México debe invertir en investigación, innovación y desarrollo constante en cada uno de los pilares del país, nos estamos quedando muy atrás en innovación con respecto a otros países. Lo mejor para las mipymes y para su competitividad es innovar regularmente en productos, servicios y procesos, lo cual se logrará mediante la adquisición de tecnologías, habilidades y conocimientos; es decir que la capacidad para innovar depende de otros pilares que trabajemos y a su vez mejorar estos pilares dependerán de la innovación.

La tecnología en México se ha quedado atrás, tenemos un puntaje muy bajo tanto en el índice de competitividad global como en el Índice de competitividad mundial, en el primero para la adopción de las TIC nos encontramos en la posición 74 de 141 países y para el segundo somos de los últimos lugares quedando en la posición 57 de 63 en infraestructura tecnológica, sin duda alguna nos dirigimos hacia una era digital, en donde las empresas deben de aprovechar las tecnologías al máximo ahora más que nunca.

Discusión y conclusiones

El desarrollo sostenible se ha perfilado como un indicador muy importante de competitividad en las economías del mundo. Para la mayoría de los casos expuestos, existe una relación entre la competitividad del país y el grado de cumplimiento para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.

De acuerdo al supuesto de investigación planteado de que existe una relación directa entre la competitividad y la sostenibilidad en las mipymes mexicanas; y que al alinear estos ejes, estas unidades económicas trascenderán en sus actividades comerciales; esta investigación abre la posibilidad de dar continuidad a los índices mostrados con información de los años próximos, asimismo también brinda información importante respecto a las bajas posiciones que se han venido experimentando en los rankings internacionales de competitividad en los últimos años para nuestro país, por lo que consideramos un acierto el desarrollo de indicadores propios que sirvan como referencia para cumplir con los ODS, los cuales son denominados por el Imco como indicadores del ICE.

La realidad es que no sólo las mipymes atraviesan por una situación difícil por la crisis sanitaria por la pandemia de la COVID-19; esto ha alcanzado a todo tipo de empresas y a la comunidad en general. Es fundamental observar que la rapidez en la toma de decisiones será con base en las necesidades específicas que estas empresas identifiquen, lo cual desgraciadamente a veces se limita a la supervivencia empresarial en el caso de las mipymes.

Se ha expuesto la importancia que tienen este tipo de empresas en el país por su enorme participación en los ingresos y la gran cantidad de puestos de trabajo que generan, por eso es especialmente relevante el contribuir con la sociedad y la comunidad empresarial para que sigan desarrollando sus actividades y no desaparezcan ante las crisis que cotidianamente enfrentan.

En cuanto a los indicadores de competitividad, es posible con base en las metodologías que se presentaron, tanto por las instituciones internacionales como por las nacionales, evaluar las coincidencias de acuerdo a: las políticas macro ambientales, las políticas especialmente diseñadas para las empresas, así como el papel esencial que éstas tienen en la dinámica de las comunidades que las alojan, sin perder de vista la relevancia que tiene el desarrollo sostenible como eje transversal.

Indicadores como el uso de las tecnologías, la innovación, instituciones sólidas, talento, inversión y sostenibilidad se tienen que desarrollar y fortalecer constantemente para lograr la competitividad en todas las clasificaciones nacionales e internacionales descritas en este documento; para lo cual, sin lugar a dudas, la relación existente entre el gobierno, las mipymes y el desarrollo sostenible es fundamental para alcanzar la competitividad empresarial.

Si se desea que exista una recuperación empresarial en México después de la pandemia, es preciso considerar los indicadores de competitividad señalados, ya que trabajar en ellos resulta un área de oportunidad para las mipymes, y así lograr un desarrollo incluyente y sostenible.

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