Presentación

Hace una década, la doctora Patricia Gómez Rey, en su obra Las redes de colaboración en la construcción del campo disciplinario de la geografía en la Universidad Nacional Autónoma de México, 1912-1960, decía claramente en la introducción de su obra “Quienes anhelan cambiar el rumbo de la enseñanza y prácticas de la geografía en el país no podrán hacerlo si desconocen sus orígenes y su itinerario”, es decir, su origen, evolución, orientaciones y, lo más importante, su itinerario, lo cual equivale a revisar los lugares donde se enseña geografía en este país.

Aunque parezca mentira, a pesar de la importancia de esta ciencia para el conocimiento y desarrollo del territorio nacional, sigue habiendo un alto nivel de ignorancia geográfica. La oferta educativa de esta carrera a nivel superior se concentra en ciertos lugares (nueve instituciones con un total de 11 licenciaturas) y a pesar de ser cada vez más quienes nos sumamos a esta preocupación por la investigación, la enseñanza y las prácticas de la geografía en México, resta mucho por hacer.

Ante esta inquietud, surgió la idea de crear una obra que diera cuenta justamente de esos itinerarios de la ciencia geográfica en México. Al día de hoy debemos reconocer que tal iniciativa surgió y se fue consolidando conforme las reuniones de trabajo de la Red Nacional de Instituciones de Enseñanza Geográfica (Renig) fueron avanzando con el acercamiento de varios representantes de dichas instituciones con quienes no sólo compartimos el trabajo, sino que incluso se fortalecieron las relaciones académicas, laborales e institucionales. Fue así como a principios de 2021, se tomó la decisión de convocar a un grupo de académicos e investigadores para rescatar algunos de los elementos y atributos más importantes de cada una de las carreras que se ofertan en este país.

La obra da cuenta de todas y cada una de ellas a partir de su creación, primero para la formación de maestros y más tarde de licenciados de Geografía en la unam, tras la inauguración de la primera licenciatura en 1933, cuya orientación era claramente la de resolver el problema de la enseñanza y la demanda de este tipo de profesionistas, así como el conocimiento, delimitación y representación del territorio, sus límites y sus recursos.

Cerca de 40 años después se creó la carrera de Geografía en la uaem, en el marco de las ciencias y humanidades, pero con una orientación mucho más aplicada, prueba de ello fue su carácter más pragmático, ejercitado en talleres, laboratorios, salas de cómputo y prácticas de campo, muy comunes y abundantes hasta antes de la pandemia por el virus de SARS-CoV-2 (que produce la enfermedad de COVID-19) en 2020. Este carácter práctico es posible gracias al uso y aplicación de las herramientas geotecnológicas que, con el paso de los años, se han convertido en una necesidad para el estudio del territorio, sus recursos y aprovechamiento, pero también sin dejar de lado, por supuesto, la constante actualización de sus programas.

Aunque ya había antecedentes de una carrera y una Facultad de Geografía en la udeg, no fue sino hasta 1980 que se concretó nuevamente la creación y operación de este programa, con una orientación ligada principalmente hacia la ordenación territorial y casi de forma paralela, debido a los acontecimientos y al desarrollo tecnológico que se gestaba en México y el mundo. La unam registró en ese año, ante la Dirección de Profesiones, un programa a distancia, que ya venía operando desde el año anterior.

Ese es el itinerario que la formación de geógrafos en México vivió en el siglo pasado, pero a partir del inicio de este siglo las cosas cambiaron significativamente, ya que en la primera década del siglo se crearon cinco programas más. El primero fue en 2002, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (uaslp), donde, por cierto, en este año (2022), fue declarada por parte de la Rectoría una suspensión temporal en la oferta de la carrera bajo el argumento de su baja demanda como primera opción.

En el mismo año, la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa (uam-I) abrió el programa de licenciatura en Geografía Humana al abrigo del Departamento de Sociología. Dos años más tarde, en 2004 la Universidad Veracruzana (uv) abrió la licenciatura en Geografía como parte de la oferta educativa de la Facultad de Economía, sin que ello significara una orientación de esta hacia la geografía económica.

A cuatro años de distancia de la anterior, en 2008 la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) también abrió su carrera de Geografía, como parte de la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra. A diferencia del resto de carreras, tuvo la particularidad de ser el primer programa que se ofreció fuera de la capital estatal, en este caso en la Ciudad de Taxco, Guerrero, lo que le ha valido para ser reconocida como Universidad de Pueblo, según los autores del capítulo.

Dos años después de Taxco, la Universidad Autónoma de Querétaro (uaq), en la Facultad de Ciencias Naturales, abrió su programa de licenciatura en Geografía Ambiental, con lo cual dio un nuevo giro a las orientaciones disciplinares de las carreras geográficas en nuestro país. Del mismo modo, Guanajuato secundó esta iniciativa, pues bajo la lógica y las exigencias del desarrollo socioeconómico de aquella entidad (cuya dinámica socioeconómica es un tanto similar a Querétaro porque se ubica en el contexto regional del Bajío), dio lugar a que en la Universidad de Guanajuato se ofertara también la carrera de Geografía.

Finalmente, como se puede apreciar en la obra, la unam —que fue la primera en ofrecer el programa— es la última en ofertar una carrera de este tipo, ahora de Geografía Aplicada, con lo que abrió nuevos itinerarios —en la península de Yucatán y en la Ciudad de México—, pero también dio un giro a las orientaciones disciplinares, con un carácter más holístico e integral, buscando otros derroteros, con nuevas posibilidades de formación, aplicación y desarrollo profesional.

Bonifacio D. Pérez Alcántara