Presentación
Este libro ofrece un panorama de diversas investigaciones desarrolladas en México y en América Latina en torno a los conocimientos y procesos de aprendizaje que tienen lugar en contextos escolares y extraescolares, tanto en el campo de la lengua como en el de las matemáticas. Desde sus particulares perspectivas teóricas y metodológicas, algunos de esos estudios caracterizan los aprendizajes y conocimientos que se manifiestan en un contexto específico, mientras que otros centran su atención en las diferencias, conflictos o incluso en los posibles vínculos entre aprendizajes provenientes de distintos ámbitos.
Las investigaciones que aquí se presentan dan cuenta de estudios llevados a cabo con diversas poblaciones de varios niveles de la educación básica y en diferentes circunstancias: niñas y niños de preescolar y de primaria que aprenden en las aulas físicas o virtuales, que adquieren conocimientos también en las calles, paseando unos, trabajando otros. Adolescentes de secundaria, docentes en formación continua que interactúan con investigadores, madres y padres de familia que colaboran con la escuela… Diversidad de poblaciones, de procesos de aprendizaje y de conocimientos que hacen evidente la necesidad de poner atención en el contexto en que tales procesos tienen lugar.
La primera parte del libro versa sobre los procesos de aprendizaje y conocimientos que se derivan de los contextos escolares y extraescolares durante los años en los que los niños y adolescentes cursan la educación básica. Por tanto, se incluyen estudios que analizan dos aspectos importantes de la lengua en los años escolares: el desarrollo de la lengua (oral y escrita) y la relación entre el desarrollo de la lengua y la escuela.
Entre los trabajos que analizan el desarrollo de la lengua en los años escolares, el volumen da cuenta de tres estudios en torno a la adquisición de la lengua escrita y uno que observa habilidades de la lengua oral. En el primer capítulo, Dávalos busca indagar en torno a las ideas que tienen sobre la puntuación los niños que aún no han adquirido el sistema alfabético o son escritores debutantes (estudiantes prealfabéticos y recién alfabetizados). Para ello la autora presenta datos de entrevistas con 80 niños y niñas de entre 4 y 6 años donde se indaga sobre las concepciones que tienen acerca de diversas marcas de puntuación en un texto. Mediante un exhaustivo análisis tanto cuanti como cualitativo, la autora encuentra que conforme las y los estudiantes avanzan en sus conocimientos sobre la lengua escrita, son cada vez más capaces de reconocer los signos de puntuación, así como de atribuirles funciones. Con esto, Dávalos concluye que la adquisición de la puntuación inicia mucho antes de que las infancias sepan leer y escribir.
En el segundo capítulo, Avecilla-Ramírez y Romero Turrubiates exploran mediante un método muy original —la técnica de potenciales relacionados con eventos (pre)— la manera en que 10 menores que se encuentran en sus primeros dos años de escolarización (tercer grado de preescolar o primer grado de primaria) discriminan palabras escritas. Mediante un análisis del procesamiento neurológico durante la lectura de palabras, símbolos y cadenas de consonantes, los autores encuentran un componente n170 de mayor amplitud para las palabras que para los otros dos tipos de estímulos. Esto les permite concluir que en tan sólo dos años de acceso a la lengua escrita el sistema visual cerebral se ha especializado para reconocer las palabras escritas.
La forma en que un grupo de estudiantes de secundaria reconoce algunas de las características del texto expositivo a través de sus habilidades de conciencia metalingüística es el objetivo del tercer capítulo. En éste, Laiton Pérez y Alarcón Neve presentan un estudio con 28 estudiantes colombianos de 6º y 9º grados, quienes se enfrentan a una tarea de reflexión sobre textos expositivos y no expositivos (narrativo y argumentativo). Los autores reportan datos a partir de las entrevistas semiestructuradas realizadas a los participantes. Observan que, aunque no se da una relación significativa entre las respuestas proporcionadas por las y los estudiantes y su nivel de desarrollo metalingüístico y grado escolar, aquellos aprendices más avanzados son capaces de variar con mayor habilidad sus criterios de análisis de los textos.
En el capítulo 4 se presenta un estudio que se enfoca en el desarrollo de una habilidad del lenguaje que surge durante los años escolares en el ámbito de la lengua oral: la interpretación de las locuciones. Hess Zimmermann, Palacios Cuahtecontzi y Hernández Valencia analizan la forma en que niños y adolescentes de 9, 12 y 15 años reflexionan sobre diversas locuciones verbales del español (por ejemplo A Lalo le cayó el veinte, A Carmen la dejaron vestida y alborotada, María aguantó vara). Para ello, les presentan a 48 participantes hispanohablantes del centro de México una serie de locuciones verbales e indagan sobre la forma en que las interpretan y en qué basan sus respuestas. Los resultados muestran que, conforme incrementa la edad, los niños y adolescentes son cada vez más capaces de reconocer el sentido figurado y literal de las locuciones. No obstante, también se observa que incluso a los 15 años los adolescentes no dominan todos los sentidos de estas expresiones lingüísticas. Ello lleva a las autoras a concluir que la adecuada interpretación de las locuciones se sigue desarrollando más allá de la adolescencia.
Por otro lado, en la parte del volumen dedicada al estudio de la lengua en la escuela, se presentan cuatro capítulos enfocados al desarrollo de la lengua dentro del contexto escolar. Encabeza este apartado del libro el capítulo 5, a cargo de Porta, quien se preocupa por evaluar un modelo de estimación del riesgo de presentar dificultades lectoras en estudiantes de primer grado de primaria. Para ello, la autora evalúa diversas habilidades lingüísticas de 427 participantes argentinos de escuelas urbano-marginales en dos momentos educativos: en el nivel preescolar y en primer grado de primaria. Mediante un exhaustivo análisis estadístico, Porta encuentra cuatro variables predictoras del nivel lector: conocimiento del nombre y sonido de las letras, vocabulario, identificación de la sílaba inicial de las palabras y nominación rápida automática. Lo anterior le permite proveer una fórmula de regresión logística que facilita la detección temprana de dificultades lectoras para la implementación de una intervención oportuna.
En el sexto capítulo, Rodríguez Hernández y Laiton Pérez centran su interés en los factores asociados al desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula de lengua. Para ello estudian, desde un enfoque del interaccionismo discursivo, la forma en que dos docentes de lengua planean sus actividades (trabajo prescrito) y después las llevan a cabo en el aula (trabajo efectivo). Los resultados de su análisis muestran que los profesores toman decisiones distintas a partir de una misma planeación de clase, pero que éstas siempre siguen el objetivo de enseñanza. Los autores concluyen que en el trayecto del trabajo prescrito al efectivo se encuentra un importante espacio de mediación docente donde el profesor o la profesora busca ampliar y reformular las consignas previamente planeadas con la finalidad de lograr el aprendizaje en sus estudiantes.
Un trabajo muy innovador sobre la enseñanza de la lengua escrita en modalidad virtual se incluye en el capítulo 7. En éste, Mora Sánchez y Morado Otero presentan la implementación de una estrategia de alfabetización a distancia en colaboración con madres y padres de familia desde una perspectiva constructivista. Una de las fortalezas del trabajo reside en que dicha implementación se llevó a cabo durante la pandemia por el covid-19 con un grupo de 30 estudiantes de tercero de preescolar pertenecientes a una escuela pública rural. Para el estudio se evaluó el nivel de escritura de los menores de manera previa y posterior a la intervención didáctica y los resultados mostraron que 28 de los 30 participantes lograron mejorar sus niveles de escritura de manera notoria, y que más de la mitad se alfabetizó. Por tanto, las autoras muestran que una alfabetización inicial es posible en modalidad virtual en colaboración con las familias siempre y cuando se les planteen a los niños situaciones diversas que los lleven a reflexionar sobre el sistema de escritura y sobre el uso de textos.
El último capítulo que aborda la enseñanza de la lengua en la escuela es el propuesto por Romero Contreras y Peña Barceló. En este octavo capítulo del libro las autoras presentan la impartición a estudiantes de primaria y secundaria del programa Word Generation México, un programa que promueve el desarrollo del pensamiento crítico y la argumentación. Para ello incluyen una serie de actividades en torno a la enseñanza directa y la ejercitación de discusiones informadas en el aula. Específicamente, en este trabajo las autoras buscan analizar las características estructurales y posibles indicadores del pensamiento crítico en textos argumentativos producidos por los estudiantes antes y después de la intervención didáctica. Fueron analizados cuantitativa y cualitativamente textos de 129 alumnos y alumnas de 5º y 6º de primaria, así como de 1º y 2º grados de secundaria y los resultados señalaron que el programa Word Generation México tiene un impacto positivo en la calidad de los textos de los estudiantes, pues mostraron en general tener una mejor estructura argumentativa y, por tanto, reflejaban mejor el pensamiento crítico de los aprendices.
La segunda parte del libro se dedica al campo de la educación matemática. identificamos dos conjuntos de estudios: aquellos que centran su atención en aprendizajes matemáticos en el contexto escolar y los que se ocupan de aprendizajes que tienen lugar más allá de la escuela. En ambos casos se plantean reflexiones en torno a las distancias y cercanías entre ambos ámbitos.
En el primer conjunto de estudios está el capítulo 9, de Castaño Torres y Block Sevilla, quienes analizan las formas de colaboración entre docentes e investigadores en el marco de un trabajo cuyos objetivos fueron la problematización, implementación y análisis de situaciones didácticas que abordan la congruencia de dos figuras en secundaria. Su estudio se inscribe en el enfoque del modelo colaborativo, el cual pone al centro la actividad reflexiva entre docentes e investigadores que interactúan en torno a un aspecto de la práctica de esos mismos docentes. Desde esa perspectiva, los autores dan cuenta de tres momentos de la interacción entre esos actores: la co-situación, la cooperación y la coproducción. Asimismo, el estudio destaca qué condiciones favorecieron tal colaboración y cuáles la dificultaron.
Por su parte, en el capítulo 10 García Torres y Santiago Flores abordan una problemática didáctica relacionada con el diseño de situaciones por parte del colectivo docente de una telesecundaria, con el objetivo de diseñar e implementar una situación interdisciplinar a través de la modelación matemática, así como de caracterizar la construcción de saberes de los estudiantes en la situación interdisciplinar. La particularidad de esas situaciones es el propósito de lograr la interacción de dos o más asignaturas. Los resultados evidencian modelos matemáticos que tienen como característica principal los discursos matemáticos y extramatemáticos; se concluye que estas situaciones son una alternativa para la construcción de conocimientos complejos en estudiantes de telesecundaria pero que al mismo tiempo implican retos como el de lograr un equilibrio entre las asignaturas que intervienen en las situaciones, así como entre los discursos matemáticos y extramatemáticos.
También en el marco de los aprendizajes escolares, en el capítulo 11, Block Sevilla hace una reflexión crítica sobre qué tan pertinente es incluir en el currículo de México la comprensión de los principios de agrupamiento y posición del sistema decimal de numeración (snd) en los primeros grados de primaria. El autor retoma investigaciones constructivistas realizadas en América Latina —así como experiencias desde el aula— para mostrar, por una parte, lo prematuro que puede ser para alumnos de primeros grados comprender los principios del snd. Por otra parte, esas investigaciones subrayan la conveniencia de apoyarse en conocimientos previos e hipótesis de los alumnos sobre el funcionamiento del snd sin conocer previa y explícitamente los principios de base y posición, así como de recurrir al cálculo mental reflexivo para abordar la enseñanza de suma y resta con base en las propiedades del snd. El autor no deja de señalar, sin embargo, algunos de los retos que implica llevar a cabo en las aulas esas alternativas didácticas.
En el conjunto de estudios que abordan los aprendizajes matemáticos en ámbitos extraescolares se ubica, en el capítulo 12, la investigación de Palmas Pérez y Sánchez Rodríguez, la cual analiza las relaciones entre contenidos matemáticos escolares y prácticas sociales que involucran matemáticas. Por un lado, el estudio se propone contribuir a la revisión crítica del vínculo entre prácticas matemáticas cotidianas y el currículo escolar; por otro, busca favorecer las relaciones entre los conocimientos matemáticos escolares y la práctica cotidiana. Para ello los autores toman como referente los Nuevos Estudios sobre la Cultura, así como los estudios etnográficos del caminar, para analizar el caso de una niña de 5 años de edad y sus reflexiones sobre ciertas prácticas matemáticas mientras camina en una calle en la Ciudad de México. Una de las conclusiones de los autores es que hay interpretaciones matemáticas infantiles que son ignoradas por la escuela, lo cual podría limitar la lógica de niñas y niños en eventos matemáticos que tienen lugar fuera de ella.
En el capítulo 13 Padilla Carrillo y Solares Rojas indagan sobre conocimientos matemáticos de menores trabajadores que enfrentan situaciones de proporcionalidad en sus actividades laborales. Usando herramientas teóricas y metodológicas del campo de la didáctica de las matemáticas, la etnografía y el aprendizaje situado, los autores analizan la actividad laboral de una niña cuya familia vive de la recolección y venta de cartón (pepena). El propósito de los investigadores es aportar elementos que contribuyan al establecimiento de puentes entre los conocimientos matemáticos que los menores trabajadores estudian en la escuela y los que se movilizan en su entorno laboral, sin excluir sus historias de vida y la marginalidad que enfrentan. Para ello, analizan las tareas matemáticas del entorno laboral de la niña y las formas en que las resuelve, así como la manera en que el contexto y sus restricciones moldean tanto las tareas como las técnicas empleadas y los conocimientos matemáticos implicados. Padilla Carrillo y Solares-
Rojas identifican que las tareas de proporcionalidad en la pepena son complejas por las características de números y cantidades involucrados, por las restricciones en las que se lleva a cabo la actividad, y por las tareas no matemáticas que también deben resolverse. Los autores comparten algunas reflexiones sobre las posibles implicaciones que tales hallazgos podrían tener para la escuela.
El capítulo 14 también versa sobre conocimientos matemáticos del entorno laboral de niñas, niños y sus familias. Medellín González, Solares-Pineda y Ortiz Flores identifican procedimientos de cálculo aditivos y multiplicativos utilizados por una niña y nueve niños de familias comerciantes, migrantes y de origen indígena en contextos de compra-venta. A partir de la indagación de prácticas comerciales de las familias, las investigadoras hacen simulaciones de compra-venta para identificar procedimientos de resolución de cada participante. Asimismo, apoyándose en el concepto de participación periférica legítima, indagan sobre los posibles vínculos entre procedimientos de resolución y el tipo de participación de los menores en su entorno laboral-familiar. Las autoras concluyen que el cálculo mental es el recurso mayormente utilizado por los menores e infieren que la diversidad de procedimientos está vinculada a las prácticas de venta de las familias y al tipo de participación que cada menor tiene en tales prácticas. Con base en ello, las autoras plantean algunas reflexiones en torno a la enseñanza del cálculo mental en la escuela primaria.
Como se planteó al inicio, este libro pretende aportar elementos que contribuyan a la comprensión de fenómenos educativos del campo de la lengua y de las matemáticas en los que el contexto desempeña un papel fundamental en los procesos de aprendizaje. Esperamos que las aportaciones y reflexiones que cada investigación propone dé lugar a un “cruce de miradas” teóricas y metodológicas que enriquezcan las perspectivas de investigación y, al mismo tiempo, contribuyan a imaginar posibles rutas para la atención de las diversas necesidades de la educación básica.
Karina Hess Zimmermann y Diana Solares-Pineda
Querétaro, junio de 2023