Capítulo 2. Estilos de vida y conciencia sobre el cáncer en estudiantes de Enfermería


Gustavo Alberto López Gutiérrez


Diana Laura Duarte Ochoa


Luis Arturo Pacheco Pérez


Rosario Edith Ortiz Félix


Karla Judith Ruiz González


María Olga Quintana Zavala


Dimensions


Capítulo 2. Estilos de vida y conciencia sobre el cáncer en estudiantes de Enfermería

Gustavo Alberto López Gutiérrez1
Diana Laura Duarte Ochoa2
Luis Arturo Pacheco Pérez3
Rosario Edith Ortiz Félix4
Karla Judith Ruiz González5
María Olga Quintana Zavala6

Resumen

Introducción: El cáncer es uno de los principales problemas de salud a nivel mundial. En México constituye la tercera causa de mortalidad, por lo que la conciencia sobre los factores de riesgo puede coadyuvar a disminuir su incidencia. Objetivo: Determinar la relación entre el nivel de conciencia sobre el cáncer y estilos de vida en estudiantes de enfermería. Material y métodos: estudio descriptivo, correlacional y transversal. La población estará conformada por estudiantes de enfermería en dos universidades públicas del noroeste de México. Se realizará un muestreo no probabilístico tipo bola de nieve, a través del envío de formularios vía Internet, debido a la situación de pandemia. Se calculó la muestra para un nivel de confianza del 95% resultando en 380 participantes. En el formulario se explicará el procedimiento del estudio. Se pedirá firmar el consentimiento informado y se procederá al llenado de los cuestionarios: cédula de datos personales, cuestionario “Fantástico” y el Cáncer Awareness Measure (cam). El análisis de datos será a través del programa spss versión 25.0. Se obtendrá estadística descriptiva como frecuencias para variables categóricas y medidas de tendencia central y dispersión para variables numéricas, de acuerdo con la distribución de los datos se aplicará la prueba de coeficiente de correlación de Pearson o Spearman. Resultados: Se realizó una prueba piloto con 30 estudiantes. El alfa de Cronbach para los instrumentos se reporta en 0.712 para el cuestionario Fantástico y 0.708 para el cam. Se observa una mayor participación en estudiantes del sexo femenino, inscritos en segundo año y una media de edad de 21.63 años. Conclusión: Los cuestionarios muestran un alfa de Cronbach aceptable. Sin embargo, se sugiere un futuro estudio para validación y adaptación en población mexicana del cam.

Palabras clave: cáncer, estilo de vida, concienciación, estudiantes de Enfermería, prevención primaria.

Introducción

El término cáncer se usa comúnmente para nombrar varios tipos de neoplasias malignas; hace referencia al error de los mecanismos que regulan el desarrollo de las células, hasta su muerte. Durante el 2018, se estimaron 18 millones de casos nuevos, con mortalidad mayor al 50%. Más de la mitad de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos, como en el caso de México, en donde el cáncer es la tercera causa de muerte después de las enfermedades cardiovasculares y diabetes (Organización Mundial de la Salud [oms], 2018).

En México, la tasa de mortalidad por cáncer entre 1980 y 2018 creció 56%, y pasó de 39.5 a 61.7 muertes por cada 100 000 habitantes (Secretaría de Salud [ssa], 2018). De acuerdo con la oms, se espera que para 2030 los casos de cáncer aumenten 44%, y para el 2040 se espera un crecimiento del 85% de los casos. Las entidades federativas como Chihuahua, Sonora, Nuevo León y Veracruz, junto con la Ciudad de México, presentan tasas superiores a 75 por 100 000 habitantes, siendo los sitios con mayor número de muertes, debido a neoplasias. Por su parte, Tlaxcala, Estado de México y Guerrero presentan tasas de mortalidad por cáncer disminuidas (Reynoso, 2018; Aldaco Sarvide, 2018).

En el Estado de Sonora durante 2013, la tasa de mortalidad por tumores malignos, por cada 100 000 habitantes entre personas menores de 20 años (75.9%), fueron hombres. Mientras que en la población de 20 años y más, las defunciones por neoplasias fueron 53.6% en mujeres. Los principales tumores en estos rangos de edad son el de encéfalo y otras partes del sistema nervioso central, sistema linfático, hueso y cartílagos articulares, órganos hematopoyéticos y vías urinarias (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [inegi], 2015). Además, Sonora ocupa el octavo lugar a nivel nacional en detecciones de tumores de mama, aportando el 3.72% de los casos registrados en México, lo que equivale a 232 casos de los 6 252 reportados a nivel nacional. (inegi, 2015).

Las distintas formas del cáncer comparten signos y síntomas tales como la pérdida de peso, fiebre, dolor, cansancio, cambios en los hábitos de evacuación, llagas o manchas blancas, sangrado inusual, endurecimiento o masa, indigestión o dificultad para tragar, tos persistente o ronquera (American Cancer Society [acs], por sus siglas en inglés, 2018). Dentro de los factores de riesgo para desarrollar cáncer se encuentran los conductuales y dietéticos, tales como el tabaquismo, sobrepeso y obesidad, ingesta reducida de frutas y verduras y el consumo de alcohol (oms, 2018).

La actividad física tiene una serie de efectos benéficos en el cuerpo, que reducen la probabilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer, al minimizar determinados factores de crecimiento que han sido relacionados con la formación y evolución del cáncer, además de prevenir y reducir condiciones de riesgo como obesidad, el ejercicio coadyuva en la reducción de la inflamación y mejora de la función del sistema inmunitario. En contraparte, un estudio que asocia los comportamientos sedentarios observó un aumento de mortalidad por cáncer (Vergara, 2017). La obesidad constituye un factor de riesgo que con el tiempo puede derivar en desarrollar cáncer a causa del daño provocado al adn. Cabe mencionar que llevar una dieta saludable y evitar malos hábitos como la inactividad física, el consumo en exceso de carbohidratos y azúcares y fumar, beber alcohol, son esenciales para mantener un peso saludable y así poder reducir el riesgo de padecer cáncer (National Institutes of Health [nih], 2020).

El riesgo de cáncer es mucho más alto para personas cuyo estilo de vida incluye el consumo de alcohol, debido a que pueden contener una variedad de cancerígenos que se introducen durante la producción de las bebidas. Asimismo, el riesgo aumenta con el consumo de tabaco, que se asocia con la principal causa de muerte por cáncer en general. Lo anterior incluye a gente que usa productos de tabaco o que está regularmente alrededor de humo de tabaco en el ambiente (nih, 2020).

Por otra parte, la falta de cultura de prevención, la no disponibilidad para realizarse algún examen o procedimiento, aunado al miedo de recibir algún diagnóstico no esperado, puede ser parte de esos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar cáncer y por la cual la detección temprana de algún tipo de neoplasia no se puede llevar a cabo, y en la mayoría de los casos, el resultado es inminente, ya que los conocimientos actuales sobre esta enfermedad son insuficientes, porque la detección precoz sigue siendo la principal herramienta preventiva contra el cáncer (Organización Mundial de la Salud [oms], 2018).

En México, según datos del Instituto Nacional de Cancerología en 2017, el conocimiento sobre factores de riesgo y prevención de enfermar por cáncer es bajo. Además del desconocimiento sobre prevención y factores de riesgo, la mayoría de los casos se detectan en etapas avanzadas, cuando la posibilidad de un tratamiento eficaz y curación se ven disminuidas. Con lo anterior, se expone la necesidad de mejorar las intervenciones de prevención y detección precoz en la población en general (Aldaco Sarvide, 2018).

Frente a este contexto y a lo expresado en la Ley General de la Salud, se estipula el derecho que tiene toda la sociedad a la protección de la salud, específicamente, en los artículos 112 y 113, en los que se hace hincapié sobre la necesidad de fomentar y brindar educación a la población para el desarrollo de conductas que permitan participar en la prevención y los conocimientos sobre las causas de las enfermedades por parte del equipo multidisciplinario, incluyendo a estudiantes de pre y posgrado (Ley General de Salud, 2005). Es en este propósito en donde está incluido el profesional de Enfermería, quien cumple su rol dentro del equipo multidisciplinario, centrándose en aspectos relacionados con educación, prevención, promoción y cuidado de la salud, en los tres niveles de atención, con lo que se precisa que los estudiantes del área de la salud conozcan de los aspectos relacionados con el cáncer, ya que un nivel de conocimiento adecuado disminuye el riesgo de padecer la enfermedad.

En investigaciones realizadas en Perú y Colombia sobre el nivel de conocimiento de factores de riesgo sobre el cáncer de mama en estudiantes del área de la salud coinciden en que existen conocimientos deficientes sobre las causas que pueden aumentar la posibilidad de tener cáncer como lo son el consumo de alcohol y el tabaco, lo contrario ocurre con los factores protectores tales como la práctica del autoexamen de mama, alimentación balanceada y actividad física, los cuales presentaron un nivel de conocimiento alto. (Delgado, 2019; Páez, 2010).

Existe un vacío de conocimiento referente al nivel de conciencia sobre el cáncer en estudiantes de enfermería, dado la poca evidencia que existe sobre este tema. Por ello, el presente estudio pretende desarrollar conocimiento sobre la prevención del cáncer, para el desarrollo a futuro de intervenciones de promoción y prevención de éste en estudiantes de enfermería, a través del discernimiento de los factores de riesgo y factores protectores del cáncer en dos universidades del noroeste de México.

Marco de referencia

Se considera a nivel filosófico que la conciencia se desarrolla en el transcurso de la actividad social y es el producto del desarrollo social; es allí donde el ser humano conoce el mundo que lo rodea y donde aísla lo esencial de lo secundario (Fonseca et al., 2020). A nivel neurológico, la conciencia resulta de una serie de procesos cerebrales. Sobre las relaciones entre la conciencia y el cerebro, puede decirse que los procesos neuronales de nivel inferior en el cerebro causan la experiencia consciente, y la conciencia es simplemente una característica de alto nivel del sistema que se compone de los elementos neuronales de nivel inferior (García, 2020).

En otro orden de ideas, en México, el nivel de conocimiento sobre factores de riesgo y prevención del cáncer es bajo, como se ha mencionado con anterioridad, debido a esto la incidencia de la patología oncológica se viene incrementando progresivamente, ya que un bajo nivel de conocimiento contribuye a un diagnóstico tardío de la enfermedad (Vilca, Quispe, Vega y Corea, 2017).

Existen factores de riesgo hereditarios o ambientales, como las características personales o hábitos que incrementan o reducen la probabilidad de desarrollar una enfermedad. Es bien sabido que la obesidad, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la falta de actividad física son algunos de los factores ambientales que se pueden modificar para reducir el riesgo de padecer algunas enfermedades oncológicas; existe, además, un número importante de químicos, virus y bacterias que han sido implicados en el desarrollo del cáncer (Isacaz, 2018).

Con respecto al concepto de droga, esta se refiere a las sustancias que llegan al organismo por cualquier vía de administración y produce de algún modo una alteración del funcionamiento del sistema nervioso central del individuo, además es susceptible de crear dependencia psicológica, física o ambas (oms, 2017). Existen las drogas lícitas, mismas que son legales desde su producción hasta su venta o consumo, mientras que las ilícitas son aquellas que no son legalmente permitidas. Las bebidas alcohólicas son un tipo de droga lícita que contiene etanol, el cual es un depresor del sistema nervioso central y que se absorbe rápidamente en el estómago y el intestino delgado al torrente sanguíneo. Además de las alteraciones metabólicas, también pueden existir tanto fisiológicas como de la conducta, existiendo repercusiones personales, sociales hasta económicas (Ahumada, Gámez y Valdez, 2017).

El abuso y dependencia de sustancias psicoactivas como el alcohol es un grave problema social y de salud pública. Según lo establecido por la Norma Oficial Mexicana (nom-028-ssa2-2009) para la prevención, tratamiento y control de las adicciones, se puede considerar como bebida alcohólica aquella que contenga alcohol etílico en una proporción del 2% hasta 55% en volumen.

El consumo de alcohol puede ser primario o secundario sintomático. Para definir el tipo de consumo de alcohol se requieren ciertos aspectos. Existe la clasificación de Marconi, en la cual se usan cinco criterios basados en la cantidad y frecuencia de consumo, los cuales son: abstinencia total, bebedor excepcional u ocasional, bebedor moderado, bebedor excesivo y bebedor patológico o alcohólico (Alonso, Yáñez y Armendáriz, 2017).

El alcohol es consumido en edades tempranas cada vez más, aunado a que el consumo en mujeres ha aumentado, lo que afecta los índices de morbilidad y mortalidad. Entre los problemas asociados al abuso de bebidas alcohólicas está la intoxicación, accidentes, conductas violentas, cirrosis, hepatitis, cardiopatías, encefalopatías, cáncer del sistema digestivo, conductas de riesgo, por mencionar solo algunas (nom-028-ssa2-2009).

El tabaco se obtiene de una planta y sus sucedáneos, en su forma natural o modificada, su principio activo es la nicotina, la cual es la responsable de la adicción del tabaco (Consejo Nacional contra las Adicciones [conadic], 2018). Además de la nicotina, el humo del tabaco contiene más de 4 000 compuestos químicos, entre los que están el alquitrán y el monóxido de carbono, los que muchas veces son conocidos como reforzadores de la adicción (nom-028-ssa2-2009).

A la dependencia o adicción al tabaco se le conoce como tabaquismo. La forma más usual para su consumo es fumarse en cigarrillos, además de en pipas y en puros. Este tipo de droga también se mastica o aspira (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association [DSM-5], 2015). La oms considera al consumo del tabaco, un trastorno que incluye problemas de índole física o emocional, síndrome de dependencia o síndrome de abstinencia y reconoce que cualquier cantidad consumida de tabaco puede tener efectos secundarios peligrosos (oms, 2017).

El consumo de tabaco tiene un enorme impacto a nivel familiar, laboral, social y económico desde su asociación directa o indirecta con el consumo del tabaco (Guzmán, Fernández y Ortiz, 2017). Al fumar tabaco, la nicotina se distribuye con rapidez al organismo, llegando al cerebro 10 segundos después de su inhalación, estimulando la producción de adrenalina por las glándulas suprarrenales, además de descargas de dopamina pero, en contraste, también tiene efectos sedantes (Corvalan, 2017).

Para la clasificación del tabaquismo, se debe tener en cuenta la taxonomía del hábito de fumar, en la cual se encuentra el “fumador”, que ha fumado un cigarrillo al menos en los últimos sies meses; “fumador diario”, que ha fumado un cigarrillo al día en los últimos seis meses; el “fumador ocasional”, que ha fumado menos de un cigarrillo al día; “fumador pasivo” es la persona que no fuma, pero respira el humo de tabaco ajeno o humo de segunda mano; el “ex fumador”, quien habiendo sido fumador se ha mantenido en abstinencia en los últimos seis meses, y el “no fumador” es la persona que nunca ha fumado o ha fumado menos de 100 cigarrillos en todo el día (Londoño, Velasco, Pardo, 2020).

En México, durante el 2017, 15.9% de los adultos son fumadores actuales; 24.8%, los hombres y 7.8%, las mujeres. El 48% de los fumadores en 2017 eran fumadores activos que fuman a diario (Guzmán, Fernández y Ortiz, 2017). Entre los problemas asociados al consumo de tabaco se encuentran tipos de cáncer como el cáncer pulmonar, oral, laringe, esofágico; enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades vasculares cerebrales, problemas perinatales y muerte súbita del lactante, entre otros (NOM-028.SSA2-2009).

El estilo de vida puede impactar en forma directa y contundente sobre las probabilidades de que un individuo llegue a padecer cáncer en el transcurso de su existencia. Esta influencia puede ser positiva o negativa, según sea el caso, y está directamente relacionada con la disciplina en lo que respecta a las costumbres alimenticias y a la actividad física que realice regularmente.

Dentro de los estilos de vida no saludable, el sedentarismo se ha convertido en la cuarta causa de muerte a nivel mundial (Leiva y Martínez, 2017). El sedentarismo es definido como actividades asociadas a un gasto energético que se evalúa a través del equivalente metabólico basal (met) menor a 1.5 (Pérez, Valadez y Bujan, 2017). Entre las actividades que se consideran sedentarias se encuentran el estar sentado por mucho tiempo, ver televisión, conducir, entre otras (Salazar, 2017). La primera evidencia que se tiene entre la relación de inactividad física y mortalidad fue en 1953 cuando Morris y Crawford al observar a los conductores de autobuses en Londres, quienes debido a la cantidad de tiempo que pasaban sentados en el trabajo presentaban una mayor incidencia de patologías de las arterias coronarias en comparación con el resto de los ciudadanos. El sedentarismo es considerado como factor de riesgo de la morbilidad y mortalidad en varias patologías tales como apoplejías, diabetes tipo 2, patologías de las arterias coronarias, obesidad, cáncer de mama, colon (Pérez, Valadez, Bujan, 2017).

La obesidad es definida como una enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo. La persona con obesidad es aquella persona que tiene un imc mayor de 30 (Norma Oficial Mexicana [NOM-008-SSA3-2017], para el Tratamiento Integral del Sobrepeso y la Obesidad). México ocupa el segundo lugar en obesidad a nivel mundial y, de manera particular, el primer lugar de obesidad infantil siendo un problema de salud pública, debido a su magnitud y trascendencia (NOM-008-SSA3-2017). En la población adulta mayor de 20 años de edad, la prevalencia de obesidad pasó de 71.2% en 2012 a 72.5% en 2017. Este aumento es de 1.3 puntos porcentuales (Juárez, Soto, Martínez, Navarro, 2017).

La obesidad es una condición que se relaciona con la susceptibilidad genética, con trastornos psicológicos, sociales y metabólicos; que incrementan el riesgo para desarrollar comorbilidades tales como: hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, así como algunas neoplasias en mama, endometrio, colon, próstata, entre otros padecimientos (Salazar, 2017). Existe evidencia de relación entre obesidad y neoplasias de esófago, páncreas, cáncer colorrectal, mama, entre otros (Juárez, Soto, Martínez y Navarro, 2017).

Antecedentes

Paramasivam (2017) realizó un estudio de conciencia pública sobre el cáncer colorrectal en la Franja de Gaza: un estudio transversal comparativo entre adultos y estudiantes de secundaria. Concienciar sobre los síntomas del ccr para el reconocimiento temprano, la prevención mediante la reducción de los factores de riesgo del estilo de vida y la eliminación de las barreras para buscar ayuda médica podrían reducir su mortalidad, ya que la conciencia pública sobre la crc no es óptima en dicha zona; se justifican las intervenciones para mejorar ésta a través de la educación, por mencionar alguna. Los planes de estudios escolares deben incluir sesiones de concienciación sobre los síntomas del cáncer y los factores de riesgo, incluido el cáncer.

Hernández (2016) realizó un estudio de nivel de conocimientos y factores de riesgo, predisponentes de cáncer cérvico-uterino en mujeres de Cumanayagua, se encontró que el consumo de cigarrillo está asociado con un aumento del riesgo de cáncer del cuello uterino. El incremento en los últimos años del cáncer cervical y sus lesiones precursoras han conllevado a la realización de estudios de factores de riesgo, y dentro de ellos señalan la fuerte asociación de este cáncer con el tabaquismo.

Martínez y Torrientes (2006) consideran que el hábito de fumar por más de 15 años influye doblemente porque se demuestra que el tabaco es consumidor de estrógeno (el cual disminuye en la edad climatérica) y también porque afecta la vigilancia inmunológica a nivel del mucus cervical. Se encontró en el estudio un 70% de fumadoras con cáncer cérvico uterino con predominio de diagnóstico de la enfermedad en etapa adulta e insuficiente nivel de conocimientos sobre los factores de riesgo como los hábitos tóxicos de consumo de tabaco.

Hernández (2018) realizó un estudio sobre la relación entre el consumo de alcohol y el cáncer. Los factores ambientales interactuan con el genoma produciendo mutaciones. De entre los principales agentes carcinógenos se ha observado un incremento en el consumo de alcohol en mujeres, así como en regiones de crecimiento económico rápido. El alcohol es el principal factor responsable del incremento del riesgo de cáncer. El mecanismo por el cual las bebidas alcohólicas ejercen su efecto carcinogénico no está entendido completamente y probablemente difiere en función del órgano diana.

El consumo de alcohol es una de las principales causas de cáncer para el ser humano (cuarto lugar en hombres, quinto en mujeres). Alrededor del 6% de las muertes son atribuidas al consumo de alcohol, y en la actualidad se está observando un aumento en algunas regiones y en mujeres principalmente.

Oliva, Cantero y García (2015) realizaron un estudio sobre dieta, obesidad y sedentarismo como factores de riesgo del cáncer de mama. Dentro de los factores de riesgos modificables asociados a la aparición del cáncer de mama se encuentran los relacionados con la alimentación o nutrición de las mujeres, la dieta hipercalórica y el consumo de grasas saturadas de origen animal. Asociados estos a la obesidad y a la vida sedentaria, constituyen unos de los principales componentes relacionados con el incremento en la incidencia de esta enfermedad, sobre todo, en la mujer posmenopáusica.

El cáncer de mama es un problema fundamental de salud y tiene estrecha relación con la alimentación, la obesidad y la vida sedentaria, sobre todo, en las mujeres posmenopáusicas y es prevenible con medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física.

A manera de síntesis y con base en los estudios realizados a lo largo de los años, se ha observado que no existe el suficiente nivel de concienciación y conocimiento por parte de la sociedad sobre los factores de riesgo del cáncer como el consumo de alcohol, consumo de tabaco, la mala alimentación, el sedentarismo e inactividad física que son los factores de riesgo predominantes en los diferentes tipos de cáncer. Cabe mencionar que si la sociedad adoptara estilos de vida saludables, que controlaran su peso, practicaran deporte, tuvieran dietas balanceadas y evitaran el consumo de alcohol y tabaco disminuiría considerablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Objetivos

Objetivo general

Determinar la relación entre los estilos de vida y conciencia sobre el cáncer en estudiantes universitarios de ciencias de la salud en el noroeste de México.

Objetivos específicos

  • Describir las características sociodemográficas y el imc de la muestra seleccionada.
  • Describir los estilos de vida en estudiantes de Enfermería.
  • Describir la conciencia sobre el cáncer en estudiantes de enfermería.
  • Analizar la relación entre el imc, el consumo de alcohol, consumo de tabaco, sedentarismo y la conciencia sobre el cáncer en estudiantes de enfermería.

Material y métodos

A continuación, se describen el diseño del estudio, población, muestreo y muestra, al igual que la descripción de los instrumentos, procedimiento para recolección de datos, consideraciones éticas y análisis de los datos.

Diseño de estudio

El diseño del presente estudio será descriptivo correlacional de corte transversal. Se considera descriptivo porque se pretende observar, describir y documentar aspectos de una situación que ocurren de manera natural, sin manipulación de variables. Se considera correlacional porque se busca la interrelación dos o más variables y de corte transversal, ya que se analizarán datos de variables recopiladas en un periodo de tiempo sobre una población muestra (Hernández, Fernández y Baptista, 2014). La recolección de datos se llevará a cabo de septiembre a noviembre de 2021.

Población, muestreo y muestra

El marco muestral del presente estudio estará conformado por 1 600 estudiantes universitarios de enfermería, de 18 a 25 años inscritos en alguna de las dos universidades del noroeste de México en los estados de Sonora y Sinaloa. El muestreo será de tipo no probabilístico del tipo bola de nieve a través del envío de formularios vía Internet; la selección de este tipo de muestreo es secundario a la situación de educación virtual por pandemia. La muestra final estará constituida por 380 participantes.

Criterios de inclusión

  • Estudiantes que estén cursando actualmente del primer al quinto año.

Criterios de exclusión

  • Estudiantes que no estén inscritos en el semestre en curso.
  • Estudiantes que tengan más de un año laborando de manera formal en instituciones de salud

Recolección de datos

Para la recolección de datos se solicitó la aprobación del Comité de Ética en Investigación del Departamento de Enfermería de la Universidad de Sonora. Una vez obtenida la respuesta del Comité, se procedió a la realización de la prueba piloto previo a la recolección real de datos, se utilizó Google Forms para el llenado de instrumentos, el cual fue respondido por 30 estudiantes que cumplieron con los criterios de inclusión, adscritos a la Universidad Sonora. Después de esto, se solicitó permiso por escrito al personal directivo de las facultades en la que se llevará a cabo la recolección de datos de la prueba piloto.

Una vez establecidos los participantes, se explicó el propósito del estudio y se les envió el consentimiento informado. Posteriormente se procedió al llenado de los instrumentos en el siguiente orden: Cédula de Datos Personales y el instrumento de Cáncer Awareness Measure (cam) y el cuestionario Fantástico.

Instrumentos de medición

En este estudio se utilizará una Cédula de Datos Personales y dos instrumentos. La Cédula de Datos Personales está constituida por preguntas que se refieren a datos como sexo, edad y año que están cursando, y un segundo apartado sobre peso y talla.

Conciencia sobre el cáncer. Se utilizó el cam, mismo que es un cuestionario validado y diseñado para medir la conciencia de las personas sobre los signos, síntomas y factores de riesgo del cáncer, así como las barreras para buscar ayuda. El cam se puede utilizar a nivel nacional y local para monitorear la conciencia a lo largo del tiempo, comparar la conciencia y las actitudes entre los grupos, identificar las necesidades de información y monitorear el impacto de las intervenciones de concienciación. El cam fue desarrollado por el Cáncer Research UK, University College London, Kings College London y University of Oxford en 2008. Esta encuesta ha sido escrita y validada en inglés. Se fomenta la traducción de las medidas utilizando métodos adecuados. A la fecha no se ha encontrado un estudio que haya validado el cam al español, por lo que se llevó a cabo la técnica de traducción-retrotraducción y después se validó por un panel de expertos en el área de estudio del cáncer.

Estilos de vida. El cuestionario Fantástico de Wilson y Ciliska en 1984, validado en su versión al español por Betancurth, Vélez y Jurado (2015), está constituido por 30 ítems que valoran el estilo de vida del participante bajo las dimensiones: familia y amigos; asociatividad-actividad física; nutrición; tabaco; alcohol-otras drogas; sueño-estrés; trabajo-tipo de personalidad; introspección; control de salud-conducta sexual, y otras conductas. Este cuestionario valora a través de reactivos cerrados con tres opciones de respuesta, a las cuales se les asigna luego un puntaje, siendo 2 la actitud ideal; 1, la actitud intermedia entre la ideal y la conducta de riesgo, y 0, la conducta de riesgo. La sumatoria de los 10 factores luego es multiplicada por 2, obteniéndose un puntaje final que se compara con cinco posibles definiciones sobre el estilo de vida (50): De 103 a 120 = estilo de vida fantástico; de 85 a 102 = buen trabajo; estilo de vida bueno oscila entre 73 y 84; de 47 a 72 = estilo de vida algo bajo, y de 0 a 46 = estilo de vida riesgoso.

Consideraciones éticas

El presente estudio se apegará a lo dispuesto por el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Investigación para la Salud (ssa, 1987), en el cual se establece que, para el desarrollo de investigación en salud, se deben contemplar aspectos éticos que garanticen la dignidad y el bienestar de los individuos.

Se considerará lo estipulado en el Título Segundo, Capítulo I, Artículo 13, donde declara que en cualquier investigación en la que un ser humano sea sujeto de estudio debe permanecer el criterio del respeto a su dignidad y la protección de sus derechos y bienestar, por lo cual se respetará la decisión del estudiante a participar o no en la investigación. Se mantendrá un estricto anonimato de la información que los estudiantes proporcionarán, y se mostrará un trato respetuoso y profesional con los participantes. Para que el consentimiento informado tenga validez se acatará lo estipulado en el Capítulo I, Artículo 20 y 21 en sus Fracciones VI, VII, VIII.

De acuerdo con la Fracción VI se garantizará al participante la resolución de cualquier pregunta o duda acerca del procedimiento de recolección de información. De acuerdo con la Fracción VII, se informará al participante sobre la libertad de retractarse a participar sin afectar su condición de estudiante en la institución a la que pertenece; y de acuerdo con la Fracción VIII, se protegerá la confidencialidad y el anonimato del sujeto al no identificarlo por su nombre. La participación será voluntaria y no estará influenciado por ninguna autoridad de la institución, además se garantizará que los resultados no serán utilizados para causarles algún prejuicio académico, ya que se mostrarán de forma general y no individualmente.

Análisis de datos

Los datos obtenidos de la prueba piloto se capturaron en el programa estadístico Statistical Package for the Social Sciences (spss)versión 25.0 para Windows. Para la misma, se obtuvo estadística descriptiva de las variables de interés y confiabilidad a través del alfa de Cronbach.

Para el resultado de la investigación, se obtendrá la estadística descriptiva con medida de tendencia central y dispersión para variables numéricas y frecuencias para variables categóricas. La estadística inferencial se obtendrá con la prueba de Bondad de Ajuste Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors para determinar la normalidad en la distribución de las variables continuas. Para dar respuesta al objetivo del estudio que propone determinar la relación entre estilos de vida y conciencia sobre el cáncer, se utilizará el coeficiente de correlación de Pearson o Spearman de acuerdo con la distribución.

Resultados

Se presentan a continuación los resultados de la prueba piloto, donde se reportó un alfa de Cronbach de 0.712 para el cuestionario Fantástico y 0.708 para el cuestionario cam. Predominaron las participantes del sexo femenino, en su mayoría de 20 y 22 años, con una media de edad de 21.63 e inscritos en segundo año de la carrera (ver tabla 1).

Tabla 1. Características sociodemográficas de la muestra

Variable f %
Sexo
Femenino 27 90
Masculino 3 10
Edad
19 6 20
20 4 13.3
21 3 10
22 6 20
23 5 16.7
24 5 16.7
25 1 3.4
Grado de estudio
Primero 4 13.3
Segundo 12 40
Tercero 2 6.7
Cuarto 6 20
Quinto 6 20

Nota: f = frecuencia; % = porcentaje; n = 30.

Conclusión

Los resultados de la prueba piloto muestran que predominó el sexo femenino, estudiantes inscritos en segundo año y mayores de 20 años, lo que puede ser explicado debido a que aún se observa una mayor matrícula de estudiantes del sexo femenino en la carrera de enfermería. Es importante resaltar la participación mayoritaria de estudiantes inscritos en segundo año, ya que conforme avanzan de grado de estudio es más factible que tengan mayor conocimiento sobre los estilos de vida saludable, signos, síntomas y factores de riesgo para desarrollar cáncer, y con ello aplicar intervenciones efectivas en la población para disminuir el riesgo.

Se reporta un alfa de Cronbach bajo con relación a los puntajes aceptados para una investigación correlacional, lo que puede ser explicado de forma secundaria al llenado por formularios a través de Internet, con lo cual aumenta la probabilidad de no contestar de manera consciente, lo que —sumado a la modalidad de educación virtual actual por pandemia— disminuye la intención de participar en llenar cuestionarios en línea, según lo manifestado por los estudiantes durante la prueba piloto. No se reportó desconocimiento sobre los ítems de los cuestionarios o falta de comprensión de estos, sin embargo, se sugiere que se busquen alternativas para que los cuestionarios sean respondidos de manera presencial con apoyo de auxiliares de investigación.

Bibliografía

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