Capítulo 8. Fragilidad y deterioro cognitivo de las personas mayores de una comunidad del norte de México
Dimensions
Capítulo 8. Fragilidad y deterioro cognitivo de las personas mayores de una comunidad del norte de México
José Luis Nuncio Domínguez1
Fernando Bruno2
Diana Berenice Cortés Montelongo3
María Ascención Tello García4
Luis Carlos Cortez González5
Resumen
Introducción: La prevalencia de las personas mayores en México es del 12% de la población total. Uno de los problemas frecuentes en la población mayor es la fragilidad que en ocasiones termina en dependencia funcional y deterioro cognitivo. A medida que la población envejece, conlleva una serie de cambios biológicos, psicológicos y sociales que modifican las condiciones de vida de las personas mayores. La fragilidad y el deterioro cognitivo en las personas mayores es frecuente por lo que es indispensable identificar las características de estos síndromes geriátricos. Objetivo: Analizar la relación que existe entre la fragilidad y el deterioro cognitivo de las personas mayores de una comunidad urbana del norte de México. Material y métodos: el diseño de estudio fue descriptivo correlacional, población 216 personas mayores de una comunidad del norte de México, muestreo no probabilístico por conveniencia, instrumentos de medición: cédula de datos sociodemográficos y de salud, escala de Frail y Short Portable Mental Status Questionnaire (smpmsq) de Pfeiffer. Resultados: el promedio de edad fue de 69.24 años (DE 7.5), predominio femenino con el 63% (f. 137); el 72.7% (f. 157) presentan algún tipo de enfermedad y el 23.1% (f. 50) viven con su esposo(a) o pareja. Existe una correlación entre la fragilidad y el deterioro cognitivo (rs = .443 p = .00), existe asociación de la fragilidad y del deterioro cognitivo, identificando que, a medida que aumenta la fragilidad, el deterioro cognitivo aumenta (Chi2 = 12.716, p = .01). Conclusiones: existe una prevalencia elevada de la fragilidad, la mayoría de las personas mayores no presentaron deterioro cognitivo; se encontró relación entre la fragilidad y el deterioro cognitivo, indicando que a medida que aumenta la fragilidad en las personas mayores crece la probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo.
Palabras clave: fragilidad, deterioro cognitivo, envejecimiento, persona mayor.
Introducción
Se estima que para el 2050, la cantidad del envejecimiento poblacional sea de 2 100 billones de personas mayores, por lo que el índice de envejecimiento sucede de forma acelerada en todo el mundo (United Nations, 2017). Según el último censo de población y vivienda en México, el 12% son personas mayores (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [inegi], 2020). En la vejez ocurren cambios en la fuerza, en la masa muscular y en los estilos de vida, ocasionando una disminución en las capacidades físicas, psicológicas y sociales que alteran el estado de salud. La fragilidad es un factor predisponente a la discapacidad y deterioro en las condiciones de vida de la persona mayor (De la Luz León Vázquez et al., 2020).
El proceso de envejecimiento es paulatino, caracterizado por las trayectorias individuales y diversificadas; biológicamente está caracterizado por cambios en las esferas físicas, cognitivas y sociales, que contribuyen a presentar eventos adversos en las condiciones de salud (Falsarella et al., 2014). La fragilidad se describe como una etapa fisiológica de vulnerabilidad que aumenta el riesgo de situaciones adversas en la salud de las personas mayores. Los individuos frágiles tienen un mayor riesgo de deterioro cognitivo (Zamudio Rodríguez, Aguilar Navarro, y Ávila Funes, 2017).
Una de las esferas que es alterada en la etapa de la vejez es el deterioro cognitivo, pues es un proceso en el cual las capacidades cognitivas se encuentran decrecientes, debido al desgaste que ha sufrido a lo largo de la vida. Esta afección se presenta como consecuencia natural por lo que se encuentra en constante cambio. (Miyamura et al., 2019; Blazer y Wallace, 2016; Weiissberger, et al., 2018).
Debido a los factores de riesgo a los que se encuentran las personas mayores, se incrementan diversos trastornos en la salud. Uno de ellos es la prevalencia de las comorbilidades, sobre todo, de las crónico-degenerativas y las enfermedades no trasmisibles como lo es el deterioro cognitivo. Llibre (et al., 2017) cita que el 11.2% de las personas mayores con dependencia afecta no sólo a las personas mayores que las padecen, sino también a las personas dedicadas a su cuidado y a la familia. Actualmente, los trastornos del síndrome de la demencia en América Latina y el Caribe se estima que es entre el 6.2 y el 6.5, por cada 100 personas mayores (Gutiérrez, 2019).
La prevalencia de la fragilidad en las personas mayores es más alta cuando estos presentan comorbilidades, polifarmacia, alteraciones de flexibilidad y movilidad, estado nutricional de bajo peso, deterioro cognitivo, discapacidad, el sexo femenino, las caídas y las malas redes de apoyo social (Rodrígues, 2018; Casals et al., 2018; Fresnillo, 2021; Becerra-Partida y Patraca Loeza, 2021; Cortez González y Salazar González, 2019; Lluis Ramos, 2013). La fragilidad en las personas mayores incrementa la vulnerabilidad asociada a eventos como la discapacidad y el deterioro cognitivo, por ende, el aumento en la morbimortalidad de este grupo etario (Miyamura et al., 2019; Varela Pinedo et al., 2008).
Objetivo general
Analizar la relación que existe entre la fragilidad y el deterioro cognitivo de las personas mayores de una comunidad urbana del norte de México.
Material y métodos
El diseño de estudio fue de tipo descriptivo correlacional, ya que se busca la relación que existe entre la fragilidad y el deterioro cognitivo de las personas mayores, además de buscar asociación con las variables sociodemográficas. El diseño metodológico permite la explicación de las variables estudiadas y verifica la validez de los datos obtenidos (Hernández y Mendoza, 2018; Makombe, 2017; Polit y Tatano, 2018).
Población muestra, muestreo y criterios de selección de la muestra
Población conformada por 216 personas mayores de una comunidad urbana de una ciudad del norte de México. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia. Los criterios de inclusión fueron personas mayores que desearon participar en el estudio, edad de 60 años y más, ambos sexos, los criterios de exclusión fueron personas mayores con deterioro cognitivo grave.
Instrumentos de medición
Cédula de datos sociodemográficos y de salud que consta de 10 preguntas, seis interrogantes para la variable sociodemográfica y el resto corresponden al apartado de salud. Las variables sociodemográficas son: sexo, edad, estado civil, escolaridad, ingreso mensual y ocupación actual; las variables de salud fueron convivencia, la presencia o ausencia de morbilidad, el servicio de salud con el que cuenta y la percepción del estado de salud en general.
Para medir la fragilidad se utilizó la escala Frail (Morley, Malmstrom y Miller, 2012), de fácil aplicación, compuesta por cinco reactivos (fatigabilidad, resistencia, deambulación, comorbilidad y pérdida de peso), en la que cada respuesta afirmativa es valorada con 1 punto, se considera fragilidad puntuaciones ≥ a 3, prefragilidad 1 o 2 puntos, y sin fragilidad o robusto 0 puntos.
Fue utilizado el Short Portable Mental Status Questionnaire (smpmsq) de Pfeiffer en su adaptación y validación al castellano (Martínez et al., 2001), para detectar deterioro cognitivo; consta de 10 preguntas y evalúan la memoria remota, conciencia sobre eventos actuales y la habilidad matemática. Se considera que de 0-2 errores es funcionamiento intelectual normal; de 3 a 4 errores, deterioro cognitivo leve; 5 a 7 errores, deterioro cognitivo moderado, y de 8 a 10 errores es deterioro cognitivo grave o severo.
Consideraciones éticas
El presente estudio se apegó a lo dispuesto en el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Investigación para la salud (Secretaria de Salud [ss], 2014). Se aseguró el respeto a la dignidad de los adultos mayores, la protección de sus derechos y bienestar; tal como lo establece el Reglamento (Título segundo, capítulo I, artículos 13º, 14º fracción I, V, VI, VII y VIII, 16º, 20º y 21º). Se solicitó autorización del comité de ética de la Facultad de Trabajo Social de la UAdeC, así como el consentimiento informado por escrito el cual garantizó el anonimato de los sujetos, su participación voluntaria, la libertad de retirar su consentimiento y dejar de participar en el estudio sin represalias. Asimismo, el Código de Helsinki (en el capítulo II de investigación asociada a la atención profesional) menciona que los posibles beneficios, riesgos e incomodidades deben ser evaluados.
Procedimiento para la recolección de los datos
Para la implementación del presente estudio, se solicitó la autorización al departamento de posgrado e investigación de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Coahuila, a través de la presentación del protocolo de investigación. Las entrevistas fueron realizadas en la comunidad a población adulta mayor. A las personas mayores que aceptaron participar después de explicarles el objetivo del estudio, se les entregó el consentimiento informado por escrito, y se comenzó con los cuestionarios mediante entrevista estructurada.
Los datos fueron concentrados electrónicamente en una base de datos en el paquete estadístico Statistical Package for Social Sciences (spss) versión 25.0 y Microsoft Office Excel 2019. Para el procesamiento de datos se utilizó estadística descriptiva, obteniendo frecuencias, proporciones, medidas de tendencia central y de variabilidad con lo que se describió a la población de estudio y estadística inferencial para conocer la relación de la fragilidad y el deterioro cognitivo.
Resultados
A continuación, se describen los resultados obtenidos en el presente estudio. El promedio de edad fue de 69.24 años (DE 7.5), en cuanto a las variables sociodemográficas se encontró un predominio femenino con el 63% (f. 137); el 47.7% (f. 103) se encontraban casados(as); 24% (f. 52) han terminado sus estudios de secundaria; el 36.6% (f. 79) ganan en promedio de $1 a $2 500 MXN al mes; el 34.7 (f. 75) se dedican a labores del hogar; el 72.7% (f. 157) presentan algún tipo de enfermedad, y el 23.1% (f. 50) viven con su esposo(a) o pareja (ver tabla 1).
En la tabla 2 se muestra la prevalencia de fragilidad y del deterioro cognitivo de las personas mayores, mostrando que el 44% (f. 95) presentan fragilidad y tan solo el 19.9% (f. 43) son robustos o no presentan fragilidad, lo que se puede inferir es que las condiciones de salud de las personas mayores se encuentran afectadas por situaciones físicas. En cuanto al deterioro cognitivo, la prevalencia mostró que, del 89.4% (f. 193), el deterioro cognitivo es normal o sin afectación, el deterioro leve fue de 10.2% (f. 22), y el moderado alcanzó sólo el 0.5% (f. 1), se deduce que la esfera cognitiva de las personas mayores encuestadas no presentó alteraciones considerables.
Se encontró una correlación entre la fragilidad y el deterioro cognitivo (ver tabla 3) de las personas mayores (rs = .443, p = .000), lo que se interpreta que a medida que aumenta la fragilidad, el deterioro cognitivo tiende a aumentar. Esto puede deberse a que la situación de dependencia en las personas mayores disminuye la movilidad, marcha e independencia, lo que ocasiona que la oxigenación sea más lenta y, por ende, las condiciones cognitivas tienden a disminuir o verse alteradas.
Tabla 1. Variables sociodemográficas de las personas mayores de una comunidad urbana del norte de México
Variable | f | % | |
Sexo | |||
Femenino | 137 | 63.4 | |
Masculino | 79 | 36.6 | |
Estado civil | |||
Casado (a) | 103 | 47.7 | |
Unión libre | 10 | 4.6 | |
Divorciado (a) | 14 | 6.5 | |
Separado (a) | 12 | 5.6 | |
Viudo (a) | 69 | 31.9 | |
Soltero (a) | 8 | 3.7 | |
Escolaridad | |||
Ninguno | 2 | 0.9 | |
Sabe leer y escribir | 17 | 7.9 | |
Primaria incompleta | 26 | 12 | |
Primaria completa | 41 | 19 | |
Secundaria | 52 | 24.1 | |
Bachillerato/técnico | 38 | 17.6 | |
Profesional | 33 | 15.3 | |
Posgrado | 7 | 3.2 | |
Ingreso mensual | |||
$0 a $2 500 | 79 | 36.6 | |
$2 501 a $5 000 | 53 | 24.5 | |
$5 001 a $7 500 | 32 | 14.8 | |
$7 501 a $10 000 | 10 | 4.6 | |
$10 000 o más | 19 | 8.8 | |
No desea contestar | 23 | 10.6 | |
Ocupación | |||
Labores del hogar | 75 | 34.7 | |
Actividades personales | 8 | 3.7 | |
Actividades recreativas | 1 | 0.5 | |
Trabajo informal | 49 | 22.7 | |
Empleado(a) | 24 | 11.1 | |
Ninguna | 10 | 4.6 | |
Pensionado/jubilado | 48 | 22.2 | |
Comerciante | 1 | 0.5 | |
Presencia de enfermedades | |||
Sí | 157 | 72.7 | |
No | 59 | 27.3 | |
¿Con quién vive actualmente? | |||
Solo(a) | 28 | 13.0 | |
Hermano(a) | 4 | 1.9 | |
Esposo(a)/pareja | 50 | 23.1 | |
Esposo(a)/pareja e hijo(a)(s) | 36 | 16.7 | |
Esposo(a)/pareja y nietos | 8 | 3.7 | |
Esposo(a)/pareja, hijo(a)(s) y nieto(a)(s) | 16 | 7.4 | |
Hijo(a)(s) | 38 | 17.6 | |
Nieto(a)(s) | 4 | 1.9 | |
Hijo(a)(s) y nieto(a)(s) | 26 | 12.0 | |
Madre y hermano(a) | 2 | 0.9 | |
Sobrino(a) | 2 | 0.9 | |
Casa de religiosas | 2 | 0.9 | |
Total | 216 | 100 |
Nota: f = frecuencia, % = porcentaje, n = 216.
Fuente: Cédula de datos sociodemográficos y de salud.
La tabla 4 muestra el coeficiente de asociación de Chi2 por niveles de la fragilidad y el deterioro cognitivo de las personas mayores de la comunidad, identificando que a medida que aumenta la fragilidad, el deterioro cognitivo aumenta (Chi2 = 12.716, p = .01), las capacidades físicas se deterioran con el paso de los años, lo que lleva a las personas mayores a dependencia para realizar actividades básicas de la vida diaria por lo que esta situación altera a la cognición.
Tabla 2. Prevalencia de fragilidad y deterioro cognitivo de las personas mayores de una comunidad urbana del norte de México
Variable | f | % | |
Nivel de fragilidad | |||
Sin fragilidad | 43 | 19.9 | |
Prefrágil | 78 | 36.1 | |
Frágil | 95 | 44.0 | |
Nivel de deterioro cognitivo | |||
Sin deterioro cognitivo normal | 193 | 89.4 | |
Deterioro cognitivo leve | 22 | 10.2 | |
Deterioro cognitivo moderado | 1 | .5 | |
Total | 216 | 100.0 |
Nota: f = frecuencia, % = porcentaje, n = 216.
Fuente: Escala de Frail, Pfeiffer.
Tabla 3. Correlaciones Rho de Spearman de la fragilidad y el deterioro cognitivo de las personas mayores de una comunidad urbana del norte de México
Variables | Fragilidad | Deterioro cognitivo | |
Fragilidad | Coeficiente de correlación | 1.000 | .443** |
Sig. (bilateral) | .000 | ||
Deterioro cognitivo | Coeficiente de correlación | .443** | 1.000 |
Sig. (bilateral) | .000 |
Notas: ** = La correlación es significativa en el nivel 0.01 (bilateral), n = 216.
Fuente: Escala de Frail, Pfeiffer.
Discusión
En el presente estudio se muestra la alta prevalencia de la fragilidad en las personas mayores, como lo citan diversos autores, ya que se hace evidente que a medida que avanza la edad aumenta este síndrome geriátrico en las personas mayores, de lo que se infiere que la aparición de las limitaciones físicas, la sarcopenia y la pérdida de fuerza aunado a las enfermedades —que prevalecen en la población que envejece— aumenta la vulnerabilidad y la dependencia de las personas mayores (Mesa et al., 2020; Zamudio Rodríguez et al., 2017; Miyamura, 2019; Llibre-Rodríguez et al., 2019).
Tabla 4. Asociación de Chi2 de la fragilidad y el deterioro cognitivo de las personas mayores de una comunidad urbana del norte de México
Variables | Nivel de fragilidad f (%) | Chi2 | gl | p | ||||
Sin fragilidad | Prefrágil | Frágil | Total | |||||
Nivel de deterioro cognitivo | Sin deterioro cognitivo | 42(19.4) | 74(34.3) | 77(35.6) | 193(89.4) | 12.716 | 4 | 0.013 |
Deterioro cognitivo leve | 1(.5) | 4(1.9) | 17(7.9) | 22(10.2) | ||||
Deterioro cognitivo moderado | 0(0.0) | 0(0.0) | 1(.5) | 1(.5) | ||||
Total | 43(19.9) | 78(36.1) | 95(44.0) | 216(100) |
Nota: f = frecuencia, % = porcentaje, Chi2 = Chi cuadrada de Pearson, gl = grados de libertad, p = Significancia estadística, n = 216.
Fuente: Escala de Frail, Pfeiffer.
Linares (2018) menciona que el elevado incide de fragilidad constituye un problema de salud que repercute en la dinámica familiar, afectado las áreas económicas, psicológicas y sociales de las personas adultas mayores y sus redes de apoyo social. Por su parte, Peláez et al. (2020) aluden a que la relación de la fragilidad con el estado emocional de las personas mayores aún no se encuentra explorada, ya que los abordajes para evitar la fragilidad se centran en la funcionalidad física dejando de lado la parte emocional, por lo que se considera conveniente realizar intervenciones que incidan en las situaciones emocionales.
En cuanto al deterioro cognitivo de la población adulta mayor encuestada se muestra que aún se presentan sin deterioro cognitivo, por lo que las personas mayores todavía cuentan con su capacidad funcional cognitiva en óptimas condiciones, datos que se asemejan a lo reportado por Luna Solis y Vargas Murga (2018), que reportaron baja prevalencia del deterioro cognitivo. Contreras et al. (2020), Cortez González y Salazar González (2019) hacen referencia a que los programas educativos y de actividad física —enfocados al autocuidado y a la prevención del deterioro cognitivo mediante la memoria cotidiana— fortalecen la construcción del propio conocimiento, el cual les ayuda en las actividades de la vida diaria, y esto previene la dependencia funcional.
Borrás y Viña (2016) mencionan que la cognición se refiere al funcionamiento intelectual que permite interactuar con el entorno en el que una persona se desenvuelve, con la vejez se presentan en el cerebro de forma natural cambios morfológicos, bioquímicos, metabólicos y circulatorios que modifican la actividad cerebral y pueden llevar a presentar alteraciones cognitivas o se puede continuar con la función normal. Por su parte, Benavides Caro (2017) señala que el mantenimiento de la cognición de las personas adultas mayores se encuentra ligada a variables como la morbilidad, el soporte social, el estado anímico y la presencia de síndromes geriátricos como la fragilidad y la osteopenia. Suárez y Gross (2019), Rozo y Montenegro (2016) concuerdan en que las acciones o programas, para potenciar la estimulación cognitiva a través del apoyo familiar de las personas adultas mayores, tienen un impacto positivo para prevenir el deterioro cognitivo. Podemos completar diciendo que el apoyo familiar brinda las personas adultas mayores el mantenimiento de las funciones cognitivas y evita el aumento de la fragilidad en este grupo etario.
Los resultados del presente estudio mostraron una relación entre la fragilidad y el deterioro cognitivo, indicando que, a medida que aumenta la fragilidad en las personas mayores, existe una probabilidad de que desarrollen o sufran deterioro cognitivo. Brigola (et al.2015), Meza et al. (2021), Chen et al. (2014) y Miyamura et al. (2019) citan que los componentes de la fragilidad están asociados a los bajos niveles cognitivos, y señalan que la presencia de la fragilidad aumenta el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Por lo que se puede señalar que la prevalencia de vulnerabilidad en las personas mayores puede contener las directrices que eviten el deterioro cognitivo y así aumentar la independencia funcional.
Conclusiones
La fragilidad predominó en la población adulta mayor encuestada. Una valoración geriátrica integral debe de estar constituida por la medición objetiva de la fragilidad física, ya que la detección oportuna de las personas mayores frágiles permite a los profesionales de salud generar las estrategias que detengan el declive funcional y mejoren las condiciones de salud.
Existen bajos niveles de deterioro cognitivo en las personas mayores que participaron en el presente estudio. A medida que avanza la edad, el aumento de las capacidades cognitivas se van deteriorando; cuando sus capacidades se encuentran en buenas condiciones, se pueden realizar actividades profilácticas que fortalezcan las funciones cognitivas. El que las personas mayores presenten deterioro cognitivo moderado puede ser un factor predisponente para que se desencadene la depresión en este grupo etario.
Se encontró una relación entre la fragilidad y el deterioro cognitivo en las personas mayores. Se muestra una asociación de la presencia de la fragilidad con el aumento del deterioro cognitivo en las personas mayores, estas variables se encuentran poco estudiada en poblaciones subdesarrolladas como lo es México. Para profundizar en la dependencia de estos síndromes geriátricos frecuentes en las personas mayores, se recomienda realizar estudios longitudinales, donde se identifique el impacto de la fragilidad en el deterioro cognitivo y las repercusiones en las actividades de la vida diaria y en su calidad de vida. Las estrategias para abordar la fragilidad se deben centrar en actividades cotidianas, fuerza muscular y actividades de cognición que fortalezcan las funciones físicas y cognitivas de las personas mayores.
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