10. Desarrollo y bienestar en municipios urbanos de la región Noreste, México

https://doi.org/10.52501/cc.081.10


Mario Camberos Castro


Dimensions


10. Desarrollo y bienestar en municipios urbanos de la región Noreste, México

Joaquín Bracamontes Nevárez*
Mario Camberos Castro**

Resumen

Las ciudades generan 80% de la riqueza mundial (Banco Mundial, 2019), por ello no extraña que para el tercer lustro del presente siglo 54% de la población mundial habite en el medio urbano (onu, 2014). En este sentido, las ciudades constituyen el motor del desarrollo económico, en ellas se concentra buena parte de actividad productiva lo que suscita la aglomeración de las personas en la búsqueda de mejores condiciones de bienestar. Este trabajo tiene como propósito conocer los niveles de desarrollo y el bienestar de la población en los municipios urbanos localizados en la región Noreste de México. Para identificar a los municipios urbanos en la región se toma en cuenta la clasificación del Sistema Urbano Nacional (Conapo, 2018), luego se estima un índice de desarrollo y se recurre a las líneas de bienestar calculadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, 2016). Los resultados muestran que de los 16 municipios urbanos que hay en la región, cuatro se clasifican en el estrato de desarrollo muy alto y otros cuatro en el estrato alto, seis municipios se ubican en el estrato de desarrollo medio y sólo dos destacan con un desarrollo muy bajo; sin embargo, en ocho de estos municipios urbanos había una proporción de población mayor a 50% con un ingreso que no le permite alcanzar su bienestar económico y que en promedio tienen 1.5 carencias.

Palabras clave: municipios, desarrollo, bienestar.

Introducción

En las últimas décadas del siglo xx y en lo que va del xxi, junto al rápido crecimiento de las ciudades se acentuó la movilidad poblacional en la búsqueda de mejores oportunidades de trabajo, educación y un mejor nivel de vida, por lo que se suscitó un incremento en la densidad poblacional de las diferentes regiones del mundo. Así, en el año 2000 el porcentaje de población que vivía en zonas urbanas se aproximaba a 50%, fue de 55% en el 2018 y se estima que para el 2050 será de 66% (onu, 2018 y 2015).

Específicamente, la aglomeración de la actividad productiva auspicia el desarrollo urbano y favorece los procesos de industrialización, lo que conlleva un mayor desarrollo económico (McGranahan y Satterthwaite, 2014); sin embargo, de forma eventual las personas no necesariamente migran hacia una mejor calidad de vida, ya que habitan en zonas marginales, sin disponibilidad de agua y sin los alimentos necesarios para una vida digna, en virtud de que no mejoran sus ingresos (Meadows et al., 2004). De igual manera, el crecimiento acelerado de las ciudades da lugar a problemas como una planeación urbana ineficiente y la falta de infraestructura, así como a la insuficiencia del transporte público (Nieuwenhuijsen, 2016). Esta problemática sin duda afecta la calidad de vida y el bienestar de las personas, lo cual constituye uno de los principales retos de las sociedades en el siglo xxi, a la par del cambio climático, la escasez de recursos naturales y la contaminación ambiental (McCormick y Kautto, 2013).

No es casual que poner fin a la pobreza sea el reto principal para los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (onu) durante el siglo xxi. Fue el primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio que los países miembros de la onu acordaron conseguir para el 2015 y es el primero en la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 que incluye 17 objetivos para erradicar la pobreza, luchar contra la desigualdad, la injusticia y el cambio climático (onu, 2015).

En este marco el presente trabajo tiene como objetivo general conocer los niveles de desarrollo socioeconómico y el bienestar de la población en los municipios urbanos de la región Noreste en México, a fin de saber que municipios cuentan con mejores condiciones de desarrollo y su situación en cuanto a los niveles de bienestar de la población. Se proponen dos objetivos específicos: (a) El cálculo de un índice de desarrollo socioeconómico municipal (idsem) y (b) Identificar a los municipios urbanos que tienen el mayor grado de desarrollo y bienestar, así como los municipios más rezagados.

A este apartado introductorio lo complementan cuatro apartados más. En el segundo apartado se expone de manera breve el vínculo conceptual entre urbanización, desarrollo y bienestar, así como evidencia empírica en el tema; mientras que, en el tercero, se describen la metodología y los datos utilizados en el estudio. El cuarto apartado presenta los resultados y discusión sobre el desarrollo socioeconómico y el bienestar de la población en los municipios urbanos de la Región Noreste. Por último, en el quinto apartado se precisan las conclusiones.

Urbanización, desarrollo y bienestar

En las décadas de 1950 y 1960 el concepto de desarrollo hacía hincapié en el crecimiento económico y se vinculaba a los procesos de urbanización e industrialización en los países desarrollados y en vías de desarrollo; sin embargo, quedaban en segundo plano cuestiones como la distribución del ingreso, el desempleo, la discriminación y la pobreza, pues lo relevante era cuantificar la tasa de crecimiento económico a partir del producto interno bruto (pib) en los países y regiones (Todaro y Smith, 2011).

En la década de 1980 Amartya Sen (1988 y 1987) advierte que el concepto de desarrollo va más allá de los incrementos en el ingreso per cápita, ya que éste incluye otros aspectos relacionados con los estándares de vida, la justicia y la libertad; por lo tanto, el incremento del ingreso per cápita no necesariamente refleja una buena calidad de vida, por lo que el concepto de desarrollo evoluciona al considerar las necesidades de las personas y su bienestar. En esta idea, si bien el crecimiento económico es una condición necesaria para explicar el desarrollo, no es una condición suficiente.

Es a principios de la década de 1990 cuando el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud) elabora el criterio que ahora se considera más apropiado y eficaz para medir el desarrollo: el índice de desarrollo humano (idh) (Edewor, 2014; López-Calva y Széquely, 2006). En esta perspectiva, se trata de crear un entorno en el que las personas puedan desarrollar todo su potencial, llevar vidas creativas, productivas y en línea con sus necesidades e intereses, por lo que se pone en el centro a las personas e integra dimensiones adicionales al ingreso para medir el bienestar con base en principios como el universalismo, la sustentabilidad y la equidad (pnud, 2019).

En esta lógica Tan et al. (2016) definen el proceso de urbanización como una expansión de las áreas urbanas y el incremento de la población, dando lugar a su concentración en zonas específicas, lo que da lugar a beneficios como diversidad, mercado, trabajo y educación, entre otros (Shen et al., 2012). Su importancia radica en que constituyen sistemas complejos que concentran la mayor parte de la actividad económica, por lo que las ciudades se consideran los motores que mueven al desarrollo económico (Camhis, 2006).

La aglomeración de la actividad productiva y de las personas favorece la industrialización y, por tanto, un mayor desarrollo económico (McGranahan y Satterthwaite, 2014). De esta manera, las ciudades se han convertido en el centro donde toman lugar la actividad productiva y la vida de aproximadamente 50% de la población (Phillips et al., 2018), lo que auspicia la innovación, el aumento en la productividad y conlleva que las ciudades generen más de 80% del producto interno bruto (pib) (Banco Mundial, 2019).

No obstante, las personas no siempre migran hacia una mejor calidad de vida, eventualmente habitan en zonas marginales, sin disponibilidad de agua, servicios de salud, electricidad y sin los nutrientes mínimos requeridos para la subsistencia, ya que sus ingresos no mejoran (Meadows et al., 2004). De igual manera, el crecimiento acelerado de las ciudades da lugar a problemas como una planeación urbana ineficiente, falta de infraestructura, así como a la insuficiencia en el transporte público (Nieuwenhuijsen, 2016).

En este sentido, debido a la alta urbanización, la industrialización y sus efectos en la vida social, económica e incluso política a escala mundial, las ciudades son la clave para impulsar en la práctica acciones de política pública para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas, así como para la implementación de medidas contra el cambio climático, problemas globales que hoy dan cuenta de un desarrollo económico divergente, excluyente e indolente ante los impactos ambientales (Camberos y Bracamontes, 2018; Martínez y Fernández, 2004)..

Al respecto, en México se cuenta con el Índice de Ciudades Prósperas (cpi), que evalúa 305 municipios a fin de identificar el factor o estado de prosperidad en términos de productividad, desarrollo de infraestructura urbana, calidad de vida, equidad e inclusión social, sostenibilidad ambiental, gobernanza y legislación. Esta evaluación se realiza utilizando bases de datos de información confiable como el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (inegi) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre otros, obteniendo una métrica de la eficiencia de las ciudades y la función de las políticas públicas en el tiempo (onu-Habitat, 2018).

Por otra parte, Banamex (2015) evalúa las ciudades competitivas y sustentables. Para ello se separaron por categorías las ciudades: A contempla ciudades de más de un millón de habitantes, B de 500 000 a un millón de habitantes y C de 100 000 a 500 000 habitantes. Este estudio se basa en el Índice de Competitividad Urbana (icu) del Instituto Mexicano para la Competitividad (imco) y el Índice de Desempeño Ambiental (ida) del Centro Mario Molina. Este índice identifica las buenas prácticas ambientales que lleva a cabo el gobierno y como resultados obtuvieron para la categoría A que las ciudades mejor ubicadas son Valle de México, Monterrey y Guadalajara; mientras que para la categoría B son Saltillo, Morelia, Cancún y en la posición cinco Hermosillo. Finalmente, en la categoría C se encuentran Zacatecas, Guanajuato y Salamanca.

Metodología y datos

Primero se identifica a los municipios urbanos en la región de acuerdo a la clasificación del Sistema Urbano Nacional (Conapo, 2018); luego se utiliza la técnica estadística del análisis factorial de componentes principales para estimar un idsem para el año 2015. También se recurre a las líneas de bienestar calculadas por el Coneval (2016).1

El idsem para cada municipio urbano se calcula con base en los 12 indicadores socioeconómicos2 que se observan en la tabla 10.1. Una vez obtenidos los indicadores se utilizó la técnica del análisis factorial de componentes principales para transformar el conjunto de variables o indicadores en uno nuevo ofreciendo una interpretación más sencilla del fenómeno que se estudia (Díaz de Rada, 2002).3

Tabla 10.1 Indicadores municipales para estimar el IDSEM, 2015

Dimensión Componentes Indicadores
% personas de 15 años y más alfabetas
Grado promedio de escolaridad de la población de 15 y más años
Servicios % población de 15 años y más con instrucción media superior
% población de 15 años y más con instrucción superior
Social % de viviendas con agua entubada
% viviendas con electricidad
Servicios % viviendas con drenaje
% viviendas particulares habitadas que disponen de internet
Población total con condición de derechohabiencia a servicios de salud
Unidades económicas
Economía Desarrollo económico Personal total ocupado en manufactura
Valor agregado censal bruto todos los sectores economicos (millones de pesos)

No obstante, antes de aplicar el método citado para el cálculo del idsem, a fin de eliminar los efectos de escala entre las variables o los efectos de varianzas notablemente distantes, éstas se estandarizan mediante el promedio aritmético y la desviación estándar en cada uno de los municipios, de la siguiente forma:

zij= Iij – Ij / dsj

Donde:

zij: es el indicador estandarizado j (j = 1,...,1) del municipio i (i = 1,...,72),

Iij : es el indicador ., de la unidad de análisis .,

Ij : representa la media muestral de cada indicador económico utilizado .,

Estas nuevas variables tienen como característica un promedio aritmético o media igual a cero, mientras que la varianza y la desviación estándar son iguales a uno. En la estimación del idsem se utilizó el paquete estadístico SPss Statistics versión 22 que, como parte de los resultados, proporciona componentes principales estandarizados, con media cero y desviación estándar uno. De tal manera, los idsem corresponden al primer componente estandarizado de cada municipio, el cual es la combinación lineal de las 12 variables estandarizadas, esto es:

Formula

Donde:

Yil : es el valor del municipio . en el primer componente principal estandarizado,

IDSEMi: el valor del Índice de Desarrollo Socioeconómico Municipal en el municipio .,

cj: es el ponderador del indicador . para determinar el primer componente principal estandarizado, y

zij: es el indicador estandarizado . del municipio ..

Es evidente que las variables consideradas se utilizan como indicadores del grado de desarrollo de la población. En este sentido, la tabla 10.2 muestra el peso o carga factorial4 que indica la influencia de cada variable en el factor y permite dar nombre a los factores, lo que llevó a identificar el primer factor o componente como idsem, al considerarlo sintetizador de la variación común de las variables observables que ex profeso se seleccionaron para medir el desarrollo en cada uno de los municipios (Díaz de Rada, 2002).

Tabla 10.2 Carga de las variables sobre el factor que mide
el desarrollo socioeconómico en los municipios

Indicadores Componente
1 2
% personas de 15 años y más alfabetas 0.752 –0.571
Grado promedio de escolaridad de la población de 15 y más años 0.957 –0.116
% población de 15 años y más con instrucción media superior 0.809 -0.122
% población de 15 años y más con instrucción superior 0.797 0.262
% viviendas con agua entubada 0.770 –0.560
% viviendas con electricidad 0.696 –0.610
% viviendas con drenaje 0.788 –0.428
% viviendas particulares habitadas que disponen de internet 0.830 0.199
Población total con condición de derechohabiencia a servicios de salud 0.600 0.578
Unidades económicas del sector manufacturero 0.682 0.657
Personal ocupado total en manufactura 0.506 0.590
Valor agregado censal bruto de todos los sectores económicos (millones de pesos) 0.563 0.647

En la tabla 10.3 se puede ver que el índice de desarrollo socioeconómico en los municipios urbanos asume valores positivos y negativos. Los valores positivos mayores indicaron un muy alto desarrollo socioeconómico municipal, mientras que los niveles muy bajos de desarrollo socioeconómico en los municipios se asocian a los valores negativos. De tal manera que para el año 2015 los idsem obtenidos variaron desde un valor máximo de 2.13167 hasta un valor de –6.10106.

Tabla 10. Estratos para clasificar el Idsem

Idsem Estratos
Muy alto [2.1316, 0.8290]
Alto [0.8290, 0.1224]
Medio [0.1224, -0.1879]
Bajo [-0.1879, -0.6139]
Muy bajo [-0.6139, -6.1010]

Por otra parte, para la medición del bienestar se recurre a la metodología desarrollada por el Coneval (2016) para cuantificar la pobreza en México, la cual considera dos enfoques: el enfoque relativo a los derechos sociales medido mediante indicadores de carencia social que representan los derechos fundamentales de las personas en materia de desarrollo social y el enfoque del bienestar económico medido a través de satisfactores adquiridos a partir de los recursos monetarios de la población y representados por las líneas de bienestar.

El enfoque de los derechos sociales incluye seis indicadores de carencia social: (a) Rezago educativo, (b) Acceso a los servicios de salud, (c) Acceso a la seguridad social, (d) Calidad y espacios de la vivienda, (e) Acceso a los servicios básicos en la vivienda y (f) Acceso a la alimentación; mientras que para medir el bienestar económico el Coneval definió dos canastas básicas, una alimentaria y una no alimentaria, las cuales permiten realizar estimaciones para el conjunto de las localidades rurales y urbanas.

A partir de estas canastas se determinan las líneas de bienestar5 de la siguiente manera: (a) línea de bienestar económico (suma de los costos de la canasta alimentaria y no alimentaria), que permite identificar a la población que no cuenta con los recursos suficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades básicas, aun si hiciera uso de todo su ingreso, y (b) línea de bienestar mínimo (equivalente al costo de la canasta alimentaria), que permite identificar a la población que aun al hacer uso de todo su ingreso en la compra de alimentos no puede adquirir lo indispensable para tener una nutrición adecuada.

Así, al unir los enfoques de derechos sociales (carencias sociales) y de bienestar económico (ingreso), se identifica a la población en pobreza de acuerdo a las siguientes definiciones: (a) una persona se encuentra en situación de pobreza cuando presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades (su ingreso es inferior al valor de la línea de bienestar), y (b) una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando presenta tres o más carencias sociales y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria (su ingreso es inferior al valor de la línea de bienestar mínimo).

Resultados y discusión

La región Noreste es una de las ocho regiones geoeconómicas definidas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio, 2010), la cual toma en cuenta los límites geográficos municipales y estatales a partir de los recursos naturales existentes, así como la especialización productiva, el desarrollo e importancia económica. Esta región se conforma por los estados de Nuevo León y Tamaulipas, entidades en las que de acuerdo a la clasificación del Sistema Urbano Nacional (Conapo, 2018) se localizan 16 municipios urbanos, seis pertenecientes a Nuevo León: Allende, Anáhuac, Linares, Montemorelos, Monterrey y Sabinas Hidalgo, y 10 municipios de Tamaulipas: El Mante, Matamoros, Miguel Alemán, Nuevo Laredo, Reynosa, San Fernando, Tampico, Tula, Valle Hermoso, Victoria (véanse el mapa 10.1 y la tabla 10.4).

Mapa 10.1 La Región Noreste en México

Image

Población y urbanización regional

La tabla 10.4 (2ª y 3ª columnas) muestra que en los municipios urbanos de la región Noreste para el 2015 vivían 3 859 127 personas, lo que significaba 3% de la población urbana nacional, la que a su vez representaba 74.2% de la población total nacional. El 86.43% de la población urbana regional (3 335 618 habitantes) se concentraba en seis municipios: Monterrey 1 109 171 (28.74%), Reynosa 646 202 (16.74%), Matamoros 520 367 (13.48%), Nuevo Laredo 399 431 (10.35%), Victoria 346 029 (8.97%) y Tampico 314 418 (8.15%). Los municipios urbanos restantes en la región tenían 523 509 (13.57%) habitantes, los cuales en orden jerárquico se distribuían de la siguiente manera: El Mante (3.05%), Linares (2.07%), Valle Hermoso (1.66%), Montemorelos (1.58%), San Fernando (1.45%), Sabinas Hidalgo (0.92%), Allende (0.89%), Tula (0.77%), Miguel Alemán (0.71%) y Anáhuac (0.47%).

No obstante, la dinámica urbana se refleja en procesos de expansión física y en la concentración de la población. En este sentido, la tabla 10.4 (4ª columna) también ilustra que en la región Noreste se localizan seis zonas metropolitanas6 de las 74 que hay en el país, solamente una conurbación de las 132 existentes a nivel nacional y nueve centros urbanos de los 195 que hay en México. Por lo tanto, queda claro que es en las zonas metropolitanas donde se concentra 86.43% de la población urbana regional (3.3 millones de habitantes); mientras que, en el área conurbada habitaban 64 188 (1.66%) personas y en los centros urbanos 459 321 equivalentes a 11.9% de la población urbana de la región.

Tabla 10.4 Región Noreste. Municipios, población urbana, Índice de Desarrollo Socioeconómico e índices de bienestar 2015

Municipio Población % Ciudad/Tipo de ciudad Idsem Grado de desarrollo LBE % Carencias promedio LBM % Carencias promedio
Población Urbana Regional 3 859 127 100.00
Monterrey 1 109 171 28.74 Monterrey (1) 2.09921 Muy alto 256 478 23.12 1.4 40 004 3.61 1.9
Victoria 346 029 8.97 Victoria (1) 1.01043 Muy alto 128 084 37.02 1.4 31 954 9.23 1.8
Reynosa 646 202 16.74 Reynosa (1) 1.00277 Muy alto 294 019 45.50 1.4 78 034 12.08 1.8
Tampico 314 418 8.15 Tampico (1) 0.99813 Muy alto 120 364 38.28 1.3 28 891 9.19 1.6
Matamoros 520 367 13.48 Matamoros (1) 0.70425 Alto 263 915 50.72 1.5 80 489 15.47 1.9
Nuevo Laredo 399 431 10.35 Nuevo Laredo (1) 0.52935 Alto 178 514 44.69 1.5 44 932 11.25 2.0
El Mante 117 648 3.05 Mante (3) 0.17836 Alto 66 454 56.49 1.4 21 490 18.27 1.7
Sabinas Hidalgo 35 456 0.92 Sabinas Hidalgo (3) 0.17941 Alto 16 186 45.65 1.1 3 884 10.95 1.4
Allende 34 353 0.89 Allende (3) –0.05493 Medio 9 379 27.30 1.2 1 586 4.62 1.7
Valle Hermoso 64 188 1.66 Valle Hermoso (2) –0.1683 Medio 34 703 54.06 1.6 9 421 14.68 1.9
Linares 79 853 2.07 Linares (3) –0.13348 Medio 40 620 50.87 1.2 10 741 13.45 1.5
Montemorelos 60 829 1.58 Montemorelos (3) –0.13046 Medio 20 499 33.70 1.3 4 025 6.62 1.7
Miguel Alemán 27 447 0.71 Miguel Alemán (3) –0.0194 Medio 13 627 49.65 1.4 3 784 13.79 1.6
Anáhuac 18 194 0.47 Anáhuac (3) –0.28589 Medio 9 823 53.99 1.5 2 899 15.94 1.9
San Fernando 55 981 1.45 San Fernando (3) –0.99264 Muy bajo 38 861 69.42 2.2 16 297 29.11 2.4
Tula 29 560 0.77 Tula (3) –1.62339 Muy bajo 21 812 73.79 2.2 10 791 36.51 2.5

Nota 1. Seis municipios pertenecen al estado de Nuevo León: Allende, Anáhuac, Linares, Montemorelos, Monterrey y Sabinas Hidalgo, y 10 al estado de Tamaulipas: El Mante, Matamoros, Miguel Alemán, Nuevo Laredo, Reynosa, San Fernando, Tampico, Tula, Valle Hermoso y Victoria.

Nota 2. De acuerdo a la clasificación del Conapo (2018): zonas metropolitanas (tipo 1), conurbaciones (tipo 2) y Centro urbano (tipo 3).

De acuerdo al tamaño poblacional, sólo la ciudad de Monterrey tenía más de un millón habitantes, por lo que se clasifica como ciudad grande,7 siendo una de las 15 ciudades grandes que hay en el país; mientras que en el rango de las ciudades intermedias se encuentran las ciudades de Matamoros y Reynosa. Había cuatro ciudades medias: Victoria, Tampico, Nuevo Laredo y El Mante; cuatro pequeñas ciudades: Valle Hermoso, Linares, Montemorelos y San Fernando; así como cinco centros urbanos: Sabinas Hidalgo, Allende, Miguel Alemán, Anáhuac y Tula.

El desarrollo socioeconómico municipal

En términos del idsem, para el 2015 la tabla 10.4 (5ª y 6ª columnas) permite ver que en la región Noreste había cuatro municipios que destacaban porque tenían los valores positivos más altos en su idsem, razón por lo que se les clasifica en el estrato de desarrollo socioeconómico Muy alto: Monterrey, Victoria, Reynosa y Tampico. Estos son municipios en los que se localizan cuatro de las seis zonas metropolitanas (tipo 1) que existen en la región y concentran 2.4 millones de habitantes, equivalente a 62.60% de la población urbana regional.En orden jerárquico, de acuerdo al valor del idsem positivo más alto al más bajo se encuentran los municipios de Matamoros, Nuevo Laredo, Sabinas Hidalgo y El Mante, lo que lleva a clasificarlos en el estrato de desarrollo socioeconómico Alto. En estos municipios se ubican dos zonas metropolitanas y dos centros urbanos (tipo 3) en los que vivían 1.1 millones de personas correspondientes a 27.80% de la población urbana regional. Esto significa que 90.4% de la población urbana regional se concentra en ocho municipios: Monterrey, Victoria, Reynosa, Tampico, Matamoros, Nuevo Laredo, Sabinas Hidalgo y El Mante, población que goza de Muy alto/Alto desarrollo socioeconómico.

Es importante advertir que los municipios de Monterrey, Victoria y Tampico aparecían entre los 51 municipios del país que contaban con un desarrollo humano Muy alto en el 2010 y continuaron una ruta ascendente para 2015 (pnud, 2019, tabla 2.4, pp. 51-52), lo que les coloca entre los municipios que cuentan con las condiciones más propicias para ampliar las oportunidades de sus habitantes; sin embargo, particularmente los municipios de Monterrey y Nuevo Laredo aparecían también entre los 25 municipios del país más endeudados con obligaciones financieras superiores a los $100 millones (cefp, 2018, p. 16, citado en pnud, p. 219, gráficas 3.1 y 3.2, pp. 112).

Por otra parte, en el estrato Medio de desarrollo socioeconómico había seis municipios: Allende, Valle Hermoso, Linares, Montemorelos, Miguel Alemán y Anáhuac, en estos municipios se localiza la única ciudad que se corresponde con la clasificación de conurbaciones: Valle Hermoso (tipo 2) y cinco centros urbanos (tipo 3) en las cuales residían 284 864 personas que equivalen a 7.3% de la población urbana que comprende la región Noreste. En este estrato de desarrollo se puede observar que todos los municipios presentaron un signo negativo en su idsem.

Asimismo, ningún municipio presentó desarrollo socioeconómico Bajo; sin embargo, cabe señalar que por tener los idsem con signo negativo más alto dos municipios caen en el estrato de desarrollo socioeconómico Muy bajo: San Fernando y Tula son municipios en los que se ubican los dos últimos centros urbanos (tipo 3) regionales. En estos dos municipios habitaban 85 541 personas, lo cual comprende apenas 2.2% de la población urbana regional.

Desarrollo y bienestar municipal en la región

El análisis de la relación entre desarrollo socioeconómico y el bienestar en los municipios urbanos de la región Noreste (véase la tabla 10.4, 7ª y 8ª columnas) muestra que entre los ocho municipios que tenían un idsem Alto y Muy alto, había cinco municipios: El Mante (56.49%), Matamoros (50.72%), Sabinas Hidalgo (45.65%), Reynosa (45.50%) y Nuevo Laredo (44.69%) que tenían una alta proporción de personas cuyo ingreso no les era suficiente para alcanzar su bienestar económico, sin soslayar que los casos de Tampico y Victoria se aproximan a 40% de su población en esta situación.

En términos de las personas cuyo ingreso no les permite adquirir una canasta alimentaria que les provea de los requerimientos nutricionales mínimos, sobresalen también cinco municipios: El Mante (18.27%), Matamoros (15.47%), Reynosa (12.08%), Nuevo Laredo (11.05%) y Sabinas Hidalgo (10.95%), seguidos por Victoria (9.23%) y Tampico (9.19%). Esto implica que de los ocho municipios cuyo idsem les clasifica en los estratos de Muy alto y Alto desarrollo socioeconómico, sólo los habitantes del municipio de Monterrey tenían a la vez un alto nivel de bienestar.

En esta lógica y para efectos comparativos, el índice de calidad de vida8 2015 (onu-Habitat. 2018) obtenido para los municipios con idsem Muy Alto y Alto, jerárquicamente se presenta en el orden siguiente: El Mante (69.57), Monterrey (68.43), Victoria (65.13), Tampico (62.38),Nuevo Laredo (58.57), Reynosa (58.49) y Matamoros(57.10). Estos resultados, para los municipios El Mante, Monterrey, Victoria y Tampico significa que la provisión de servicios sociales como salud, educación, seguridad/protección y espacio público es “moderadamente sólida” y en los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros es “moderadamente débil” de acuerdo al factor de estado o escala de prosperidad urbana.9 Esto, a nivel de intervención implica que en todos estos municipios se deben fortalecer las políticas urbanas para mejorar la calidad de vida.

Por otra parte, en los seis municipios clasificados con un índice de desarrollo socioeconómico Medio se observa que cuatro municipios muestran un alto porcentaje de personas cuyo ingreso no les permite adquirir su bienestar económico: Valle Hermoso (54.1%), Anáhuac (54.0%), Linares (50.9%) y Miguel Alemán (49.6%). Estos cuatro municipios también destacan con los porcentajes más altos en cuanto a personas cuyo ingreso no les permite adquirir una canasta alimentaria: Anáhuac (15.9%), Valle Hermoso (14.7%), Miguel Alemán (13.8%) y Linares (13.9%).

Y, finalmente, los dos municipios cuyo índice de desarrollo socioeconómico es Muy bajo en la región Noreste también dan cuenta de los porcentajes más altos en términos de personas cuyo ingreso no les es suficiente para lograr su bienestar económico: Tula (73.8%) y San Fernando (69.4%). Ambos municipios, de igual manera, sobresalen con la más alta proporción de personas cuyo ingreso no les permite adquirir una canasta alimentaria: Tula (36.5%) y San Fernando (29.1%). Además, estos dos municipios tienen más de dos carencias, superando el promedio regional de 1.5 carencias.

En suma, de los ocho municipios ubicados en los estratos de idsem Muy Alto y Alto, solo tres municipios: Tampico (38.28%), Victoria (37.02%) y Monterrey (23.12%) cuentan relativamente con los mayores niveles de bienestar, ya que tienen la menor proporción de personas por debajo de la línea de bienestar en los municipios de la región Noreste e igual sucede al considerar la línea de bienestar mínimo: Tampico (9.23%), Victoria (9.19%) y Monterrey (3.61%). Entre los seis municipios cuyo idsem los clasifica en el estrato Medio, sólo los municipios de Montemorelos (33.70% y Allende (27.30%) destacan con la menor proporción de personas por debajo de la línea de bienestar económico y de la línea de bienestar mínimo: (6.62% y Allende (4.62%). Por lo demás, es evidente que los dos municipios clasificados con en idsem Muy bajo: San Fernando y Tula, también tienen los niveles de bienestar más bajos de la región.

En este contexto se esperaría que las acciones de política pública emprendidas en los últimos años por la Cuarta Transformación (4T) se reflejen en una mejora del nivel de vida y el bienestar de las personas en la región Noreste, en particular los incrementos en los salarios que paulatinamente se han venido impulsando en los estados que comprenden la frontera norte del país; sin embargo, no se pueden subestimar los efectos del COVID-19, toda vez que como se ha visto prácticamente paralizó la economía mundial.

Conclusiones

Se analizaron los niveles de desarrollo y el bienestar de la población en los municipios urbanos localizados en la región Noreste de México. Para ello, primero se identifican los municipios urbanos de la región con base en la clasificación del Sistema Urbano Nacional (Conapo, 2018); luego, se estima un índice de desarrollo a partir de 12 indicadores socioeconómicos municipales y, por último, se recurre a las líneas de bienestar calculadas por el Coneval (2016).

Un primer hallazgo, es que los municipios más urbanizados son los que cuentan con los mayores niveles de desarrollo socioeconómico y, por lo tanto, concentran al grueso de la población, específicamente aquellos municipios donde se localizan las zonas metropolitanas. Así, de los 16 municipios urbanos localizados en la región Norte cuatro tenían un idsem Muy alto: Monterrey, Reynosa, Victoria y Tampico; mientras que otros cuatro municipios clasificaban con un idsem Alto: Matamoros, Nuevo Laredo, El Mante y Sabina Hidalgo. En estos ocho municipios vivía 90.4% de la población urbana regional.

Asimismo, se encontró que había seis municipios cuyo idsem los clasifica en el estrato de desarrollo socioeconómico Medio: Allende, Valle Hermoso, Linares, Montemorelos, Miguel Alemán y Anáhuac; mientras que los municipios de San Fernando y Tula presentaron un idsem que los lleva a caer en el estrato de desarrollo Muy Bajo. En estos ocho municipios que presentan un idsem Medio y Muy bajo se localiza la única área conurbada y siete centros urbanos, en las cuales residían 370 405 personas equivalentes a 9.60% de la población urbana en la región Noreste.

Un tercer hallazgo es que entre los ocho municipios que tenían un idsem Muy alto y Alto, cinco municipios: El Mante, Matamoros, Sabinas Hidalgo, Reynosa y Nuevo Laredo tenían una alta proporción de personas cuyo ingreso no les era suficiente para alcanzar su bienestar económico y, de igual manera, en ambos estratos de desarrollo estos cinco municipios tenían el mayor porcentaje de personas cuyo ingreso no les permitía adquirir una canasta alimentaria que les provea de los requerimientos nutricionales mínimos.

También, de los seis municipios con un idesem Medio, cuatro municipios muestran un alto porcentaje de personas cuyo ingreso no les permitía alcanzar su bienestar económico ni el bienestar mínimo: Valle Hermoso, Anáhuac, Linares y Miguel Alemán. Finalmente, los dos municipios cuyo idsem es Muy bajo: San Fernando y Tula tenían en la región los porcentajes más altos de personas cuyo ingreso les es insuficiente para alcanzar el bienestar económico y tampoco su bienestar mínimo. A la vez, la población de estos dos municipios se caracteriza por tener más de dos carencias, superando el promedio de 1.5 carencias a escala regional.

En resumen, sólo tres de los16 municipios que conforman la región Noreste tienen a la vez los mayores índices de desarrollo socioeconómico y los mejores niveles de bienestar: Tampico, Victoria y Monterrey; mientras que en el estrato de desarrollo Medio sólo los municipios de Montemorelos y Allende sobresalen en cuanto a niveles de bienestar regional, ya que junto a Tampico, Victoria y Monterrey son los municipios que tienen la menor proporción de personas por debajo de la línea de bienestar y la línea de bienestar mínimo.

A la luz de estos hallazgos se esperaría que las acciones de política pública emprendidas en los últimos años por la 4T se reflejaran en una mejora del nivel de vida y del bienestar de las personas en la región Noreste, de manera particular los incrementos en los salarios que paulatinamente se han venido impulsando en los estados fronterizos al norte del país; sin embargo, es evidente que no se pueden subestimar los efectos adversos del COVID-19.Tampoco se puede soslayar el fortalecimiento de las políticas urbanas en la región.

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