Capítulo 2. Una metodología para indagar el acceso, uso y apropiación de las tecnologías digitales en la trayectoria educativa de estudiantes universitarios

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Erick Daniel Cruz Mendoza


Miriam Herrera Aguilar


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Capítulo 2. Una metodología para indagar el acceso,
uso y apropiación de las tecnologías digitales
en la trayectoria educativa de estudiantes universitarios

Erick Daniel Cruz Mendoza

Miriam Herrera Aguilar

Universidad Autónoma de Querétaro

El objetivo de este trabajo es presentar un diseño metodológico para investigar las condiciones de acceso, uso y apropiación de las tecnologías digitales durante la trayectoria educativa de estudiantes universitarios en Ciencias de la Comunicación, en Oaxaca. Como guía de nuestra exposición se retoma la propuesta de Orozco y González (2012) respecto al método, las técnicas y las herramientas.

El método

En esta investigación se recuperan como categorías de estudio el acceso, el uso y la apropiación de las tecnologías digitales de la información y la comunicación (tic). La primera comprende la infraestructura tecnológica disponible —desde la electricidad hasta los sistemas que ofrecen acceso a internet— y los dispositivos necesarios para utilizar dicha estructura, como computadoras en diferentes formatos, tabletas y teléfonos celulares multifuncionales. La segunda hace referencia al ejercicio de habilidades vinculadas con la informática para utilizar los recursos tecnológicos, además del capital cultural digital de cada usuario. En la tercera convergen el acceso y el uso, ya que se considera que éstos se expresan, en otras palabras, en la apropiación que los usuarios incorporan en su vida cotidiana de las prácticas tecnológicas y los objetos que de ellas se desprendan (Crovi, 2010). A partir de estas categorías se traza una metodología para estudiar la presencia de las tecnologías digitales en la trayectoria educativa de un grupo de estudiantes de la Universidad del Mar, ubicada en Huatulco, Oaxaca.

El método de este trabajo es asimismo cualitativo, en tanto permite tener cierta flexibilidad en la investigación como actividad de “ida y vuelta” (Orozco & González, 2012, p. 68); en otras palabras, éste permite realizar ajustes durante el proceso a fin de seleccionar correctamente las teorías y los métodos pertinentes, y además deja que su desarrollo se adapte a las circunstancias del estudio. Tal orientación busca particularidades, “se enfoca en comprender y profundizar los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en un ambiente natural y en relación con el contexto […] es decir, la forma en que perciben subjetivamente su realidad” (Hernández-Sampieri et al., 2010, p. 364). En esta labor la presencia del investigador destaca porque es el encargado de sustituir los objetos de sentido común por modelos que expliquen teóricamente el fenómeno (Schutz, 2003).

De entre los diseños de investigación cualitativa se selecciona el narrativo, el cual se centra en las experiencias de las personas para, con ello, evaluar una sucesión de acontecimientos. Tales narraciones pueden manifestarse como autobiografías, biografías, entrevistas, documentos, artefactos, materiales personales o testimonios —cartas, diarios, artículos en la prensa, grabaciones radiofónicas o televisivas, etc.— (Hernández-Sampieri et al., 2010, pp. 504-505) y se acotan según los objetivos de la investigación. En el diseño aquí desarrollado predomina el método biográfico. Esta modalidad, de acuerdo con Flick (2004), permite aproximarse a los mundos individuales de las personas gracias a los relatos que brindan sobre sus prácticas cotidianas.

Un muestreo “no probabilístico” o “propositivo”

En el marco de esta investigación cualitativa el muestreo es no probabilístico o propositivo —dado que no busca obtener una representatividad estadística, sino que se guía por los propósitos de la propia investigación (Hernández-Sampieri et al., 2010)— y se lleva a cabo en dos pasos: en el primero se selecciona el contexto de estudio (la Universidad del Mar) y en el segundo a las personas participantes.

La selección del contexto de estudio toma en cuenta que Oaxaca es una de las tres entidades con mayor pobreza sociodemográfica y digital en México; su propia multiculturalidad —a la que abonan 10 lenguas indígenas— se suman los factores considerados en el establecimiento de desigualdades digitales. Lo anterior debido a que existe una escasez de contenidos digitales en tales lenguas maternas, lo que acentúa la desventaja de sus hablantes frente a quienes dominan el español u otras lenguas hegemónicas en los contenidos de la red, como el inglés, por citar un ejemplo. En cuanto a los recursos tecnológicos —al igual que a nivel nacional e internacional—, existe una centralización de ellos en las regiones con mayor densidad de población y mayor nivel de ingresos, como son los Valles Centrales y el Istmo. En contraparte, las regiones aisladas del centro padecen la brecha digital en un nivel medio (Tuxtepec y Costa) y en un nivel alto (Sierra Norte, Sierra Sur, Mixteca y Cañada), según detalla la clasificación propuesta por Márquez et al. (2016).

En este marco se instala el Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (Suneo), conformado por 10 universidades, 18 campus y 85 carreras distribuidas en las ocho regiones del estado (Suneo, 2019): Universidad Tecnológica de la Mixteca (utm) (Huajuapan); Universidad del Mar (Puerto Escondido, Puerto Ángel, Huatulco y ciudad de Oaxaca); Universidad del Istmo (Unistmo) (Tehuantepec, Ixtepec y Juchitán); Universidad del Papaloapan (Unpa) (Tuxtepec y Loma Bonita); Universidad de la Sierra Sur (Unsis) (Miahuatlán); Universidad de la Sierra Juárez (Unsij) (Ix-
tlán); Universidad de la Cañada (Unca) (Teotitlán); Nova Universitas (Ocotlán y San Jacinto); Universidad de la Costa (Uncos) (Pinotepa Nacional) y Universidad de Chalcatongo (Unicha) (Chalcatongo de Hidalgo). La ubicación de todas ellas puede apreciarse en la Figura 2.1.

El Suneo es un modelo universitario orientado a descentralizar los servicios de educación superior y obtener una alta calidad académica en la docencia, la investigación, la difusión de la cultura y la promoción del des-
arrollo. Por ello, su comunidad universitaria —docentes y estudiantes— tiene una jornada de tiempo completo: ocho horas de actividades formales, clases e investigación (Suneo, 2019).

Del universo del Suneo se selecciona la Universidad del Mar (Umar), campus Huatulco, cuya especialidad son las Ciencias Sociales y Humanidades y ofrece, entre otras, la licenciatura en Ciencias de la Comunicación (lcc); a esta última pertenecen los estudiantes que participan en este estudio. Si bien la Umar está ubicada en una zona de brecha digital “media” (Márquez et al., 2016) —lo que indica que existen recursos tecnológicos y conectividad a internet, pero con una penetración parcial e inequitativa—, la inmersión inicial en el campo permite afirmar que sus estudiantes tienen acceso a dispositivos tecnológicos de información y de comunicación (dtic), así como a internet, aspectos necesarios para poder participar activamente en la presente investigación.

En cuanto a la selección de los participantes en el estudio, dado que su objetivo general está en función de la trayectoria académica, se busca integrar a estudiantes que se encuentren en la etapa final de su carrera; es decir, que cursen octavo o décimo semestre (en el transcurso del estudio pueden convertirse en estudiantes de noveno semestre o incluso recién egresados). Así, de 25 inscritos en tales semestres —nueve en octavo y 16 en décimo—, y dado que se busca profundizar en las experiencias digitales donde predomina la relación de los usuarios con los objetos tecnológicos, se obtiene una muestra de 18 voluntarios —nueve de octavo y nueve de décimo semestre. Como resultado se tiene un grupo heterogéneo en varios aspectos: sexo, edad y región de origen. Sobre esto último, cada estudiante deja ver una trayectoria geográfica particular durante su vida escolar (desde la escuela primaria hasta la educación superior); se observan diferentes puntos de origen en el inicio de la misma para, finalmente, converger en la universidad, donde persiguen un objetivo común: cursar su licenciatura.

El género biográfico: del método
a la técnica

Para transitar del método cualitativo a la técnica se recupera la propuesta de la e-research como articulación generada entre las ciencias sociales y las tecnologías digitales —sea como objetos de análisis sociocultural o bien como herramientas—. Esta perspectiva sitúa al investigador ante una reflexión epistémica que conlleva reconocer esa convergencia como un “espacio para generar expectativas, articular promesas y materializarlas en distintas tecnologías dentro de las ciencias sociales” (Estalella & Ardèvol, 2011, p. 94). Posteriormente, Estalella (2018) describe lo digital como un locus excepcional que contribuye a estudiar aspectos distintivos de nuestra actualidad e invita a renovar preguntas fundamentales presentes en el centro de varias disciplinas. En ese sentido, significa un desafío metodológico para la antropología y la etnografía, dadas las implicaciones instrumentales y éticas del espacio virtual.

Del método biográfico se desprende la propuesta de usar los “biogramas digitales” como técnica, cuya base es el biograma, el cual se define de la siguiente manera:

Los biogramas son relatos de vida que un investigador demanda a miembros de un determinado grupo social […] de acuerdo al problema que quiere estudiar. La demanda incluye directivas específicas sobre el contenido que debe tener el relato. Cada participante, consciente o inconscientemente, seleccionará algunos episodios de su experiencia; las instrucciones que se dan hacen que se focalice en ciertos aspectos que deben ser incluidos y descritos en detalle. En este sentido el investigador se asegura de obtener el máximo de información relevante de un problema, dejando, además, que se escriba libremente (Abel, 1947, citado en Páez de la Torre, 2017, p. 210).

Además, los biogramas están orientados, es decir que, a partir de la definición de la muestra de informantes, se plantea un eje temporal y temático para abordar. En esta línea, los biogramas digitales representan una promesa metodológica para abordar las trayectorias vinculadas con el uso de tecnologías digitales y así reconocer las transformaciones acontecidas en cada estudiante en el contexto educativo para, en un segundo momento, compararlas entre sí. En tal empresa, lo digital aparece, por un lado, como eje temático (objeto de análisis sociocultural) y, por otro, como instrumento para la comunicación entre investigador e informantes, el registro de los biogramas y el análisis de éstos.

De entrada, se puede decir que los biogramas digitales, en su búsqueda profunda de los significados, pueden contribuir —en este tipo de escenarios— a exhibir las desigualdades de los estudiantes en cuanto al acceso, uso y apropiación de las tecnologías, resultado de la brecha digital.

En el mismo sentido, se define el eje temático, que no es más que el argumento sobre el cual se traza la narración de los informantes. En concordancia con el objetivo de la investigación, se considera necesario indagar en el pasado de los estudiantes, el cual converge con el de sus pares cuando coinciden en la universidad. Al respecto, los ejes versan sobre la identificación del acceso que tienen los estudiantes de las tecnologías, la identificación de los marcos sociotécnicos y la apropiación tecnológica durante sus trayectorias. Por esa razón se toman como punto de referencia estas tres categorías para diseñar las herramientas de recolección de datos. Así pues, se estima que el estudiante-usuario tiene que actuar como táctico o estratega para cumplir con objetivos concretos. A pesar de que existe un interés prioritario en los de tipo académico, no se descarta la presencia de otros propósitos afines con las tecnologías, por ejemplo, los relacionados con la familia, los grupos sociales, la identidad o la seguridad.

Herramientas para la recolección de datos

Con base en lo anterior se diseñan dos herramientas: un cuestionario en línea y una guía. El cuestionario busca indagar los espacios educativos por los cuales transitaron los estudiantes durante su formación profesional (desde la educación básica hasta la superior) y el acceso a las tecnologías digitales que tienen en la actualidad, así como otros datos sociodemográficos (edad, sexo, hablantes de lenguas indígenas, condición estudiantil, etc.). En cuanto a la guía, ésta tiene como propósito averiguar las condiciones de acceso, uso y apropiación de las tecnologías durante la formación de los estudiantes, y a partir de la escritura de narraciones autobiográficas se pretende que los estudiantes reflexionen y describan sus experiencias vinculadas con las tecnologías en los espacios educativos. Ambas herramientas se encuentran resumidas en la Tabla 2.1.

De igual forma, la guía fue proporcionada a los informantes de la prueba piloto. Si bien solamente se les pidió que escribieran un texto en el que narraran su primera experiencia con la tecnología, tal ejercicio permitió medir la claridad de las preguntas, definir la estructura del instrumento y registrar el tiempo invertido en responder. La Tabla 2.2 muestra la versión final de la guía.

Reflexiones

En este escenario, el método biográfico resulta oportuno para abordar y profundizar la relación estudiante-tecnologías en el contexto universitario. Esto se constató a partir de la validación del diseño metodológico a través de la prueba piloto con los estudiantes mencionados y observar que los resultados de ésta llevan a cumplir con los objetivos de la investigación para la cual fue trazado. Del método, se considera la actualización de éste para estudiar problemas vinculados con lo digital. En cuanto a la técnica de la escritura biográfica, se propuso una lista de narrativas a desarrollar con base en las categorías de acceso, uso y apropiación de las tecnologías y la relación de éstas con el contexto educativo de los participantes; las narrativas se

Tabla 2.1. Cuestionario

Número

Ítems

1

Dirección de correo electrónico

2

Nombre o seudónimo

3

Edad

4

Sexo

5

¿Tienes alguna discapacidad?

6

Si tu respuesta anterior fue “Sí”, ¿cuál es la discapacidad que tienes?

7

¿Eres hablante de una lengua indígena?

8

Si tu respuesta anterior fue “Sí”, ¿cuál es la lengua?

9

Región de nacimiento

10

Semestre de la licenciatura que cursas actualmente

11

Indica la región en donde cursaste estudios de primaria

12

La primaria en donde estudiaste es de carácter…

13

Indica la región en donde cursaste estudios de secundaria

14

La secundaria en donde estudiaste es de carácter…

15

Indica la región en donde cursaste estudios de preparatoria

16

La preparatoria en donde estudiaste es de carácter…

17

Marca los aparatos a los que tienes acceso (¿son de tu propiedad o son compartidos?)

18

¿En el lugar en donde vives hay conexión a internet inalámbrico (wifi)?

19

Si la respuesta anterior fue “Sí”, el servicio de internet es…

20

Si la respuesta fue “No”, ¿cómo haces para conectarte a internet (en caso de que lo hagas)?

21

Además de conectarte a internet en tu casa o escuela, ¿en qué otros lugares lo haces?

22

¿En el lugar en donde vives hay señal telefónica?

23

¿Cuánto dinero inviertes en saldo para llamadas y navegación en internet (datos) al mes?

Fuente: Elaboración propia.

organizan por sesiones semanales, lo que lleva a los estudiantes a contar con un lapso de siete días para hacer y enviar los escritos correspondientes. Por último, los instrumentos se probaron para hacer los ajustes pertinentes encaminados a aclararle al informante lo esperado y guiarlo de manera lógica en su tarea. Todo lo anterior permite ofrecer un diseño terminado para trabajar con el grupo de participantes definitivo.

Se espera que este diseño metodológico pueda ser de utilidad en otros estudios que se planteen objetivos similares, ya sea en la versión presentada o con adecuaciones frente a las particularidades del estudio correspondiente.

Referencias

Crovi, D. (2010). Jóvenes, migraciones digitales y brecha tecnológica. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 52(209), 119-133.

Estalella, A. (2018). Etnografías de lo digital: Remediaciones y recursividad del método antropológico. AIBR, 13(1), 45-68.

Estalella, A. y Ardèvol, E. (2011). E-research: Desafíos y oportunidades para las ciencias sociales. Convergencia, 18(55), 87-111.

Flick, U. (2004). Introducción a la investigación cualitativa. Madrid: Morata.

Hernández-Sampieri, R., Fernández-Collado, C. y Baptista-Lucio, P. (2010). Metodología de la investigación. McGraw-Hill / Interamericana.

Márquez, A., Acevedo, J. y Castro, D. (2016). La brecha digital y la desigualdad social en las regiones de Oaxaca, México. Observatorio de la Economía Latinoamericana, (67).

Orozco, G. y González, R. (2012). Una coartada metodológica. Tintable.

Páez de la Torre, S. (2017). Backstage: Acerca de las decisiones metodológicas en un estudio sobre jóvenes inmigrantes y empoderamiento. Pedagogía Social, (30), 205-214.

Schutz, A. (2003). El problema de la realidad social. Amorrortu.

Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (Suneo). (2019). Tres décadas de servir a México 1988-2018. México: Suneo.