Capítulo 10. Los códigos comunicativos y las lógicas de acción colectiva en una organización de comercio informal de San Luis Potosí, México

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Mariana de Pablos Vélez López


Alfredo Barrales Martínez


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Capítulo 10. Los códigos comunicativos y las lógicas
de acción colectiva en una organización de comercio informal de San Luis Potosí, México

Mariana de Pablos Vélez López

**Alfredo Barrales Martínez

Universidad Autónoma de San Luis Potosí

El estudio del comercio informal se ha centrado en estudiar este fenómeno desde sus dimensiones social, económica y política, pero ha dejado de lado el papel de la comunicación, a pesar de ser la razón por la que el comercio informal no sólo ha sobrevivido, sino que se ha vuelto protagonista del desarrollo económico del país. La comunicación propicia dinámicas internas dentro de las organizaciones de vendedores informales, y gracias a ello los comerciantes han creado, sin saberlo, un lenguaje basado en códigos que representan necesidades, relaciones y la realidad de lo que hoy es conocido como venta ambulante. El código comunicativo creado y desarrollado dentro de esa organización es la base de la permanencia y eficiencia de las labores del mercado; de la misma forma, las relaciones que se desarrollan entre los vendedores y de éstos con el líder parten del conocimiento y el uso apropiado del lenguaje y del código conformado dentro de la organización, ya que éste es el que dota de sentido a las dinámicas comerciales y organizaciones, pero principalmente a las interacciones.

Introducción

América Latina ha atravesado distintos cambios económicos, políticos e institucionales que han configurado su panorama actual. Las precarias condiciones de vida, asociadas a los sentimientos de desencanto generalizado, derivan en que los sectores más vulnerables se manifiesten mediante la conformación de organizaciones que tienen por fin último la realización de actividades comerciales y de servicio al margen de la economía formal. En México, en 2014 la tasa de informalidad laboral fue de 58.79% respecto al empleo total (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [inegi], 2019); en otras palabras, México ha sido incapaz de generar empleos bien remunerados y por ello las personas se ven forzadas usar el espacio público como fuente de ingresos y sustento.

Por otro lado, la comunicación es considerada por los vendedores ambulantes como una herramienta de mediación que les permite ganarse la vida y que se convierte en una necesidad dentro del espacio de interacción con los ciudadanos y los propios vendedores (Restrepo Betancur, 2014). Estas premisas obligan a centrar la mirada en identificar cómo es que en centros de comercio informal —específicamente en tianguis— se estructura un microecosistema con un uso específico del lenguaje que deriva en códigos que otorgan sentido y razón a las dinámicas organizacionales en determinados contextos.

Aparato teórico

La sociedad está compuesta por sistemas de comunicación en los que surgen diferencias a la hora de interpretar, observar y concretizar la semántica de éstos. Desde esta perspectiva, es importante señalar y hacer hincapié en el papel que desempeña el lenguaje, pues se usa para hacer, significar y decir; no obstante, a esta expresión subyacen diversas intenciones comunicativas, pues en cualquier acto de comunicación la interpretación de lo expresado se construye de acuerdo con la comprensión de los enunciados lingüísticos explícitos, así como por el conocimiento implícito compartido por los hablantes y los oyentes (Aguirre et al., 2007).

Los grupos, como entes sociales, desarrollan y utilizan lenguajes sólo con propósitos internos, para la comunicación entre sus miembros y, como todo proceso comunicativo, tiene representaciones sociales, es decir, formas de interpretar y contextualizar la realidad cotidiana (Van Dijk, 2000, p. 52).

En las organizaciones de comercio informal existen interacciones entre sus actores sociales que definen y establecen la dinámica interna, así como sus normas y la forma en que se construyen las relaciones. La calle, como concepto, se ha transformado debido a la exclusión de grupos sociales emergentes, puesto que, al redefinirla, se redefine la vida como construcción social, pues es un espacio compartido en el que los grupos sociales viven un mismo tiempo, situación y visión y donde mezclan discursos cognitivos y simbólicos que dan origen a identidades y valores, tanto individuales como grupales (Gómez, 2011).

El análisis en y desde las organizaciones cuestiona dos elementos: las condiciones en las que se posibilita o no la acción colectiva organizada, así como su lógica interna, la cual observa las interacciones entre los miembros y los líderes como un juego de cálculo estratégico dentro de un contexto de lógica económica, de simplicidad, “sin violencia, sin método, sin argumentos” que permite la construcción de un “habitus” (Bourdieu, 2007): una matriz de experiencias que genera el reconocimiento del contexto, de los agentes y de la diversidad, en donde el lenguaje, las relaciones y gestiones son respuesta de la experiencia generadora de conocimiento. Por lo tanto, la lógica de las organizaciones puede pensarse como un juego en el que las estrategias de los agentes —comerciantes y líderes— oscilan entre el cálculo estratégico y el sentido práctico de su accionar y su comunicar. A veces se hace uso de los conocimientos de manera calculada y, otras veces, frente a la urgencia y a la necesidad (porque la cotidianidad del comercio callejero muchas veces exige una actitud no racional ni estratégica) para ser y actuar. No obstante, es el saber previo, el código de vendedores, lo que ha permitido su permanencia.

Método

La investigación se realizó bajo un paradigma interaccionista, con enfoque cualitativo y alcance exploratorio, diseño no experimental, transversal, durante los meses del semestre enero-mayo de 2020, con personas que tienen un puesto en el tianguis de “Las Vías”, en San Luis Potosí, S.L.P., México, el cual es considerado uno de los más grandes del país. Se usó como técnica la entrevista semiestructurada, con muestra no probabilística y homogénea, de participantes voluntarios (12 vendedores informales) cuya única condición fue que fueran adultos y que hubieran sido parte de la organización durante tres años mínimo. Se entrevistaron a siete personas a través de las plataformas digitales Zoom y Skype.

La revisión teórica y conceptual del tema permitió que surgieran dos ejes principales: el comercio informal desde la comunicación, y las organizaciones de vendedores informales. De estas variables o ejes surgieron sus respectivas categorías: (a) Uso del lenguaje, (b) Construcción del código, (c) Uso, apropiación y significación de la vía pública, (d) Liderazgo, (e) Relaciones entre los vendedores, y (f) Dinámica de organización.

Resultados

Para el análisis se utilizó el método de codificación, que permite la recuperación ordenada de secciones del texto relacionadas temáticamente para su comparación, conexión y análisis. De cada categoría surgieron los respectivos códigos, que fueron identificados caso por caso. Cada código surgió y fue analizado y comparado, con el fin de la construcción de un código general de vendedores informales.

Desde la perspectiva del comercio informal la característica principal de la calle radica en la dualidad de su redefinición; por un lado, como lo expresa Reguillo (2000), es el espacio en el que se practican e intercambian valores como la convivencia y el compartir; pero por otra parte no pueden ser negadas sus condiciones que la convierten en un espacio significativo desde la perspectiva económica por su calidad de capital, dado que en ella circulan recursos que son utilizados para generar valía, es decir, es un valor que se usa para generar más valor. Así, esta redefinición trae consigo el origen de una disputa que sustenta la base de su argumento en el derecho de apropiación del espacio público.

El ser humano “habita” lugares, no solamente “vive” en ellos (Saucedo y Elvia, 2011). El hecho de compartir una misma situación, de convivir con las mismas personas en un mismo espacio, ocasiona que entre en juego un punto intermedio que conjunta ambas definiciones para volver el significado de la calle en uno solo: la pertenencia. La pertenencia es un valor característico de la organización Las Vías. A partir de ella los vendedores no sólo generan su “clientela”, sino que desarrollan sentimientos de arraigo debido a las relaciones que generan la convivencia y el tiempo en un mismo espacio. Asimismo, abre paso a la configuración de identidades: “Oye, una disculpa, ocupo este lugar porque soy originario de aquí” (Iram Carmona, tianguista de Las Vías).

La dinámica interna de la organización también cuenta con sus propias normas, obligaciones y acuerdos que deben ser cumplidos. Existen normas explícitas, es decir aquellas que fueron explicadas al vendedor antes de convertirse en parte de la organización: pago de cuotas, asistencia a asambleas, prohibición del consumo de bebidas alcohólicas, responsabilidad de dejar el espacio de trabajo limpio. Es importante señalar además las normas implícitas que rigen en la organización y son vitales para la configuración de un lenguaje de vendedores: el respeto por el espacio ajeno, lo cual lleva implícito, a su vez, el respeto por la otra persona: “Si te recorres poquito ya estás dañando al de al lado”, “Es mi lugar, cómo te vas a poner en mi lugar, cómo voy a estorbar en el lugar del de al lado” (Lizbeth Picazzo, tianguista de Las Vías). Las normas, las formas en que se interconectan, así como los papeles que juega cada uno de los agentes conforman la dinámica propia de la organización.

Cuando la interacción y las relaciones son añadidas a la dinámica de la organización se conforma lo que es conocido como un “microsistema”: “un entorno inmediato que contiene a la persona en desarrollo […] donde se llevan a cabo los roles, se mantienen las relaciones interpersonales y se realizan los patrones de actividades” (Gifre y Guitart, 2012, p. 82). De esta forma, la interacción es un proceso de reconocimiento que se define y construye a partir de la significación de valores conformados dentro de la organización y compartidos por los integrantes de ésta; el valor base para este proceso es, como ha sido mencionado a lo largo del análisis, la vía pública. Sin embargo, en este caso, se requiere la participación de otros factores, como lo son el tiempo y la convivencia.

La organización de vendedores informales Las Vías ha trascendido la forma en la que puede ser estudiada la comunicación, pues ha establecido las bases para la creación de un lenguaje capaz de hacer, significar y expresar las intenciones comunicativas que surgen del conocimiento desarrollado a través de la experiencia generada dentro de la organización. Este lenguaje es el primer paso para la configuración de un código único que responde a las necesidades comunicativas de la organización y que también se adapta a las circunstancias en las que participan los agentes. La vía pública es la base para su configuración; a partir de ella se establecen los valores que movilizan a la organización, así como las relaciones que se desarrollan y el tipo de normas que se respetan para su funcionamiento.

Referencias

Bourdieu, P. (2007). Crítica de la razón teórica (pp. 41-227). En El sentido práctico. Siglo XXI Editores Argentina. https://sociologiaycultura.files.wordpress.com/2014/02/bourdieu-el-sentido-prc3a1ctico.pdf

Gifre Monreal, M. y Guitart, M. E. (2012). Consideraciones educativas de la perspectiva ecológica de Urie Bronfenbrenner. Contextos Educativos, (15), 79-92. https://publicaciones.unirioja.es/ojs/index.php/contextos/article/view/656

González, A. (2011). Cibercultu@ y sociocibernética: Ideas para una reflexión conjunta en paralelo. Líbero, 14(28), 9-32. https://casperlibero.edu.br/wp-content/uploads/2014/05/Texto-em-contexto-Cibercultur@-y-sociocibernética.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi). (2019). Resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Cifras durante el primer trimestre de 2019 (Comunicado de prensa núm. 254/19). https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2019/enoe_ie/enoe_ie2019_05.pdf

Obando Aguirre, A., Osorio, C. E. y Munera, M. (2007). El lenguaje y los códigos comunicativos que detrás de él circulan. El Ágora USB, 7(2), 217-224. https://www.redalyc.org/pdf/4077/407748997001.pdf

Reguillo Cruz, R. (2007). Emergencia de culturas juveniles: Estrategias del desencanto. Norma. https://www.iberopuebla.mx/sites/default/files/bp
/documents/emergencia_de_culturas_juveniles_estrategias_del_desencanto_0.pdf

Restrepo Betancur, M. R. y Rodríguez Romero, D. M. (2014). Caracterización de la interacción comunicativa en los actos de habla presentes en la actividad económica comercial informal en la ciudad de Pereira. Universidad Libre Seccional Pereira, Facultad de Ingeniería. https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/17208/CARACTERIZACIÓN%20DE%20LA%20INTERACCIÓN%20COMUNICATIVA%20EN%20LOS%20ACTOS%20DE%20.pdf?sequence=1

Saucedo, I. A. y Elvia Taracena, B. (2011). Habitar la calle: pasos hacia una ciudadanía a partir de este espacio. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 9(1), 269-285. https://www.redalyc.org/pdf/773/77320072014.pdf

Van Dijk, T. (Comp.) (2000). El discurso como interacción social (Vol. 2). Gedisa. https://libroschorcha.files.wordpress.com/2017/12/el-discurso
-como-interaccic3b3n-social-teun-van-dijk.pdf