Capítulo 4. Transición de educación presencial a educación a través de herramientas digitales ante contingencia: Una perspectiva humana a través del docente

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Elsa Morales Castañeda


Isis Morales Castañeda


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Capítulo 4. Transición de educación presencial a educación a través de herramientas digitales ante contingencia:
Una perspectiva humana a través del docente

*Elsa Morales Castañeda

Isis Morales Castañeda

Complejo Regional, sede Zacatlán

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

El cierre del año 2019 marcó en el mundo un cambio que jamás fue previsto; a raíz de la propagación del coronavirus Covid-19 la vida de todos los habitantes del planeta cambió y la educación superior no fue la excepción. A nivel internacional, nacional y local el impacto fue similar al que tuvieron diferentes actividades humanas y asumió formas particulares por las características específicas de las actividades docentes, de investigación y de extensión de este nivel educativo (Marinoni et al., 2020). Una encuesta aplicada por la International Association of Universities (iau) (Marinoni et al., 2020) arrojó una serie de datos de suma relevancia sobre las tendencias mundiales en la educación superior en el contexto actual de confinamiento ante la pandemia, los cuales hablan del impacto que tendrán las instituciones ante esta situación, que sería de gran importancia por sus efectos negativos, en particular en las instituciones de educación superior (ies) privadas, puesto que poco menos de la mitad de los encuestados indican que los gobiernos habían implementado planes de acción para mitigar los efectos de la crisis en la educación superior, especialmente para poder finalizar el ciclo escolar. En ese sentido, la mayoría de las ies reportan que el Covid-19 realmente tuvo afectaciones en la enseñanza-aprendizaje y que la educación en línea ha sustituido a la presencial. Este cambio planteó a su vez enormes retos tecnológicos, pedagógicos y de competencias. No obstante, los autores consideran que esto representó una oportunidad, pues al implementar aprendizajes híbridos o mezclados los docentes podrían combinar aprendizajes sincrónicos y diacrónicos.

Casi 90% de las ies señalan que sí hubo un efecto negativo en sus áreas de movilidad escolar internacional; aunque las consecuencias están diferenciadas por instituciones, la mayoría ha declarado que tiene planes de contingencia para mitigar el impacto. En contraste, 60% ha declarado que se incrementó la movilidad virtual o alguna otra forma de aprendizaje colaborativo en línea como alternativa a la educación de manera presencial.

A raíz de los primeros contagios, en México se generó el primer estado de alerta y para el 2 de marzo de 2020 la Secretaría de Educación Pública (sep) notificó a través del Diario Oficial de la Federación el acuerdo educativo por el que se suspendieron las labores en las escuelas de niveles básicos, medio superior y superior (dof, 2020). Con este primer panorama se desencadenó una serie de vicisitudes para no perder el ciclo escolar 2019-2020. Asimismo, las universidades mexicanas hicieron un esfuerzo por plantear nuevas estrategias que permitieran dar continuidad al ciclo escolar y se optó por una enseñanza digital remota.

Es de suma importancia hacer la distinción de que, al tratarse de una eventualidad emergente, no se contaba de antemano con una modalidad a distancia en todas las escuelas a nivel nacional, ni siquiera en escuelas particulares de nivel superior. Por otro lado, aquellas que sí tenían esta oferta se tuvieron que adaptar, pues la educación a distancia parte de otro principio y su metodología es completamente distinta a la propuesta por parte del dictamen nacional para dar continuidad a las actividades académicas durante el confinamiento.

Particularmente, la educación a distancia tiene como fin reducir las complicaciones que la educación presencial puede presentar, tales como el tiempo y el espacio; por ello se recurre a técnicas, métodos y recursos muy específicos que permiten incrementar la productividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, de ahí que sea muy flexible e incluso, de cierto modo, menos costoso, por lo que resulta tener un mayor alcance para los alumnos interesados.

En esta modalidad se hace uso de tecnologías tan variadas que pueden partir de radios, televisores, videos, sistemas de información digital, soft-
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interactivos, plataformas digitales, entre muchos otros; tiene como lema “aprender a aprender” y la enseñanza se da de manera personalizada. En suma, consiste en una imprescindible educación para toda la vida que, en definitiva, contribuye a materializar, de manera concreta y efectiva, la educación permanente o continua (Quevedo, 2000).

En cuanto al papel que desempeña el docente, como la educación a distancia está caracterizada por hacerse generalmente de manera aislada, el docente tan sólo es un facilitador de conocimiento e información, sin dejar de ser un guía para el estudiante, quien debe aprender a ser autodidacta para los fines que se persiguen.

Es importante hacer la distinción entre la educación a distancia frente al modelo que se tiene de educación presencial (véase la Tabla 4.1), puesto que transitar de un sistema a otro es complejo y lleva tiempo. En el caso particular de lo acontecido por la contingencia sanitaria y el aislamiento, este cambio fue tan abrupto que se trató de imitar la enseñanza presencial y adecuarla a un sistema digital; sin embargo, desde aquí podemos notar que esta diferenciación tuvo más obstáculos que beneficios inmediatos.

Por su parte, en la ciudad de Puebla se encuentra el Universitario Cristóbal Colón, el cual desde su fundación tiene una trayectoria de 26 años con el compromiso de brindar calidad académica; además está incorporado a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (buap) y tiene validez de la sep en algunas licenciaturas y busca generar mayores oportunidades para los estudiantes y mejores condiciones para los docentes. Este universitario ha ido creciendo a tal punto que en la actualidad ofrece siete licenciaturas buap y cuatro licenciaturas sep. Mantiene condiciones y elementos necesarios para obtener un servicio educativo con ética y compromiso social, y un clima de respeto y armonía entre sus actores. Como parte de su misión busca generar conocimiento, impulsar el desarrollo y capacidad creativa para la innovación, así como la actitud de emprender tanto en administrativos como en docentes y alumnos siempre con ética y responsabilidad social.

Durante la pandemia el universitario se encontraba ante una situación de emergencia, por lo que tuvo que cambiar las prácticas de educación presencial a un nuevo tipo de enseñanza. La mejor opción fue la remota digital, de modo que tuvo que generar cambios inimaginables en los participantes que vivieron esta transición. De acuerdo con datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), si bien para el año 2019 hubo un incremento considerable en el número de personas entre los 16 y los 74 años de edad que contaban con un equipamiento y hacían uso de las tecnologías de la información y la comunicación (tic) (véase la Figura 4.1), éstas no los aprovechaban como parte de una necesidad en casa, sino más bien como una cuestión de ocio y entretenimiento. Una vez que se volvieron una necesidad para dar continuidad a la educación, tanto profesores como administrativos y alumnado cambiaron sus estilos de vida y el modo en el que debían afrontar esta situación, lo que llegó a salirse de control, puesto que se tenían contextos muy diversos para cada individuo que iban desde vivir en un lugar sin conexión a internet siquiera hasta quienes en su mayoría contaban con un servicio de internet de velocidad deficiente, que además se repartía entre todos los dispositivos que se conectaban en casa. Por otro lado, las plataformas que se utilizaban para la educación a distancia, junto con las demás herramientas digitales, requieren un servicio de internet con mucho mayor capacidad, como lo es un servicio de fibra óptica, el cual desde antes del inicio de la pandemia era difícil que se tuviera, así que una vez confinados se hizo más complicado solventar esta clase de servicio, eso sin considerar que ni siquiera en todas las colonias poblanas se ha instalado.

Esta situación resulta tan sólo una de las vertientes de cambio en la vida, pues dejando de lado una perspectiva tecnológica esta investigación pretende indagar más en las experiencias docentes, ya que esto fue el desencadenante de que se tuvieran vivencias adversas, más allá de las condiciones para poder utilizar herramientas digitales, pues el modo de vida es tan variado como cada persona en sí.

Tenemos algunos referentes en donde el docente vive solo en casa en condiciones que le permiten utilizar herramientas digitales, aunque no por ello significa que pueda hacer uso óptimo de ellas, partiendo de que no era una necesidad ni su método de enseñanza principal; todo lo contrario, carecía de capacitación o algún referente para su aplicación. Otro panorama es el de aquellos agentes que viven con familia, quienes sí tienen condiciones para poder hacer uso de plataformas digitales, pero únicamente cuentan con un equipo de cómputo, razón por la cual hace que los horarios para utilizarlo se empalmen con los demás miembros de la familia, dificultando su acceso; o bien quienes se comunican a través de dispositivos móviles, lo que conlleva que las plataformas no se aprovechen de la misma manera que desde una computadora. Si indagamos aún más profundo y realmente se toma en cuenta el aspecto familiar, muchas madres de familia sufrieron más toda esta situación, pues el hecho de que todos los miembros de la familia estuvieran en casa significó un mayor esfuerzo por tener todo en orden para que cada uno pudiera atender sus actividades sin que se perjudicara su rutina. Por un lado, considerando a aquellas madres dedicadas al hogar y para madres de familia que aún laboran, ellas tenían al mundo sostenido en sus hombros, pues no sólo era la cuestión profesional que ahora debían de cubrir, sino también el sistema familiar que cada una enfrentaba. Sin ahondar tanto en la cuestión tecnológica, las personas que están relacionadas con el ámbito educativo tuvieron un problema más fuerte: los cambios en la salud.

Esta diversidad en el contexto del individuo dio pie a una cuestión aún más preocupante. Al tener estas situaciones nuevas y muchas dificultades para poder continuar con la enseñanza, se despertó un sinfín de experiencias, tales como preocupación, aumento en la irritabilidad, niveles inconcebibles de estrés, desgaste físico y emocional, lo cual era un secreto a voces, muy notorio en aquellos docentes que tuvieron que ajustar sus clases presenciales con nuevas técnicas para impartirlas a través de herramientas digitales, bajo el supuesto, claro, de que tenían conocimiento o disposición para generar estas estrategias. En aras de dar continuidad a su labor educativa, los docentes empezaron a sufrir cargas de trabajo cada vez más pesadas; sus días de descanso se volvieron días de evidenciar el trabajo digital; sus fines de semana se convirtieron en días de consulta y para abrir foros para la resolución de problemas en clase; sus horarios de comida se alteraron, así como los de sueño, por lo que aparecieron trastornos que ni siquiera eran perceptibles para ellos, hasta que eran realmente graves. Asimismo, las relaciones personales quedaron completamente a un lado; tal pareciera que la convivencia con la familia en lugar de verse favorecida por la coincidencia física de cada uno se tornó mucho más distante, pues no había tiempo ni de charlar durante una sobremesa. También se notaba esta desmotivación por el desgaste físico y mental que significaba hacer las planeaciones y entregas administrativas y, por otro lado, en aquellos docentes que estaban siempre en el aprendizaje continuo de nuevas herramientas, programas y plataformas que pudieran ayudar un poco a esta nueva modalidad se hicieron presentes situaciones en donde ni siquiera tenían un conocimiento real del tiempo, y por ello fue notorio que el desempeño académico se vio afectado.

Posterior a los estragos que causó el inicio de esta transición, los docentes, en su mayoría, lograron algo mucho más importante que la continuidad de contenido; más bien optaron por una resiliencia que marcó significativamente el avance no sólo de sus programas, sino también de sus vidas como profesionistas, pues ahora están capacitados en un área de desempeño que era inminente: las herramientas tecnológicas. Al respecto, se hace referencia a la metáfora de la tormenta de arena de Murakami:

Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tú no comprenderás cómo has logrado cruzarla con vida. ¡No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad. Pero una cosa sí quedará clara. Y es que la persona que surja de la tormenta no será la misma persona que penetró en ella (2000).

Sabemos ahora que el trayecto y la manera en que surgió la transición para permitir una continuidad académica fue inminente y completamente inaplazable, pero también sabemos que con ella libramos las adversidades que poco a poco se convirtieron en una oportunidad para poder desempeñar nuestra labor como agentes educativos.

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