19. Neoliberalismo y cambio tecnológico

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José Armando Pineda Osnaya


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19. Neoliberalismo y cambio tecnológico

Después de la Segunda Guerra Mundial, el orbe presenció un avance científico sin precedentes que abarcó todos los ámbitos de la vida humana y no humana. Este avance no se ha detenido, por el contrario, ha continuado por encima de cambios políticos y económicos. Los años noventa no fueron la excepción, no obstante, estos se introdujeron en una economía cada vez más estancada. Los avances tecnológicos más recientes no evitaron la aparición de la crisis ni revirtieron la tendencia hacia el lento crecimiento, el cual no permite el uso masivo de los avances y que estos se queden como un privilegio de los pocos grupos de elevados ingresos.

En la globalización, el desarrollo tecnológico sufrió un cambio importante de orientación al modificarse el proceso del trabajo con el outsourcing. El desplazamiento de mano de obra por máquinas perdió importancia y relativamente disminuyó el uso de tecnología para desplazar mano de obra por máquinas, para en su lugar dirigirse al diseño, características y cualidades de los productos terminados y de materiales enfocados a satisfacer el consumo humano. Existe una diferencia importante en la aplicación de tecnología en la producción entre los años cincuenta y sesenta con la era de la globalización. En aquellos años de aumentos constantes de salarios y bajo desempleo aumentó más o menos en la misma intensidad la inversión en equipo industrial, en transporte, equipo procesador de información e inversión en propiedad intelectual con una cada vez mayor automatización y disminución de la mano de obra en la producción. La industria experimentó un proceso de creciente automatización que disminuyó la intervención de operarios directos o de obreros de cuello azul, para en su lugar ocupar cada vez más personal especializado u obreros de cuello blanco, pero después de iniciar la globalización en 1980, aumentó mucho más rápido la inversión en propiedad intelectual, en equipos de procesamiento y en la aplicación de patentes en el uso final de los productos, rezagando la inversión en equipo tanto de transporte como de equipo industrial. De 1968 a 1980 la inversión en estas últimas actividades industriales pasó de 15.3 mil millones de dólares en promedio para las actividades antes mencionadas a 55.6 mil millones de dólares, 364% de incremento en todo el periodo, pero después de 1980 hasta 2018 crece en primer lugar la inversión en propiedad intelectual y en segundo lugar en equipo para procesamiento de datos, dejando rezagada la inversión en equipo industrial y en equipo de transporte. La industria tuvo menor interés por introducir avances tecnológicos en el proceso de trabajo y en lugar de ello se interesó más por desarrollar aplicaciones técnicas que ofrezcan al consumidor diversas funciones de uso o cualidades en el producto final de consumo (gráfica 19.1).

En la globalización, la inversión privada perdió fuerza como motor de crecimiento del sistema en su conjunto, ganando cada vez mayor fuerza el Estado como deudor y consumidor. El Estado, como ya se mencionó, dejó de invertir y producir para más bien pagar al sector privado por los servicios que él mismo proporcionaba, por lo que su gasto no disminuyó y el déficit público aumentó al sumarse al gasto consumido el pago de la deuda contratada para cubrir tanto su gasto en consumo como los intereses de la deuda cada vez mayor. El aumento del gasto público adquirió un papel fundamental para mantener elevada la demanda y las ganancias de las grandes corporaciones, ello debido a que los salarios y la inversión dejaron de operar como principales generadores de demanda. El resto de los países competidores en el mercado mundial se encontró en un proceso semejante de reducir salarios con la consecuente caída de sus inversiones, por lo que la demanda mundial enfrentó un estancamiento de manera simultánea, lo que obligó a elevar todavía más el gasto y el endeudamiento del Estado para mantener elevada la demanda mundial.

Gráfica 19.1. Inversión privada fija no residencial por tipo de equipo, 1968-2022. Miles de millones de dólares

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La inversión de las actividades antes señaladas tuvo sus mejores momentos de crecimiento en los 12 años previos a la globalización, posteriormente se rezagó significativamente la inversión en general, siendo la más atrasada la inversión en equipo industrial (cuadro 19.1).

Cuadro 19.1. Variación porcentual de la inversión no residencial por tipo de actividad por periodos, 1968-2018

para procesamiento de información

equipo industrial

equipo de transporte

propiedad intelectual

1968-1980

455.7

250.9

175.0

248.7

1980-1990

120.0

51.7

44.6

202.2

1990-2000

126.7

76.9

144.0

150.2

2000-2018

39.4

52.5

78.5

125.4

La causa por la cual se modificó la orientación del cambio tecnológico se debe a la disminución del salario ocurrida a partir de finales de los años setenta. Hemos visto que el incremento del salario ocurrido al término de las dos guerras mundiales fue fundamental para alcanzar elevadas tasas de crecimiento. El aumento del salario determinó que los empresarios elevaran sus inversiones en equipo y tecnología que desplazara mano de obra en la producción y la hiciera rentable con los salarios más altos. Este hecho histórico contradice la idea ampliamente difundida en la recién etapa neoliberal por parte de ciertas corrientes de pensamiento económico que le atribuyen al aumento del salario ser una de las causas que provoca la caída de las ganancias, el estancamiento y la inflación. Igualmente, estos mismos hechos contradicen la idea de que reemplazar mano de obra por equipos de producción puede provocar desempleo, porque los momentos de mayor creación de empleos son precisamente aquellos en los que la mano de obra era intensamente reemplazada por máquinas a raíz de su encarecimiento. Reemplazar trabajadores por equipos de producción, o emplear relativamente cada vez menos mano de obra y ocupar en su lugar mayor cantidad de equipos en la producción, no generó desempleo en la historia norteamericana ni en los países que siguieron el mismo ejemplo, por el contrario, el aumento de los salarios fue el único camino, gracias al cual se pudo elevar el empleo y el crecimiento.